Los días malos pueden arreglarse con una gran cena -imprescindible también una grata compañía- que te haga recordar solo los buenos momentos. Teníamos ganas de probar Chifa Madrid desde hacía tiempo y fue la excusa perfecta para olvidar un pésimo jueves. Ubicado en un pequeño local donde inició su andadura Sudestada, es uno de los sitios de moda en Chamberí desde que se inauguró.
Fusión peruana y china en Chifa Madrid
Chifa es un término utilizado en Perú para referirse a la cocina adaptada al paladar peruano por los inmigrantes chinos. Y también para denominar a los restaurantes donde se sirve este tipo de comida. Así que no hace falta explicar qué linea sigue el establecimiento ubicado en el número 64 de la calle de Modesto Lafuente.
La carta de Chifa
El menú de Chifa Madrid, aunque reducido, se compone de propuestas de lo más frescas y sorprendentes. Son, concretamente, 14 platos que no están sujetos a la temporada, salvo 3 que se ofrecen a diario fuera de carta. Dumplings chinolatinos con salsa de chiles ahumados, tacos de cordero anticuchados, arroz chaufa o curri rojo de carrillada, heredado del desaparecido Sudestada.
Al ser nuestra primera vez nos dejamos asesorar por la camarera, que nos explicó al detalle cada uno de los platos que pedimos.
Ceviche algueado, con corvina, vieiras y pulpo. El típico ceviche mixto de los peruanos, deliciosa mezcla de sabores ácidos y picantes, una auténtica virguería repleta de matices.
Escabeche filipino de bonito
Empanadillas de pollo y cuitlacoche (especie de hongo comestible, parásito del maíz), que se comen agitándolas previamente para que se distribuya el líquido que las rellena. Después, se muerde una de las puntas y se añade salsa picante en su interior. Se recomienda acompañar cada bocado con la lechuga de guarnición y notar así el contraste con el vinagre que la adereza.
Cuadril saltado, madurado 60 días, y servido con sillau (salsa de soja), vinagre y patatas fritas. El punto de la carne, cortada en grandes trozos, era realmente bueno y jugoso. Junto a un puñado de trompetas de la muerte, grandes tiras de cebolla y kilos de cilantro. Un plato de diez.
Para beber nos dejamos seducir por un suave rosado francés. La oferta de vinos de Chifa Madrid es bastante escueta y nada barata.
Como no somos de postres, preferimos acabar la cena con un par de batidas mojaditas, un híbrido entre batida y mojito. Se prepara con cachaça, lima, maracuyá y menta, refrescante colofón final.
Si puedes, te recomendamos sentarte a la barra de Chifa Madrid. Las mesas son diminutas y están muy pegadas entre ellas, por lo que esta opción es un pelín más íntima y puedes contemplar la actividad de la cocina. Mejor reservar.
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