Situado en el histórico barrio de Capitol Hill, del que toma su nombre, y a escasas calles del Capitolio, este hotel boutique de tres estrellas es ideal para una escapada de 3 o 4 días a la capital de Estados Unidos, Washington.
Recientemente renovado, ofrece amplias y luminosas habitaciones decoradas en blanco, negro y rojo, equipadas con una pequeña cocina, además de desayuno continental gratuito. ¿El precio? Desde 140 euros, la noche.
El desayuno del Capitol Hill Hotel deja bastante que desear. Además, se sirve en un comedor minúsculo para las 152 habitaciones de las que se compone. Se resume en: bagels, pan de molde, cereales, un tipo de queso, salami, huevos duros, mantequilla, mermelada, zumo de naranja y de manzana. Bien es cierto que la mayoría de hoteles de los Estados Unidos no lo incluyen en el precio pero, la escasez sumada a tener que esperar mesa un buen rato, hace que te den ganas de escaparte a la cafetería de la esquina.
Un detalle que nos encantó fue la degustación de vinos gratuita que cada tarde llevan a cabo en el lobby. Durante una hora, puedes probar varios blancos y tintos de California en un ambiente de lo más relajado y confortable.
Nos gustó del Capitol Hill Hotel
– El agua con limón casi helada -para aplacar los calores de Washington en julio- y las infusiones y cafés de cortesía en el lobby.
– Los amenities de L’Occitane en Provence.
– La conexión wifi gratuita.
– Que sea un hotel 100% libre de tabaco.
– La degustación de vinos gratuita cada día, aunque fuera a la seis de la tarde.
No nos gustó
– El caos del desayuno.
– El personal, no excesivamente simpático.
– La puerta de la habitación hace mucho ruido al cerrarse y, si como nuestra maleducada vecina no la sujetas, se convierte en una pesadilla.
Créditos fotografías © Capitol Hill Hotel
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