Construido por Giuseppe Mengoni en el siglo XIX, el Mercado Central de Florencia es el más importante de la ciudad. Y uno de los más antiguos de Europa. Situado frente a la Piazza del Mercato Centrale, entre la Vias dell’Ariento, Sant’Antonino y Panicale, a escasos metros del apartamento donde nos alojamos, es cita ineludible para cualquier amante de la gastronomía.
Los mejores productos italianos
Fácilmente reconocible por su estructura de hierro, el Mercado Central de Florencia es el lugar idóneo para comprar carnes, pescados, quesos, jamones, chacinas, miel, aceite de oliva, setas, vinos de la Toscana,chocolates, panes… Un paraíso de colores, sabores y tradición italiana.
El chianti más exquisito convive con decenas de selectos acetos balsámicos y kilos de deliciosos tomates secos. Y lo hace a escasos metros de estómagos de vaca (poco agradables a la vista, pero ideales para preparar una de las especialidades de la zona, trippaalla fiorentina, que puedes degustar en un jugoso bocadillo en varios puestos a la salida del mercado). Y llamativas mezclas de especias para cocinar la mejor pasta alla rabiatta o diferentes tipos de pizza.
Septiembre es la mejor época para encontrar uno de sus productos estrella, el funghi porcini(nuestro boletus edulis). Lo venden por doquier fresco y seco. Una auténtica delicia que le da un toque muy especial a muchos de los platos más representativos del país.
Tras una minuciosa restauración, y siguiendo el modelo de otros mercados, el de Florencia ha ampliado su oferta gastronómica para saborear in situ. Pasta fresca, pizza, hamburguesas, sushi, dumplings o especialidades sicilianas son algunas delicias que encontrarás.
El Mercado Central de Florencia abre de 7 a 14 de lunes a viernes. Y de 7 a 17, sábados. La zona de restauración se puede visitar todos los días desde las 10:00 hasta medianoche.
Más de diez millones de visitantes al año convierten a Camden Town en uno de los lugares más concurridos que ver en Londres. ¿Y qué ofrece para ser tan interesante? Una mezcla de ambiente punk, hippy, gótico y retro. Y el contraste de parejas que pasean con sus hijos, turistas ávidos de la foto más original o fans en busca de la casa donde fue encontrada muerta la reina del barrio y del soul, Amy Winehouse. Camden Town se divide en seis mercadillos: Stables, Lock, Canal, Buck Street, Main Street e Inverness Street. ¿Nos acompañas a descubrir Camden Market?
Paraíso para amantes de la música, ropa y joyas de segunda mano, The Camden Market ofrece discos de ediciones limitadas, camisetas con divertidos eslóganes, pósters, viejas fotos, artículos de broma, libros, souvenirs, antigüedades, accesorios… También brinda la posibilidad de realizar actividades más glamurosas, veáse una ictioterapia(o pedicura con peces). O más liberales, como un tatuaje o la adquisición de bolsas con diferentes tipos de plantas (o drogas casi legales).
Comida internacional en The Camden Market
Pero si algo nos llamó la atención de The Camden Market fue el espectacular despliegue gastronómico que se extiende por sus calles. Decenas de puestos de comida de todas las nacionalidades imaginables. China, japonesa, tailandesa, mexicana, vietnamita, italiana, turca, india, marroquí, pakistaní… Pasando por el típico fish and chips, zumos, pasteles, golosinas, pizzas, hamburguesas, paellas, ¡y hasta churros! ¿Lo más original y solicitado? Comprar tu preferida y disfrutarla sentado en uno de los asientos de Lambrettas a modo de silla que decoran la zona.
Qué no deber perderte en Camden Town
–The Good Mixer, bar en Inverness Street. Lugar habitual de Graham Coxon, de Blur; Noel y Liam Gallagher, de Oasis; Pete Doherty, de Babyshambles, o la fallecida Amy Winehouse.
–The Dublin Castle, pub irlandés donde han actuado grandes como Blur, Travis, o Madness.
–Cyberdog, tienda de estética cyberpunk con dos plantas dedicadas a ropa y complementos psicodélicos. Música atronadora, DJ’s en directo y gogós calentando al personal.
La mayoría de tiendas de The Camden Market abre todos los días de la semana de 10 de la mañana a 6 de la tarde. La forma más sencilla para llegar es en metro: paradas Camden Town Chalk Farm. Como a nosotros nos gusta más contemplar la ciudad, lo hicimos en autobús. Las líneas 24, 27, 29, 31, 134, 135, 168, 214, 253, 274 y C2 os acercarán hasta este original mercado, uno de nuestros favoritos junto a Borough Market.
«Cada sábado, llueva, granice o brille el sol», hay algo que el turista que visita Dublín no puede perderse, pasear por el Temple Bar Food Market. Un mercado donde saborear lo mejor de la variada gastronomía que ofrece la ciudad.
Ostras, quesos, burritos orgánicos y más en Temple Bar Food Market
Ostras del Condado de Clare y quesos de ovejas de Galway se dan la mano con las fajitas y burritos orgánicos, de Theresa y Gustavo -oriundos de Guadalajara (México)-. También, los pasteles del croata Darko Marjamovic o el sushi de Lian Yi. Y es que, desde finales de los noventa, Irlanda disfruta de una envidiable riqueza cultural y culinaria que han aportado inmigrantes llegados de medio mundo.
Cada sábado, de 10 a 16:30
Desde las diez de la mañana y hasta las cuatro y media de la tarde, existe la posibilidad de disfrutar de un improvisado brunch en plena calle del Temple Bar. Desde un sencillo perrito caliente con salchichas elaboradas a mano, pasando por unos noodles recién hechos. Koftas, samosas o una docena de las más finas ostras acompañadas de una botella de vino blanco. El mercado está especializado en productos orgánicos ideales para regalar o darse un capricho: panes, mermeladas caseras o comida para veganos.
Los golosos también tienen su espacio en el Temple Bar Food Market con un gran surtido de dulces y pasteles. Y donde destacan dos puestos, el de crepés y el que ofrece chocolate caliente, con menta o caramelo. Y a los que se puede añadir gratuitamente un chupito de ron (perfecto para entrar en calor).
Nosotros probamos unos noodles y un hot dog. La bebida no hizo falta pensarla mucho, un par de pintas de Guinness en uno de los muchos pubs de la zona. Un plan perfecto para cualquier mañana de sábado en Dublín.
¿Conoces Temple Bar Food Market? ¿Nos recomiendas otros mercados que merezca la pena visitar? ¡Gracias por tus comentarios!
Principalmente conocido por sus antigüedades y objetos de segunda mano, Portobello Road Market ocupa cerca de dos kilómetros. Está localizado en el distrito de Notting Hill, dentro de uno de los barrios más pudientes de la capital inglesa. Y ha sido retratado en multitud de películas, siendo hogar de famosetes varios.
Portobello Road Market, para encontrar casi de todo
Ropa vintage, zapatos, vinilos, libros, tebeos, joyas, muebles, cerámica… Es posible encontrar de todo cada sábado en el mercado de Portobello Road Market. Algunos puestos tienen verdaderas preciosidades, como viejas cámaras de fotos, maletas o máquinas de coser que dan ganas de llevarse para decorar la casa. Los precios, eso sí, no son nada baratos, rondando los 100 euros todo aquello que llamó nuestra atención.
Si eres de los que la ropa te produce absoluta indiferencia, como a nosotros, habrá muchos tenderetes por los que pases de largo. Son los de la parte llamada Portobello Green Market (abierto viernes, sábados y domingos de 7 de la mañana a 6 de la tarde).
Sí nos llamó la atención la oferta gastronómica, donde puedes encontrar frutas, verduras, carne, pescado, panes, pasteles… E, incluso, demostraciones de cocina en vivo y multitud de productos gourmet. Lo ideal es comprar comida para llevar y degustarla mientras sigues paseando.
España está muy presente en Portobello Road Market, con varias tiendas y restaurantes. Como el negocio familiar de Churros García, finalistas en los Street Food Awards en 2010, o R. García&Sons. En esta última, damos fe que es posible encontrar todo producto nacional que se precie. Desde chistorra a sangría Don Simón, pasando por agua de colonia Álvarez Gómez.
Si hay algo que despierte la curiosidad de los londinenses y turistas son las paellas, que se preparan a pie de calle y huelen de maravilla. Pero existe la posibilidad de probar comida de muchos otros lugares: pizas y focaccias, chicken massala, woks, kebabs… No es una propuesta tan amplia como la de Candem Market, pero no está nada mal. Aunque nuestro favorito sigue siendo Borough Market.
Portobello Road Market abre todos los días de la semana hasta las siete de la tarde durante las fechas navideñas -más tarde de lo habitual-. Hora perfecta para relajarse en alguno de los pubs de la zona. Una de las mejores opciones para llegar es el metro, parada Notting Hill Gate. En autobús las líneas son 7,12, 23, 27, 28, 31, 70, 94 y 328.
En este artículo resumiremos nuestro reciente viaje a Vietnam para que toméis nota si estáis pensando en este país como próximo destino o, simplemente, os pica la curiosidad. Vaya por delante que esta escapada de 21 días se puede hacer en modo mochilero, de lujo, con la familia, en pareja, solo, con amigos, en equipo, etcétera. Por lo que, desde el tipo de transporte elegido hasta la ubicación del alojamiento, pasando por la propia selección gastronómica, pueden condicionar no solo el presupuesto, también la forma de disfrutar cada jornada de este viaje a Vietnam.
Viaje a Vietnam de 21 días
Día 1. Madrid – Dubái
Esta es una buena opción si buscáis un hotel dentro de la propia terminal. Os habréis pegado una paliza de casi ocho horas de vuelo y os quedarán otras tantas hasta vuestro destino en territorio vietnamita. El aeropuerto de Dubái es uno de los más modernos del mundo. Si preferís esperar sentados, podéis hacerlo sin problema. Hay suficientes enchufes para el móvil, fuentes de agua, algún sofá y servicios más o menos limpios. Nosotros nos quedamos en el Dubai Airport Hotel con traslado desde la pista y chapuzón en la piscina.
Días 2, 3, 4 y 5. Dubái – Ho Chi Minh
Nos referiremos siempre a esta ciudad como Saigón, nombre más romántico que el actual en honor al poeta, político, militar y líder espiritual.
Dos recomendaciones nada más empezar este viaje a Vietnam: buscad una señal wifi y descargaros Grab, app que os permitirá pedir un conductor en las grandes urbes con total garantía y fiabilidad. La segunda es que activéis con antelación vuestra tarjeta WeSwap y así obtendréis, en determinados cajeros, fajos de dongs, la divisa nacional. A continuación, nuestras principales sugerencias:
Alojamiento en Ho Chi Minh
En esta primera parada la oferta de establecimientos es muy grande. Vietnam, en general, y Saigón, en particular, emergen con fuerza en el sector turístico. Podréis optar a hoteles de cinco estrellas, otros más básicos, pero bien situados, o concurridos albergues. También, como hicimos osotros, reservando el apartamento TeeUp Home. Se ubica en un condominio perfectamente equipado con personal de seguridad y piscina exterior, en una manzana repleta de locales para irse familiarizando con la gastronomía del lugar.
Turismo en Ho Chi Minh
La antigua capital colonial de Vietnam se divide en una veintena de distritos donde se concentra una población que supera los 10 millones de habitantes. Por ejemplo, el nº 1 es el que más vida nocturna ofrece al turista. El 3 combina un sinfín de puestos a pie de calle con varias pagodas. El 4, con escondidos restaurantes y ambiente genuino junto al río. El 5 o barrio chino. El nº 7, más moderno, o la zona de moda entre los expatriados, Phu Nhuan.
Gastronomía de Ho Chi Minh
La proliferación de mercados en la ciudad de Ho Chi Minh nos permitió una toma de contacto más directa con los productos de la región. En este sentido, sugerimos perderse sin mirar el reloj en el más antiguo de estos recintos, conocido como Binh Tay, también en Ba Hoa (en Tan Binh) o en Ben Thanh (distrito nº 1). En este último os sugerimos comer en el diminuto Nam Giao. Añadimos dos ideas más, los contundentes crepes de Banh Xeo 46A o los bocatas vietnamitas del nocturno Banh mi 362.
Museos de Ho Chi Minhy más
El primer paseo desembocó en una visita al Museo de la Guerra de Vietnam para comprender las causas y consecuencias de un conflicto reciente en nuestra memoria. Del mismo modo, sin datos en el móvil, pero activando la brújula de Google Maps, llegamos a la Oficina Central de Correos. Fue diseñada por Gustave Eiffel a finales del siglo XIX como ejemplo de la influencia francesa en parte de la arquitectura local. Sugerimos otras dos visitas imprescindibles, la sede del Ayuntamiento y el Palacio de la Reunificación.
Días 6, 7 y 8 del viaje a Vietnam. Saigón – Da Nang – Hoi An
Pese a existir una red de autobuses más o menos decente y líneas ferroviarias, decidimos volar hasta el aeropuerto de Da Nang para llegar luego por carretera a la bella Hoi An. De la primera urbe sobresale el impresionante Puente del Dragón y la cercana hilera de puestos de comida, perfectos para cenar ya que el calor del día solo invita a desplazarse, si hay tiempo y ganas de patear, hasta las míticas playas de Non Nuoc y My Khee Beach.
Respecto a qué ver y hacer en Hoi An os resumimos:
Alojamiento en Hoi An
Llega el momento de felicitar a Marta, la editora de Pasean2.com, quien os saluda en la imagen inferior. Por organizar cada una de las jornadas de este viaje a Vietnam durante meses y elegir establecimientos como el TNT Villa de Hoi An. Este hotel es perfecto para desconectar del caos urbano, amanecer con buenos desayunos y atardecer bajo el agua o sobre en la tumbona con una cerveza Tiger, en botella y casi helada a ser posible. Queremos ratificar la profesionalidad del equipo que nos atendió y el servicio que ofrecen de conductor desde y hasta el aeropuerto.
Turismo en Hoi An
Posiblemente, Hoi An es la localidad más amable para pasear de todas las de esta viaje a Vietnam. Por algo la Unesco no dudó en declararla Patrimonio de la Humanidad con el fin de proteger los tesoros arquitectónicos que esconde en cada esquina. Destacan tres casas milenarias (Phung Hung, Quan Thang y Tan Ky), el Puente Japonés y la Sala de Asambleas. Imprescindible acercarse al atardecer hasta el mercado nocturno para curiosear entre una infinidad de puestos.
Gastronomía de Hoi An
Influidos por el agotador calor de Vietnam, apenas tuvimos fuerzas para buscar lugares emblemáticos. Por este motivo, priorizamos locales con grandes ventiladores antes que pararnos a analizar extensos menús bajo un sol de justicia. Eso sí, por la noche y como hemos dicho antes, el mercado nocturno de Hoi Ann es ideal para cenar entre el bullicio. Nosotros repetimos en Red Guecko, restaurante familiar con platos típicos como sopa cao lầu o white rose, pequeñas flores de harina de arroz rellenas de gambas. Nos os perdáis tampoco el caótico mercado matutino de carnes y pescados, no apto para todos los estómagos.
Días 9, 10, 11 y 12. Da Nang – Hanói – Bahía de Halong
Salimos de Hoi An hacia el aeropuerto de Danang para hacer noche en Hanói (más adelante, os daremos más detalles), madrugar y desplazarnos en furgoneta hasta el embarcadero principal de la Bahía de Halong. Allí nos esperaba la tripulación de Era Cruises, compañía de cruceros que opera en esta laberíntica extensión de islotes localizada en el golfo de Tonkín, muy cerca de la frontera con China, y catalogada como una de las Siete Maravillas planetarias.
Camarote
A lo largo de tres días y dos noches disfrutamos de todas las comodidades que os podáis imaginar, empezando por diferentes embarcaciones puestas a nuestra disposición (una más pequeña para trayectos rápidos, la mediana en navegación poco profunda y la grande o buque principal). Durante la estancia estuvimos alojados en un camarote superior, con terraza propia, bañera con vistas y cama monumental, estancia formidable en uno de los recorridos más bellos que hemos conocido.
Qué excursiones se hacen en la Bahía de Halong
Entre las actividades programadas cada día, destacamos una excursión en barca de madera que nos adentró en cinematográficas cuevas. Así como una segunda a Cat Ba, isla más grande de las más de 300 que componen este archipiélago de Vietnam. Aunque es difícil encontrarlos, aquí sobrevive la última comunidad de monos con cabeza blanca o langures. También pudimos practicar kayak por primera vez en nuestra vida y con total seguridad gracias a los atentos marineros que nos acompañaban.
Cómo es la cocina de un crucero por la Bahía de Halong
Desayunos infinitos, comidas temáticas y cenas de autor con una amplia variedad de postres, vinos o licores (no incluidos en el precio) y todo sin salir de este maravilloso crucero. Otros detalles interesantes son las clases de cocina vietnamita que recibimos en la cubierta del barco y la posibilidad de elegir menús veganos o vegetarianos.
Días 13, 14, 15 y 16 del viaje a Vietnam. Hanói – Valle de Sapa
Seguimos nuestro viaje a Vietnam y cambiamos costa por montañas para adentrarnos en la provincia de Lao Cai, en el corazón del Valle de Sapa. Esta región norteña está alejada de los principales recorridos turísticos y se puede llegar en tren, bus o transporte privado, como hicimos nosotros. La zona es ideal para hacer senderismo y facilmente reconocible por las terrazas de arroz que abundan en este escarpado terreno.
Hotel en el valle de Sapa
Otro verdadero acierto fue la elección de una habitación con amplio balcón en el Boutique Sapa Hotel & Spa. No solo por las magníficas instalaciones del sitio, también por la amabilidad de su joven personal para hacernos sentir en las nubes. Desayuno reconfortante, tratamientos de salud, cóctel de bienvenida, billar inglés, vistas panorámicas, hora del té, piscina casi infinita, tours personalizados, comidas y cenas gourmet…
Recorrer Sapa
Sapa está experimentando una importante transformación. Ha pasado de ser centro neurálgico de remotas rutas a convertirse en polo de atracción turística. Y de ello dan fe la próxima apertura de importantes hoteles, entre ellos, un Sofitel de cinco estrellas. Hasta que llegue ese momento todavía encontraréis la esencia de estos parajes únicos donde aún sobrevive un puñado de minorías étnicas. Por último, proponeros dos fáciles paseos, uno desde el ayuntamiento hasta el mercado nuevo y otro de bajada a la aldea de Cat Cat.
Turismo en Sapa y alrededores
Aunque son muchas las alternativas, nosotros optamos por una más cómoda, pero no exenta de sorpresas. De buena mañana cogimos el pequeño tranvía que veis más abajo en el centro del pueblo. Este nos llevaría en pocos minutos hasta el teleférico de tres cables sin escalas más largo del mundo, con una visión en altura tan brutal como mareante. Y así, setenta escalones de piedra más y un último funicular para alcanzar los 3.142 metros de altitud en Fansipan, el techo de Indochina y la sensación de haber tocado el cielo.
Días 17, 18 y 19.- Hanói
Llegamos al último tramo de este maravilloso viaje a Vietnam con etapa final en Hanói, capital del país y ciudad del dragón, según cuenta la leyenda. Vaya por delante que las recomendaciones iniciales para solicitar conductor a través de la aplicación móvil y la de conseguir dongs en cajeros con la mencionada tarjeta siguen vigentes. Menos problemas, más seguridad. A continuación, nuestro resumen y casi despedida de este artículo:
Hoteles en Hanói
Las noches previas a los desplazamientos a la Bahía de Halong y al Valle de Sapa recalamos en La Storia Hotel. Este pequeño establecimiento, en pleno Old Quarter, está casi pegado al Bia Hoi, sitio muy auténtico para cenar (las cervezas las traen de una cercana taberna). Para la estancia más larga elegimos un apartamento con vistas en Water Mark (Lac Long Quan), dotado de piscina, gimnasio y portero. Aunque no nos alojamos, pudimos rememorar viejas historias de espías desde el bar del Hilton, mítico hotel que se erige junto a la Ópera.
Visitas imprescindibles en Hanói
A primera vista puede parecer otro inmenso océano de tráfico, así que para caminar más o menos tranquilos os proponemos bordear el céntrico lago Hoan Kiem y ver el ambiente tan genuino que se respira en cada tramo. Si, por el contrario, ya le habéis perdido el miedo a las motos, lo mejor es adentrarse en las calles repartidas por gremios del Barrio Antiguo (Old Quarter) para descubrir escenas de otra época, comer en cualquier puesto o comprar todo tipo de recuerdos si no los encontrásteis en los mercados de Dong Xuan, Hang Da y Hom.
Restaurantes en Hanói
Dejarse llevar por el instinto es la mejor manera de practicar esa modalidad de turismo gastronómico que tanto nos gusta. Hanói guarda en cada barrio lugares fantásticos para degustar su amplia variedad de platos. En este apartado destacamos el restaurante Bun Cha Huong Lien (en el número 24 de Lê Văn Hưu). Es el local que escogió Anthony Bourdain para picar algo con el presidente Barack Obama, de visita en la capital. Merece la pena también la curiosa modalidad de carne a la barbacoa que sirven en Xuan Xuan (en el 47 de Ma May Street).
Algunos museos y más en Hanói
Nosotros entramos en el Museo de la Prisión Central para reflexionar sobre la trágica represión sufrida en Vietnam por varias generaciones a lo largo del siglo XX. Durante las últimas horas en Hanói pudimos acercarnos al Mausoleo de Ho Chi Minh, pero ya estaba cerrado. Esa visita y otra al Templo de la Literatura quedan pendientes para la próxima aventura por estas tierras en las que tenemos tanto por descubrir.
Días 20 y 21 Hanói – Hong Kong
Antes de regresar a Madrid vía Dubái decidimos que podía ser interesante hacer una escala de dos noches en Hong Kong. Como el vuelo desde Hanói es relativamente corto no dudamos en reservar una habitación en el Intercontinental Grand Standford Hotel.
Nuestra idea era recorrer al máximo esta megalópolis, pero la confortabilidad del alojamiento y el asfixiante calor nos impidieron darlo todo en esta penúltima parada. Aún tuvimos tiempo de comer en Tim Ho Wan, restaurante con estrella Michelín más barato del mundo. Y a patear Mong Kok, uno de los barrios más densamente poblados del planeta. Pendiente nos queda cruzar la bahía en ferri, subir a The Peak, salir por Lang Kwai Fong…
¿Te ha gustado este viaje a Vietnam? ¿Conoces este bellísimo país asiático? ¡Esperamos tus comentarios!
Si eres uno de esos especímenes raros a los que les resulta más fascinante un paseo entre productos frescos que una agotadora jornada de compras por Oxford Street, Borough Market es, sin duda, tu sitio en Londres.
Está ubicado en Southwark Street, a un tiro de piedra del London Bridge. Es uno de los mercados más grandes de la ciudad y data de mediados del siglo XVIII. Frutas, verduras, carnes y pescados se dan la mano con panes, quesos, embutidos, vinos y toda clase de productos gourmet. Además de una excelente selección de comidas preparadas y zumos recién exprimidos.
Colores, olores y sabores, que te harán salivar lo que no está escrito, se mezclan en un espacio para amantes de la gastronomía. Y de un Londres menos turístico del que aparece en las guías.
Sopas, arroces, ensaladas, aceitunas y encurtidos, pizzas, hamburguesas… La variedad de platos para degustar en sus instalaciones es inmensa y de diferentes lugares del mundo.
Si prefieres comer sentado, puedes probar el restaurante ‘oficial’ del mercado, Fish, que ofrece almuerzos y cenas.
España tiene una lugar destacado en el mercado gracias a Brindisa, el mayor distribuidor de productos de la península en Reino Unido. En su tienda se puede comprar desde jamón de Pata Negra a una paella -que no paellera-. Pasando por aceites de oliva, pimentón de la Vera, anchoas o arroz de Calasparra. Una de las comidas que más éxito tiene entre los visitantes es el Brindisa chorizo sandwich, un extraño bocadillo de chorizo frito, pimientos del piquillo y rúcula. Sí, como lo lees…
Degustación de vinos en Borough Market
Nosotros aprovechamos para hacer una pequeña degustación de vinos ingleses en una pequeña tienda frente a la entrada principal, Wine Pantry. Refugiados de la lluvia bajo su toldo pudimos probar seis distintos con su respectiva explicación. Muy recomendable para conocer un poco más de estos desconocidos vinos. Acompáñalo de unas aceitunas y unos tomates secos recién comprados y te sentirás en el mismo paraíso.
Borough Market abre de lunes a jueves de 10 a 17 horas, viernes de 10 a 18 y sábados de 8 a 17. Los domingos está cerrado.
Viena es una ciudad fantástica para disfrutar de lo que denominamos ‘Turismo Gastronómico’. Básicamente consiste en exprimir al máximo la oferta cultural del destino y hacer de cada alto en el camino un descubrimiento culinario. En esta entrada, os proponemos un recorrido por la capital austriaca en función de un amplio abanico de establecimientos para probar lo mejor de su cocina y productos. Descubre dónde comer en Viena.
Restaurantes en Viena
1. Café Mozart
Una manera perfecta de empezar el día es hacerlo con un típico desayuno en el cinematográfico Café Mozart. Ubicado en el número 2 de Albertinaplatz, abre desde las 8 de la mañana. Y, entre otras vicisitudes históricas, fue escenario de una obra culmen del séptimo arte, El Tercer Hombre, protagonizada de Orson Wells. Dispone de una larguísima carta de cafés e infusiones que, acompañada de la mejor repostería local, hará las delicias del viajero. Imprescindible, el café vienés. Y, si quieres comer en Viena, también ofrece un menú de 11:30 a 15 horas.
2. Naschmarkt
La segunda visita para comer en Viena, si no te pierdes entre las majestuosas avenidas vienesas, es Naschmarkt, uno de los mercados más concurridos. Frutas, verduras, carnes, pescados, mariscos, conservas, dulces, vinos y un sinfín de productos para degustar a mediodía entre variados puestos y amables tenderos. Situado en la calle Wienzeile, tiene una extensión cercana a los dos kilómetros. Y alcanza su punto álgido los sábados, cuando se une con el rastro o ‘Flohmarkt’.
3. Augustinerkeller Bitzinger
Para comer en Viena ofrecemos 3 alternativas. La primera y más recomendable son los sótanos de un antiguo monasterio que hay en los bajos del Museo Albertina, concretamente en Augustinerkeller Bitzinger. En un ambiente de antigua taberna, ofrecen la famosa ternera empanada, Wiener Schnitzel. En grandes bandejas para compartir que se acompañan de patatas con jamón frito (tiroler gröstl) o de espárragos de la tierra (marchfeld).
4. Caffe Restaurant Resselpark
La segunda opción para comer en Viena podría ser elCaffe Restaurant Resselpark, un tenderete levantado en la plaza del mismo nombre. Ideal para abrir boca con una reconfortante sopa de carne (rindsuppe). Continuar con las conocidas salchichas austriacas y cerrar la comanda con unas albóndigas de sémola de trigo(knödel). Si te toca un día despejado con algo de sol es mejor comer en la terraza del establecimiento para disfrutar de este rincón de Viena.
5. Bocadillo en el metro de Viena
La tercera alternativa para comer en Viena resulta un poco descabellada dentro de esta selección. Pero el metro se convierte en una experiencia a tener en cuenta. La mayoría de las estaciones dispone de numerosos locales para resolver el almuerzo con un tentempié limpio, rico y barato. Ofrecen una amplia oferta de bocadillos, muy distinta en ingredientes a los nuestros en España. Combina panes exquisitos con verduras, quesos y ligeros fiambres. Puedes acompañar este aperitivo con un Red Bull, bebida nacional.
6. Pastelería Demel
A media tarde, otra de las paradas imprescindibles es la Pastelería Demel, en el número 14 de Kohlmarkt. Solo su escaparate con lujosas réplicas de los Huevos de Fabergé invita a cruzar la puerta de este negocio centenario. Entre sus estanterías se puede encontrar una amplia variedad de dulces imperiales, recuerdo de aquella época de esplendor donde la repostería vienesa alcanzó cotas de fama internacional.
7. Cervecerías de Viena
Irse de la capital de Austria sin probar alguna de sus fantásticas cervezas no tiene perdón. Son muchas las cervecerías que abundan a lo largo de sus calles. Por lo que apenas hay riesgo si uno se adentra en cualquiera de sus barras para pedirlas de barril o en botella, rubias o malteadas, frías o casi tibias, de burbujeo fino o algo amargas, negras o con pipas de calabaza. En fin, que debemos seguir con la ruta y tampoco es plan hacerla en zig zag.
8. Kaffee Alt Wien
Para la cena os describiremos escenarios distintos. La atmósfera bohemia de Kaffee Alt Wien en la calle Bäckerstraße, mitad café, mitad comedor. Y punto de encuentro de estudiantes, músicos, pintores y turistas que, como nosotros, van buscando un plato de goulash. La referencia gastronómica para comer en Viena consiste en un estofado de carne con cebolla y pimentón. No hay mucho más dónde escoger, así que, no dudes en regarlo con unas copas de vino de la casa, austriaco suponemos. Mientras observas el ambiente tan distendido que te rodea.
9. Plachutta
Otra apuesta entre los restaurantes en Viena es Plachutta, en el 38 de Wollzeile. Para degustar su famoso tafelspitz, conjunto de cazuelas que da forma a este buey con verduras. El ritual arranca al verter primero el consomé. Continúa untando tuétano sobre una rebanada de pan negro. Y se cierra colocando la carne en un plato para saborearla con patatas salteadas, verduras, salsa de cebollino y rábano picante. Todo un espectáculo que si no estás atento te cobrarán al final en forma de propina obligatoria.
10. Hotel Sacher
Como broche final a esta jornada, nada mejor que probar la tarta Sacher. Y en el hotel de mismo nombre, muy cerca de la Kärntner Straße. Allí sirven desde finales de siglo XIX esta obra de arte del universo repostero. Se compune de dos partes de bizcocho de chocolate separadas por una capa de mermelada de albaricoque. La cobertura de chocolate negro coronada por una nube de nata hace de este bocado una excusa perfecta para viajar a Viena.
Cerramos esta entrada con una mención especial a los puestos de comida rápida para comer en Viena. Perfectamente reconocibles, se pueden encontrar en casi cualquier esquina del centro. Junto a la Ópera por ejemplo. Son ideales para degustar ese último bocado si está todo cerrado o te quedaste con hambre momentos antes de alcanzar un merecido descanso.
¿Has estado en esta bella ciudad austriaca? ¿Nos recomiendas otros restaurantes imprescindibles para comer en Viena?
Durante nuestra estancia en Tokio, le suplicamos a nuestra amiga Mariko que nos acompañara al mercado de Tsukiji. Ella, antigua estudiante en Salamanca y hoy madre de dos infantes muy graciosos, suele realizar este papel de guía especializada con ilustres visitantes extranjeros. Ya que domina inglés y castellano casi a la perfección, algo raro entre las mujeres niponas.
Nos avisó, cada vez que le preguntamos por el tema, que si no madrugábamos sería imposible acceder a este centro mundial del comercio de pescado para conocerlo en plena ebullición. Sus obligaciones familiares y nuestro cansancio acumulado fueron razones más que justificadas para llegar no tan pronto como hubiéramos deseado, a primera hora de la mañana. Pero no en plena noche, como recomiendan los expertos.
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Bonita composición
Y es que las autoridades municipales se han puesto serias ante la avalancha matutina de curiosos occidentales que se agolpan a la entrada de Tsukiji para ver la subasta de atún. O has sacado tu preciada entrada de las poco más de cien que hay disponibles antes de las 5 de la mañana o es casi imposible poner un pie en este descomunal complejo. Los más astutos consiguen acceder de puntillas haciendo buenas migas con algún amable tendero. Pero, si no madrugas, mejor ni lo intentes.
Cuando llegamos, a esa hora en la que en cualquier plaza de abastos española se desayuna, la lonja más importante del mundo comenzaba a recogerse. Gracias a la inestimable ayuda de Mariko pudimos acceder por la vía rápida a los pocos puestos que todavía quedaban abiertos. Así, sin más prolegómenos, nosotros preguntábamos, ella traducía y los cansados comerciantes respondían a nuestras dudas.
Listo para llevar
El rastro de sangre fresca que todo lo impregnaba nos dio una idea de la cantidad de toneladas de atún que entran y salen a diario del mercado de Tsukiji. También hay sitio para la sabrosa carne de ballena, puestos especializados en el peligroso pez globo, escondidas piezas de tiburón, todo tipo de moluscos y más de 450 variedades marinas que impresionan a gente de secano como yo. En algún sitio escuché que en sus gigantescas instalaciones se comercializa el 30 por ciento de la pesca diaria que engulle nuestro planeta. Ejemplo elocuente de la masiva explotación que sufren mares y océanos.
Traslado del mercado de Tsukiji
Hielo, madera, acero, cuchillos, sierras, redes, anzuelos, montacargas y un sinfín de artilugios en una especie de coreografía japonesa dan vida al mercado de Tsukiji. Heredero de tradiciones que se remontan al siglo XVI y que desde 1923 abre sus puertas en el anillo central de Tokio. Concretamente, en el 5-2-1 de Chuo-ku o cogiendo la línea Oedo para usuarios del metro.
Si estás dudando en realizar esta visita no te lo pienses mucho porque todo apunta a que estas naves serán trasladadas a la isla de Toyosu, dentro del plan urbanístico previsto con motivo de los Juegos Olímpicos de 2020 que se celebrarán en la capital de Japón.
Para elegir y después afilar
Desayunar en los aledaños del mercado de Tsukiji, imprescindible
En las calles aledañas al mercado de Tsukiji hay puestos de comida, barras para desayunar buen sushi y pequeñas tiendas que venden todo tipo de utensilios que harían las delicias de cualquier profesional de la cocina. Además de comida preparada o delicatessen como setas matsutake, las más caras del mundo a 130 euros el kilo.
Nosotros hicimos un desayuno tardío en Tsukiji Sushi Sen, que cuenta con otra sucursal en Ginza. Y disfrutamos de los platos más frescos preparados al momento delante de nosotros por manos expertas.
Nigiris de calamar y caballa
El maestro del sushi
Setas matsutake en el Mercado de Tsukiji… ¡más de 130 euros!
Tsukiji cerró definitivamente sus puertas el 6 de octubre de 2018, trasladándose a su nueva ubicación en el mercado de Toyosu. El nuevo mercado de Toyosu abrió sus puertas el 11 de octubre de 2018.
Una visita a Chelsea Market es obligatoria para cualquier amante de los mercados como nosotros. Pero no solo de los tradicionales donde comprar carnes, pescados y verduras, sino de aquellos en los que la comida ya está preparada y es posible sentarse allí mismo para degustarla.
Si en España estos espacios se pusieron de moda hace escasos años, con el madrileño de San Miguel a la cabeza, en ciudades como Nueva York existen desde hace décadas. Chelsea Market resulta un lugar curioso, perfecto para un corto descanso si estás por el barrio, uno de los más bonitos de la ciudad.
La tienda que más llama la atención, de las más de 50 que componen Chelsea Market, es The Lobster Place, una de las pocas donde es posible encontrar productos frescos. En este caso, pescados y mariscos expuestos con suma delicadeza y perfectamente identificados por su zona de captura o características especiales. Los reyes del negocio son la langosta de Maine, que se puede adquirir ya cocida y en diferentes tamaños. Y el sushi, que venden preparado en pequeñas bandejas o puede comerse a la barra preparado al momento por expertas manos japonesas a la vista de los clientes.
Pero como sucede en estos ‘templos’ gastronómicos, es posible encontrar casi todo tipo de comida en Chelsea Market. Desde italiana a tailandesa, pasando por mexicana o australiana, como la que ofrece Tuck Shop.
Bocadillos vietnamitas en Chelsea Market
Uno de los más exitosos es Num Pang, cuya especialidad son los bocadillos vietnamitas. Cuenta con la mayor puntuación de la revista Zagat para una bocadillería de la Gran Manzana. Y ofrece opciones tan exóticas como panceta glaseada a la cinco especias o gambas tigre al coco, que hacen que se formen largas colas a su puerta a la hora del almuerzo.
No faltan tampoco tiendas gourmet en Chelsea Market. Con los mejores productos a precio de oro, como sales, especias, quesos, embutidos y hasta una curiosa cerveza artesana y ecológica que venden por galones.
Dos datos llamativos sobre Chelsea Market: en el mismo edificio se encuentra la sede neoyorquina de YouTube, con ascensor de uso exclusivo. Es usada también como una gran sala de exposiciones temporales. Nosotros tuvimos la suerte de poder admirar la de Rock Paper Photo Art Show, con cuarenta instantáneas de algunos de los mejores músicos de todos los tiempos.
Chelsea Market, en la Novena Avenida entre las calles 15 y 16, está abierto de 7 de la mañana a 9 de la noche, de lunes a sábado. Y de 8 de la mañana a 8 de la tarde, en domingo.
Es uno de los mercados más antiguos de Roma, pues hay constancia de que en 1869 ya existía el Mercato Campo di Fiori, que tiene lugar cada sábado en la plaza de igual nombre.
Cuenta la historia que en ella tenían lugar castigos y ejecuciones públicas. En 1600, Giordano Bruno, filósofo y poeta italiano, fue quemado vivo por hereje, consecuencia de sus teorías revolucionarias sobre el universo. Y recuerdo de ello es la gran estatua situada en el centro de la plaza, obra del escultor Ettore Ferrari.
Vinos y aceites
Lo que comenzó siendo un espacio para la compra y venta de caballos se ha convertido muchos años después en un encantador lugar donde los romanos adquieren productos frescos y artesanales. Además de quesos, aceites, vinos y licores.
Pasta, salsa y chianti
Vinos y grappas
Especias
Aunque no llega a las dimensiones del Mercato Centrale de Florencia, el de Campo di Fiori es perfecto también para conseguir auténticos productos de Italia. Perfectos para llevar de recuerdo a España. Como pastas -de todas las formas y colores posibles-, tomates secos -que envasan al vacío-, funghi porcini deshidratado o mezclas de diferentes especias para los platos de pasta, como pesto, puttanesca, arrabbiata o carbonara.
Tomates secos
Y más pasta
Formas… curiosas…
Por la noche, la zona se transforma y es punto de reunión para los jóvenes. Por lo que abundan bares y restaurantes con coquetas terrazas donde cenar, tomar un helado o disfrutar del llamado aperitivo italianoa un módico precio.
Terrazas
El Mercato Campo di Fiori abre de lunes a sábados, de 7 a 13.30 horas.
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