Es, junto a Rabat, Fez y Mequinez, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. Con algo más de millón y medio de habitantes, y situada al pie del Atlas, su atractivo turístico la hace más que recomendable para una visita de dos o tres días. Al no ser demasiado extensa y concentrar los lugares más típicos, es ideal para recorrer a pie. Aquí te mostramos qué ver en Marrakech.
Qué ver en Marrakech
1. El Jardín Majorelle
Situado en la Rue Yves Saint Laurent, el Jardín Majorelle es una de las principales atracciones que ver en Marrakech. Fue diseñado por el pintor francés Jacques Majorelle y recuperado en los ochenta por el modisto Yves Saint-Laurent y su pareja, Pierre Bergé. Esconde centenares de especies botánicas, da cobijo a pájaros desconocidos en otras latitudes y alberga un museo de arte bereber repleto de abalorios, ropajes, cerámicas, textiles y bocetos hechos por su fundador.
2. Madraza de Ben Youssef
Fundada en el siglo XIV por el sultán Abou el Hassan, es uno de los lugares más fotografiados que ver en Marrakech. Sobre todo, sus ventanas -es típica la instantánea de ventana a ventana asomando la cabeza al patio principal-. Más de 800 estudiantes memorizaban el Corán en sus instalaciones antes de ser destruida por los saadíes. Su sala de rezos impresiona, así como las numerosas inscripciones que pueden leerse en sus azulejos y paredes, algunas de madera.
3. Mezquita Kutubia
El edificio más alto que ver en Marrakech fue construido en el siglo XII y se encuentra en el interior de la Medina. Es famosa por su minarete de base cuadrada y no puede visitarse. Al anochecer, con el ruido del cercano zoco y el intenso tráfico de la zona, resulta mágica.
4. Plaza Jemma el Fna
Puede que sea la plaza con más vida de toda África. Encantadores de serpientes, cuentacuentos, tatuadoras de henna, músicos callejeros, vendedores… Al caer la noche, la Plaza Jemma el Fna es invadida por decenas de puestos donde saborear el sabor marroquí más auténtico. Un poco más abajo, te recomendamos uno de los mejores quioscos para cenar en este imprescindible que visitar en Marrakech. Mientras, tómate un zumo de naranja recién exprimido por 40 céntimos de euro.
5. Zoco de Marrakech
El lugar perfecto que ver en Marrakech para los amantes de las compras. Y para los que no lo somos, un sitio donde curiosear y disfrutar de un laberinto de callejuelas donde los tenderos esperan hacer su particular agosto con los turistas más despistados. Ropa, especias, artesanía, cuero, productos típicos y comida para los más valientes (suele estar expuesta al público y es habitual que sea lugar de concentración de moscas y otros insectos). Los artesanos están agrupados por gremios: cesteros, peleteros, ferreteros... Imprescindible.
6. Museo de Marrakech
Fue restaurado y rehabilitado como museo por Omar Benjelloun, coleccionista y mecenas. Se trata de una casa típica marroquí donde se organizan exposiciones no permanentes de arte contemporáneo y se exponen objetos de cobre, armas, vestimentas y joyas bereberes. El precio de la entrada es de algo más de 5 euros.
7. Palacio Bahia
Es una de las obras arquitectónicas más importantes que visitar en Marrakech. Data de finales del siglo XIX y su construcción duró más de una década. Con más de 150 habitaciones -todas ellas vacías excepto sus espectaculares techos-, la parte más llamativa del Palacio Bahia es el harén de Abu Bou Ahmed, donde convivían sus 4 mujeres y 24 concubinas.
8. Le Bain Blue
Es el baño árabe que elegimos para este recomendable ritual. Tras una exfoliación con jabón negro al eucaliptus (en la que casi nos quedamos sin piel), un baño hidratante de pies a la sal marina con aceites esenciales de lavanda y menta y un pequeño chapuzón en el jacuzzi, llegó la mejor parte, un masaje relajante al aceite de Argán. El tratamiento en Le Bain Blue, que dura algo menos de dos horas, tiene un precio de 55 euros por persona. Y termina en una sala de reposo donde te obsequian con un vaso de té a la menta.
¿Dónde comer en Marrakech?
El puesto 14 de la Plaza Jemma el Fna
No entraría en el calificativo ‘restaurantes en Marrakech’, pero es la primera de nuestras recomendaciones. Rodeados de lugareños, sin cubiertos ni servilletas, déjate querer por la mejor comida marroquí: una deliciosa ensalada de berenjenas, calamares, pescado a la romana y pimientos fritos. Todo ello, con un par de refrescos, por menos de 10 euros. Hay muchos más puestos en esta plaza, con camareros pesadísimos que casi te obligarán a sentarse a sus mesas. Nosotros, la primera noche, no tuvimos tanta suerte y la experiencia fue bastante mala… Una pena no haber leído antes las recomendaciones de la dueña de nuestro riad, que nos indicó expresamente el número 14.
Le Salama
Hay muchos restaurantes en Marrakech y cuesta decidirse. Este nos lo había aconsejado Fran, de My Guía de Viajes. A pesar de que llegamos más tarde de las 3, nos atendieron sin ningún problema, algo lentos, pero seguros. Probamos un surtido de comida marroquí en forma de aperitivos -13 platillos de lo más variopintos- y un tajine de pollo con limones encurtidos y aceitunas. Merece la pena pasar algo de calor en su terraza para contemplar los tejados de la cercana medina. A partir de las cinco, comienza la happy hour de Le Salama, con dos por uno en cócteles y otras bebidas alcohólicas.
Le Relais de Paris
Si te has cansado de la comida marroquí, lo mejor es que te acerques a uno de los restaurantes en Marrakech con más encanto, ubicado en el lujoso Hotel Les Jardins de La Koutoubi, al lado de la Plaza Jeema El Fna. Tómate un cóctel sentado frente a su espectacular piscina antes de hincarle el diente a un jugoso filete de ternera con la salsa secreta que ha hecho famoso a Le Relais de Paris. Te parecerá increíble que desde su terraza no se oiga ni un solo ruido. El plato de la foto, además de la ensalada servida en una coqueta tulipa, por 15 euros.
Vinos de Marruecos
No te olvides de beber vino para acompañar cualquier comida marroquí como si no hubiera mañana. Para Jota y para mí fue, sin duda, el descubrimiento del viaje. Guerrouane es una de las Denominaciones de Origen del país. El clima de las montañas del Medio Atlas, donde se encuentran estos viñedos -con una elevación desde 580 hasta 700 metros-, además de las lluvias moderadas y el abundante sol, convierten a este lugar en el perfecto productor de blancos, grises y tintos.
Dónde dormir en Marrakech
A nosotros nos enamoró el Riad Abracadabra, a cinco minutos a pie de la Plaza Jemaa el Fna, y propiedad de dos primos españoles. Alrededor de un precioso patio, se distribuyen 8 habitaciones donde se ha cuidado hasta el último detalle. Mullidas y amplias camas, ventanas con rejillas mozárabes, alfombras bereberes, agua y dulces caseros de bienvenida, cuartos de baño realizados en cemento pulido artesanal y con geles y jabones con perfume de jazmín.
Una terraza para olvidarse del mundanal ruido
La guinda del pastel lo pone una espectacular terraza con zona chill out. En él se sirve un delicioso y romántico desayuno con zumo de naranja recién exprimido, té a la menta, pan tostado, mermeladas artesanales, tomate natural con aceite de oliva, ensalada de fruta fresca, bollería casera, especialidades marroquíes… Y los espectaculares y suaves huevos Abracadabra. Los precios de las habitaciones varían desde 140 a 180 euros por noche, con desayuno incluido. Hay wifi gratuito en todo el recinto.
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