Guardo muchos y buenos recuerdos de mi viaje por Turquía. Pero, si hay un lugar que me resulta más especial que el resto, quizás porque me escapé del grupo con el que viajaba, es el Bazar de las Especias de Estambul. Sus olores y mágicos colores todavía perduran en mi memoria siete años después de haberlo pisado.
También llamado Bazar Egipcio (Mısır Çarşısı), el Bazar de las Especias es uno de los mercados más antiguos de la ciudad. Y el segundo más grande tras el archifamoso Gran Bazar de Estambul. Ubicado en Eminönü, a escasos pasos del Puente de Gálata, es el sitio perfecto para comprar. Tú decides si especias, dulces, frutos secos o recuerdos como lámparas o artesanía.
Una placa en una de sus seis puertas de entrada cuenta que se comenzó a construir en 1597 por orden de la mujer del sultán Murat III .Y que se tardaron 67 años en completar una obra que, en la actualidad, acoge casi 90 tiendas.
Dos de las delicias que puedes adquirir en el aromático Bazar de las Especias de Estambul son caviar y azafrán, aunque es probable que ambas te dejen el bolsillo tiritando. Si eres de gustos más sencillos, una buena bolsa de orégano te transportará de nuevo a los pies del Bósforo cada vez que la abras. O de curri, nuez moscada, pimienta negra, canela…
Un bazar con mucho más que especias
Pero no solo de especias y frutos secos vive el turco. También encontrarás jabones de aceite de oliva, barros curativos, remedios naturales y todos los tipos de té que puedas imaginar. En la mayoría de las tiendas ofrecen envasado al vacío, por lo que no hay que preocuparse de que se derrame por la maleta o pierda su olor y propiedades por el camino. No te olvides de regatear, charlar y bromear con los amables tenderos. Además de oler, tocar y sentirte protagonista de las Mil y Una Noches.
Uno de los detalles que más llaman la atención de muchos de los puestos del Bazar de las Especias de Estambul son los carteles con frases que los vendedores han aprendido de los turistas españoles durante años. Da la sensación de que se las saben todas. Desde refranes populares a eslóganes comerciales, pasando por expresiones puntuales de programas de televisión. Su manera de anunciar Viagra es, cuando menos, peculiar…
La gastronomía es otra de las muchas razones por las que merece la pena visitar Estambul. Así que, si los olores del mercado han abierto tu apetito, aprovecha para entrar en alguno de los restaurantes colindantes y saborear delicias otomanas.
El horario del Bazar de las Especias es de 9 de la mañana a 7 de la tarde de lunes a sábado. Los domingos permanece cerrado y la parada de tranvía más cercana es Eminönü.
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