La Roche en Ardenne es un pequeño pueblo medieval a unos setenta kilómetros de Lieja, en un recodo del río Ourthe. Y nuestra primera toma de contacto con el blogtrip ‘Destino Bélgica’, del que ya os hemos hablado en varias ocasiones.
Los graves daños de los bombardeos en la Segunda Mundial obligaron a su reconstrucción durante años. Para rememorar la conocida como Batalla de las Árdenas cuenta con un museo. Es uno de los más visitados de la zona y en él se explica su liberación por los ejércitos ingleses y americano.
Las mejores vistas que ver en La Roche en Ardenne y el hermoso valle que le rodea pueden contemplarse desde su famoso Castillo Feudal. La antigua residencia de los Condes de la Roche, y los objetos expuestos en ella fueron descubiertos hace escaso tiempo durante unas excavaciones. Podéis leer más sobre su historia, y la de su fantasma, en el blog mi compañero de batallas, Xixerone.
Es un destino frecuente para deportistas aficionados al kayak, rafting o ciclismo de montaña. La belleza y tranquilidad de La Roche en Ardenne hacen de ella un lugar idóneo para la relajación más absoluta. Y a pesar de no contar con grandes dimensiones sí goza de excelentes servicios para el turismo, con más de una veintena de alojamientos hoteleros y coquetos restaurantes en los que degustar lo mejor de su gastronomía.
Dónde comer en La Roche en Ardenne
Nosotros almorzamos en Sainte Maxime, románticamente a la luz de las velas porque se fue la electricidad. Tras un aperitivo para saborear la primera cerveza del viaje, nos deleitamos con una cazuelita de camarones al ajillo, rosada a la salsa de eneldo con guarnición de patatas gratinadas y uno de los postres belgas por excelencia, Dama Blanca. Excepcional todo y regado con un tinto francés. ¿Qué más se puede pedir?
¿Te ha gustado todo lo que ver en La Roche en Ardenne? ¿Conoces esta bonita ciudad belga?
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