Situada en el corazón de la provincia de Namur, recibe el nombre de Hija del Mosa, ya que está edificada a lo largo del cauce de dicho río. Es una de las ciudades más bonitas que visitamos en el blog trip ‘Destino Bélgica’, un soleado día de septiembre. Un lugar ‘de postal’ o ‘de Playmobil’, como cuenta en su blog mi estupendo compañero de viaje, Xixerone. ¿Nos acompañas en este paseo para enseñarte lo mejor que ver en Dinant?
En la Ciudadela se aprende sobre la historia de Dinant, explorando sus pasillos y haciendo un recorrido en el tiempo. El saqueo de la villa por las tropas de Carlos ‘el Temerario’ en 1466, la construcción de fortificaciones, los combates entre soldados franceses y alemanes, y la masacre de casi 700 civiles en agosto de 1914.
Dinant, ciudad natal de Adolphe Sax
Esta ciudad de juguete es también famosa por ser el lugar donde nació el inventor del saxofón, Adolphe Sax. Diferentes modelos de saxofones representando a cada uno de los países de la Unión Europea adornan el puente principal. En la Rue Sax está la casa natal del artista y en su puerta, una estatua en la que es de recibo hacerse una foto de recuerdo. Sin duda, uno de los imprescindibles que ver en Dinant.
A los pies de la Ciudadela se encuentra el restaurante Chez Bouboule, denominado el Rey de los mejillones desde hace casi 60 años. Dada la excelente temperatura que nos acompañaba, decidimos comer en la terraza, al pie del río. En su carta encontramos 33 variedades de este suculento molusco: al vino blanco, a la mejicana, a la monegasca, con mantequilla…
No podía faltar nuestro ya clásico aperitivo belga, unas croquetas de camarones. Suficiente para lo que nos esperaba después…
Los mejillones son presentados en cazuelas de 1,2 kg. por persona, una barbaridad si se tiene en cuenta que el acompañamiento es como el que veis en la foto. Los míos eran los de las Árdenas, con champiñones, tocino, tomate y nata. Estaban espectaculares, pero fue imposible terminarlos. Por si fuera escasa la ración, añaden una guarnición de crujientes patatas fritas.
Xixerone se decantó por unos mejillones al curri, también muy buenos, aunque manchaban un poco…
Sí, eso que véis son las fuentes repletas de conchas. Bueno, y a Vuelo Directo, relamiéndose del gusto, junto a Sebastián, de la Oficina de Turismo de Bélgica.
Acompañadlos de una buena cerveza belga y tendréis la jornada perfecta en una de las localidades más bonitas que ver en Bélgica.
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