100 razones para visitar Bélgica más allá de beber cerveza y comer gofres

Mejillones al curri Chez Bouboule

Hace unos días recibimos un curioso e interesante e-mail desde la Oficina de Turismo de Bélgica invitándonos a participar en un concurso para pasar una semana disfrutando de Bruselas y Valonia. ¡No ha hecho falta pensarlo dos veces! ¿Por qué queremos visitar Bélgica? Aquí van 100 razones:

1. Beber las mejores cervezas del mundo.

2. Comer mejillones con patatas fritas.

Mejillones al curri Chez Bouboule

3. Cenar a las siete…

4. Comprar alguna de las 500 variedades de bombones es un motivo más que suficiente para visitar Bélgica.

5. Pasear por la Grand Place.

6. Admirar el Atomium.

7. Fotografiar el Manneken Pis, una de las mejores cosas que ver en Bruselas.

Manneken Pis Bruselas

8. Visitar la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula.

9. Mirar los escaparates de las ‘Galerías Saint Hubert’.

10. Recorrer las 80 ciudades europeas de la Mini Europe.

11. Conocer a la novia del Manneken, la descarada Jeanneke Pis.

Jeanneke Pis

12. Contemplar las obras del Museo Magritte.

13. Montar en tranvía para descubrir todo lo que hay que ver en Bruselas.

14. Curiosear por el Boulevard Waterloo, considerado el más chic de la capital.

15. Acercarnos al Parlamento Europeo para ver si hay algún VIP.

16. Probar alguna de las 3.000 variedades de cerveza que ofrece Delirium Tremens... Y salir vivitos y coleando. Uno de los imprescindibles si planeas visitar Bélgica.

17. Pillar una buena tortícolis examinando una por una las vidrieras de Notre Dame du Sablon.

18. Quemar la Brussels Card de tanto usarla.

19. Comprobar que la cerveza no solo se bebe, sino que podemos meternos entre pecho y espalda unos carbonnades flamandes.

20. Acompañar el estofado con una ligeras chicons au gratin.

21. Sentarnos en una terraza de la Rue des Bouchers a tomar café.

22. No perdernos el Museo del Cómic.

23. Practicar el poquito francés que sabemos (sin bromas…).

24. Comprobar por qué Bruselas es una de las capitales más verdes de Europa.

25. Visitar el Museo de los Judíos y su colección de arte.

26. Probarnos un vestido vintage en la Rue Antoine Dansaert.

27. Buscar alguna ganga en el Rastro de Los Marolles.

28. Descubrir una de las joyas del Art Nouveau, la Casa Cauchie.

29. Adivinar por qué son tan famosas las coles de Bruselas.

30. Intentar ver cada una de las piezas del Museo del Auto.

31. Sentarnos sobre el césped del Jardín Botánico.

32. ¿El viaje es en agosto? Habrá que tomarse algo en uno de los chiringuitos de Bruxelleslesbain.

33. Pasar el domingo en los Museos Reales de Arte y de Historia.

34. Dar envidia a todos los fans de Tintín tuiteando desde el Museo Hergé.

35. Disfrutar de las vistas desde el Palacio de Justicia.

36. Saludar, si nos cruzamos con ella, a la reina Fabiola, que para algo es española (actualización: falleció en diciembre de 2014).

37. Probar el salchichón de las Ardenas, a ser posible con pan de farro.

38. Buscar sin descanso un Lazarillo de Tormes editado en Bélgica para la colección de Nacho Carnero, un clásico en nuestros viajes.

39. No perder detalle de cómo se elabora el chocolate artesanal en Zaabär.

40. Volver a sentirnos niños en el Museo del Juguete.

41. Fotografiar la cúpula del Sagrado Corazón.

42. Quejarnos de que los ‘Serres de Laeken’, los invernaderos reales, solo abran tres semanas al año (y no cuando nosotros vayamos, precisamente)

43. Ver las casi 40 paredes de diferentes casas decoradas con enormes murales basándose en cómics.

Art street Bruselas

44. Descubrir dónde está la simpática estatua de un perro orinando.

45. Echarnos unos bailes en el Wax Club.

46. Tomar el sol en el Parc du Cinquantenaire.

47. Comprar alguna variedad de los muchos quesos belgas: Passendale, Folies de Béguines, Wynendale

48. Comer un crepe cubierto con cerezas naturales calientes y nata.

49. Tomar una copa en Mappa Mundo.

50. Viajar a Lieja, la quinta ciudad más importante de Bélgica.

Place Saint Lambert Lieja Belgica

51. Descubrir por qué Lieja es denominada la «Atenas del norte». Y ya que estamos allí…

53. Recorrer el Archéoforum, el yacimiento arqueológico más grande de Europa.

54. Conocer la Estación de Lieja-Guillemins, diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava.

55. Hacer una pintoresca foto desde las escaleras de la colina Bueren.

56. Descubrir el original Museo Tchantches, dedicado a la popular marioneta creada en el siglo XIX.

57. Almorzar unas boulets de Liège (albóndigas de Lieja) aderezadas con sirope.

Albondigas de Lieja Brasserie la Roue D’or Bruselas Visitar Bélgica

58. Probar el pékèt (y no emborracharnos con él).

59. Echar un vistazo a la Catedral de Saint Paul, de arquitectura gótica, punto de visita obligada en Lieja.

60. No perdernos el Palacio de los Príncipes-Obispos, una de las mejores atracciones que ver en Bélgica.

61. Conocer los hoteles flotantes de Lieja, barcos con capacidad para 18 personas.

62. Fotografiar alguno de los castillos cerca de Lieja ¡y lamentarnos de no poder vivir en uno!

63. Ver dónde empieza y dónde acaba la carrera ciclista internacional Lieja-Bastogne-Lieja.

64. Tomar el aperitivo regional por excelencia, un Maitrank.

65. Escuchar sonidos de todo tipo en la Maison de la Pataphonie, en Dinant, museo único que visitar en Bélgica y en el mundo.

66. Ya que estamos allí, probar las famosas couques de Dinant (galletas a base de miel).

67. Ver dónde nació en 1841 Adolphe Sax, inventor del saxofón.

La Masion de Monsieur Sax Visitar Bélgica

68. Hacer una parada en la Cervecería Caracole, cerca de Dinant, donde las cubas de cobre se siguen calentando al fuego de leña.

69. Probar una tarte al djote, especialidad típica de Nivelles, en Valonia.

70. Querer tener dinero y permiso para rehabilitar el abandonado Castillo de Noisy. (Actualización: el castillo fue totalmente demolido en octubre de 2017).

71. Olisquear por la mina Hasard Cheratte, cerrada al público y clausurada sin previo aviso en 1977 por ser una de las más peligrosas del mundo.

72. De vuelta a Bruselas, visitar el Museo de los cerveceros belgas y degustar la cerveza que incluye la entrada.

73. Alquilar una bicicleta (y no caernos).

74. Desayunar un apetitoso gofre, sin duda, una de las mejores cosas que hacer en Bélgica.

Gofre Bruselas

75. Jugar una partidita de algo en el Gran Casino de Bruselas.

76. Apuntarnos a ‘La excursión verde’ y envidiar los espacios naturales que no tenemos en Madrid.

77. Darnos una vuelta por el Toutou Bar y flipar viendo cómo animales de cuatro patas saborean una Red Dog, cerveza solo apta para perros, a tres euros la botella.

78. Curiosear en su menú canino, que incluye hamburguesas, arroz o pasta.

79. Admirar -si sigue en pie- la impresionante Catedral de las cervezas, construida con 792.000 botellines.

80. Hacer un ‘petit’ descanso en la Plaza del ‘Petit Sablon’.

81. Degustar unas crujientes croquetas de camarones (promete).

Croquetas de camarones Chez Bouboule Visitar Bélgica

82. Realizar el itinerario ‘El arte en el metro’ y ver cuánta creatividad anda suelta.

83. Visitar el Museo Clockarium, dedicado a accesorios de chimenea fabricados con loza y con una exposición de más de 1.200 relojes de este material.

84. Comer patatas como si no hubiera mañana -hay más de 300 variedades-, como las come de gatte o las Plate de Florenville.

85. Comprar un DVD de ‘Los pitufos’, creados por el dibujante belga Peyo.

86. Visitar el puerto de mar y, de paso, navegar a bordo del Gueuse.

87. Pasar una refrescante tarde en Océade, el parque acuático de Bruselas.

88. Relajarnos en el Spa Cinq Mondes y dejarnos mimar.

89. Ya puestos, nos encantaría desplazarnos hasta Spa, no para bañarnos, sino para ver dónde se disputa el Gran Premio de Bélgica de F1.

90.  Escuchar un concierto de jazz en Sazz n Jazz.

91. Cenar un buen filete de Blanc-bleu, raza vacuna criada solo con heno y productos de granja.

92. Tomarnos un cóctel en la terraza del lujoso Hotel Conrad.

93. Buscar gangas el miércoles por la tarde en el mercado del Châtelain.

94. Pedir un deseo al tocar la estatua de bronce de Charles-Everard (trae buena suerte y, quizás, regreses a visitar Bélgica).

Estatua bronce de Charles-Everard Visitar Bélgica

95. Comprar cremosos pralinés en Wittamer.

96. Disfrutar del mercado de las flores, en martes o domingo.

97. Contemplar los geniales cuadros de El Bosco en el Museo Real de Bellas Artes.

98. Visitar la Casa de Erasmo, ese gran viajero…

99. Comprobar que la película de Jan Bucquoy La Vie Sexuelle des Belges es verídica…

100. Buscar 100 razones más para regresar a Bélgica.

¿Te animas a visitar Bélgica? ¡Seguro que estos motivos te han convencido!

*Post actualizado en 2021

‘Chez Léon’ o dónde comer los mejores mejillones con patatas fritas en Bruselas

Mejillones rebozados Chez Léon Bruselas

Es el restaurante turístico por excelencia de Bruselas. Y, según aseguran, el más grande del país, con capacidad para 420 personas. Cualquiera diría que cuando Chez Léon nació en 1893 solo contaba con cinco mesas. Desde entonces ha pasado de generación en generación de la familia Vanlancker.

Terraza Chez Léon Bruselas

Situado a un tiro de piedra de la Grand Place, resulta el lugar ideal para saborear el plato más típico de la gastronomía belga, mejillones con patatas fritas. O si no, cualquiera de las 120 recetas tradicionales que ofrecen en su carta: terrina de paté de conejo, guisado de pavo a la cerveza de frambuesa, ancas de rana al ajillo, calamares con salsa tártara, sopa de cebolla

Acompáñalo de una cerveza rubia de la casa –Léon Beer-, elaborada exclusivamente para ellos, y te sentirás en el mismo paraíso. A mediodía ofrece un interesante menú del día por 17,95 euros.

Yo probé tomate relleno de camarones y mejillones rebozados, con sus correspondientes patatas fritas. Más abajo podéis ver la cazuela que se metió entre pecho y espalda mi compañero de viaje, Luis Xixerone. Todo estaba delicioso.

Tomate relleno de camarones Bruselas
Mejillones rebozados Chez Léon Bruselas
Cazuela de mejillones Bruselas

Nuestro grupo decidió comer dentro del local porque fuera hacía mucho calor. Pero si lo prefieres puedes hacerlo en una de las mesas de la amplísima terraza de Chez Léon. Eso sí, prepárate para el enorme trajín de gente que camina por la calle.

Chez Léon es gratis para menores de 12 años

Muy pocas personas lo saben, pero en Chez Léon, los niños menores de 12 años, acompañados de un familiar, pueden comer gratis ‘a la carta’ (excepto menús de grupos). En 2014, sirvieron más de 16.000 comidas infantiles gratuitas. Y otro detalle que hace único a este restaurante en Bruselas: hay un aparcamiento para cochecitos.

Además, todos los domingos a partir de las 18:00 horas, puedes comer todos los mejillones que quieras. Sí, como lees. Pide tu cocotte y decide cuándo parar.

Comedor Chez Leon Bruselas
Chez Leon Bruselas

Cuando hayas acabado, no te olvides de hacer una visita a la famosa Jeanneke Pis, a la misma vuelta de la esquina, la versión femenina del Manneken Pis.

Chez Léon abre todos los días ininterrumpidamente de 11:30 a 23:00, entre semana, y de 11:30 a 23:30, viernes y sábados.

Así se elabora la cerveza lambic, típica de Bélgica desde hace cuatro siglos

Degustacion cerveza Bruselas Belgica

Es la única fábrica de cerveza que todavía puede visitarse en Bruselas. Se trata de Cantillon, una empresa familiar con más de cien años de antigüedad, situada en el barrio de Anderlecht, especializada en cerveza lambic. Producen la nada despreciable cantidad de 900 hectolitros de cerveza al año.

Brasserie Cantillon Bruselas

¿Qué es la cerveza lambic?

Con una tradición que se remonta a 400 años atrás, la cerveza lambic sigue siendo una gran desconocida. ¿Y qué la hace única? El hecho de que solo se elabore en Bélgica. Esto se debe a las levaduras y bacterias del valle del Senne, donde nació Bruselas. La Unesco considera las cervezas belgas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

¿Cómo se elabora la cerveza lambic?

En esta caldera se mezclan 1.300 kilos de trigo y malta triturados con agua caliente, hasta que alcanza 72 grados de temperatura. Entonces, se produce la sacarificación (transformación del almidón de los granos en azúcares fermentables y dextrina). A continuación, se añade agua caliente para extraer los azúcares.

Caldera cerveza

El mosto obtenido se bombea hacia las cubas de cocción que veis aquí debajo. En ellas se mantienen en ebullición unos 10.000 litros entre tres y cuatro horas. Esto provoca una esterilización del líquido y una evaporación de 2.500 litros de agua. Antes de que empiece la ebullición se añade el lúpulo viejo (20 kilos de flores por cada 10.000 litros).

Cubas cerveza

7.500 litros de mosto

Esta inmensa tina de cobre rojo es la de enfriamiento, donde llegan los 7.500 litros de mosto tras la cocción y la separación del lúpulo. La temperatura ideal que debe alcanzarse se sitúa entre 18 y 20 grados. Esta operación se efectúa de noche y en la temporada fría del año (de finales de octubre a comienzos de abril). En la foto se pueden apreciar los postigos que hay en la sala y que se abren o cierran para incrementar o reducir la ventilación.

Tina

Es el momento de trasvasar el mosto a las barricas (de roble o castaño). En unos días comienza la fermentación espontánea. Al principio es tan violenta que no se pueden cerrar los toneles so pena de explosión debido a la cantidad de CO2 que se produce durante 3 ó 4 jornadas.

Barricas cerveza belga

Cada barrica pierde entre 5 y 10 litros de líquido, como podéis ver en esta foto, antes de que empiece la fermentación lenta, que dura tres años. Ya no hay peligro de explosión y se cierran herméticamente los toneles. Ha nacido la cerveza lambic, que se embotella y embala unos metros más abajo.

Cerveza Cantillon Bruselas Belgica

Degustación de cervezas en Cantillon

En la visita a esta fábrica de cerveza en Bélgica no podía faltar la degustación. Probamos tres variedades, a cada cual más diferente: Lambic, Gueuze y Faro.

Degustacion cerveza Bruselas Belgica

Podéis observar que una de las cervezas es rosada. Es tradicional mezclar frutas regionales con ellas. Guindas, frambuesas y uvas son algunas de las más utilizadas. La mezcla es de 150 kilos de fruta por 500 litros de cerveza lambic. La maceración dura un mínimo de tres meses para que se pueda extraer el sabor, color y azúcar de la fruta. ¡Las tres estaban deliciosas!

Degustacion cervezas Bruselas

La visita a Cantillon solo puede reservarse a través de su página web. El precio es de 9,50 euros (siendo gratuita para menores de 14 años), dura 75 minutos e incluye una degustación.

‘Brasserie la Roue D’or’, gastronomía belga en el centro de Bruselas

Hamburguesa Brasserie la Roue D’or Bruselas

En pleno corazón turístico de Bruselas, a escasos metros de la Grand Place, se encuentra Brasserie la Roue D’or. Fue una de nuestras paradas durante el blogtrip Destino Bélgica. Está elegantemente decorada en madera y con murales que homenajean al pintor surrealista Magritte, cuyo museo puede visitarse en la ciudad. Es más que recomendable para hacer un alto en el camino y disfrutar de la mejor gastronomía belga por unos 25 euros/persona.

Brasserie la Roue D’or Bruselas

La extensa carta de Brasserie la Roue D’or, además de los imprescindibles mejillones, ofrece caracoles, fondue de queso o salchichas de Lyon con lentejas. Y otras llamativas delicias como bacalao en costra de mostaza y perejil, estofado de conejo al estragón o anguila en salsa verde.

Croquetas de camembert a la miel

Croquetas de camembert a la miel Brasserie la Roue D’or

Hamburguesa, 200 gramos de excelente ternera que se sirve en su jugo, sin pan ni salsas, coronada con un huevo frito.

Hamburguesa Brasserie la Roue D’or Bruselas

Albóndigas de Lieja, de carne mixta. Aderezadas con el típico sirope de la misma localidad, melaza que se obtiene de la cocción del zumo de manzanas y peras.

Albondigas de Lieja Brasserie la Roue D’or Bruselas

Atún rojo ‘mi cuit’ con especias

Atun rojo Bruselas

Dispone de una gran variedad de postres, con especialidad en tartas caseras, aunque nos decantamos por opciones más frescas y ligeras para continuar nuestra visita por Bruselas.

Postre Brasserie la Roue D’or Bruselas

Brasserie la Roue D’or se encuentra en el número 26 de la Rue des Chapeliers.

Ventajas de la Brussels Card, tarjeta descuento para Bruselas

Brussels Card

¿Estás pensando en tu próxima escapada a Bélgica y no sabes cómo ahorrar en Bruselas? La Brussels Card es la mejor opción por su amplia oferta de descuentos.

¿Qué ventajas ofrece la Brussels Card?

– Acceso gratuito a la mayoría de museos de la ciudad.

– Viajes ilimitados en metro, autobús y tranvía.

– Descuentos de hasta un 70% en muchas atracciones turísticas, tiendas y restaurantes.

¿Cuánto cuesta la Brussels Card? (Precios 2021)

24 horas: 29 euros

48 euros: 37 euros

72 horas: 45 euros

Brussels Card

¿Dónde comprar la Brussels Card?

Aunque la manera más sencilla es hacerlo a través de su web, también puede adquirirse en diferentes sitios de Bruselas, como la Oficina de Turismo situada en la Grand Place, Mont des Arts y algunos de los museos participantes, como el de Ciencias Naturales, Instrumentos Musicales, Cómic o Automóvil.

¿Qué museos están incluidos?

Más de 30, entre los que destacan el Magritte, el del Cómic -uno de los más visitados de Bélgica-, el de la Ciudad -donde pueden contemplarse los vestidos del Manneken Pis-, el del Chocolate o el de Instrumentos Musicales, cuyas entradas juntas sumarían más de 30 euros.

Descuentos y ventajas a tener en cuenta

– 15% de descuento en la cuenta de tu comida o cena en Chez Léon, el templo de los mejillones belgas, a un paso de la Grand Place.

– Café de regalo con un almuerzo típico en A la Mort Subite, una de las mejores cervecerías de Bruselas y una de las más impresionantes de Bélgica, centenaria y con una carta tan amplia que no sabrás por dónde empezar.

– 25% de descuento a partir de 35 euros en Godiva Manneken Pis, la chocolatería más reputada junto a los famosos Leónidas.

– Descuento del 15% en compras superiores a 25 euros en Planète Chocolat, un must en Bruselas para los amantes del mejor chocolate del mundo.

Chez Leon Bruselas
Mejillones rebozados en ‘Chez Leon’

¿Es recomendable la Brussels Card para niños?

No. Los menores de 12 años obtienen descuentos de hasta el 50% en la mayoría de atracciones turísticas y, los menores de 5, entrada gratuita.

Jeanneke Pis, la hermana traviesa del niño meón de Bruselas

Jeanneke Pis

Jeanneke Pis es la escultural hermana del Manneken Pis y la puedes encontrar a escasos metros de la Grand Place de Bruselas, en Bélgica.

Jeanneke Pis

Esculpida por Denis-Adrien Debouvrie en 1985, fue inaugurada dos años después y rápidamente se convirtió en uno de los símbolos que ver en Bruselas.

Tallada en piedra caliza azul grisácea y de unos 50 centímetros de alto, representa a una niña con el pelo recogido en coletas, orinando en cuclillas.

Leyenda Jeanneke Pis

Cuenta la leyenda que «La fuente fue construida en honor de la lealtad. Una costumbre muy antigua dice que tu deseo se concederá si lanzas una moneda en el cuenco de la fuente». Esas monedas arrojadas por los transeúntes dan testimonio de la ternura, virtud y admiración por Jeanneke Pis.

Callejon Jeanneke Pis

Está situada en el Callejón de la Fidelidad, el mismo del famoso Delirium Cafe. Este bar es conocido por su larga lista de cervezas, que alcanzó las marcas en 2004 según lo registrado en el Libro Guinness de los Récords. En sus instalaciones puedes desgustar cervezas de más de 60 países, incluidas muchas belgas. Y, si la cerveza no es lo tuyo, te costará elegir entre 400 absentas, 200 whiskies, 500 rones, 300 vodkas y 450 tequilas. ¡Casi nada!


Warwick Brussels, hotel de lujo junto a la Grand Place de Bruselas

Desayuno

El antiguo Royal Windsor es uno de los hoteles más lujosos de Bruselas y de toda Bélgica. Situado a un tiro de piedra de la Grand Place -literalmente a la vuelta de la esquina-, el Warwick Brussels nos alojó durante la última etapa del blogtrip Destino Bélgica. Muy cerca se encuentran algunas de las atracciones más importantes de la ciudad, como el Manneken Pis o el Museo de Instrumentos Musicales.

Aunque las habitaciones son un poco pequeñas y la cama ocupa gran parte del espacio, todas han sido recientemente reformadas. Maderas cálidas, papeles pintados en tonos suaves, alfombras estampadas y elegantes muebles dan un toque repleto de encanto a las 267 estancias del Warwick Brussels. También cuenta con 21 suites.

Habitacion
Baño

El delicioso desayuno de este cinco estrellas de Bruselas

Después de una noche de sueño reparador, el Salon Grand Place espera con un fabuloso desayuno bufet completo. Gran variedad de zumos frescos, amplio surtido de pasteles artesanales, selección de panes, mermeladas, compotas orgánicas, granola y yogur casero… Aún hay más: embutidos y fiambres, patés, salmón ahumado cortado a mano, quesos y ensaladas, huevos revueltos, frutas frescas… Sí, un desayuno para el recuerdo.

Desayuno Warwick Brussels
Bufet Warwick Brussels

En la oferta de restauración de este cinco estrellas no podía faltar una propuesta como Chutney’s. Esta típica brasserie es conocida en toda Bruselas por su servicio y cocina. Mejillones, croquetas de gambas, patatas fritas, vinos internacionales y las famosas cervezas belgas te esperan para rematar la jornada con una fantástica cena. Y, si todavía tienes ganas de más, termina la noche en el Warwick Bubbles Bar con un cóctel recién preparado.

Bar

Nos gustó del Warwick Brussels

– La excelente ubicación, a la vuelta de la esquina de la Grand Place.

– La cama -confortable como pocas- con almohadas de ensueño.

– El desayuno bufet, uno de los más amplios que hemos visto.

– Contemplar la cúpula de la Grand Place desde la habitación.

El precio del Warwick Brussels es de unos 150 por noche, dependiendo de la temporada.

Créditos fotografías © Warwick Brussels

10 curiosidades sobre el simpático Manneken Pis de Bruselas

Manneken Pis Bruselas

Museos, arquitectura, gastronomía… Bruselas es una ciudad perfecta para una escapada de fin de semana. Y el Manneken Pis, uno de sus símbolos más representativos. Ubicada a escasos metros de la Grand Place, esta pequeña y sorprendente figura guarda alguna que otra curiosidad que te contamos a continuación.

Manneken Pis Bruselas

Datos curiosos sobre el Manneken Pis

1. Mide unos 60 centímetros y pesa 17 kilos.

2. Fue creada en el siglo XV por Jérôme Duquesnoy.

3. Son muchas las leyendas en torno a su origen, todas ellas igual de increíbles. Una de las más llamativas cuenta que en el siglo XIV las tropas enemigas colocaron cargas explosivas en las murallas de Bruselas. Y un niño, al enterarse, orinó sobre las mechas, salvando así a la ciudad.

Fue robado en 1978

4. Intentaron robarla muchas veces hasta que, finalmente, se hicieron con ella. Por lo que se colocó una copia en su lugar que se mantiene a día de hoy.

5. Tiene su propio museo, en el Museo de la Ciudad. En él, además de la figura original, se guardan los más de 800 trajes con los que se le suele disfrazar. Como el de piloto de Fórmula 1, que coincide con la celebración del Gran Premio de Bélgica en el circuito de Spa (foto superior). U otros tan curiosos como torero, rapero o Elvis Presley.

6. Muestra su lado más solidario apoyando eventos como el Día Internacional de la Leche. Para ello, se le vistió de pastor del Sahel y vertió leche a la fuente con el fin de sensibilizar de la importancia que tiene este alimento en África. O de preso para exigir la liberación de pacifistas en el mundo.

7. Con motivo del centenario del Real Madrid se disfrazó de ‘merengue’ y orinó 24 litros de vino tinto de Valdepeñas…

8. En 1809, durante una de las fiestas que celebran en la ciudad, la estatua miccionó vino y cerveza lambic.

9. En 2013, una pastelera belga elaboró una réplica de dos metros realizada con 1.000 kilos de chocolate. Se expuso en el museo dedicado a esta delicia en Brujas.

10. Tiene una versión femenina, aunque mucho menos conocida, Jeanneke Pis. Y una animal, que representa a un perro haciendo lo propio en una de las calles de Bruselas.

Jeanneke Pis Bruselas