Para los que no disponemos de coche es más que necesario buscar alojamientos que estén céntricos. En una ciudad tan grande como Zaragoza, no lo dudamos ni un momento. El Hotel Palafox nos ofrecía, por menos de 100 euros la noche, inmejorable situación y la calidad de un cinco estrellas. Y muy cerca de la zona de tapas por excelencia, El Tubo. Se encuentra a solo 5 minutos a pie del casco antiguo y dispone de piscina de temporada y solárium en la azotea con vistas magníficas. Cuenta con conexión wifi gratuita en todas sus instalaciones.
Sus elegantes 179 habitaciones tienen suelo de moqueta y están decoradas al estilo clásico. Incluyen una zona de estar realmente útil y servicio de té. Además, carta de almohadas, servicio de habitaciones 24 horas, gimnasio y sauna.
Un desayuno de cinco estrellas
El Hotel Palafox presume de cinco estrellas en su desayuno:
1. Café Nespresso.
2. Zumo de naranja recién exprimido.
3. Croissants horneados cada mañana al más puro estilo francés, con interior de mantequilla y crujiente hojaldre.
4. Fruta ecológica de Gardeniers, que llega directamente del campo al hotel.
5. Tortilla de patata, cocinada con huevos de la más alta calidad, patatas de producción ecológica y «todo el cariño que nuestros cocineros ponen cada mañana en ofrecerles lo mejor».
Nos gustó del Hotel Palafox
– Sin ninguna duda, la cama. Una de las más confortables en las que hemos dormido. Enorme y con excelentes almohadas.
– La amplitud del baño.
– El precio del agua del minibar, a 2 euros (algo insólito en un cinco estrellas).
– El delicioso desayuno.
No nos gustó
– Que publiquen en su carta servicios que no ofrecen, como prensa gratuita diaria.
– La piscina estaba cerrada a pesar del calor que hacía en Zaragoza. Aunque, como indican en su web, el último día era el 30 de septiembre y nosotros llegamos el 1 de octubre.
– Las voces de las camareras… Una vez más se olvidan de que los clientes quieren descansar a las 7 de la mañana.
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