Hace unas semanas nos embarcamos, una vez más, en una de esas aventuras casi improvisadas que tanto nos gustan. La idea era alojarnos en el Parador de Villafranca del Bierzo, en la localidad de igual nombre, donde confluyen los ríos Burbia y Valcarce. Uno de los planes era visitar alguna bodega de la zona, pero sin coche la tarea es casi imposible. Desde la Oficina de Turismo no recibimos ningún tipo de información. Así que fue indagando en Internet como supimos que Demencia Wine, uno de nuestros vinos favoritos, ofrece la posibilidad de reservar a través de su web una visita guiada a su bodega del Bierzo.
En pleno Camino de Santiago
Nos pusimos en contacto con Nacho León y quedamos en vernos a las puertas del Castillo de Villafranca del Bierzo. Allí nos recogió en su coche y nos llevó hasta uno de sus viñedos, donde pudimos comprobar el mimo con el que poda y cuida cada una de las vides. Este se encuentra en Fuentes de San Lázaro (Los Caños), en un paraje en pleno Camino de Santiago, que goza de un microclima que lo protege de heladas y tormentas.
Durante la visita guiada a esta bodega del Bierzo conocimos de primera mano cómo nació este proyecto en 2006. Nacho, vallisoletano, es ingeniero agrícola y decidió dejar su trabajo para embarcarse en esta aventura. El sueño de su vida ha dado como resultado algunos de los vinos más atrevidos y valientes de la zona. Su empeño por recuperar viejas viñas que han sido abandonadas incluye una filosofía eco-sostenible. Sin uso de fertilizantes y apostando por técnicas orgánicas, son un claro ejemplo de que la forma de elaborar vinos ha cambiado por completo en las últimas décadas.
Actualmente, son 6 las variedades que comercializan desde Demencia Wine:
Tras los viñedos, desde los que se divisa una impresionante panorámica, la visita guiada a esta bodega del Bierzo continúa con la explicación del proceso de embotellado y etiquetado, todo ello hecho a mano para reducir costes. Y tras las explicaciones, una pequeña degustación. Si quieres, también puedes comprar allí sus vinos. O, como en nuestro caso, pedir que te los envíen por mensajería.
El precio de esta interesantísima experiencia es de 10 euros por persona. ¡Más que recomendable! Puedes concertar tu visita a través de este enlace.
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