Conocer la gastronomía italiana más allá de la pizza y la pasta era uno de los objetivos que nos marcamos en el Azurrotrip. Habíamos leído verdaderas maravillas sobre la cocina de este país y yo no pude comprobarlo la anterior vez que lo visité. Y, si algo ofrece Popi Popi, es auténtica comida romana.
Una pequeña joya escondida en el Trastevere
El Trastevere, barrio donde se encontraba el apartamento en el que nos alojamos en Roma, está lleno de pequeños restaurantes y encantadoras terrazas. En ellas, los visitantes disfrutan de una buena cena o una copa de vino mientras contemplan a los cientos de transeuntes que circulan por él. En el número 45 de la Via delle Fratte di Trastevere se encuentra Popi Popi, una de esas tabernas frecuentadas por más lugareños que turistas.
Como está situado en una pequeña calle sin apenas tráfico, nos sentamos fuera, bajo la tenue luz de un encantador farolillo. Aunque para muchos es una de las mejores pizzerías de la ciudad preferimos pedirle sugerencias a nuestro camarero. Y no pudo asesorarnos mejor.
Bruschetta de tomate y albahaca, imprescindible en cada una de las comidas que hicimos en Italia.
Carpaccio de pulpo
Calamares a la romana, como no podía ser de otra manera en la Ciudad Eterna. Recién hechos, tiernos, inolvidables…
Boquerones, gratinados al horno con tomate natural, frescos y deliciosos.
Un tinto embotellado especialmente para Popi Popi fue el acompañamiento perfecto de la noche.
¿El precio? Algo menos de 50 euros. Habrá quien piense que no es barato. Pero a nosotros la relación calidad-precio nos pareció fantástica. Y, lo más importante, no es el típico establecimiento lleno de turistas que hacen fotos a la comida… como nosotros.
Si quieres ver más detalles de su carta, así como los productos con los que trabajan en Popi Popi, echa un vistazo a su perfil de Facebook.
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