‘Jaleo’ o cómo el español José Andrés conquistó Washington

Restaurante Jaleo Washigton

Debo reconocer que uno de los cocineros que siempre me ha llamado la atención lleva por nombre José Ramón Andrés Puerta. Dicho así, pocos sabrán que me estoy refiriendo al chef José Andrés (Mieres, 1969). El motivo de esta admiración reside en tres claves, siendo la primera aquel programa de TVE que, allá por 2005, mostraba una forma de cocinar tan sencilla como bien explicada. La segunda razón es la vinculación de José Andrés al «evangelio» de Ferrán Adriá. Ya que el asturiano trabajó en la época dorada de El Bulli para luego convertirse en uno de los mejores «discípulos» de aquel templo de la alta gastronomía. En tercer lugar, hay que tomar nota de la increíble trayectoria de este personaje en Estados Unidos, cuya curva ascendente comenzó en 1993 con la apertura en Washington de Jaleo, su buque insignia y objeto de esta reseña.

Restaurante Jaleo Washigton
Según la RAE: diversión bulliciosa, alboroto, tumulto…

En julio del año pasado, tuvimos ocasión de visitar de nuevo la capital del imperio. Como es habitual en nosotros, tardamos en decidir cuál sería el restaurante elegido para darnos un capricho comedido. Pues, además del precio, valoramos mucho comentarios de otros comensales, la opinión de blogs especializados y por qué no, el tirón mediático del establecimiento. Aunque Marta era muy reacia a una propuesta española (según ella para eso no hace falta cruzar un océano) la balanza se inclinó por Jaleo. Está localizado en el 480 7th St NW (muy cerca de la Casa Blanca y no muy lejos del Capitol Hill Hotel). E hicimos reserva previa en Opentable.

Mesa Jaleo Washington
Atentos al jugador merengue en el centro

Llegamos puntuales a nuestra cita gracias a la buena orientación del chófer de Uber. Esta app funciona a la perfección en la ciudad donde vive y trabaja Obama. Cuya esposa, Michelle, gran amiga de José Andrés, ha declarado que Jaleo es uno de sus restaurantes favoritos. Tanto es así que ha celebrado allí algún San Valentín con su amado. Antes de sentarnos a cenar, tuvimos tiempo de comprobar la curiosa mezcla que provocan las mesas de futbolín con el partido de béisbol que retransmitían por la tele. Y que varios parroquianos observaban desde la barra, diseño de Capella, con mobiliario de Mariscal y collages de Canogar.

Jota Jaleo Washington
El autor del post y la completa carta de vinos

Antes de abrir la carta, no pude por menos que echar un vistazo a mi alrededor. Y detener la mirada un rato en las numerosas mesas repletas de yanquis que, bebiendo porrón a morro (ellos) y sangría deluxe (ellas), parecían disfrutar entre tanto «jaleo» de un ambiente español con todos sus típicos tópicos perfectamente distribuidos.

Avisado por la otra mitad de este blog, volví a recuperar la atención para perderla de nuevo ante la colosal relación de vinos patrios que José Andrés guarda en su bodega. Desde una amplia variedad de riberas y riojas hasta bierzos. Como el Ultreia de Valtuille de Raúl Pérez, a 135 dólares la botella. Quien quiera exportar vino a Estados Unidos debiera apañárselas para ser incluido en esta lista, nota mental que comparto. Tras una larga deliberación, nos inclinamos por un A Portela (D.O Valdeorras).

Conos de La Serena con membrillo Jaleo Washington
Un bocado crujiente

Arrancamos la comanda con unas aceitunas ‘Ferran Adrià’. Escoltadas por unos conos de La Serena con membrillo, jamón ibérico Fermín y, cerrando este primer acto, ensaladilla rusa y mejillones al vapor. Nótese la economía narrativa de quien les escribe porque así de simple fue lo que comimos en este inicio. Sorprendidos del éxito que tendrían entre el público local los aperitivos de nuestras madres o cualquiera de sus sencillos platos.

Croquetas Jaleo Washington
Las croquetas van dentro aunque no lo parezca

Ya en el segundo cuarto llegó el turno de la cebolla con queso de Valdeón (cuántos tesoros guarda la provincia de León). Seguida de una selección de croquetas (servidas dentro de unas deportivas fabricadas de cristal), espinacas a la catalana (por si teníais dudas de la cohesión territorial que defiende José Andrés chef). Y unos calamares en su tinta (ofrecidos como calamari seared on the ‘Plancha’ with traditional squid ink and white rice). Mientras saboreaba la copa de mencía, seguía preguntándome por qué hace furor la sangría entre los estadounidenses, a 50 dólares la jarra. Más cara en este lado del Atlántico que muchos de nuestros mejores vinos.

Fideua Jaleo Washington
Besarse antes de probar que luego será más difícil

En el ecuador de esta velada, un servidor echaba en falta algo más de pan para mojar. Que ya puestos a promocionar España nada mejor que una buena miga para dejar el plato reluciente, tradición esta todavía sin exportar. Pero centrémonos, que todavía nos quedan por reseñar las Spanish mini burgers (con piparra incluida), patatas bravas (a Jaleo favorite) y la traca final compuesta de fideuà y coliflor salteada con aceitunas y dátiles. Demasiado para una cena, aunque viendo las tallas que gastan los yanquis pudiera ser más bien ligera, según sus costumbres.

Helado de aceite de oliva con pomelo Jaleo Washington
Un final refrescante

Y llegados al último cuarto, como si de un partido de la NBA se tratase, repusimos fuerza gustativa con dos copas de Rosa de Arrocal (Tempranillo de Ribera del Duero), a 9 dólares la unidad. En Estados Unidos beber buen vino es un lujo. Terminamos la cena con una victoria clara del chef José Andrés y dos de sus postres: helado de aceite de oliva con pomelo y sorbete casero de carquiñoles.

Nos gustó del Jaleo de José Andrés

Conocer la propuesta de un cocinero asturiano que llegó al país de las oportunidades siendo un veinteañero y que hoy es uno de los españoles más influyentes al otro lado del charco.

No nos gustó

Que no hubiera wifi. Y que, como en otros muchos restaurantes de Estados Unidos, en la factura se indicará el porcentaje de propina ideal para evitar, suponemos, disgustos con los camareros. Por cierto, casi ninguno español.

Washington, capital de los Estados Unidos y de los museos gratuitos

Washington es una de las ciudades más fascinantes de los Estados Unidos. Mucho menos turística que Nueva York, y con alrededor de 600.000 habitantes, ofrece al viajero decenas de posibilidades para disfrutar solo, en pareja o en familia. La mayoría de museos son gratuitos, se concentran en una misma zona y están dotados de conexión wifi libre de pago y contraseña. Aquí te ofrecemos 20 lugares que visitar en Washington para disfrutar a tope en 2 o 3 días del centro neurálgico de la política.

Qué visitar en Washington

1. Monumento a Abraham Lincoln o Lincoln Memorial

Inaugurado en 1922 e inspirado en un templo griego, este monumento que visitar en Washington fue construido para honrar la memoria del presidente número 16 de los Estados Unidos. De piedra blanca y con casi 200 metros de altura, consta de 36 columnas. Estas representan el número de estados a la muerte de Lincoln, y en sus paredes pueden leerse algunas de sus frases más célebres. Fue allí donde, en 1963, Martin Luther King pronunció su discurso ‘Yo tengo un sueño’, al final de la marcha por el trabajo y la libertad.

Lincoln Memorial Washington

2. Monumento a Jefferson

Otro de los lugares que visitar en Washington está edicado al tercer presidente y uno de los padres de la nación. Se encuentra en West Potomac Park, a la orilla del río de igual nombre, en línea recta con la Casa Blanca y el Monumento a Washington. En su interior alberga una estatua de Thomas Jefferson realizada por el escultor Rudulph Evans, con una altura de 6 metros y 5 toneladas de peso.

Monumento a Jefferson Washington

3. National Mall y Monumento a Washington (obelisco)

Uno de los símbolos más representativos que ver en Washigton y escenario de infinidad de películas. ¿Quién no recuerda a Forrest Gump metiéndose en el agua en busca de su amada Jenny? Se extiende desde Lincoln Memorial hasta el Capitolio y está rodeado de los museos Smithsonianos. Casi en el medio se encuentra el Obelisco, que con casi 170 metros de altura, conmemora al primer presidente de la nación, George Washington.

4. La Casa Blanca

Uno de los lugares que visitar en Washington más fotografiados y, posiblemente, el más vigilado del mundo. Residencia oficial del presidente de turno y familia, comenzó a construirse en 1792 y se ubica en el número 1.600 de Pennsylvania Avenue. En cifras, según Wikipedia, ocupa 5.100 metros cuadrados y se compone de 6 plantas (3 de ellas, subterráneas). Cuenta con 132 habitaciones y 35 baños (en los 2 pisos superiores), 412 puertas, 147 ventanas, 28 chimeneas, 60 escaleras y 7 ascensores. Puede visitarse previa petición a la Embajada Española en Washington. Series tan famosas como ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’, ’24’ o ‘Scandal’ han transcurrido entre sus ficticias paredes.

Casa Blanca

5. Monumento a Iwo Jima

La batalla de Iwo Jima fue una de las más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial. El fotógrafo Joe Rosenthal captó con su cámara el momento en el que cinco marines y un médico de la Armada alzaban la bandera norteamericana en el monte Suribachi. Dicha instantánea, además de hacerle merecedor del premio Pulitzer de fotografía, fue utilizada para esculpir el Memorial de Guerra del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Se encuentra situado a las afueras de Washington, muy cerca del Cementerio Nacional de Arlington.

Monumento a Iwo Jima

6. Memorial a los Veteranos del Vietnam

Se encuentra junto al National Mall y rinde homenaje a los miembros de las Fuerzas Armadas fallecidos en la Guerra del Vietnam. Más de 3 millones de personas lo visitan anualmente, muchos de ellos en busca del nombre de sus seres queridos serigrafiado en el mármol. Dichos nombres pueden consultarse previamente en los libros que hay a la entrada de este monumento que visitar en Washington, donde están relacionados alfabéticamente cada uno de los caídos.

Memorial a los Veteranos del Vietnam

7. Memorial Nacional a la Segunda Guerra Mundial

Fue inaugurado en 2004, entre el Monumento a Lincoln y el de Washington. Rinde homenaje a los 16 millones de miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses que sirvieron y cayeron -más de 400.000- en la Segunda Guerra Mundial. 56 columnas de granito, divididas por 2 semicírculos en el marco de la antigua Rainbow Pol, simbolizan la unidad en tiempos de guerra entre los 48 estados, 7 territorios federales y el distrito de Columbia.

Memorial Nacional a la Segunda Guerra Mundial Washington

8. Capitolio

La institución americana por excelencia alberga las 2 cámaras del Congreso de los Estados Unidos y es una de las principales atracciones turísticas que visitar en Washington. Inaugurado en 1800, se encuentra en el barrio de Capitol Hills. Su imagen sale en la cabecera de series tan populares como ‘Homeland’ o ‘House of Cards’. Diseñado por William Thornton, puede visitarse con un tour guiado de 45 minutos, previa reserva a través de esta página.

Capitolio Washington

9. Museo del Aire y del Espacio

Alberga la mayor colección de aviones y naves espaciales del mundo, muchos de ellos originales. Expone piezas tan sorprendentes como el Air Force One de 1960, usado por primera vez por John Fitzgerald Kennedy. También, el Spirit of Saint Louis, con el que Charles Lindbergh realizó el primer vuelo en solitario a través del Océano Atlántico. O un módulo del Apollo 11, primera misión tripulada en llegar a la luna. Es uno de los museos más visitados del mundo y el lugar ideal que visitar Washington con niños.

Museo del Aire y del Espacio Washington

10. Cementerio Nacional de Arlington

Pocos camposantos resultan tan sobrecogedores como el de Arlington, con la Tumba al soldado desconocido a la cabeza. Allí, al pie de una llama eterna, está enterrado John Fitzgerald Kennedy, junto a su esposa y algunos de sus hijos. Y muy cerca, sus dos hermanos, Robert y Edward. La tripulación del transbordador espacial Challenger, que falleció en 1986 durante el lanzamiento de la nave, tiene su propio memorial. Además de otros dedicados a las víctimas del Columbia, los fallecidos durante el ataque al Pentágono el 11 de septiembre de 2001 y los pasajeros del vuelo de la Pan Am estrellado en Lockerbie tras estallar una bomba a bordo. Un imprescindible que ver en Washigton.

Cementerio de Arlington

11. Galería Nacional de Retratos

Podría decirse que si eres un personaje famoso norteamericano y tu retrato no está en este museo es porque no existes. Fotografías, esculturas, pinturas -más de 1.600 de los presidentes de los Estados Unidos-, dibujos… Además, cerca de 5.500 negativos de placa de vidrio de los estudios de Matthew Brady. Algunas de las obras originales que sirvieron como portada de la revista ‘Time’ también están expuestas en la Galería Nacional de Retratos. No dejes de tomar un café en su impresionante patio interior y disfrutar alguna de sus exposiciones temporales.

Galería Nacional de Retratos Washington

12. Georgetown

El distrito más chic que visitar en Washington es, además de sede de la mayorías de embajadas, paraíso para amantes de la moda y emplazamiento de restaurantes donde ver y ser visto. A pesar de ser un barrio más antiguo que la propia ciudad, la cercanía de la universidad de igual denominación ha conseguido que su vecindario goce de una juventud insultante. Caminar por sus empedradas calles y comprar en las panaderías ecológicas y tiendas de productos orgánicos que desde hace tiempo cotizan al alza en este país es algo que hacer en Washigton. Desde allí también salen algunos de los cruceros que recorren la ciudad a través del Potomac.

Georgetown Washington

Dónde comer en Washington

13. Food trucks

Washington es la capital mundial de los camiones de comida, un negocio a los que a otros países como España les cuesta ver su gran potencial. Repartidos por toda la ciudad -su ubicación suele anunciarse previamente vía Twitter o Facebook-, están especializados en comidas de medio planeta. Son muchos los trabajadores que compran allí su almuerzo. Y, bien lo suben a la oficina, o lo disfrutan en alguna zona colindante, en las que casi siempre suele haber algún pequeño parque o mesas.

Food trucks Washington

14. Rose’s Luxury

Elegido Mejor Restaurante Nuevo de los Estados Unidos en 2014 por la revista Bon Apetit y localizado en el barrio de Capitol Hills, uno de los más chic de Washington. Su chef, Aaron Silverman, ha creado un espacio muy agradable, que incluye una terraza en la azotea para eventos privados. La carta de Rose’s Luxury es de lo más ecléctica con ideas del Sudeste asiático, México, Francia o Italia. Ensalada de calamar crujiente con aguacate, lima y rábano; mousse de trucha con manzanas y perifollo o estofado de marisco al lemongrass, que se sirve con ensalada de hinojo y pan de ajo son algunas de sus propuestas.

Rose’s Luxury Washington

15. Museo Nacional del Indígena Americano

Presenta la historia, arte y modo de vida de los pueblos indígenas del hemisferio occidental. Se ubica en un edificio de arquitectura curvilínea y con un sorprendente recorrido que, si tienes suerte como nosotros, puede incluir danzas tradicionales. Procura que tu visita coincida con la hora de almorzar. La oferta gastronómica de Mitsitam (que significa ‘vamos a comer’) es de lo más interesante. Ofrece platos preparados con productos utilizados por indígenas del continente americano. Sus 5 estaciones de comida y 5 cartas diferentes representan cada una de las grandes zonas donde se encuentran presentes.

Comida Museo Nacional del Indígena Americano Washington

16. Ben’s Chili Bowl

Muy popular entre los turistas, es uno de los clásicos restaurantes de comida rápida que visitar en Washington. Ubicado en el 1213 de U St (Georgetown), la especialidad de Ben’s Chili Bowl son los perritos calientes. También encontrarás hamburguesas, ensaladas y bowls de chile con carne.

Bens Chili Bowl Washington

17. Museo Nacional de Historia Estadounidense

Un museo de lo más peculiar que ver en Washigton y que gustará tanto a mayores como pequeños. Artículos tan curiosos como el saxofón de Bill Clinton o el uniforme que vistió George Washington durante la Guerra de la Independencia se exhiben en las 3 plantas que lo albergan. Resulta especialmente llamativa la exhibición que hace un recorrido por la historia de la mesa americana y una reproducción exacta de la cocina de la famosísima Julia Child. Además, objetos relacionados con historia del transporte, música o fotografía norteamericana. Aprovecha para comer en Stars and Stripes Cafe: buenas hamburguesas, carnes a la barbacoa y otros platos típicos de la gastronomía más yanqui.

Hamburguesa Museo Nacional de Historia Estadounidense

18. Union Station

La principal estación ferroviaria de la ciudad y centro de operaciones de Amtrak. Es también un edificio de gran valor arquitectónico y un enorme mall que incita a visitar sus tiendas para hacer más amena la espera hasta la salida del tren o autobús. En su oferta de restauración, las principales cadenas estadounidenses: Burger King, McDonald’s, Taco Bell, Starbucks, Chipotle y, por suerte, Shake Shack.

Shake Shack Washington

19. Jaleo

Era muy reticente a ir, pero a Jota le apetecía… A mí, la experiencia me defraudó en general. Este restaurante, uno de los muchos que actualmente posee el mediático José Andrés en diferentes puntos del globo terráqueo, está dirigido a un público muy concreto en busca de jarras de sangría y sencillas tapas españolas, por las que pagaríamos cuatro veces menos en nuestro país. Os contamos la experiencia completa de Jaleo aquí.

Jaleo Washington

20. Capitol Hill Hotel

Situado en el histórico barrio de igual nombre, a escasas calles del Capitolio. Este hotel boutique de tres estrellas dispone de amplias y luminosas habitaciones equipadas con una pequeña cocina. Además, desayuno continental gratuito en Capitol Hill Hotel, desde 140 euros/noche.

Capitol Hill Hotel Washington

¿Te ha gustado este paseo? ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Washington?

Capitol Hill Hotel, dormir en el barrio más vibrante de Washington

Lobby

Situado en el histórico barrio de Capitol Hill, del que toma su nombre, y a escasas calles del Capitolio, este hotel boutique de tres estrellas es ideal para una escapada de 3 o 4 días a la capital de Estados Unidos, Washington.

Lobby Capitol Hill Hotel

Recientemente renovado, ofrece amplias y luminosas habitaciones decoradas en blanco, negro y rojo, equipadas con una pequeña cocina, además de desayuno continental gratuito. ¿El precio? Desde 140 euros, la noche.

Habitacion Capitol Hill Hotel
Baño
Cocina Capitol Hill Hotel

El desayuno del Capitol Hill Hotel deja bastante que desear. Además, se sirve en un comedor minúsculo para las 152 habitaciones de las que se compone. Se resume en: bagels, pan de molde, cereales, un tipo de queso, salami, huevos duros, mantequilla, mermelada, zumo de naranja y de manzana. Bien es cierto que la mayoría de hoteles de los Estados Unidos no lo incluyen en el precio pero, la escasez sumada a tener que esperar mesa un buen rato, hace que te den ganas de escaparte a la cafetería de la esquina.

Un detalle que nos encantó fue la degustación de vinos gratuita que cada tarde llevan a cabo en el lobby. Durante una hora, puedes probar varios blancos y tintos de California en un ambiente de lo más relajado y confortable.

Nos gustó del Capitol Hill Hotel

– El agua con limón casi helada -para aplacar los calores de Washington en julio- y las infusiones y cafés de cortesía en el lobby.

– Los amenities de L’Occitane en Provence.

– La conexión wifi gratuita.

– Que sea un hotel 100% libre de tabaco.

– La degustación de vinos gratuita cada día, aunque fuera a la seis de la tarde.

No nos gustó

– El caos del desayuno.

– El personal, no excesivamente simpático.

– La puerta de la habitación hace mucho ruido al cerrarse y, si como nuestra maleducada vecina no la sujetas, se convierte en una pesadilla.

Créditos fotografías © Capitol Hill Hotel