Uno de mis viajes en solitario antes de comenzar la andadura de este blog fue a Grecia. Más concretamente, Atenas y tres de sus islas: Miconos, Naxos y Santorini. País idílico para conocer en solitario, hay muchas imágenes que se quedaron grabadas en mi retina y un montón de olores y sabores que todavía puede percibir cerrando los ojos. Hay un montón de motivos para visitar Grecia, pero aquí son los que a mí me han hecho regresar.
Qué hacer en Grecia
1. Descubrir la Acrópolis de Atenas
Uno de los símbolos que visitar en Grecia y la primera imagen que asocio a su capital, de ahí que le tenga especial cariño. Situada sobre una cima a 156 metros sobre el nivel de mar, es divisable desde casi cualquier parte de la ciudad. Lo habitual es encontrar alguna o varias de sus partes con grúas, ya que el tiempo ha hecho mella y está casi destrozada. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987 y el precio de la entrada en 2020 es de 20 euros. El museo de la Acrópolis, frente a ella, y reinaugurado en 2009, bien merece una visita.
2. Fotografiar las vistas desde la Colina Licabeto
La Colina de los Lobos debe su nombre a la gran cantidad de estos animales que la habitaban en la antigüedad. Situada en el barrio de Kolonaki, y con 278 metros de altura, desde ella pueden contemplarse las vistas más bellas que ver en Atenas. Para acceder, lo más recomendable es coger el funicular aunque también se puede llegar a pie o en taxi. La mejor hora del día es al atardecer.
3. Querer quedarse a vivir en Naxos
No soy la única que se enamoró de Naxos. Es el sitio ideal al que retirarse cuando las obligaciones ya no llamen a nuestra puerta. De momento, no está invadida por los turistas y el alojamiento es mucho más asequible que en otras islas como Miconos o Santorini. Todavía recuerdo el calamar relleno que cené en la Luccullus Taverna. Un lugar de ensueño.
4. Relajarse en las playas de Grecia
Aunque no soy muy aficionada a ellas, me resultaron especiales por la arena gruesa y la espectacularidad de sus paisajes, con enormes rocas erosionadas por el mar Egeo. Si practicas el nudismo, este país es perfecto para ti, ya que cada isla suele tener una. La de Banana Beach, en la región de Skiathos, es para muchos la mejor playa nudista de Grecia.
5. Beber vino griego
Grecia cuenta con casi 300 variedades y una producción anual de 600 millones de botellas. El Retsina es uno de los más famosos y su origen se remonta a miles de años atrás, cuando los vinos eran transportados en ánforas de barro selladas con una pasta de resina y yeso. La resina le daba un sabor característico y los griegos pensaron que el vino envejecía gracias a ella, por lo que nació la tradición de añadirla. En islas como Santorini pueden presumir de vinos fantásticos.
6. Refrescarse con cerveza Mythos y Alpha
Reconozco que antes era mucho más cervecera que ahora. Pero entonces disfruté como una enana de mis buenas jarras y botellas de las dos marcas de cerveza más populares de Grecia. Suaves y perfectas para refrescarse en verano.
7. No cansarse de contemplar los atardeceres en Oia
Uno de esos momentos que perdurarán para siempre en mi memoria son los atardeceres en Oia, un pequeño pueblo en la isla de Santorini. Son varios los locales situados frente a la caldera desde los que contemplar la puesta de sol, aunque también puede hacerse tranquila y gratuitamente desde otros lugares. Los 12 euros que pague por cada cóctel me parecieron un dinero invertido de la mejor manera posible.
8. Saborear una ración de calamares al borde del mar
O de lo que quieras… Hay restaurantes desde cuyas mesas no solo se contemplan unas espectaculares vistas, sino que el agua del mar te salpica. Elige un buen pescado que te prepararán al instante a la parrilla o, si no es hora de comer o cenar, un ‘pequeño’ tentempié como el mío. Y que no falte vino griego…
9. Subir 900 escalones en Naftplio (o Nauplia)
Una de las ciudades más bonitas de la zona de Argolis, primera capital del país y conocida como la Venecia del Peloponeso. En el centro de ella, se encuentra el Castillo Palamidi, al que se accede tras subir ¡casi 900 escalones! para contemplar unas vistas que bien merecen tamaño esfuerzo (tranquilo, también se puede llegar en coche). Si eres aficionado a los recuerdos, hazte con un komboli o un begleri, una especia de rosario de cuentas fabricado en plata o cerámica.
10. Desear ser dueño de una villa en los acantilados de Santorini
¿Os imagináis una casa desde cuya terraza solo se divise el horizonte y la infinidad del mar? Varios actores famosos poseen propiedades de este tipo en la isla (imagino que en lugares discretos y no de paso para turistas). Aunque poseer una es toda una utopía, sí es posible alquilarlas o, en su defecto, alojarse en alguno de los hoteles con habitaciones y terrazas privadas de este tipo. Eso sí, la media no baja de 250-300 euros por noche.
11. Un baño en aguas termales
Desde el puerto de Fira, capital de Santorini, se puede llegar en velero a la isla de Nea Kameni, donde se encuentra un volcán activo con pequeñas fumarolas. Una de las actividades más turísticas, pero no por ello con menos encanto, es la de bañarse en las rojizas y sulfurosas aguas aledañas al volcán. La excursión dura unas tres horas y es importante ir provisto tanto de calzado deportivo para el paseo, como de chancletas y bañador para la parte acuática.
12. El Teatro de Epidauro
Se empezó a construir en el año 330 a. C. y llegó a albergar hasta 14.000 personas. Su acústica es tan excepcional que permite a los espectadores de las filas más altas escuchar lo que se dice en mitad del escenario sin necesidad de alzar la voz (pude comprobar que es verídico). El de Epidauro es uno de los teatros más antiguos del mundo y, actualmente, aún se llevan a cabo representaciones.
13. La facilidad para moverse entre islas
Visitar Grecia y hacer una ruta entre sus islas más famosas es de lo más sencillo. Son varias las compañías que operan entre las que más viajeros reciben y existe la posibilidad de comprar billetes multitrayecto que resultan algo más económicos. Casi todos los ferris cuentan con servicio de cafetería, así como la posibilidad de viajar en Primera Clase, donde los asientos son mucho, pero mucho más cómodos. Sobre todo, para trayectos largos y pesados.
14. La gastronomía griega
Si eres un amante de la gastronomía, visitar Grecia debería ser una prioridad. Y si no lo eres, también, ya que se come realmente bien y por poco dinero. Gyros, souvlaki, musaca, ensalada griega, queso feta, tzatziki, saganaki, pulpo a la brasa, calamar relleno… ¡Todo está delicioso!
Seguro que a estas alturas estás deseando visitar Grecia, ¿verdad? Y, probablemente, tú conoces otras muchas razones para enamorarse de este país. ¡Cuéntalas!
Deja una respuesta