Copenhague, bicicletas y ‘hygge’ en la capital de Dinamarca

Nyhavn Copenhague

Dinamarca era una de nuestras asignaturas pendientes y el pasado mayo tuvimos la suerte de escaparnos durante una semana a su capital. Hoy os contamos todo lo que hay que ver en Copenhague.

Una ciudad para los ciclistas

Lo primero que nos llamó la atención, además de su belleza, fue la limpieza de sus calles. Y el culto al medio de transporte por excelencia de los países nórdicos: la bicicleta. Si el tiempo acompaña, es la manera más recomendable de recorrer la urbe.

Al contrario que en Madrid, por ejemplo, existe un amplio carril bici de 350 kilómetros. Seguro y separado de la carretera, por el que transitar sin miedo a atropellos o estorbar a los coches de turno. Hay semáforos y aparcamientos exclusivos para bicicletas. Y estas tienen prioridad absoluta sobre los automóviles, bastante más escasos que en cualquier otra metrópoli europea.

Bicicletas en la Estación Central de Copenhague
Bicicletas en la Estación Central de Copenhague

Encontrarás cientos de establecimientos en los que alquilarlas por días, por alrededor de 10 euros, o semanas, por unos 50. Una alternativa más barata son las bicicletas públicas, completamente gratis tras depositar como fianza 20 coronas, unos 3 euros. Los recuperarás cuando la dejes en cualquiera de las estaciones repartidas por Copenhague.

Y si eres de los que prefieren pedalear lo justo, únete al movimiento Bycyklen. Su idea es compartir bicicletas eléctricas con otros usuarios por las que únicamente pagarás el tiempo justo que las utilices.

Aunque son muchas las cosas que hacer en Copenhague, aquí te mostramos nuestra pequeña selección:

¿Qué ver en Copenhague?

1. Christiania

Uno de los lugares menos turísticos que ver en Copenhague es también uno de los que más nos gustó. Esta ‘ciudad libre’ existe desde 1971 y resulta perfecta para tomar unas cervezas mientras se escucha música en directo. Con alrededor de 850 residentes que se autoproclaman independientes del Estado danés, se la conoce como ‘distrito verde’, ya que en sus calles está permitida la compra y consumo de drogas blandas

Pusher Street

Pusher Street, traducida como Calle del Vendedor de Estupefacientes, está plagada de pequeños puestos en los que adquirir hachís o marihuana, además de ‘cigarros’ ya preparados. Al no pagar impuestos, el precio de la comida y la bebida es infinitamente más barato que en el resto de Copenhague. Alrededor de 2,50 euros una cerveza, que viene a costar más del doble fuera de las ‘fronteras’ de Christiania. Ah, está prohibido sacar fotos…

Christiania Copenhague
Prohibido sacar fotos en Christiania

2. La Sirenita

Aunque de cerca decepciona un poco, no puedes irte de la capital danesa sin hacer una visita a la sirena más famosa del mundo. La encontrarás en el Parque Langelinie, en la bahía del puerto, mirando lánguidamente al Báltico mientras es fotografiada por cientos de turistas de todo el mundo. Construida en bronce, mide 1,25 metros y pesa 175 kilogramos. En la historia de este monumento que ver en Copenhague hay con varios asaltos vandálicos que incluyen mutilaciones, manchas con pintura e, incluso, ataque con explosivos.

La Sirenita Copenhague
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3. Nyhavn

Uno de los barrios más bellos que ver en Copenhague y el lugar perfecto para obtener algunas instantáneas inolvidables. Nyhavn, ‘Puerto Nuevo’, es un paseo marítimo con barcos de madera y zona de ocio repleta de bares y restaurantes. Además de pequeños hoteles de brillantes colores que forman una imagen única. Desde sus aguas, que permitían el acceso directo al mar desde la antigua ciudad, parten algunos de los tours que recorren en barco los diferentes canales. Hans Christian Andersen vivió en el número 20 de Nyhavn. Mientras que en el número 17 residió uno de los primeros tatuadores de la historia.

Nyhavn Copenhague
Postal de cuento desde Nyhavn

4. Museo Carlsberg

La cerveza danesa por autonomasia cuenta con su propio museo en el barrio de Vesterbro. Compra un ticket para el tour guiado por estas instalaciones que ver en Copenhague y déjate sorprender por la historia de J. C. Jacobsen, fundador de la marca, y su hijo, Carl, con el que mantuvo una relación de enemistad durante gran parte de su vida. Fundada en 1847, Carlsberg es una de las más vendidas del mundo. Y, además de elaborar más de 500 birras locales, es responsable de Kronenbourg, Tuborg, Baltika, Belgian Grimbergen y la sidra Somersby. No te pierdas tampoco la degustación de cervezas del Museo Carlsberg para conocer los ingredientes y proceso de algunas variedades que, por desgracia, no se comercializan en España.

Museo Carlsberg Copenhague
Cata de cervezas en el Museo Carlsberg

5. Malmö

Sí, ya sabemos que Malmö está en Suecia, pero a un corto viaje en tren de 25 minutos desde Copenhague, vía el puente Oresund, que une ambos países y se hizo famoso por la serie Broen. Pasea por el barrio de Västra Hammen, uno de los más modernos de la ciudad. Construido en torno al Turning Torso, famoso rascacielos del español Santiago Calatrava y una de las imágenes más reconocibles de la ciudad, es una de las zonas más turísticas de Malmö. Busca mesa en alguno de los restaurantes de la plaza Lilla Torg, que data de 1592, y disfruta de una buena cerveza acompañada de alguna especialidad sueca, como salmón o albóndigas.

Malmo Suecia
La arquitectura de Malmö
Salmon sueco Malmo
Salmón sueco

6. Helsingør

Una excursión en tren hasta esta ciudad danesa considerada la ‘puerta a Suecia’, cuya costa puede divisarse desde varios puntos, merece la pena para visitar el Castillo de Kronborg, que inmortalizara Shakespeare en Hamlet. Compra la entrada más completa, por 19 euros (varías según la temporada del año). Y disfruta de un tour guiado en inglés para recorrer las habitaciones reales, la armería o las oscuras y frías catacumbas. Cuando termines el recorrido, date una vuelta por el centro de la ciudad y su puerto deportivo. Y aprovecha para disfrutar de alguna de las delicias danesas que ofrece el restaurante Kronborg Havbad, con unas espectaculares vistas de la bahía. Y especialidades en su menú como arenques encurtidos, mejillones a la crema o salmón marinado.

Helsingør Dinamarca
El castillo de Hamlet, Kronborg, en Helsingør
Arenques encurtidos
Arenques encurtidos

Restaurantes en Copenhague: dónde comer

1. Meatpacking District in Vesterbro

El barrio de moda que ver en Copenhague y uno de los diez más hipster del mundo es Vesterbro. Un vecindario idílico donde los jóvenes comen pizza y beben cerveza sobre el mullido césped del Sønder Boulevard, padres pasean a sus bebés en bicicleta y lugareños lucen impecables barbas y tatuajes infinitos. Allí se encuentra el Meatpacking District, antiguo mercado de carnes hoy restaurado y convertido en una de las zonas de obligada visita.

Food trucks y restaurantes de moda en Copenhague

Además de un buen puñado de restaurantes en Copenhague, cada fin de semana alberga una zona de food trucks con música DJ. Uno de nuestros favoritos fue War Pigs Brewpub, que, como su propio nombre indica, está especializado en productos del cerdo cocinados a la barbacoa: costillas, salchichas, paleta… También, pecho de ternera, alitas de pollo con apio y salsa de queso azul, realmente adictivas o ensaladas. Y 22 tipos de cerveza elaborada en sus propias instalaciones.

Un must, al igual que las pizzas napolitanas de Mother o los tacos y micheladas de Rosio Sanchez, una de las alumnas aventajadas de René Redzepi, dueño de Noma, en Hija de Sanchez.

War Pigs Copenhague
Comida en ‘War Pigs’
Hija de Sanchez Copenhague
Tacos y micheladas en ‘Hija de Sanchez’

2. Copenhagen Street Food

Sí, el amor a primera vista existe. Y, si eres un enamorado de los food trucks, caerás rendido a los pies de este enorme espacio en la isla de Paper. Varias decenas de puestos sobre ruedas se dan la mano para ofrecer platos indios, surcoreanos, mexicanos, chinos, marroquíes, japoneses, italianos… Todos los preparan al momento a la vista del cliente y cuesta decidirse.

La hamburguesa de pato de Duck It es, sencillamente, espectacular, al igual que las creaciones de Fish and chips. Pilla una jarra de cerveza en MS Brewsky, más económica que por vasos, y siéntate en una de las largas mesas interiores o en la terraza exterior con vistas al río mientras el sol acaricia tu cara. Lo más parecido a estar en el cielo, pero rodeados de los mejores locales para comer en Copenhague.

Copenhagen Street Food
Hamburguesa de pato en Copenhagen Street Market
Copenhagen Street Food
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3. Torvehallerne

Este mercado cubierto, con más de sesenta stands, es el sitio ideal para combinar la compra de productos frescos como carne, pescado o marisco, con otros gourmet como queso, embutido, chocolate o especias. También se puede tomar algún que otro bocado en los puestos de Torvehallerne: sándwiches, sushi, hamburguesas, tacos e, incluso, tapas españolas.

Prueba un típico smørrebrød danés para comer en Copenhague: rebanadas de pan de centeno con manteca sobre el que se colocan ingredientes fríos como gambas, salchichas, huevos, carne y queso. Y, de postre, uno de los típicos mazapanes con forma de cerdo.

Torvehallerne Copenhague
Smørrebrød danés en Torvehallerne

4. Relae

Si te apetece y puedes permitirte un capricho, Relae es uno de los mejores restaurantes en Copenhague. Su manifiesto es que ‘todo se corta hasta el hueso y los únicos marcos son los que cuelgan de las paredes’. Entre el 90 y el 100% de los alimentos con los que trabajan están certificados como orgánicos. Sus panes son 100 por cien ecológicos y los vinos de su carta, naturales. Puedes leer y ver lo que cenamos en este otro post.

Relae Copenhague
Trigo sarraceno, queso de cabra y rábano, en ‘Relae’

5. Manfred’s

El hermano pequeño de Relae se sitúa en la acera de enfrente. Y es un coqueto establecimiento pensado para compartir platos y disfrutar de una extensa carta de vinos naturales, muchos de ellos, por copas. Es otro ejemplo de sostenibilidad entre los restaurantes en Copenhague. Intenta reducir al mínimo el impacto sobre el medioambiente y su informe anual sobre cómo lo hacen debería ser un ejemplo a seguir por los restauradores de medio mundo. A mediodía, Manfred’s ofrece un menú de cinco platos a elección del chef por 40 euros, con propuestas muy verdes y muy, pero que muy sabrosas.

Manfred’s Copenhague

6. Pícnic junto al río

Si el tiempo acompaña, como nos sucedió el pasado mayo, nada puede resultar más apetecible que un pícnic con vistas al canal mientras se contempla el fluido tráfico de barquitos por el río. Compra comida preparada o un par de sándwiches o en un 7-Eleven y relájate. Nosotros nos decantamos por dos woks y una botella de vino de un supermercado cercano y la experiencia fue maravillosa para comer en Copenhague.

Picnic Copenhague
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7. Puestos callejeros de perritos calientes daneses para comer en Copenhague

Aunque, probablemente, no lo asocies a Dinamarca, sus hot dogs están presentes en multitud de puestos callejeros desde hace ochenta años. Son un snack perfecto para la mitad de la mañana o la tarde por algo más de dos euros. ¡Elige tu topping e híncale el diente!

Hot dogs Copenhague
Hot dogs de Copenhague

¿Cómo ir desde el aeropuerto al centro de Copenhague?

El aeropuerto está situado en Kastrup, a menos de 10 kilómetros del corazón de la ciudad. Y perfectamente conectado con la Estación Central desde la Terminal 3. Por metro (unos 5 euros el billete), tren o autobús 5A (2,5 euros, en ambos casos) o taxi (unos 30 euros). Valora antes de elegir tu medio de transporte si merece la pena comprar alguna tarjeta turística, en caso de que tu estancia sea superior a tres días. Y ten en cuenta que las tres terminales aeroportuarias están unidas entre ellas por un servicio gratuito de lanzaderas.

¿Te ha gustado este paseo? ¿Hay algún otro sitio que ver en Copenhague que nos recomiendes para una futura visita? ¡Déjanos tu comentario!

Nápoles, mucho más que ‘pizza’ y ‘sfogliatella’ en el sur de Italia

Castel dell'Ovo Napoles Italia

La tercera ciudad más grande de Italia, por detrás de Roma y Milán, posee un carácter único. Amada y odiada a partes iguales, llena de vida, presume de imponentes monumentos, pintorescos rincones, historia a raudales y una excelente gastronomía con la pizza como buque insignia. Acompáñanos en este ordenado caos por los mejores lugares que ver en Nápoles.

Qué visitar en Nápoles

1. Plaza del Plebiscito

La mayor plaza que ver en Nápoles, con una superficie cercana a los 25.000 m², acoge algunos de los edificios históricos más importantes, como la imponente Basílica de San Francisco de Paula. En ella también podrás admirar tres palacios: Real, de la Prefectura y Salerno.

Plaza del Plebiscito Napoles Italia

2. Spaccanapoli

Se traduciría literalmente como ‘parte-Napóles’ porque antiguamente dividía el centro histórico en norte y sur. Para disfrutar una de las calles más importantes que ver en Nápoles es recomendable llevar contigo una pequeña lista de paradas:

-Basílicas: Santa Clara y Santo Domingo Mayor.

-Palacios: Pinelli, Petrucci, San Gennaro all’Olmo, Tufarelli, Mazziotti, di Sangro di Casacalenda

-Iglesias y capillas: Santa Maria del Presidio, Santa Maria Assunta dei Pignatelli, Sant’Agrippino a Forcella, Gesù Redentore y San Ludovico d’Angiò

En Spaccanapoli también merecen un alto en el camino la Casa Professa dei Padri Gesuiti y el Complejo de Santa Maria dello Splendore.

3. Galería Humberto I

Construida entre 1887 y 1890, es una de las fotos más típicas que hacer en Nápoles. La Galería Humberto I es la más popular de Italia junto con la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán. Aunque algunos de sus locales están cerrados actualmente, merece una visita por lo espectacular de su arquitectura.

Galería Humberto I Napoles Italia

4. Catedral de Nápoles

Más conocida como Duomo, es el principal edificio religioso que visitar en Nápoles. La Catedral Metropolitana de Santa María de la Asunción fue edificada entre 1299 y 1314, y aunque no resulta especialmente llamativa por fuera, en su interior se ‘esconde’ la Capilla del Tesoro. De estilo barroco, en ella luce la estatua del santo patrón de la villa, San Jenaro.

Catedral de Napoles Italia

5. Castel dell’Ovo

El Castillo del Huevo debe su nombre a una vieja leyenda. Cuenta que Virgilio escondió un huevo mágico bajo sus cimientos y que, si este llegara a romperse, la ciudad sufriría una enorme catástrofe. Construido en 1128 junto a la costa, esta fortificación que ver en Nápoles ha servido como elemento defensivo, cárcel o residencia real. Actualmente, se utiliza como centro de eventos y exposiciones.

Castel dell'Ovo Napoles Italia

6. Castel Nuovo

Conocido entre los lugareños como Maschio Angioino, este castillo medieval es otra de las atracciones que ver en Nápoles. Su exterior conserva cinco torreones unidos y está rodeado por un gran foso. En su interior puede contemplarse la Capella Palatina, pequeña iglesia que aún conserva algunos de sus frescos originales.

Castel Nuovo Napoles Italia

7. Via San Gregorio Armeno

¿Quién no ha oído hablar de los famosos belenes de Nápoles? Localizada en pleno centro histórico, San Gregorio Armeno reune a los mejores artesanos en este curioso arte navideño. Las figuritas se exponen durante todo el año, junto a otras más modernas que representan a políticos, deportistas y otros famosos.

Via San Gregorio Armeno Napoles Italia

8. Quartieri Spagnoli

A pesar de su mala fama en el pasado, el barrio español de Nápoles es un sitio bastante tranquilo (al menos, durante el día, cuando lo visitamos). Surgió en el siglo XVI con el objetivo de dar cobijo a los militares españoles destinados a controlar posibles revueltas. En él encontrarás algunas de las imágenes más típicas que ver en Nápoles: estrechas y empinadas calles, motoristas sin casco, ropa tendida entre edificios y altares en cada esquina. Muchos de ellos, dedicados a su ‘dios’: Maradona.

Quartieri Spagnoli Napoles Italia

9. Via Partenope

Una de las que calles más elegantes que visitar en Nápoles te brindará, además, impresionantes vistas del mar a lo largo de todo el paseo. En Via Partenope se ubican algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad, como el Royal Continental o el Eurostars Hotel Excelsior. A lo largo del recorrido, nada mejor que una parada para reponer fuerzas en alguna de sus pizzerías o trattorias mientras contemplas el Mediterráneo y el Vesubio en primera línea.

Via Partenope Napoles Italia

La gastronomía de Nápoles

Ya seas de dulce o salado, la gastronomía napolitana es apta para todos los gustos. Y, también, para todos los bolsillos. Marcada por su situación geográfica, en ella abundan pescados y mariscos frescos, además de verduras y frutas. Y, por supuesto, pasta. La estrella es, sin duda, la pizza napolitana, elaborada siempre en horno de leña. Aunque encontrarás más variedades en algunas de las mejores pizzerías de Nápoles, los lugareños creen firmemente que solo hay dos tipos: margarita y marinera (no, no lleva ningún tipo de pescado y lo explicamos un poco más abajo).

¿Qué comer en Nápoles?

Babà napolitano

Este dulce, muy dulce, está presente en la mayoría de pastelerías y restaurantes de Nápoles. Encontrarás la versión clásica de la foto, además de otras con crema, chocolate, nata, fresas, limón, Nutella… Elaborado al horno, su ligera masa está bañada en limoncello, así que, mejor, no se lo deis a probar a los niños… La Pasticceria Capparelli, en Via Dei Tribunali, 327, es uno de los mejores sitios para probar el babà napolitano.

Babà napolitano Italia

Sfogliatella

Otro de los dulces tradicionales que comer en Nápoles debe su nombre a la hojas de hojaldre (pasta sfoglia) utilizadas en su preparación. Aunque se suele rellenar con pasta de queso ricotta, otras variantes son mermelada, nata montada, crema de chocolate o chantillí. El origen de los sfogliatelle se remonta al siglo XVIII, cuando se creó en el Monasterio de Santa Rosa, en la Costa Amalfitana. Los de Sfogliate e Sfogliatelle, Via San Gregorio Armeno, 24, son para ponerles un altar.

Sfogliatella Napoles Italia

Spaghetti alle vongole

Este delicioso plato de pasta que comer en Nápoles tiene almejas como ingrediente principal. Además, un sofrito de ajo y aceite de oliva, vino blanco y tomate natural. La sencillez más exquisita que uno pueda imaginar.

Spaghetti alle vongole Napoles Italia

Pizza frita napolitana

Además de las pizzas que veréis a continuación, la variedad frita es típica para comer en Nápoles. Podría decirse que la pizza fritta napoletana es similar a una empanada, pero rellena de diferentes ingredientes, dependiendo de la variedad: ricotta, ciccioli, pimiento, albahaca… Aunque puede parecer un bocado grasiento, si está bien cocinado, resulta realmente ligero.

Dónde comer en Nápoles

Pizzeria Di Matteo (Via dei Tribunali, 94)

Abierta en 1936, es para muchos la mejor pizzería de Nápoles. Siempre con locales entre su clientela -lo que es buena señal- cuenta con varios pisos, facilitando que la cola formada a las horas punta se mueva con bastante rapidez. La pizza de Di Matteo es sublime, sin más. Bill Clinton dio buena cuenta de ello durante su visita con motivo de la cumbre del G7.

Pizza en Pizzeria Di Matteo Napoles Italia

L’Antica Pizzeria da Michele (Via Cesare Sersale 1/3)

Si hay una pizzería en Nápoles que deba su fama a Hollywood, esa es L’Antica Pizzeria da Michele. En ella, Julia Roberts zampaba esta delicia italiana en la película ‘Comer, beber, amar’. Es por ello que cada día se forman larguísimas colas -puede llegar a haber más de 50 personas esperando- a las puertas del establecimiento. Si, como a nosotros, te puede la curiosidad, intenta hacer una comida tardía. Yo fui más allá de las cuatro de la tarde y encontré mi sitio. La pizza, tan buena como en otros muchos restaurantes de Nápoles. Aunque aquí solo encontrarás dos variedades: margherita (tomate, mozzarella, aceite, queso y albahaca) y marinara (tomate, ajo, orégano y aceite). ¿Los precios de L’Antica Pizzeria da Michele? Entre 4 y 5 euros por pizza (precio 2019).

Pizza en L'Antica Pizzeria da Michele Napoles Italia

Mattozzi Ristorante (Via Pietro Colletta, 25)

Para nosotros, fue el gran descubrimiento entre los restaurantes de Nápoles. Situado justo enfrente de Pizzeria da Michele, entramos porque la cola del establecimiento del que os hablábamos antes era infinita. Mattozzi es un negocio familiar regentado por un matrimonio de mediana edad. Ella, a los mandos de la cocina. Y él, de la sala. Aquí no encontrarás pizza, pero sí auténticos platos de pasta italiana: spaghetti alle vongole, spaghetti frutti di mare, spaghetti alla carbonara, fettuccine alla bolognese, gnocchi alla sorrentina, penne all’arrabbiata, pappardelle all’ischitana… También, otras delicias como risottos: al funghi, allo champagne o all’ortolana. Repetimos tres días por calidad, precio y ambiente nada turístico. ¡Ojo! Al buscar la información para este post, hemos descubierto que hay varios establecimientos con el mismo nombre. Buscad el de Via Pietro Colletta, 25.

Spaguetti carbonara en Mattozzi Ristorante Napoles Italia

Pupella (Via Partenope, 12)

Sin duda, lo mejor de esta trattoria para comer en Nápoles son sus vistas al mar. En la carta, antipasti, pizzas, platos de pasta y pescados a la parrilla.

Plato de pasta en Pupella Napoles Italia
Restaurante Pupella Napoles Italia

¿Te ha gustado este paseo? Hambre, seguro, seguro, que te ha dado. ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Nápoles?

Évora, ciudad medieval de calles empedradas en el corazón del Alentejo

Rua do Cano Evora Portugal

Situada a 120 kilómetros de Lisboa, es una de las ciudades más bonitas de Portugal y la más popular de la zona del Alentejo. Desde antes de entrar en ella, a una considerable distancia, puede contemplarse el símbolo de la villa, su acueducto romano. Pero hay mucho que ver en Évora. Acompáñanos en este paseo.

Qué ver en Évora

1. Acueducto de Água de Prata

El Acueducto da agua da Prata es uno de los mejores conservados junto al de Segovia. Y, también, la primera parada de nuestras recomendaciones sobre qué ver en Évora. En este caso, su construcción en ladrillo recubierto con una capa de yeso le proporciona una gran finura. Además, se adentra durante varios centenares de metros en la ciudad. Algunas de las casas de la zona están construidas bajo los arcos del mismo, lo que ofrece una imagen única y pintoresca.

Acueducto de Água de Prata
Acueducto de Água de Prata

2. Templo romano de Évora

La siguiente parada la realizamos en el templo romano de la villa, conocido como el Templo de Diana, y uno de los símbolos más fotografiados que ver en Évora. A pesar de que, actualmente, solo lo sostienen trece columnas que han sobrevivivo a los años y la erosión, merece la pena contemplarlo. Mi compañero de viaje, Jesús, da muchos más datos en su blog.

Templo de Diana Portugal

3. Catedral de Évora

Otro de los monumentos más importantes que ver en Évora es su catedral, o Basílica Sé Catedral de Nossa Senhora da Assunção. Está emplazada en el centro histórico y a medio camino entre el gótico y el románico. Su fachada principal, cubierta con granito rosa, recuerda levemente a la de Salamanca, aunque sus dimensiones son menores. La entrada conjunta para verla junto al claustro cuesta 2.50 euros, 1.50 si se quiere visitar sola.

Catedral de Evora Portugal

4. Calles de suelos empedrados

Recorrer sus empinadas calles es una de las mejores cosas que hacer en Évora, una delicia para el paseante. Paredes blancas y suelos empedrados en un ambiente silencioso que en cierto modo consigue trasladarte a otra época.

Calles blancas de Evora Portugal

5. Capilla de los Huesos, no apta para todos

Uno de los puntos que ver en Évora que más llamó nuestra atención fue la Capilla de los Huesos, situada junto a la iglesia de San Francisco. Su característica principal es que sus paredes están construidas con huesos y cráneos humanos. Tal y como nos explicó nuestra guía, se debe a que en la última reconstrucción que se hizo en el templo tras el terremoto de Lisboa y su posterior incendio, se encontró un cementerio y al no saber qué hacer con los restos, se les ocurrió utilizarlos para revestir su interior.

A la entrada de la misma puede leerse esta inscripción: Nós ossos que aqui estamos pelos vossos esperamos (Nosotros huesos que aquí estamos por los vuestros esperamos). Escalofriante.

Capilla de los Huesos Evora Portugal

6. Plaza de Giraldo

Terminamos nuestra ruta sobre lugares de interés que ver en Évora en la Praça do Giraldo. En ella destaca su enorme fuente de mármol blanco, del siglo XVI, que durante muchos años aprovisionó de agua a los evorenses. Rinde homenaje a Geraldo Geraldes, personaje legendario de la historia de Portugal. Aquí se encuentra la Oficina de Turismo.

Plaza de Giraldo Evora Portugal

7. Café Arcada

El Café Arcada es uno de los más antiguos de la ciudad, perfecto para comer un sándwich o comprar dulces típicos: pastéis de nata, bolas de berlim o exquisitas queiijadas. ¡Imposible resistirse!

Pasteles Evora Portugal

La industria del corcho en Évora

Otro de los encantos añadidos que ver en Évora son las tiendas de recuerdos, de las que cabe destacar todo tipo de objetos realizados con corcho. Desde zapatos, bolsos, paraguas o sombreros hasta vinagreras o figuras para el belén navideño. De hecho, la producción de este material es uno de los motores económicos de la zona.

Bolsos de corcho Evora Portugal
Articulos de corcho Evora Portugal
Aceiteras corcho Evora Portugal

¿Conoces este bellísima localidad del Alentejo? ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Évora?

Marsella, villa de pescadores en la Provenza francesa

Vallon des Auffes Marsella Francia

Es la segunda ciudad más poblada de Francia, por detrás de París. Su privilegiada situación, a orillas del Mediterráneo, destaca entre sus grandes atractivos. Colorida y llena de vida, con buen clima gran parte del año, es una escapada más que recomendable para un fin de semana. Por ello, te proponemos las mejores cosas que hacer en Marsella.

Qué ver en Marsella

1. Puerto Viejo de Marsella

El Puerto Viejo, también llamado Vieux Port, es uno de los lugares con más encanto que ver en Marsella. Su frenética actividad contrasta con los turistas que pasean relajadamente por su orilla o descansan en alguna de las terrazas de restaurantes colindantes. Flanqueado por dos fuertes, el de Saint Nicolas y el de Saint Jean, desde él se admira una las mejores perspectivas de la Basílica de Notre-Dame de la Garde, erigida en lo alto de la colina. Como curiosidad, el ferri que cruza de un lado a otro los 206 metros del Vieux Port es la línea marítima comercial más pequeña del mundo.

Puerto Viejo de Marsella Francia

2. Fort Saint-Jean

El Fuerte de San Juan es otro de los monumentos que visitar en Marsella. Conectado con la antigua ciudad portuaria a través de una pasarela -parte del MuCEM- ofrece unas vistas inigualables del Puerto Viejo. Construida en 1660 por Luis XIV, esta torre de vigilancia era visible a 20 kilómetros, facilitando así la actividad de los barcos comerciales. A lo largo de su historia ha sido, además, prisión estatal y depósito de municiones durante la Segunda Guerra Mundial.

Fort Saint-Jean Marsella Francia

3. Catedral de Marsella o La Major

Construida en estilo bizantino, es una de las iglesias más grandes de Francia. La Catedral de Sainte-Marie-Majeure presume de unas dimensiones similares a las de la Basílica de San Pedro de Roma, que permiten acoger a 3.000 personas. Uno de los iconos que ver en Marsella fue la única catedral construida en el país durante el siglo XIX.

Catedral de Marsella Francia

4. Notre-Dame de la Garde

Imponente. Ese sería el adjetivo para definir a la basílica de Notre-Dame de la Garde. Este monumento que visitar en Marsella está situado a una altitud de 150 metros. Aunque se puede llegar en autobús urbano, subir a pie no deja de tener su encanto, aunque te arrepientas a mitad de camino… Su campanario alcanza una altura de 41 metros. Y la estatua dorada de María que la corona mide 11,20 metros de largo, pesa cerca de diez mil kilos y necesita ser ‘bañada’ con 500 gramos de oro cada cuarto de siglo. Desde Notre-Dame de la Garde se divisan las vistas más impresionantes que ver en Marsella.

Notre-Dame de la Garde Marsella Francia

5. MuCEM

Inaugurado en 2013, coincidiendo con la capitalidad europea de la ciudad, es el museo más importante que ver en Marsella. El Museo de las civilizaciones de Europa y del Mediterráneo se creó para el estudio y conservación del patrimonio antropológico europeo y mediterráneo. Con su iluminación nocturna resulta realmente espectacular. El precio de la entrada es de 11 euros.

MuCEM Marsella Francia

6. Le Panier

Conocido como ‘de los artistas’, es el barrio más antiguo que ver en Marsella. Y también uno de los más concurridos. Sus (muy) empinados callejones conservan una esencia única que recuerda a la época en que era mayoritariamente habitado por marineros y pescadores. El ‘pequeño Montmartre marsellés’ está repleto de tiendas de artesanía, encantadores bistrós y restaurantes con terraza.

Le Panier Marsella Francia

7. La Corniche Kennedy

Debe su nombre al entonces recién asesinado presidente de los Estados Unidos y da comienzo en la Playa de Les Catalans. Con 3 kilómetros de longitud, podrás admirar una panorámica única, con el Mediterráneo como protagonista central y las islas de Friuli como invitadas especiales. A lo largo de la Corniche Kennedy encontrarás varios establecimientos que ofrecen vistas (y precios) de escándalo, así como garitos de moda donde lucir palmito en alguna de sus tumbonas.

La Corniche Kennedy Marsella Francia

8. Parc Longchamp

Uno de los parques más bellos que visitar en Marsella presume de ocho hectáreas de espacios verdes. Dentro de él, el Palais Longchamp luce esplendoroso mientras alberga los museos de Bellas Artes e Historia Natural. El Parque de Longchamp está catalogado por el Ministerio de Cultura francés como uno de los Jardines Notables del país.

Parc Longchamp Marsella Francia

9. Vallon des Auffes

Hemos dejado para el final nuestro favorito. Para nosotros, el lugar más pintoresco que ver en Marsella. Algo alejado del centro y, por tanto, de las hordas de turistas, el Vallon des Auffes rezuma encanto por los cuatro costados. Intenta ir la mediodía para admirar las vistas y sentarte en la terraza de alguno de sus restaurantes tradicionales. Mientras, sueña con vivir en una de sus cabañas de colores con un pointu (barco típico) a la puerta, listo para salir a pescar.

Vallon des Auffes Marsella Francia

Restaurantes en Marsella

Dependiendo de tu presupuesto, encontrarás restaurantes en Marsella de todo tipo. Desde comida rápida a pizzerías, pasando por acogedores bistrós o establecimientos de lujo. A la hora de la comida, aprovecha para buscar el plate du jour (plato del día) o los menús fórmula, que no suelen irse de precio. Como buena ciudad portuaria, la oferta de pescados y mariscos frescos es magnífica. Y recuerda que te encuentras en Francia, uno de los países donde mejor se come. Así que pasa de fast food y, si puedes, ráscate un poco el bolsillo.

Les Pieds Sous La Table (63 rue Sainte)

Lo encontramos por casualidad al lado del apartamento donde nos alojamos. Y acertamos de pleno. Ofrece dos menús: entrante+principal o principal+postre por 22 euros. O entrante+principal+postre por 26 euros. Las especialidades se muestran en una pizarra que la camarera enseña a los clientes. Echa un vistazo a las sugerentes propuestas: steak tartar, ensalada de ahumados, tartar de salmón, atún a la parrilla. Voilà!

Steak tartar Les Pieds Sous La Table Marsella Francia
Atún Les Pieds Sous La Table Marsella Francia

Pizzeria Chez Jeannot (129 rue du Vallon des Auffes)

¿Una pizzería para comer en Marsella? Cuando fuimos a Vallon des Auffes todas las terrazas estaban repletas. Así que nos animamos con este italiano-francés. Pizzeria Chez Jeannot es un bonito local para probar mejillones a la provenzal o auténticas pizzas (nunca fallan). El precio es de unos 20 euros por cabeza.

Mejillones a la provenzal Pizzeria Chez Jeannot Marsella Francia
Pizzeria Chez Jeannot Marsella Francia

L’Espigoulier (204 quai du Port)

Lo encontramos paseando por el puerto. Anunciaba especialidades provenzales, y a por ellas que fuimos. Probamos una original fritura de pescados y aïoli marseillais, verduras y mariscos al vapor con huevo cocido y una salsa parecida a nuestro alioli.

L'Espigoulier Marsella Francia
Aïoli marseillais Marsella Francia

¿Cuál es el plato típico de Marsella?

La bouillabaisse o sopa bullabesa es la especialidad de la ciudad. Este guiso marinero se elabora con pescados de roca como salmonete, rape o congrio. Se sirve acompañada de picastostes frotados con ajo y salsa rouille (a base de aceite de oliva, pan, ajo y pimentón) que se puede echar en la propia sopa o untar sobre el pan. Suele llevar patatas cocidas. Aunque no es muy fotogénica, resulta deliciosa.

Bouillabaisse Marsella Francia

¿Dónde dormir en Marsella?

Aunque las primera noches nos alojamos en un apartamento cerca del Puerto Viejo, un pequeño incidente nos hizo quedarnos unas horas más en Marsella. Y es que perdimos el autobús con el que teníamos pensado regresar a Niza, el último de ese día… Así que buscamos hoteles cerca de la Estación de San Carlos y encontramos el Aparthotel Adagio Access Marseille Saint Charles. Un sitio muy correcto para descansar por menos de 60 euros.

Aparthotel Adagio Access Marseille Saint Charles Marsella Francia

¿Te ha gustado este paseo con sabor a mar? ¿Nos recomiendas otros lugares que ver en Marsella?

Ámsterdam, ciudad liberal y capital de los ‘coffee shops’

Canales de Amsterdam

Su arquitectura, canales, limpieza y estilo de vida la hacen tan diferente del resto del mundo que, automáticamente, deseas comprarte una bicicleta y echarte a la calle, a descubrir cada rincón. Pero, ¿qué ver en Ámsterdam en una escapada de 3 o 4 días? Acompáñanos en este paseo por una de las ciudades más liberales del planeta.

Qué ver en Ámsterdam

1. Mercado de Flores

Fundado en 1862, el de Bloemen es el mercado de flores más famoso que visitar en Ámsterdam. En él podrás comprar la flor más típica de los Países Bajos, el tulipán, en todos los colores que imagines. También, semillas de otras plantas y artículos de jardinería.

Mercado de las flores Amsterdam

2. Rijksmuseum

Además del impresionante edificio que lo alberga, el atractivo del Rijksmuseum se encuentra en las 22 pinturas de Rembrandt que cuelgan de sus paredes. La ronda de noche o El árbol de Jesé son dos de las joyas de este museo que ver en Ámsterdam. Pero, también, alberga obras de casi todos los grandes maestros neerlandeses de los siglos XV al XVII. Está abierto a diario de 9:00 a 17:00. El precio de la entrada es de 19 euros. Ah, la cafetería del Rijksmuseum es perfecta para un bocado rápido.

Rijksmuseum
Johannes Vermeer, The Milkmaid, c. 1660. © Rijksmuseum, Amsterdam

3. Van Gogh Museum

Uno de los museos más visitados del mundo es otro de los imprescindibles que ver en Ámsterdam. La visita con audioguía -para conocer los secretos mejor guardados de la vida del genial artista- es más que recomendable por 5 euros más. El acceso al Van Gogh Museum tiene un precio de 19 euros.

Van Gogh Museum
Vincent van Gogh, The Bedroom, c. 1888. © Van Gogh Museum, Amsterdam

4. Casa de Ana Frank

Aunque se trata de una de las visitas más duras que hacer en Ámsterdam, es necesaria para conocer la historia de Ana Frank. En 1942, esta adolescente judía tuvo que esconderse de los nazis junto a su familia durante la ocupación de los Países Bajos. Fue descubierta dos años después, muriendo en el campo de concentración de Bergen-Belsen en 1945.

A todos nos ha conmovido su libro. Pero ver en primera persona el lugar donde transcurre te pone un nudo en la garganta. La Casa de Ana Frank es una atracción muy visitada, por lo que te aconsejamos que reserves tus entradas con mucha antelacion, semanas o, incluso, meses. No olvides que está prohibido tomar fotos.

Casa de Ana Frank
Bookcase, entrance Secret Annex © Anne Frank House / Photographer: Cris Toala Olivares

5. Vondelpark

Con 47 hectáreas, es el parque más grande que visitar en Ámsterdam. Si el tiempo acompaña, puedes comer al aire libre o tomar algo en una de sus terrazas. Se extiende a lo largo de cerca de 470.000 metros cuadrados y recibe a más de 10 millones de personas al año.

Vondelpark Amsterdam

6. Plaza Dam

El centro neurálgico de la capital es, también, la plaza más importante que visitar en Ámsterdam. En la Plaza Dam se alza el Monumento Nacional, homenaje a los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial. Y, también, el Palacio Real.

7. Jordaan

Aunque antiguamente se trataba de un barrio obrero, actualmente, Jordaan es una de las zonas más caras de la ciudad. En ella encontrarás modernos restaurantes, boutiques de diseño y algunos de los canales más bonitos que ver en Ámsterdam.

Jordaan Amsterdam

8. Moco Museum

Este museo independiente que ver en Ámsterdam exhibe arte moderno y contemporáneo. Si este tipo de obras no va contigo, como es nuestro caso, al menos merece la pena para admirar algunas de las creaciones más icónicas del genial Banksy. El Moco Museum abre de domingo a jueves, de 10:00 a 19:00. Y viernes y sábado, de 10:00 a 21:00. El precio es de 19,50 euros.

Banksy Moco Museum

9. Barrio Rojo de Ámsterdam

Es, sin duda, una de las zonas más polémicas que ver en Ámsterdam. Y, probablemente, en Europa. En el Barrio Rojo, las mujeres exhiben sus cuerpos en escaparates. Se fija un precio y quien lo desea pasa a un pequeño habitáculo donde disfrutará de 15 o 20 minutos de placer, a pie de calle, con la única privacidad de unas cortinas… Aunque esto puede parecer una locura, has de saber que Ámsterdam es una de las trece ciudades holandesas donde existe la prostitución. Es legal desde 1911 y las trabajadoras del sexo alquilan el escaparate en el que trabajan, pagando impuestos como cualquier otra empleada holandesa. Recuerda que está prohibido hacer fotos.

10. Crucero por los canales de Ámsterdam

Su fama ha traspasado fronteras. Y un crucero por sus históricos canales es una de las mejores cosas que hacer en Ámsterdam. Existen diferentes companías y modalidades para todos los gustos: con degustación de queso y vino, con pizza y cerveza, con cena a la luz de las velas e, incluso, un crucero con barra libre de tortitas. Sí, has leído bien.

Canales de Amsterdam

11. Heineken Experience

A pesar de haber sido totalmente remodelada, esta antigua fábrica mantiene su encanto original. Durante la visita guiada a la Heineken Experience, podrás contemplar las enormes y antiguas calderas donde se elaboraba la cerveza. A lo largo de 90 minutos, también conocerás la historia de la marca. Y para rematar, dos Heineken bien frías en su animado bar.

Heinekene Experience Amsterdam

Coffee shops en Ámsterdam

Ser una de las ciudades más permisivas del mundo hace posible entrar en uno de los llamados coffee shop como quien va a la frutería y decide qué tipo de manzanas comprar… Pero, en este caso, el menú se basa en drogas legales en los Países Bajos. Existen más de 160 coffee shops en Ámsterdam, siendo turistas un 23% de su clientela. Más de millón y medio de visitantes por año han hecho que sea un negocio que reporta mucho dinero a las arcas públicas.

Puedes comprar diferentes mezclas o porros de marihuana pura ya preparados. Es posible fumarlos en el propio local, pero, paradojas de la vida, en ellos solo sirven refrescos, zumos o cafés. Está prohibida la venta de alcohol en los cofeee shops de Ámsterdam. También puedes encontrar tés, pipas de agua o magdalenas, galletas y pastelitos elaborados a base de cannabis.

I Weed Amsterdam

Comer en Ámsterdam

No podemos destacar nada en especial de la comida típica de Ámsterdam, salvo la cerveza, por supuesto. Aun así, hay restaurantes donde merece la pena hacer una parada.

Pesca

Como si de un mercado se tratara, Pesca ha apostado por mostrar su propio producto antes de ser cocinado. Al entrar a este restaurante de Ámsterdam, encontrarás un típico mostrador de pescadería. Allí se exponen ostras, almejas, cangrejos, salmones, rapes, calamares, gambas o lubinas. Tú decides qué quieres y la forma en que se cocine. Minutos después, llegará a tu mesa para degustar el mejor sabor del mar.

Ostras Pesca Restaurant Amsterdam
Ostras
Cangrejo Pesca Restaurant Amsterdam
Cangrejo de caparazón blando

Bistro Bij Ons

En pleno barrio de Jordaan, Prinsengracht 287, se encuentra uno de los bistrós más encantadores para comer en Ámsterdam. El Bistro Bij Ons está especializado en comida neerlandesa y, también, sirve desayunos. Abierto ininterrumpidamente de 11 de la mañana a 12 de la noche, su cocina cierra a las 22:00. ¿Una recomendación? Mejillones fritos con cebollas, vino blanco y curri amarillo. O, si prefieres carne, su jugoso filete holandés con patatas y ensalada, dicen, el más famoso de Ámsterdam.

Mejillones Bistro Bij Ons Amsterdam
Mejillones fritos
Filete holandes Bistro Bij Ons Amsterdam
Filete holandés

Frens Haringhandel

Visitar Ámsterdam y no probar el arenque ahumado sería todo un sacrilegio. El de Frens Haringhandel se sirve con cebolla picada y pepinillo en vinagre. Por 3 euros, es una de las mejores opciones para comer en Ámsterdam un bocado rápido. Al lado hay una pequeña zona con bancos donde te puedes sentar. También lo sirven en forma de sándwich, dentro de un bollo de perrito caliente.

Frens Haringhandel

Jacketz

Nunca las patatas al horno rellenas tuvieron tanto éxito como en este restaurante de Ámsterdam. Jacketz ofrece varios tipos: chile con carne, pulled pork en salsa de whisky, salmón, curri verde picante, estofado de carne o pescado, vegetales de temporada… Elige tu topping, una salsa, ¡y listo!

Jacketz

Cafe Orloff

Otro de esos restaurantes en Ámsterdam para un bocado rápido y sin muchas complicaciones. En su carta, aperitivos, sándwiches, pizzas o ensaladas.

Cafe Orloff

Febo

La cadena de establecimientos Febo ofrece comida rápida en distribuidores automáticos a precios muy económicos. Croquetas, hamburguesas y patatas fritas son su especialidad. Merece la pena hacer un alto en el camino para reponer fuerzas.

Febo Amsterdam

Foodhallen Amsterdam

Inaugurado en 2014 en una antigua estación de tranvía, Foodhallen es uno de los sitios de moda para comer en Ámsterdam. Con 22 puestos, es difícil que no encuentres algo que se adapte a tus gustos. Pollo frito, tacos, sushi, comida vegetariana, pizzas, pitas, hamburguesas, tapas y hasta un Jabugo Bar… O, como en nuestro, bocadillos vietnamitas.

Foodhallen Amsterdam

SkyLounge Amsterdam

La mejor panorámica que ver en Ámsterdam las encontrarás en la azotea del DoubleTree by Hilton. Su SkyLounge está abierto de 11 de la mañana a 10 de la noche. Y es el sitio perfecto para disfrutar de una copa de vino o un cóctel mientras fotografías el skyline.

SkyLounge Amsterdam

Comida de Surinam

Surinam es una antigua colonia holandesa situada en América del Sur. Aunque se independizó de Países Bajos en 1975, su legado sigue presente en diferentes aspectos, como el gastronómico. Roopram Roti es una cadena de establecimientos donde degustar lo mejor de la cocina surinamesa. Rijst doks, estofado de pato con curri y arroz, o bara kip, bocadillo de pollo al curri, son buena muestra de ello.

Roopram Roti Asmterdam
Estofado de pato con curri y arroz
Roopram Roti Asmterdam
Bara kip

Puestos de comida callejera

Como cualquier otra gran ciudad europea, es habitual encontrar puestos de comida callejera a las puertas de las principales atracciones que ver en Ámsterdam. Si tienes prisa entre museo y museo, un perrito caliente recién preparado puede ser una opción buena y barata.

Hot dog Amsterdam

Winkel 43, la mejor tarta de manzana de Ámsterdam

¿Pueden formarse largar colas para comer en Ámsterdam la que dicen es ‘mejor tarta de manzana’? Sí, se puede. Intenta que tu visita a Winkel 43 no coincida con el fin de semana y saborea cada bocado de esta delicia.

Tarta manzana Winkel 43 Amsterdam

Un par de consejos para tu viaje a Ámsterdam

Amsterdam city card

1. No dudes en adquirir la I amsterdam City Card. Con ella, puedes entrar en casi 40 museos y otras actracciones que ver en Ámsterdam. Ofrece ventajas como evitar la larguísima espera para acceder al Museo Van Gogh o descuentos en diferentes tiendas o cafés. ¡Ojo! La visita a la Casa de Anne Frank no está incluida.

2. Si vas a la Heineken Experience, compra la entrada Rock the City. Además de la visita guiada, incluye una paseo en barca por los canales de Ámsterdam y acceso a the A’DAM Lookout. El precio es de 35 euros.

Dónde dormir en Ámsterdam

Grand Hotel Amrâth Amsterdam

El Grand Hotel Amrâth Amsterdam está situado a un tiro de piedra de la Estación Central. Ofrece junior suites de ensueño con vistas al canal: cama de dos metros con dosel, minibar y wifi gratuitos, amenities de Lanvin, cafetera Nespresso… Además, puedes relajarte en su Wellness Center, con piscina climatizada, jacuzzi, baño turco… ¡¡Una maravilla!!

Grand Hotel Amrâth Amsterdam
© Grand Hotel Amrâth Amsterdam

*Este artículo ha sido actualizado en 2020 y todas las fotografías son de Pasean2, a excepción de las correctamente acreditadas.

Bolonia: 24 deliciosas horas en la capital de Emilia-Romaña

De camino al Gran Premio de San Marino de Moto GP pudimos aprovechar 24 horas en Bolonia. La bella ciudad del noroeste de Italia es capital de la región de Emilia-Romaña. De fácil manejo y cortas distancias, es un destino ideal para estudiantes con beca Erasmus, jóvenes con ganas de marcha o blogueros ligeros de equipaje, como nosotros. Descubre, a continuación, qué ver en Bolonia.

Qué ver y hacer en Bolonia

1. Piazza Maggiore de Bologna (Plaza Mayor de Bolonia)

Denominada “Piazza Grande” por los lugareños, conserva un aspecto casi idéntico al que tenía en el siglo XV. El centro neurálgico de la ciudad italiana alberga algunos de los edificios más importantes que ver en Bolonia: Basílica de San Petronio, Palacio del Rey Enzo, Palacio Comunal o Palacio del Podestà. Sentarse en la terraza de alguno de sus cafés es una verdadera delicia.

Plaza Mayor de Bolonia

2. Basílica de San Petronio

Dedicada al santo de igual nombre, la basílica de San Petronio es la iglesia más relevante que ver en Bolonia. Sus imponentes dimensiones (132 metros de largo, 60 de ancho y una cúpula de 45 metros) hacen de ella el quinto templo más grande del mundo. Aunque el inicio de su construcción se remonta a 1390, los trabajos se alargaron durante siglos.

Basílica de San Petronio Bolonia Italia

3. Torres de los Asinelli y Garisenda

A pesar de que en la antigüedad llegó a haber casi un centenar de torres, erigidas como símbolo de poder e instrumento defensivo, solo 21 siguen en pie en la actualidad. Las Torres de los Asinelli y Garisenda son dos de los símbolos que ver en Bolonia.

Torre Asinelli Bolonia Italia

4. Los pórticos de Bolonia 

Uno de los elementos arquitectónicos más característicos que ver en Bolonia, pues se extienden a lo largo de casi 40 kilómetros. Construidos para poder transitar tanto con sol como con lluvia, te acompañarán en la mayor parte de tus paseos.

5. Il Quadrilatero

Uno de los lugares más bonitos que ver en Bolonia, en el centro histórico junto a la Plaza Mayor, es un entramado de estrechas calles empedradas repleto de encanto. El «Cuadrilátero» es una bulliciosa zona con tradición artesanal, mercantil y comercial que se remonta a la Edad Media. Muchas de sus tiendas se han transmitido de generación en generación y venden la misma categoría de productos, conservando arquitectura y mobiliario históricos.

Quadrilatero Bolonia

6. Comprar productos típicos en Bolonia

Si, como a nosotros, te gusta comprar productos locales, te perderás entre escaparates que exponen mortadelas, quesos, pasta, vinos italianos, panes, embutidos u olorosos encurtidos. Si facturas maleta, aprovecha para meter en ella una de las delicatessen más típicas de la zona de Emilia-Romaña: el cotizado aceto balsámico di Modena IGP.

Aceto balsamico di Modena

7. Mercato delle Erbe

Si también eres fan de los mercados, como nosotros, has de saber que el delle Erbe es el mercado cubierto más grande del centro histórico. Poco frecuentado por turistas, te encontrarás como pez en el agua entre verduras, frutas, quesos, vino y fiambres. Además, cuenta con pequeños puestos donde degustar las mejores delicias italianas. El Mercato delle Erbe, reabierto en 1949, es otro de los lugares imprescindibles que visitar en Bolonia.

Mercato delle Erbe Bolonia

8. Otros monumentos que ver en Bolonia

La lista de monumentos que ver en Bolonia se puede hacer interminable. Otros edificios exuberantes son las antiguas sedes de Los Bancos o Los Notarios, Teatro Comunale, Pinacoteca Nacional o el Real Colegio de España. También, templos como la de Basílica de San Francisco (en la foto inferior), arcos, palazzos, villas, museos, colecciones, teatros… Y un sinfín de referencias que obligan al viajero a preparar con tiempo su ruta artística si no quiere acabar como Stendhal en la vecina Florencia.

Basílica de San Francisco Bolonia Italia

9. Qué hacer en Bolonia si te gustan las compras

No hace falta que lo digamos, pero las compras no suelen estar entre nuestros objetivos viajeros. A no ser que se nos rompan las botas, echemos en falta algo más de abrigo o nos ‘mole’ alguna gorra, camiseta o recuerdo similar. Sin embargo, pudimos comprobar que Bolonia es un paraíso para los adictos al consumo. Su artería central está plagada de tiendas especializadas en moda italiana, zapatos a medida, alta cosmética, cuero, joyas y otros complementos fáciles de encontrar y nada baratos a la hora de pagar.

Tienda curiosa en Bolonia

10. Saborear la gastronomía de Bolonia

En este apartado nos hemos sentido muy cómodos, ya que las 24 horas en Bolonia pueden arrancar en una de sus coquetas pastelerías a ritmo de cannolis y ristrettos (deliciosos). Continuar entre los puestos de carnes, pescados, frutas y verduras que se amontonan en los aledaños de la Piazza Maggiore (sorprendente). Recuperar fuerzas en osterias como dell’Orsa (imprescindible) y adentrarse en la Via Zamboni para beber en la calle o sentarse en alguna terraza. No os perdáis dos de los platos más típicos que comer en Bolonia: ragú a la boloñesa y tortellini in brodo. Este último os sorprenderá, ya que estamos acostumbrados a comer los tortellini con salsa y aquí se sirven en forma de sopa. Y, si eres goloso, aprovecha para hincarle el diente a algunos de los postres más típicos de Italia, como la panna cotta (zona del Piamonte) o los cannoli (Sicilia).

Ragu a la boloñesa
Ragú a la boloñesa
Tortellini in brodo
Tortellini in brodo
Cannoli
Panna cotta
Panna Cotta

Cómo llegar al centro de Bolonia desde el aeropuerto

Aterrizamos en el Aeropuerto Marconi, una de las bases más importantes para compañías low cost en el sur de Europa. Está ubicado a unos 10 kilómetros del centro, donde llegamos sin mayores problemas en el Aerobus de la línea TPER por unos 6 euros. Si sois tres o cuatro personas, quizá os convenga hacer el trayecto en taxi por menos de 20 euros. Y empezar a disfrutar de todo lo que hay que ver en Bolonia.

Miconos, la isla con más marcha de Grecia y paraíso del turismo gay

Playa de Miconos

¿Pensando en una escapada a una de las islas más visitadas del mundo? Si no sabes qué ver en Miconos, sigue leyendo.

Con menos de 10.000 habitantes, -de las más pequeñas entre las Cíclicas-, es también una de las más turísticas de Grecia. Su alocada vida nocturna, cita de turismo gay de alto nivel adquisitivo, la ha convertido en uno de los lugares de moda cada verano para miles de personas en busca de sol, playas -alguna nudista- y fiesta. También acoge a turistas despistadas como yo, que tuve la suerte de visitarla en mi periplo por este fascinante país hace años.

Qué ver en Miconos

1. Calle Matogianni

La calle Matogianni está considerada la más cara del Mar Egeo, y es el sitio que ver en Miconos si eres un amante de las compras. Arteria principal de la isla, en ella encontrarás ropa de grandes firmas, complementos y joyas, no aptas para todos los bolsillos.

Calle Matogianni

2. Barrio de Castro

Situado en la zona alta, fue en el barrio de Castro donde los venecianos construyeron un castillo del que apenas quedan restos. En su parte baja se encuentra la zona más pintoresca que ver en Miconos, la denominada Pequeña Venecia.

3. Pequeña Venecia

Su verdadero nombre es Alefkandra, pero fue bautizada así porque, al igual que en Venecia, sus casas están construidas sobre el agua. Las viviendas que se asoman al mar (muchas reconvertidas en tabernas y bares de copas) son construcciones del siglo XVIII, cuando surgió en la isla la clase burguesa gracias al auge del comercio marítimo. Repleta de encanto mires donde mires, es imposible no enamorarse de la Pequeña Venecia.

Pequeña Venecia

4. Iglesia de Paraportiani

Esta bella iglesia que ver en Miconos es una de las más antiguas de Grecia y, sin duda, la más importante y fotografiada de las más de 400 repartidas por la isla. Se encuentra en Castro y se terminó de construir en el siglo XVII.

Iglesia de Paraportiani Miconos

5. Los molinos de Miconos

Famosa por sus molinos -hace viento más de 200 días al año-, aún conserva siete de la veintena que hubo hasta principios del siglo pasado. Una de las estampas más típicas que ver en Miconos. Ideal para subir a tu perfil de Instagram.

Molinos de Miconos

6. Centro de Miconos

Ciudad pintoresca donde las haya, su zona centro destaca por la belleza y magia de sus callejuelas estrechas y laberínticas. En ellas es muy sencillo perderse. Blancas casas de puertas azules, balcones decorados con cientos de coloridas flores y pavimento de losas oscuras componen una de las escenas más típicas que ver en Miconos. La proximidad de las viviendas -en algunas es posible tocar la de al lado con tan solo estirar el brazo-, es para protegerlas del viento y del calor. Y en una época no muy lejana, también de los piratas.

Tienda de Miconos

7. Puerto de Miconos

En el puerto pequeño podrás fotografiar los barcos pesqueros de los lugareños, entremezclados con yates de lujo de famosos que cada verano se dan cita en la ‘isla de la fiesta’. Desde allí salen embarcaciones que pueden llevarte a Delos y otros diferentes puntos. En el puerto también se concentran algunos de los mejores restaurantes de la isla, con impresionantes vistas al mar.

8. Los pelícanos de Miconos

El pelícano Petros era la mascota de la localidad hasta su fallecimiento en 1985. Tras vivir más de 30 años en Miconos, su muerte supuso tal impacto que se declaró luto oficial. Algún tiempo más tarde, Jackie Kennedy Onassis regaló a la población su segundo pelícano, de nombre Irene. Y años después, el zoo de Hamburgo donó otro ejemplar al que bautizaron Petrus, en honor al primero. Convertidos en todo un símbolo que ver en Miconos, es fácil que encuentres estas aves durante tus paseos, dispuestas a posar como si de modelos se tratase. A mí me dan pánico, así que siempre que los veía, corría hacia el lado contrario…

© Karma Group

9. Kastro’s Restaurant

Seguro que lo has visto cientos de veces en Instagram. Su increíble localización, casi al borde del mar, lo convierten en uno de los más cotizados. Aunque antiguamente era un bar de cócteles, hoy es un restaurante con precios inflados donde sentarse a ver la vida pasar. Algo que hacer en Miconos, sin lugar a dudas.

Kastro's Restaurant

Cómo llegar a Miconos desde Atenas

El puerto -yo llegué en barco desde Atenas-, está bastante alejado. Hay que coger un autobús que hace diferentes paradas y cuesta un par de euros. Mi conductor no hablaba inglés y no me bajé en la correcta porque no sabía dónde quedaba mi alojamiento. Caminar por Miconos maleta en mano bajo un sol de justicia no es muy recomendable. A la vuelta cogí un taxi, que me costó unos 15 euros.

Dónde dormir en Miconos

Dormí en la Pensión Vouniotis (50 euros la habitación individual sin desayuno). El gran ‘pero’ es que se encuentra a 600 metros de la ciudad y para llegar no hay más remedio que caminar por carretera. Volver de noche fue toda una aventura, os lo aseguro.

Pension Vouniotis Miconos

Como no había servicio de desayuno, lo hice en una típica cafetería, antes de tomar el ferri a Naxos. Plato con queso, jamón y tomate, café, bollería y zumo de naranja natural, 9 euros. Olvídate de viajar a Miconos si eres de la ‘Cofradía del puño cerrado’…

Desayuno griego

¿Qué comer en Miconos?

Lejos de tostarme en una playa, copa en mano, para mí el verdadero placer en Miconos fue sentarme a cenar (eso sí, a las siete de la tarde) en una terraza contemplando el atardecer en el Mediterráneo y los barcos pesqueros. Tsaziki, pulpo a la brasa y musaca, regados con una jarra de Retsina, me hicieron sentir en el séptimo cielo. Pero hay muchas más delicias que comer en Grecia.

Pulpo a la parrilla Grecia

¿Te han gustado estos lugares que ver en Miconos? ¿Nos recomiendas otros para el futuro?

Santorini, la isla griega de los atardeceres más fotografiados

Caldera de Santorini

Santorini fue otra de las paradas de nuestro periplo por Grecia. Tras la tranquila y apacible Naxos, encontramos una isla mucho más turística y cara -aunque no tanto como Miconos-. Pero con una belleza y singularidad únicas. Su capital, Thira, se asoma a un precipicio conocido como la Caldera, por la que navegan decenas de cruceros esperando para desembarcar a miles de pasajeros. Descubre, a continuación, qué ver en Santorini.

Santorini

Qué ver en Santorini

Su paisaje lo constituyen las características y únicas casitas blancas. Resulta impresionante el contraste con la roca casi negra, iglesias ortodoxas de cúpula azul y lujosas joyerías delante de las que pasean los sufridos burros que comunican el puerto con la ciudad. Y que conviene contratar si no se quieren subir a pie los más de cien escalones que los unen (agotador).

Casas blancas Santorini
Santorini
Calles de Santorini

Playas de Santorini

Otro de los grandes alicientes que ver en Santorini son sus playas. Aunque no somos muy aficionados a ellas, puedes coger un autobús que en pocos minutos te deja en la de Perissa, tercer pueblo más grande de la isla. Con arena negra y una enorme roca que surge del agua llamada Vouno Mesa.

Perissa

Hay un pequeño barco que une Perissa con Kamari, otra playa de arena blanda negra con cinco kilómetros de largo. Y famosa por la posibilidad de realizar todo tipo de deportes acuáticos. El trayecto, de unos 20 minutos, es ideal para admirar la belleza de la erosión del Mar Egeo sobre la piedra.

Kamari

El famoso atardecer de Oia

Si hay algo que ver en Santorini es su atardecer, uno de los más famosos del mundo. Cada tarde, cientos de personas se reúnen en Oia, uno de los lugares más solicitados para contemplarlo. Acude con tiempo porque no dura más de 10 minutos y los mejores enclaves están muy, pero que muy solicitados.

Atardecer Oia Santorini

Restaurantes en Santorini, dónde comer

La gastronomía de Santorini, como la de toda Grecia, es puramente mediterránea. Y abundante en pescado y marisco fresco. Además de platos populares como musaca, souvlaki, dolmades o gyros. Precisamente, fue allí donde probé el mejor gyros de todo el viaje, en un pequeño local llamado Obelix (de pollo y en pan de pita).

Gyros Obelix Santorini

Comimos en una encantadora taberna llamada Stani, romántica e ideal. La descubrí en mi primer viaje a Grecia. Y desde ella se divisa el volcán y la magnífica puesta de sol de Santorini.

Los precios de uno de los restaurantes en Santorini más bonitos son bastante moderados. En su carta, especialidades griegas a cada cual más apetitosa, como mejillones o calamares rellenos.

Mejillones Santorini
Calamar relleno Santorini

Otro de los restaurantes en Santorini con unas vistas de infarto es Niki. Ubicados en Agiou Mina, es el sitio ideal para saborear tzatziki, ensalada griega y musaca. No olvides regarlo con uno de los vinos que se producen en la propia Santorini. ¡Sorprendentes!

Ensalada griega Restaurante Niki Santorini
Musaca Restaurante Niki Santorini
Vino de Santorini

Cómo llegar a Santorini

La primera vez, fui en ferri desde Naxos y, después, cogí un autobús para subir a la ciudad. Salen del mismo puerto a los pocos minutos de la llegada de los barcos.

Con Jota, volamos desde Naxos, en un vuelo directo con Ryanair.

Ferri Santorini

Dónde alojarse en Santorini

El Plastiras Rooms, situado a 600 metros del centro de Fira, ofrece habitaciones con balcón privado, además de piscina y wifi gratuito. Los precios rondan los 60 euros por noche sin desayuno (por 6 euros puedes tomar uno tan suculento como el de la foto de abajo en muchos restaurantes en Santorini).

Desayuno Santorini

Cuando regresé con Jota nos dimos el capricho de dormir en uno de los apartamentos con vistas al mar y La Caldera.

Apartamento acantilado Santorini

Excursiones desde Santorini

Una de las excursiones más recomendables en Santorini es la que incluye una visita al volcán, baño en los Hot Springs (una especie de barros calientes), Thirassia y Oia, para ver su famoso atardecer.

Nea Kameni Grecia

¿Has visitado alguna vez Grecia? ¿Te parece que Santorini es una isla repleta de belleza?

Los colores y sabores de Marrakech, la ciudad con más vida de Marruecos

Madraza de Ben Youssef Marrakech

Es, junto a Rabat, Fez y Mequinez, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. Con algo más de millón y medio de habitantes, y situada al pie del Atlas, su atractivo turístico la hace más que recomendable para una visita de dos o tres días. Al no ser demasiado extensa y concentrar los lugares más típicos, es ideal para recorrer a pie. Aquí te mostramos qué ver en Marrakech.

Marrakech

Qué ver en Marrakech

1. El Jardín Majorelle

Situado en la Rue Yves Saint Laurent, el Jardín Majorelle es una de las principales atracciones que ver en Marrakech. Fue diseñado por el pintor francés Jacques Majorelle y recuperado en los ochenta por el modisto Yves Saint-Laurent y su pareja, Pierre Bergé. Esconde centenares de especies botánicas, da cobijo a pájaros desconocidos en otras latitudes y alberga un museo de arte bereber repleto de abalorios, ropajes, cerámicas, textiles y bocetos hechos por su fundador.

El Jardín Majorelle Marrakech

2. Madraza de Ben Youssef

Fundada en el siglo XIV por el sultán Abou el Hassan, es uno de los lugares más fotografiados que ver en Marrakech. Sobre todo, sus ventanas -es típica la instantánea de ventana a ventana asomando la cabeza al patio principal-. Más de 800 estudiantes memorizaban el Corán en sus instalaciones antes de ser destruida por los saadíes. Su sala de rezos impresiona, así como las numerosas inscripciones que pueden leerse en sus azulejos y paredes, algunas de madera.

Madraza de Ben Youssef Marrakech

3. Mezquita Kutubia

El edificio más alto que ver en Marrakech fue construido en el siglo XII y se encuentra en el interior de la Medina. Es famosa por su minarete de base cuadrada y no puede visitarse. Al anochecer, con el ruido del cercano zoco y el intenso tráfico de la zona, resulta mágica.

Mezquita Kutubia

4. Plaza Jemma el Fna

Puede que sea la plaza con más vida de toda África. Encantadores de serpientes, cuentacuentos, tatuadoras de henna, músicos callejeros, vendedores… Al caer la noche, la Plaza Jemma el Fna es invadida por decenas de puestos donde saborear el sabor marroquí más auténtico. Un poco más abajo, te recomendamos uno de los mejores quioscos para cenar en este imprescindible que visitar en Marrakech. Mientras, tómate un zumo de naranja recién exprimido por 40 céntimos de euro.

Plaza Jemma el Fna
Zumos naranja Plaza Jemma el Fna

5. Zoco de Marrakech

El lugar perfecto que ver en Marrakech para los amantes de las compras. Y para los que no lo somos, un sitio donde curiosear y disfrutar de un laberinto de callejuelas donde los tenderos esperan hacer su particular agosto con los turistas más despistados. Ropa, especias, artesanía, cuero, productos típicos y comida para los más valientes (suele estar expuesta al público y es habitual que sea lugar de concentración de moscas y otros insectos). Los artesanos están agrupados por gremios: cesteros, peleteros, ferreteros... Imprescindible.

Zoco de Marrakech
Tienda especias Zoco de Marrakech

6. Museo de Marrakech

Fue restaurado y rehabilitado como museo por Omar Benjelloun, coleccionista y mecenas. Se trata de una casa típica marroquí donde se organizan exposiciones no permanentes de arte contemporáneo y se exponen objetos de cobre, armas, vestimentas y joyas bereberes. El precio de la entrada es de algo más de 5 euros.

Museo de Marrakech
Suelo Museo de Marrakech

7. Palacio Bahia

Es una de las obras arquitectónicas más importantes que visitar en Marrakech. Data de finales del siglo XIX y su construcción duró más de una década. Con más de 150 habitaciones -todas ellas vacías excepto sus espectaculares techos-, la parte más llamativa del Palacio Bahia es el harén de Abu Bou Ahmed, donde convivían sus 4 mujeres y 24 concubinas.

Palacio Bahia Marrakech

8. Le Bain Blue

Es el baño árabe que elegimos para este recomendable ritual. Tras una exfoliación con jabón negro al eucaliptus (en la que casi nos quedamos sin piel), un baño hidratante de pies a la sal marina con aceites esenciales de lavanda y menta y un pequeño chapuzón en el jacuzzi, llegó la mejor parte, un masaje relajante al aceite de Argán. El tratamiento en Le Bain Blue, que dura algo menos de dos horas, tiene un precio de 55 euros por persona. Y termina en una sala de reposo donde te obsequian con un vaso de té a la menta.

Le Bain Blue

¿Dónde comer en Marrakech?

El puesto 14 de la Plaza Jemma el Fna

No entraría en el calificativo ‘restaurantes en Marrakech’, pero es la primera de nuestras recomendaciones. Rodeados de lugareños, sin cubiertos ni servilletas, déjate querer por la mejor comida marroquí: una deliciosa ensalada de berenjenas, calamares, pescado a la romana y pimientos fritos. Todo ello, con un par de refrescos, por menos de 10 euros. Hay muchos más puestos en esta plaza, con camareros pesadísimos que casi te obligarán a sentarse a sus mesas. Nosotros, la primera noche, no tuvimos tanta suerte y la experiencia fue bastante mala… Una pena no haber leído antes las recomendaciones de la dueña de nuestro riad, que nos indicó expresamente el número 14.

Comida Puesto 14 Plaza Jemma el Fna
Comida callejera Marrakech

Le Salama

Hay muchos restaurantes en Marrakech y cuesta decidirse. Este nos lo había aconsejado Fran, de My Guía de Viajes. A pesar de que llegamos más tarde de las 3, nos atendieron sin ningún problema, algo lentos, pero seguros. Probamos un surtido de comida marroquí en forma de aperitivos -13 platillos de lo más variopintos- y un tajine de pollo con limones encurtidos y aceitunas. Merece la pena pasar algo de calor en su terraza para contemplar los tejados de la cercana medina. A partir de las cinco, comienza la happy hour de Le Salama, con dos por uno en cócteles y otras bebidas alcohólicas.

Le Salama Marrakech
Tajine de pollo con limones encurtidos y aceitunas Marruecos

Le Relais de Paris

Si te has cansado de la comida marroquí, lo mejor es que te acerques a uno de los restaurantes en Marrakech con más encanto, ubicado en el lujoso Hotel Les Jardins de La Koutoubi, al lado de la Plaza Jeema El Fna. Tómate un cóctel sentado frente a su espectacular piscina antes de hincarle el diente a un jugoso filete de ternera con la salsa secreta que ha hecho famoso a Le Relais de Paris. Te parecerá increíble que desde su terraza no se oiga ni un solo ruido. El plato de la foto, además de la ensalada servida en una coqueta tulipa, por 15 euros.

Entrecot Le Relais de Paris
Ensalada Le Relais de Paris

Vinos de Marruecos

No te olvides de beber vino para acompañar cualquier comida marroquí como si no hubiera mañana. Para Jota y para mí fue, sin duda, el descubrimiento del viaje. Guerrouane es una de las Denominaciones de Origen del país. El clima de las montañas del Medio Atlas, donde se encuentran estos viñedos -con una elevación desde 580 hasta 700 metros-, además de las lluvias moderadas y el abundante sol, convierten a este lugar en el perfecto productor de blancos, grises y tintos.

Vino gris de Marruecos
Vino blanco de Marruecos
Vino tinto de Marruecos

Dónde dormir en Marrakech

A nosotros nos enamoró el Riad Abracadabra, a cinco minutos a pie de la Plaza Jemaa el Fna, y propiedad de dos primos españoles. Alrededor de un precioso patio, se distribuyen 8 habitaciones donde se ha cuidado hasta el último detalle. Mullidas y amplias camas, ventanas con rejillas mozárabes, alfombras bereberes, agua y dulces caseros de bienvenida, cuartos de baño realizados en cemento pulido artesanal y con geles y jabones con perfume de jazmín.

Una terraza para olvidarse del mundanal ruido

La guinda del pastel lo pone una espectacular terraza con zona chill out. En él se sirve un delicioso y romántico desayuno con zumo de naranja recién exprimido, té a la menta, pan tostado, mermeladas artesanales, tomate natural con aceite de oliva, ensalada de fruta fresca, bollería casera, especialidades marroquíes… Y los espectaculares y suaves huevos Abracadabra. Los precios de las habitaciones varían desde 140 a 180 euros por noche, con desayuno incluido. Hay wifi gratuito en todo el recinto.

Habitacion Riad Abracadabra
Baño Riad Abracadabra
Desayuno Riad Abracadabra

¿Te ha gustado este paseo? ¿Nos recomiendas otros lugares que ver en Marrakech?

Boston, 35 motivos para enamorarse de la capital de Massachusetts

Fan Pier (One Marina Park Drive)

Boston, capital de Massachusetts, es una de las ciudades con más historia de los Estados Unidos. Ideal para peatones como nosotros, invita a recorrer sus cientos de rincones cámara en mano y ojos bien abiertos para no perder detalle. Hemos recopilado 35 motivos por los que ya se ha convertido en uno de nuestros destinos favoritos al que, a buen seguro, regresaremos en un futuro. Descubre qué ver y hacer en Boston.

Qué hacer en Boston

1. Acariciar mantarrayas en el acuario (Central Wharf)

Uno de los lugares que ver en Boston perfectos para ir con niños es el New England Aquarium. Recibe más de un millón de visitantes al año y ofrece la posibilidad de acariciar mantarrayas como las de la fotografía, además de otras actividades educativas. En su tanque central, con casi 800.000 litros de agua marina que dan cobijo a alrededor de 700 animales, destacan tortugas gigantes y tiburones. Y en la primera planta, un hábitat diseñado para albergar a cerca de 80 pingüinos de 3 especies diferentes. Hay distintas atracciones dependiendo del día de la semana, como espectáculos en vivo con focas y leones marinos o la hora de la comida de los ‘pájaros bobos’. El precio es de 32 dólares por adulto y 23 para niños entre 3 y 11 años. Los menores de 3 pueden acceder de manera gratuita.

Acariciando peces raya en el acuario de Boston

2. Avistamiento de ballenas (Boston Harbor Cruises)

Para disfrute de pequeños y mayores, una de las actividades más fascinantes que hacer en Boston es un crucero para contemplar ballenas piloto, jorobadas, aladas y de aleta. El trayecto dura alrededor de 2 horas y llega hasta el Stellwagen Bank National Marine Sanctuary, a 40 kilómetros de la ciudad, y una de las áreas marinas salvajes más importantes del mundo. Si no consigues ver ninguna ballena, la compañía te entregará un ticket para que regreses otro día. Y, si tienes suerte, podrás observar más de 30, como nos ocurrió a nosotros. Pensando en familias, existe un paquete especial para 4 miembros por 140 dólares. El precio por adulto es de 55 dólares. No olvides las gafas de sol, una gorra y protector solar.

Avistamiento de ballenas (Boston Harbor Cruises)

3. Degustar langosta de Maine en Barking Crab (88, Sleeper Street)

Al aire libre, con largas mesas de madera compartidas con otros comensales, y unas maravillosas vistas del puerto, se ubica Barking Crab, especializado en mariscos y pescados frescos. Degustar una langosta de Maine a la parrilla o unas patas de cangrejo de Alaska, junto a una Samuel Adams (cerveza local) bien fría, debería ser obligatorio que hacer en Boston para cualquier turista.

Fired grilled lobster Barking Crab Boston

4. Fotografiar Beacon Hill

Calles de adoquines, pequeñas y estilosas tiendas de comestibles o decoración y un buen puñado de vecinos dedicados a la política, hacen de este barrio uno de los más exclusivos que ver en Boston. Sus casas adosadas y farolas, algunas de las cuales todavía funcionan con gas, aportan un toque lleno de encanto. Es sede del Massachusetts State House, donde trabaja el gobernador del estado.

Beacon Hill Boston

5. Descansar en Boston Common

Con casi 400 años de antigüedad, es uno de los parques con mayor solera de los Estados Unidos y uno de los más bellos que ver en Boston. Alberga un centro de visitantes y desde él salen la mayoría de rutas y excursiones que recorren la ciudad. Perfecto para hacer un alto en el camino con un café para llevar de alguna de las numerosas cafeterías de la zona.

Boston Common

6. Divertirse con los Boston Duck Tours (salida desde diversos puntos)

Una de las actividades más divertidas que hacer en Boston es este tour que hace la mitad de su recorrido por tierra y la otra mitad, por agua. Como suele pasar en este tipo de ‘atracciones’, los conductores -en este caso, conducktores- hacen que la experiencia sea de lo más amena.

Boston Duck Tours

7. Visitar Cambridge

Uno de los barrios residenciales más fascinantes que ver en Boston. Repleto de vida, es famoso a nivel mundial por su universidad, Harvard, donde estudiaron mentes tan inquietas como las de Barack Obama, Al Gore o Mark Zuckerberg. Allí se ubica el MIT, fundada en 1861, designada como la universidad más selectiva de los Estados Unidos y la escuela de ingeniería más importante del mundo. Entre sus graduados hay 76 premios Nobel.

Edificio del MIT

8. Descubrir que Cheers, en realidad, nunca se rodó aquí (84, Beacon Street)

Estrenada en 1982, Cheers fue una de las series de nuestra infancia (si naciste en los setenta). Los exteriores del bar en el que transcurría la trama son los de este pub ubicado en Beacon Hill, pero la verdad es nunca se rodó una sola escena en su interior ni se parece en nada a aquel en el que Ted Danson ‘trabajaba’ de camarero. Sí han construido una réplica del que veíamos en televisión en Quincy Market, del que os hablamos un poco más abajo.

Bar Cheers Boston

9. Comprar galletas de la suerte en Chinatown (Beach Street)

Sin ningún tipo de interés arquitectónico y con mucho menos encanto que el de otras urbes como Nueva York, Londres o San Francisco, merece la pena un paseo para los que quieran degustar auténtica comida asiática en alguno de sus numerosos restaurantes.

Chinatown (Beach Street) Boston

10. Aprovechar la Go Boston Card

Una de las mejores formas para ahorrar es adquirir alguna de las tarjetas que incluyen entrada gratuita o importantes descuentos a las principales atracciones que ver en Boston, como la Go Boston Card. Sus precios oscilan desde 65 dólares, para un solo día, a 190 para una semana, y es más que recomendable. Las de mayor duración permiten el acceso a las más costosas, como el avistamiento de ballenas, o una considerable rebaja en los ferris a Martha’s Vineyard o Nantucket.

Go Boston Card

11. Inmortalizar el skyline en Fan Pier (One Marina Park Drive)

El lugar ideal para conseguir una fotografía del skyline de Boston es este muelle donde se han edificado algunos de los condos más exclusivos de la ciudad. Alejado del mundanal ruido, es un paseo de lo más relajante mientras se contempla sentado en un banco el ir y venir de las embarcaciones.

Fan Pier (One Marina Park Drive)

12. Patear el Fine Arts Museum (465, Huntington Avenue)

Uno de los museos más importantes de los Estados Unidos, con la segunda colección permanente más grande del país tras la del MET neoyorquino. Obras de Velázquez o El Greco se dan la mano con otras de Renoir, Van Gogh o Monet en un espacio colosal donde destacan 5.000 piezas de cerámica japonesa, el mayor conjunto que existe fuera del Imperio del Sol Naciente.

Boston Fine Arts Museum

13. Almorzar en algún food truck (por toda la ciudad)

El descubrimiento gastronómico del viaje fueron las camionetas de comida que encuentras a cada paso. La hora del almuerzo y las zonas de oficinas son perfectas para estos negocios que, poco a poco van instaurándose en nuestro país. Para saber dónde se instalan, nada mejor que seguir sus cuentas de Twitter.

Food trucks

14. Recorrer The Freedom Trail

El ‘sendero de la libertad’ es uno de los símbolos más representativos que ver en Boston y recorre, a lo largo de 4 kilómetros, 16 de los lugares más propios de la ciudad, como la Old State House o la casa de Paul Revere. Une el Boston Common con el USS Constitution, una de las primeras fragatas de la Armada de los Estados Unidos. Fue ideado en 1951 por un periodista local y hay tours animados para conocerlo al detalle.

The Freedom Trail

15. Admirar el Granary Burying Ground (Tremont Street)

El tercer cementerio más antiguo de la ciudad está situado en pleno downtown, a escasos metros del Boston Common. Con 2.345 tumbas, hay más de 5.000 personas enterradas en él, destacando Paul Revere, Samuel Adams o varias víctimas de la masacre de 1770.

Granary Burying Ground (Tremont Street)

16. Tomar una cerveza en The Institute of Contemporany Art (100, Northern Avenue)

En plena zona portuaria y dentro de un espectacular edificio de vidrio y acero, se encuentra este museo no apto para aquellos que, como a nosotros, les cuesta entender este tipo de arte moderno como el que muestra la fotografía de arriba. Al menos, merece la pena pagar la entrada para tomarse una cerveza en su terraza con vistas al mar.

The Institute of Contemporany Art Boston

17. Descubrir el Isabella Stewart Gardner Museum (289, The Fenway)

Nacida en Nueva York, aunque casada con un bostoniano, Isabella Stewart se convirtió en una de las coleccionistas más relevantes de su época después de heredar la fortuna paterna. Tras las adquisiciones realizadas durante 3 décadas en sus viajes por medio mundo, decidió construir un edificio donde exponerlas al público. La imponente colección, con más de 2.500 obras de arte americano, asiático y europeo, incluye cuadros de Matisse o Rembrandt. En 1990 sufrió el robo de algunas de sus pinturas más valiosas, que aún no han sido recuperadas, y a día de hoy todavía supone un quebradero de cabeza para el FBI.

Isabella Stewart Gardner Museum

18. Sorprenderse en el JFK Presidential Library and Museum (Columbia Point)

Diseñada por I.M. Pei e inaugurada en 1979, es una de las 13 Bibliotecas Presidenciales de los Estados Unidos. Como españoles renegados -con razón- de los que nos gobiernan o gobernaron, resulta sorprendente el respeto y devoción que los norteamericanos profesan a la figura de John Fitzgerald Kennedy, el masachusetano más ilustre, asesinado el 22 de noviembre de 1963. Los objetos expuestos cuentan la historia política de JFK desde la campaña electoral de 1960 hasta su llegada al Despacho Oval, que ocuparía menos de 3 años, e incluye la recreación de uno de los pasillos de la Casa Blanca. Su viuda, Jacqueline, también tiene un lugar destacado en esta atracción, una de las más populares que ver en Boston.

JFK Presidential Library and Museum

19. ¡Comer lobster roll sin parar!

Uno de los bocados más tradicionales de Nueva Inglaterra consiste en un bollo relleno de carne de langosta con sal, pimienta, mayonesa, zumo de limón y lechuga. No dejes de probarlo, ya que es realmente delicioso y no existe nada parecido en nuestro país.

Lobster Roll

20. Relajarse en L Street Tavern (South Boston)

Si eres tan cinéfilo como nosotros, merecerá la pena un paseo hasta esta taberna de South Boston donde se rodaron algunas escenas de Good Will Hunting, película que supuso el salto a la fama del bostoniano Matt Damon y su inseparable amigo, Ben Affleck.

L Street Tavern (South Boston)

21. Alucinar con el Mapario en The Mary Baker Eddy Library (200, Massachusetts Avenue)

Escritora y fundadora de la Ciencia cristiana, sistema de creencias que sirve para curar enfermedades, Mary Baker Eddy fue una mujer adelantada a su tiempo cuyas palabras, para muchos, cambiaron el curso de la humanidad. En 1908, cuando contaba con 87 años, creó el periódico The Christian Science Monitor, ganador de 7 premios Pulitzer. Abierta al público en 2002, la biblioteca homónima alberga en su interior el Hall of Ideas, un lugar que invita a la reflexión, y el impresionante Mapparium, al que se accede con visita guiada, donde está estrictamente prohibido hacer fotos, y que recrea en 3 dimensiones un mapa del mundo de más de 9 metros.

The Mary Baker Eddy Library

22. Ir de mercadillos (por toda la ciudad)

De frutas y verduras (en su mayoría, ecológicas), comida de orgánica, productos de granjas, ropa o antigüedades, son muchos los mercadillos que inundan las calles de Boston durante los meses de verano.

Mercadillo de comida orgánica

23. Apuntarse al Movie Tour (Boston Commom)

Cada vez son más las películas norteamericanas que, por motivos de presupuesto, se ruedan en Boston en vez de Nueva York, ya que resulta infinitamente más barato. Este divertido tour para amantes del cine hace un recorrido por los escenarios de algunos largometrajes tan famosos como Good Will Hunting, Mystic River, American Hustle o The Departed. De éste último, uno de nuestros favoritos, visitamos 10 localizaciones, incluida la última en la que aparece Martin Sheen. También puede verse la fachada del bufete donde trabajaba Ally McBeal, serie que realmente se rodaba en Los Angeles, o Boston Legal, además del bar que inspiró Cheers.

Movie Tour (Boston Commom)

24. Transportarse a Asia en Myers+Chang

Platos vietnamitas, tailandeses, taiwaneses y chinos en este ‘indie diner’ en el que Joanne Chang y su marido, Christopher Myers, cocinan mano a mano auténticas delicias que no superan los 20 dólares por ración. Si puedes, siéntate a la barra para disfrutar del espectáculo y refréscate con una soda casera de piña y jengibre o litchi y frambuesa. Si has estado en el neoyorquino Momofuku, encontrarás más de una similitud.

Myers+Chang

25. Reflexionar en The New England Holocaust Memorial (Carmen Park)

Diseñado por Stanley Saitowitz y erigido en 1995, es un monumento dedicado a los judíos masacrados durante el Holocausto. Seis torres acristaladas representan cada uno de los campos de exterminio en los que fueron asesinados un total de seis millones de personas. En el interior de las mismas pueden leerse notas de algunos supervivientes y, a través de varias rendijas, como si de chimeneas se tratara, surge vapor… Para reflexionar.

The New England Holocaust Memorial (Carmen Park)

26. Descubrir la historia de Old South Meeting House (310, Washington Street)

El 16 de diciembre de 1773 se tomó una decisión que marcaría un antes y un después en la historia de la nación: se decidió no aplicar tasas al té y nació el conocido como Boston Tea Party. Entre estas paredes, encuentro tras encuentro y voto a voto, fue naciendo la revolución de los Estados Unidos. Un lugar que ver en Boston con muchísimo encanto que te hará retroceder en el tiempo.

Old South Meeting House

27. Fotografiar la Old State House (206, Washington Street)

Construido en 1713 y sede del gobierno colonial británico, su exterior, de grandísima belleza, destaca entre los rascacielos que lo rodean. En su interior, tours interactivos y artilugios relacionados con los bostonianos del siglo XVIII y la Revolución Americana. Unos de los símbolos de la capital de Massachusetts.

Old State House

28. Hacer una breve visita a The Paul Revere House (19, North Square)

Construida en 1680, es el edificio más antiguo del downtown de Boston y conserva gran parte del encanto de la época. Su último dueño, Paul Revere, fue un orfebre y patriota cuya figura de mensajero fue clave durante la Guerra de Independencia y ha sido venerada desde entonces. Es muy pequeña y se ve en apenas 15 minutos.

The Paul Revere House

29. Picotear algo en Quincy Market

Abierto desde el 26 de agosto de 1826, está compuesto de más de cincuenta restaurantes y puestos de todas las nacionalidades imaginables, el clásico food hall donde comprar comida y buscar después un sitio donde hincarle el diente. Si afuera diluvia, como fue nuestro caso, es una tarea ardua, pero merece la pena intentarlo y probar clam chowder, la sopa de almejas típica de las ciudades costeras americanas, además del lobster roll que os mencionábamos antes. Quincy Market también está formado por varios pubs, una sucursal de Cheers y otra de Wagamama.

Quincy Market

30. Ver un partido de los Red Sox en Fenway Park

Si tu viaje coincide con la (amplia) temporada de béisbol, no dejes de asistir a un partido de los Red Sox, equipo local que causa verdadero furor, en Fenway Park. Déjate empapar por el ambiente previo y siéntete un bostoniano más animando a las estrellas más aplaudidas. Algunos encuentros pueden llegar a durar cuatro horas, así que no dudes en rascarte el bolsillo para disfrutar con unas cuentas cervezas (a 9 dólares el vaso) de uno de los espectáculos más americanos que existen.

Red Sox (Fenway Park)

31. Hincarle el diente a una hamburguesa de Shake Shack (diferentes localizaciones)

Desde que las probamos en Nueva York hace varios años, no hemos encontrado otras hamburguesas en Estados Unidos que nos hayan gustado más. Ternera Angus 100% natural (sin antibióticos ni hormonas), productos frescos y una salsa adictiva. Además, las patatas fritas no son congeladas, sino cortadas a mano diariamente.

Shake Shack Boston

32. Admirar las vistas desde el Skywalk Observatory (Prudential Center)

Las mejores vistas que ver en Boston pueden contemplarse en 360 grados desde este observatorio ubicado en Prudential Center, que hace las veces de edificio de oficinas y centro comercial. Si vas al atardecer, tendrás la suerte de contemplar Boston de día y de noche. Exhibe también fotografías que cuentan la historia de la capital del estado y de algunos de los equipos locales de baloncesto, béisbol o fútbol americano.

Skywalk Observatory (Prudential Center)

33. Curiosear en SoWa Market (460, Harrison Avenue)

Cada domingo, de 11 de la mañana a 4 de la tarde, el SoWa Market abre sus puertas para ofrecer desde ropa vintage a mermeladas caseras, pasando por quesos y verduras ecológicas. En otra zona de la misma avenida, se ha habilitado un área especial de food trucks con un improvisado comedor al aire libre. Pizzas, tacos, grilled cheese sandwiches y algunas opciones vegetarianas, entre las más demandadas.

SoWa Market

34. Descubrir, por casualidad, la Trinity Church (206, Clarendon Street)

Si hay una iglesia que ver en Boston que destaque entre todas, esa es la Trinity Church. Situada al pie de la John Hancock Tower, formando un espectacular contraste de estilos y épocas, fue construida a finales del siglo XIX y es la obra cumbre de Henry Hobson Richardson.

Boston Trinity Church

35. Degustar marisco fresco en Union Oyster House (41, Union Street)

Distinguido como el restaurante más antiguo de Estados Unidos, sirve comidas desde 1826. Está dividido en varias zonas: barra, oyster bar y restaurante en la planta superior, donde el presidente Kennedy tenía una mesa reservada para cuando quisiera disponer de ella. Aunque la especialidad, como su propio nombre indica, son las ostras -que no nos atraen especialmente- nos aventuramos con dos platos que nos dejaron bastante indiferentes, pero la historia del lugar bien merece una visita.

Union Oyster House

¿Te han gustado estos 35 tips? Seguro que tú conoces otros sitios que ver en Boston a los que merece la pena ir. ¿Los compartes con nosotros?

Takayama, remanso de paz y ternera de Hida en los Alpes japoneses

Sarubobo Takayama Japon

¿Qué ver en Takayama? Con menos de 100.000 habitantes y ubicada en plenos Alpes Japoneses, se convirtió en un remanso de paz después de visitar algunas de las urbes más pobladas de Japón, como Tokio u Osaka. Tras un agradable viaje en tren desde esta última, hicimos una parada técnica en Nagoya para cambiar un ultramoderno shinkansen por el encantador Limited Express Wide View Hida.

En él es posible girar los asientos hacia la ventanilla para poder contemplar los inolvidables paisajes que atraviesa durante su recorrido de 2 horas y media. Es entonce cuando llega a Takayama, ciudad que puede visitarse a pie y en 24 o 48 horas. Aquí te damos algunas ideas para aprovechar tu tiempo.

Qué hacer en Takayama

1. Comprar fruta en Miyagawa Morning Market

Es el lugar ideal que ver en Takayama para comenzar la jornada, ya que abre a diario de 6 a 12 de la mañana, de abril a octubre, y de 7 a 12 el resto del año. Verduras frescas, leche y otros productos de alimentación, artesanía local o recuerdos de la zona, a precios más que razonables. La mayoría de las tenderas, que suelen ser mujeres de granjeros, habla el dialecto de Hida, denominado ‘kakasa’.

Miyagawa Morning Market

2. Hacerse con un sarubobo

Estos muñecos rojos con forma humana son tradicionales de la ciudad. Antiguamente eran elaborados por las abuelas como juguete para sus nietos y amuleto para el buen matrimonio de sus hijas. Ya que -dicen- sirve como protección contra cosas negativas, un hogar feliz con tu pareja, así como parir sin ningún tipo de problema.

Sarubobo Takayama Japon

3. Curiosear en una carnicería

Son tan limpias y están tan ordenadas que desearás tener una cocina a mano para comprar unos buenos filetes y prepararlos para cenar. No debe de ser muy extraño que a los turistas nos llame la atención, ya que nos dejaron hacer fotos sin problema.

4. Visitar una fábrica de sake

Fácilmente reconocibles por las bolas hechas de ramas de cedro que lucen en sus puertas, se cuentan por docenas. Ten cuidado con los horarios, ya que Takayama es una ciudad casi muerta a las cinco de la tarde, cuando cierran la mayoría de negocios. En muchas de ellas es posible realizar una cata, previa reserva.

Fabrica sake Takayama

 5. Mostrar tus respetos en el Templo Hida Kokubun-Ji

El templo más antiguo que ver en Takayama y uno de los más céntricos. En su interior puede contemplarse un árbol de la longevidad con más de 1.000 años.

Templo Hida Kokubun-Ji Takayama
Árbol de la longevidad

6. Conocer una Casa Patrimonio

Algunas, como la de la familia Yoshijima, son originarias del siglo XIX y las más antiguas que ver en Takayama. Están abiertas a los visitantes por algo más de 500 yenes.

Yoshijima House Takayama

7. Pasear por el centro histórico

Tiendas, cafés, restaurantes… Y centenarias casas que han sido convertidas en museo y abiertas al público para dar una idea de cómo era la vida de sus habitantes hace siglos, hacen de esta parte que ver en Takayama un paseo agradable y muy, pero que muy tranquilo.

Centro historico Takayama

8. Ir de excursión a Shirakawa-go

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995, Shirakawa-go se encuentra situada entre Takayama y Kanazawa, a unos sesenta minutos en autobús de la primera. Sus características viviendas, de un estilo arquitectónico conocido como Gassho-zukuri, te transportarán a otra época.

Shirakawa-go Japon

 ¿Dónde y qué comer en Takayama?

Un buen puñado de restaurantes y pequeñas izakayas son las opciones para comer en Takayama. Ya os hemos advertido que tengáis cuidado con los horarios, ya que muchos están cerrados más tarde de las 9 de la noche. Nosotros, tras probar suerte en varios locales donde ya no nos atendieron, encontramos dos sitios magníficos. Ambos, con especialidad en ternera de Hida.

Syusai (6 Chome-9-8 Hanasatomachi)

En Syusai, probamos algunos platos con la misma carne y de lo más sorprendentes, como Hida beef grilled with miso on hoba leaf, ternera de Hida bañada en pasta de miso que se cocina lentamente sobre una hoja colocada encima de un pequeño calentador. O Hida beef ‘Ishi-yaki-Hitsu-Mabuchi’, ternera de Hida con arroz que se termina de cocinar en la propia mesa con sake caliente.

Ternera de Hida Syusai
El antes
Hida beef grilled with miso paste on hoba leaf
El después (Hida beef grilled with miso paste on hoba leaf)
Hida beef ‘Ishi-yaki-Hitsu-Mabuchi’
Hida beef ‘Ishi-yaki-Hitsu-Mabuchi’
Hida beef ‘Ishi-yaki-Hitsu-Mabuchi’ with sake
Se añade sake caliente…
Hida beef ‘Ishi-yaki-Hitsu-Mabuchi’
… y listo
Kushikatsu de shiitake, tomate y patata dulce
Kushikatsu de shiitake, tomate y patata dulce
Pincho de ternera de Hida
Pincho de ternera de Hida
Sake frío y sake caliente y encurtidos japoneses
Sake frío y sake caliente y encurtidos japoneses

Maruaki (6-8 Tenmanmachi)

Lo encontramos por casualidad dando un paseo vespertino y nos llamó la atención que también fuese una tienda de carne. Viendo el aspecto que tenía la mercancía, no lo pensamos dos veces y cenamos allí la más deliciosa y tierna ternera de Hida que uno pueda imaginar. Cada mesa en Maruaki dispone de su propia barbacoa, por lo que es perfecto para darle el punto que uno quiera sin tener que preocuparse de si la dejan demasiado cruda o muy hecha. Nos animamos a regarla con un tinto de los Alpes japoneses (nada recomendable).

Maruaki Takayama
Mesas con barbacoas individuales
Ternera de Hida Maruaki Takayama
Ternera de Hida y verduras
Barbacoa japonesa Maruaki Takayama
¡A la parrilla!
Tinto de los Alpes japoneses
Tinto de los Alpes japoneses

¿Dónde dormir en Takayama?

Nosotros reservamos dos noches en el Washington Hotel Plaza, justo enfrente de la estación de JR Takayama. La nuestra era una habitación doble superior, bastante más amplia que las estándar (merece la pena). Disponen de conexión wifi y es un sitio limpio y correcto, sin más. El precio en solo alojamiento es de unos 120 euros por noche.

Habitacion Washington Hotel Plaza Takayama
Camas del Washington Hotel Plaza
Baño Washington Hotel Plaza Takayama
Baño del Washington Hotel Plaza

Festival de Takayama

Aunque no coincidió con nuestra visita, parece que tanto el de primavera como el de otoño están clasificados entre los tres más bonitos de Japón. Carrozas centenarias pasean por las calles de la ciudad ante la mirada de los miles de turistas que se acercan desde todos los rincones del país.

¿Te ha gustado este sabroso paseo? ¿Has tomado buena nota de todo lo que hay que hacer en Takayama?

Un paseo por Essaouira, lugar único para hacer surf en Marruecos

Essaouira Marruecos

Essaouira (Esauira en castellano) fue, junto a Casablanca y Marrakech, una de las paradas de nuestro viaje a Marruecos. Con cerca de 70.000 habitantes y una impresionante medina, es conocida con los sobrenombres de ‘La perla del Atlántico’ o ‘La Bella Durmiente’. Refugio de Jimmy Hendrix en los años setenta y escenario de películas como ‘Otelo’, de Orson Welles, o Alejandro Magno, de Ridley Scott, fue también el lugar elegido por ‘Juego de Tronos’ para la grabación de algunos de los capítulos de su tercera temporada. Si todo esto ha despertado tu curiosidad, descubre qué ver en Essaouira.

Essaouira Marruecos

Durante tres días, recorrimos sus estrechas calles y plazuelas llenas de encanto, coincidiendo con la celebración del Festival Gnaoua, evento más importante de los que se acoge la ciudad. Aquí te damos unos cuantos motivos por los que no debes dejar de visitar Essaouira.

Qué ver en Essaouira

1. La medina de Essaouira

Catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 2001, Essaouira es el lugar ideal donde alejarse del mundanal ruido por el laberinto de callejuelas que la recorren. Comerciantes, lugareños y turistas se cruzan entre puestos de alfombras, ropas, artículos para practicar surf, herboristerías o pequeños cafés en los que disfrutar de un té a la menta. Un sitio mágico que ver en Essaouira en el que no es difícil perderse, como nos pasó a nosotros. Aunque tomes como referencia la Torre del Reloj, llegará un momento en el que olvidarás si entraste por la izquierda o la derecha.

Medina de Essaouira
Calles Medina Essaouira
Puestos Medina Essaouira

2. La Plaza Moulay-Hassan

Aunque está repleta de placitas, la de Moulay-Hassan tiene un encanto especial y es la más animada que ver en Essaouira. Cuenta con un gran número de terrazas en las que descansar para tomar un refresco o, incluso, un almuerzo ligero al sol. Los colores con los que está ‘decorada’, blanco y azul, le dan un toque muy ‘cool’.

Plaza Moulay-Hassan Essaouira
Cafe Essaouira

3. Las playas de Essaouira

Paraíso para los amantes del surf y los deportes naúticos, el fuerte viento que entra desde el Atlántico -y que ha hecho que sea apodada por algunos como ‘La ciudad del viento’- la ha convertido en un destino de lo más hippy. Por lo que no es extraño ver por sus calles jóvenes bronceados con su tabla bajo el brazo. Así como escuelas para aprender a practicar esta y otras actividades relacionadas con la vela y el mar. ¿Te imaginas a adolescentes marroquíes con rastas? Los hay.

Playas de Essaouira

4. El puerto de Essaouira

El centro neurálgico se encuentra en el puerto, un punto imprescindible que ver en Essaouira. A primera hora de la mañana, los barcos llegan con la mercancía recién pescada que será subastada por la tarde o vendida en pequeños e improvisados tenderetes a pie de calle. No dejes de abrir boca con un zumo de naranja natural recién exprimido por 60 céntimos de euro. O comer en alguno de los pequeños restaurantes colindantes donde puedes elegir las piezas que deseas que te preparen a la parrilla por un precio casi ridículo.

Puerto de Essaouira
Pescado fresco
Puestos zumo naranja
Puestos marisco Essaouira

5. Las tiendas de Essaouira

La economía de Essaouira gira en torno a la pesca y el comercio (artesanía, joyería y marquetería), además de la industria textil y maderera. Es el sitio ideal para adquirir una alfombra hecha a mano, deliciosas pashminas u olorosas especias que nos transportarán de nuevo al continente africano cada vez que las utilicemos para cocinar. Aprovecha, también, para comprar aceite de argán puro. Mucho más barato que en España.

Alfombras Essaouira
Viagra Essaouira

La gastronomía de Essaouira

Recibe diariamente los pescados más frescos. Por lo que es la especialidad en la mayoría de restaurantes de Essaouira, así como moluscos y mariscos a precios más que interesantes para los turistas españoles. Dos lugares con calidad y buenos precios son Seafood Corner y Zahra’s Grill.

Ensalada de tomate
Ensalada de tomate
Ensalada de boquerones
Ensalada de boquerones
Fritura variada
Fritura variada

¿Cómo ir de Marrakech a Essaouira?

A pesar de que hay autobuses, es bastante complicado encontrar billete a no ser que se compren con bastante antelación. A la misma puerta de la estación, hay decenas de taxistas que se ofrecerán a llevarte por un 20 euros/persona en un coche compartido con otros turistas. El viaje por carretera, de unas dos horas, merece la pena por las imágenes tan chocantes que regala. Como las cabras trepadoras de árboles en la zona de Argán. Además de alimentarse de las hojas, dada la escasez de hierba que hay en esta zona de Marruecos, escupen las semillas que servirán para elaborar el afamado aceite de Argán.

Cabras arboles Marruecos

A la vuelta regresamos en un cómodo autobús, aunque el trayecto se nos hizo bastante más pesado: unas cuatro horas por algo más de 10 euros por pasajero.

¿Dónde dormir en Essaouira?

Como buena villa turística, hay un puñado de hoteles en los que alojarse. Nosotros elegimos el Sofitel Essaouira Mogador Golf & Spa, un cinco estrellas Gran Lujo que nos enamoró (desde 175 euros la noche con desayuno). Pero hay opciones más económicas y típicos riads.

Sofitel Essaouira Mogador Golf & Spa

¿Has estado en esta ciudad de Marruecos? ¿Nos recomiendas otros lugares que ver en Essaouira?

Hamburgo, la urbe desconocida y genuina de Alemania

Puerto de Hamburgo

Nuestra tradición de recibir el año nuevo fuera de España nos llevó en esta última ocasión a Hamburgo. Una buena oferta para alojarnos en una de nuestras cadenas hoteleras favoritas, Sofitel, y un vistazo a algunas fotos de la ciudad fue suficiente para decidirnos por esta bella urbe alemana que vio nacer a Angela Dorothea Kasner, más conocida como Angela Merkel, en 1954. Aquí os dejamos algunos sitios que ver en Hamburgo, actividades y tips que no debéis perderos. Así como los precios aproximados (actualizados en 2020) para que calculéis el presupuesto viajero.

Qué ver en Hamburgo

1. Miniatur Wunderland. 12 euros

Miniatur Wunderland es una de las atracciones turísticas que ver en Hamburgo más visitadas del Alemania. Cita obligada para los amantes de las maquetas y los trenes. Ocho secciones de diferentes países recreadas en tres plantas, donde destacan la estación suiza Porta Alpina, un concierto de DJ Bobo (con música incluida) o el aeropuerto de la imaginaria villa de Knuffingen. A los peques de la casa les encantará.

Miniatur Wunderland

2. Almorzar una frankfurt. 3 euros

En todo el país es fácil encontrar puestos callejeros donde las preparan a la brasa, lo que las hace aún más sabrosas, servidas en un panecillo con ketchup y mostaza. Red or white?

Frankfurt
Salchichas

3. Navegar por el lago Binnenalster. 11 euros

Situado en el interior de la ciudad y con una superficie de 18 hectáreas, posee una espectacular fuente en el medio con un chorro de agua que puede alcanzar hasta los 60 metros de altura. En un recorrido de algo más de una hora, es posible contemplar los edificios más representativos que ver en Hamburgo y algunas mansiones con su propio embarcadero que,  a buen seguro, os pondrán los dientes largos.

Lago Binnenalster

4. Beber cerveza hamburguesa. 2 euros

La Astra se conoce como ‘la cerveza de los marineros’ y es una pilsner de lo más suave con una botella de diseño moderno y original.

Cerveza Alpha

5. Comer pescado fresco. Alrededor de 12 euros

Al tratarse de una ciudad portuaria, es fácil encontrar restaurantes especializados en pescado fresco y mariscos para comer en Hamburgo. A orillas del Elba hay infinidad de locales que ofrecen bacalao, besugo o salmón en su carta.

6. Echar un vistazo a la calle Herbertstraße. Gratuito

Ubicada en el barrio más canalla que ver en Hamburgo, Sankt Pauli, y con tan solo 60 metros de longitud. Es conocida como ‘la calle de las putas de Hamburgo’, ya que en ella se exhiben las prostitutas en escaparates, al estilo del Barrio Rojo de Ámsterdam. ¡Ojo! No se permite el paso a mujeres ni a menores de 18 años (esto último sí que lo entiendo).

Calle Herbertstraße Hamburgo

7. Admirar el ayuntamiento. Gratuito

El edificio más icónico que ver en Hamburgo es de una apabullante belleza. De estilo neorrenacentista, ocupa una superficie de 17.000 m² y tiene 647 habitaciones, seis más que el Palacio de Buckingham. No dejes de entrar al restaurante Parlament, situado en uno de los laterales del ayuntamiento, un impresionante local de 2.900 m².

Ayuntamiento de Hamburgo

8. Comprar una pistola. Desde 129 euros

La ley de posesión de armas que rige en Alemania hace posible adquirirlas como si de unos pantalones se tratara. Aunque hay que tener un permiso especial, no deja de ser chocante este tipo de escaparate.

Pistolas en Hamburgo

9. Cenar flammkuchen. Alrededor de 8 euros

Su nombre significa ‘cocinado en las llamas’ y data de principios del siglo XX, cuando se ponían pequeños trozos de masa para hacer pan dentro del horno y comprobar de esa manera la temperatura del mismo. Un buen día alguien decidió que, si se les añadía algún ingrediente, se conseguiría un bocado rápido y económico. La receta tradicional lleva nata líquida, cebolla y panceta.

Flammkuchen

10. Comprarse un auténtico traje de marinero. Desde 29.90 euros

En el puerto, abundan las tiendas donde comprar todo tipo de material, recuerdos y prendas de vestir relacionados con el mundo del mar, como estos divertidos trajes de marinero, gorras, chubasqueros, botas…

Trajes de marinero

11. Patinar sobre hielo. 4,50 euros

Si eres valiente y estás en forma, puedes pasar un rato de lo más divertido en alguna de las pistas de patinaje sobre hielo que se instalan durante el invierno. ¡Ideal si viajas con niños!

Pista de patinaje Hamburgo

12. Degustar una currywurst. 3 euros

El fast food por excelencia alemán. Se trata de una salchicha asada o cocida, cortada en trozos, cubierta de ketchup y curri en polvo, y acompañada por un panecillo. Se sirve en una bandeja de papel para comerla tranquilamente por la calle. El snack de supervivencia ideal para aquellos viajeros que no quieren parar para comer ni rascarse el bolsillo.

Currywurst

13. Conocer el puerto de Hamburgo y sus astilleros desde un barco. 12 euros

Fundado en 1189, es el mayor de Alemania y uno de los más grandes del mundo. Hay compañías que ofrecen cruceros de una hora y media de duración (algunos con comida o cena) y se adentran en la zona de las astilleros, donde se han construido varios de los barcos y yates más importantes del mundo, como el ‘Eclipse’ de  Blohm + Voss, propiedad de Román Abramóvich, con un valor de 340 millones de euros. Uno de los imprescindibles que ver en Hamburgo.

Puerto de Hamburgo

14. Tomar un chocolate caliente con ron. 4 euros

Luego dicen de los españoles, pero los alemanes beben… y mucho. Cualquier ocasión es buena para ingerir alcohol y, si hace frío, aún más. En Hamburgo conocimos el chocolate caliente con ron, que entra de maravilla cuando la temperatura exterior es gélida.

15. Cenar auténtica cocina bávara. 10 euros

Una encantadora pareja que conocimos en el mercadillo navideño nos recomendó el restaurante Franziskaner, cuya especialidad es la cocina bávara, con platos tan completos y contundentes como los que veis en las fotos. Aunque lo típico sería regarlos con una buena jarra de cerveza, nosotros preferimos una botella de riesling.

Plato tipico bavaro
Plato tipico de Bavaria

16. Pasear por el barrio más chulo que ver en Hamburgo: Sankt Pauli. Gratuito

El centro de la vida nocturna de la ciudad y donde se ubica la calle Herbertstraße, que os hemos enseñado antes. En uno de sus locales, el Star-Club, comenzó a despegar la carrera musical de The Beatles y tiene hasta su propio museo. En 2014, fue el centro de las enfrentamientos con la policía llevados a cabo en Hamburgo tras una manifestación en contra del desalojo de un centro cultural de izquierda.

Sankt Pauli Hamburgo
Hamburgo

17. Entrar en calor con un vino caliente. 3 euros

Si vuestra visita coincide con la época navideña y el chocolate caliente con ron no os ha servido para quitaros el frío, probad con esta bebida a base de vino tinto, ron y azúcar quemada que los germanos ingieren a pares. La verdad es que está deliciosa y poco dulce, pero hay que tener cuidado, ya que se trata de un preparado muy alcohólico. (Se paga un depósito de 2 euros por el vaso de barro, por si te lo quieres llevar de recuerdo, como nosotros).

Vino caliente Hamburgo
Vino caliente

18. Admirar el edifico de la Filarmónica del Elba. Gratuito

Inaugurado en enero de 2017, forma parte del skyline que ver en Hamburgo. Esta sala de conciertos de la zona portuaria de HafenCity se considera una de las más grandes y acústicamente avanzadas salas de conciertos del mundo.

19. Fischmarkt. Gratuito

Cada domingo por la mañana, junto a la dársena del puerto y de 7 a 9.30 en invierno, es posible comprar pescado, frutas, verduras, flores e, incluso, ropa en el mercado más popular que visitar en Hamburgo.

Fischmarkt-Hamburgo
© Guiadealemania.com

20. Sellar vuestro amor en Hamburgo. Gratuito

Al igual que en otras muchas capitales europeas, los candados están de moda, así que, si quieres dar una sorpresa a tu pareja, hazte con un candado y un rotulador permanente. Igual funciona…

Canal de Hamburgo

¿Os ha parecido interesante este paseo? Es una ciudad muy completa y hay mucho que ver en Hamburgo. Seguro que tú descubres un montón de cosas más cuando la conozcas. Estamos deseando leerlo.

Ruta para comer los mejores ‘pintxos’ en San Sebastián

Ganbara San Sebastian

San Sebastián es una de nuestra ciudades favoritas no solo de España, sino del mundo. Somos unos enamorados del País Vasco, lugar al que nos escapamos siempre que podemos. Algo que nunca puede faltar en nuestro viaje es una ruta de pinchos en San Sebastián. Son tantos y tan buenos que cuesta decidirse, pero aquí os dejamos una selección de nuestros 10 favoritos para ‘ir de potes’.

Los 10 mejores bares de pintxos de Donosti

1. Bar Goiz Argi (Fermín Calbetón, 4)

Comenzamos en la Parte Vieja con un clásico de los pinchos en San Sebastián. En Goiz Argi probamos su especialidad, las brochetas, en este caso, de gambas, que sirven con una vinagreta deliciosa.

Bar Goiz Argi San Sebastian

2. Bar Sport (Fermín Calbetón, 10)

Unos metros más adelante, en la misma calle de Fermín Calbetón se encuentra Sport, donde la estrella es el pintxo de foie a la plancha. Si no te va mucho esta delicatessen que se deshace en la boca, la crep de txangurro y el chipirón a la plancha también son deliciosos.

Foie Bar Sport San Sebastian

3. Borda Berri (Fermín Calbetón, 12)

En Borda Berri probamos el gran descubrimiento de esta ruta de pintxos en San Sebastián, callos de bacalao al pil pil. Por si no lo sabías, esta parte del pescado también se utiliza y el resultado es una auténtica maravilla.

Borda Berri San Sebastian

También nos gustó en el mismo local su propia versión del kebab, costilla especiada y confitada al horno.

Kebab en Borda Berri San Sebastian

4. Bar Ganbara (San Jeronimo, 21)

Una experiencia de más de 25 años hacen de Ganbara uno de los mejores restaurantes de la Parte Vieja de San Sebastián. En su tentadora barra, gildas, ensaladilla rusa, setas con foie, tartaletas de txangurro o boletus con huevo. Un clásico que nunca falla para ir de pinchos en Donosti.

Ganbara San Sebastian

5. Gandarias (31 de agosto, 23)

No nos movemos de la Parte Vieja sin pasarnos antes por Gandarias. Brocheta de chuleta, risotto, foie a la plancha, brocheta de vieira, solomillo… ¡Se nos hace la boca agua con estos pinchos en San Sebastián!

Gandarias San Sebastian

6. La Cuchara de San Telmo (31 Agosto, 28 / Trasera de Santa Corda)

Ya os habíamos contado en un anterior post nuestra visita a La Cuchara de San Telmo. Esta vez comimos estos dos pintxos: pulpo de roca con hojas de berza asada y oreja de cerdo.

La Cuchara de San Telmo
Oreja La Cuchara de San Telmo San Sebastian

7. El Tamboril, (Arrandegi, 2)

El ‘bar de los gemelos’ es un clásico que nunca falla. Los ‘champis’ preparados al momento son imprescindibles en cualquier ruta de pintxos en San Sebastián que se precie.

Champi El Tamboril San Sebastian

8. Bar Txepetxa (Arrandegi, 5)

Si eres fan de las anchoas, Bar Txepetxa es tu sitio para ir de pintxos en Donosti. Con crema de centollo, foie y compota de manzana, huevas de trucha, paté de oliva, arándanos, salmón… ¡Y hasta coco o papaya! Para que luego sigan que una simple anchoa no puede ser exótica. Un must en San Sebastián.

Anchoas Bar Txepetxa

9. Bar Néstor (Arrandegi Kalea, 11)

Este negocio familar presume de preparar la mejor tortilla de patatas de la ciudad, ¡y no le falta razón! Es tal su fama, que solo puede disfrutarse a las 13:00 y las 20:00. Néstor no acepta reservas telefónicas, únicamente en persona y una hora antes. Ten en cuenta que preparan dos tortillas al día y que de cada una salen 16 raciones. En su carta, además, gildas, ensalada de tomate, pimientos de Guernica y chuleta. Un menú de lo más vasco, vamos. Imprescindible en cualquier ruta de pinchos por San Sebastián.

Tortilla Bar Nestor San Sebastian

10. Juantxo Taberna (Embeltran, 6)

Aunque también encontrarás pintxos en su barra, la estrella de este pequeño local en la Parte Vieja de Donosti son los bocadillos. O mejor dicho, los bocatas. De lomo, queso y pimientos, tortilla de patatas, tortilla rellena, tortilla de bacalao, calamares, pechuga de pollo, filete de ternera, chistorra… Tan sencillos como sabrosos y preparados al momento. Juantxo es un clásico entre los donostiarras y la mejor manera de poner un delicioso punto y final a esta ruta de pinchos por San Sebastián.

Bocata Juantxo Taberna

¿Te ha entrado hambre con estos pintxos en San Sebastián? Seguro que tú conoces otros para chuparse los dedos. ¡Esperamos tus comentarios!

Qué hacer en Shirakawa-go, un paseo por la aldea histórica de Japón

Casas tipicas en Shirakawa-go

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995, la aldea histórica de Shirakawa-go fue, sin duda, el pueblo con más encanto de los que encontramos en el Lovers in Japan.

Shirakawa-go Japon

Situada entre Takayama y Kanazawa, en plenos Alpes japoneses, El pueblo del río blanco -como se le conoce- es uno de esos lugares idílicos que rezuman paz y tranquilidad. Tras conocer grandes urbes como Tokio u Osaka, nos parecía imposible que existiera un Japón donde la población no supera los 700 habitantes. O donde las casas están construidas de madera y paja, con sus propios campos para cultivar arroz.

Las viviendas típicas de Shirakawa-go

Estas viviendas tan características de Shirakawa-go, de un estilo arquitectónico conocido como Gassho-zukuri o construcción con las palmas de las manos juntas, están rematadas con puntiagudos techos. Su fin es soportar las fuertes precipitaciones de nieve, muy abundantes en esta zona y que, como pudimos ver en diferentes fotografías, forman un paisaje de auténtico cuento.

Casas tipicas en Shirakawa-go
Carpas Shirakawa-go Japon
Turistas japoneses Shirakawa-go
Cultivo en Shirakawa

En nuestro caso, la visita a Shirakawa-go fue en septiembre, con un calor de justicia. Lo que hacía complicado pensar que en invierno las temperaturas puedan llegar a alcanzar muchos grados bajo cero. Tuvimos que hacer un par de paradas para refrescarnos con unas Asahi o un delicioso helado de té verde en alguna de las izakayas donde también es posible comer pero, sobre todo, relajarse.

Asahi frias
Jota en Shirakawa-go

Dos de los detalles que hacen todavía más especial a este diminuto pueblo de la montaña son las regaderas que recorren sus calles -al igual que sucede en la localidad salmantina de Candelario-. Pobladas de enormes carpas, además de las pequeñas tiendas donde es posible comprar productos artesanales y todo tipo de souvenirs.

Regadera Shirakawa-go
Peces japoneses

Siguiendo con nuestro paseo, nos llamó la atención el puesto que una anciana tenía a la puerta de su casa para vender tomates de su propia huerta. En un recipiente lleno de agua fría flotaban decenas de ellos para escoger el que más que te apeteciera por 100 yenes.

Por si no lo sabéis, la fruta y la verdura son bastante caras en Japón, ya que al haber pocos terrenos, se cotizan mucho. De ahí que el precio de una pieza fuese de alrededor de 1 euro.

Tomates Shirakawa-go
Tomate japones

Ternera de Hida para almorzar

Una de las especialidades de la zona de Shirakawa-go es la sublime ternera de Hida. Encontramos un pequeño local donde la vendían en forma de bollito relleno (bun) y empanada en rodajas, así que aprovechamos para almorzar. La verdad es que es tan sabrosa que puede resultar adictiva.

Hida beef bun
Hida beef bun
Hida minced beef cutlet
Hida minced beef cutlet
Fried dough cake
Fried dough cake

Dos o tres horas son suficientes para conocer esta idílica villa japonesa a la que se accede por un puente colgante de piedra. Y en la que también es posible pernoctar en alguno de los típicos ryokanes. Habíamos leído que a las seis de la tarde las calles de Shirakawa-go estaban desiertas y era necesario caminar en compañía de una linterna debido a la escasa iluminación. Por lo que decidimos que el campamento base estuviera en Takayama, desde donde llegamos en autobús en unos sesenta minutos. El precio del billete de ida y vuelta es de unos 35 euros por persona.

Puente colgante de piedra Shirakawa-go

¿Te ha gustado este paseo por Shirakawa-go? ¿Conoces los Alpes japoneses?

Florencia, cuna de la arquitectura y el arte en Italia

Ponte Vecchio

Florencia está considerada una de las cunas mundiales del arte y la arquitectura. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982, y es una de las ciudades más bellas del Mediterráneo. Situada a escasa distancia de Roma en tren, tan solo una hora y media, es perfecta para conocer en un fin de semana o 72 horas, ya que puede recorrerse a pie con facilidad. Aquí te damos algunos tips sobre qué ver en Florencia y los precios de cada uno de ellos (actualizados en 2020) para que calcules tu presupuesto.

Qué visitar en Florencia

1. Ponte Vecchio. Gratuito

Su nombre significa Puente Viejo y es el puente construido totalmente en piedra más antiguo de Europa. Una orden expresa de Hitler hizo que no fuera destruido durante la Segunda Guerra Mundial y fue citado por Dante en su novela más famosa, La Divina Comedia. Otro lugar que ver en Florencia donde los enamorados han comenzado a dejar candados…

Ponte Vecchio

2. Puerta del Paraíso. Gratuita

Obra del escultor y orfebre italiano Lorenzo Ghibert, se tardaron 27 años en construir y otros 27 en restaurar la Puerta del Paraíso. Sus descomunales dimensiones son 5,20 metros de altura, 3,10 de ancho y 11 centímetros de grosor, con un peso total de 8 toneladas, y representa cinco escenas del Antiguo Testamento. El original se exhibe dentro de una vitrina en el Museo dell’Opera del Duomo para evitar que la humedad vuelva a dañarla. Por 10 euros puede comprarse una entrada conjunta que incluye, además de dicho museo, catedral, cúpula, baptisterio, campanile y cripta.

Puerta del Paraíso

3. Mercado Central. Gratuito

Construido por Giuseppe Mengoni en el siglo XIX, es el mercado más importante que ver en Florencia y uno de los más antiguos de Europa. Situado frente a la Piazza del Mercato Centrale, entre la Vias dell’Ariento, Sant’Antonino y Panicale, el Mercado Central es cita ineludible para cualquier amante de la gastronomía. El lugar perfecto para comprar tomates secos, pasta, quesos o vinos de la Toscana.

Mercado Central Florencia

4. Museo Casa de Dante. 8 euros

Más que un museo sobre el autor y su genial obra, el Museo Casa de Dante traza un recorrido por la historia de la ciudad tomando como referencia las andanzas del escritor. Totalmente prescindible.

Museo Casa de Dante

5. Un Bloody Mary con vistas. 8 euros

No te quedes con las ganas y siéntate en algunas de las terrazas con vistas al Duomo. Aunque los precios a menudo resultan excesivos, piensa cuántas veces en la vida tendrás oportunidad de hacerlo.

Duomo Florencia

6. Galleria degli Uffizi. 20 euros del 1 de marzo al 30 de octubre. 12 euros del 1 de noviembre al 28 de febrero.

Una de las atracciones turísticas más importantes que ver en Florencia. En el interior de la Galleria degli Uffizi se encuentran algunas de las obras más antiguas y famosas del mundo, como el Nacimiento de Venus, de Boticelli. En temporada alta y fines de semana, las esperas para acceder pueden llegar a ser de varias horas, por lo que te aconsejamos reservar las entradas a través de su web.

7. El David de Miguel Ángel. 12 euros

Con 5,17 metros de altura y casi 6 toneladas de peso, el David es una de las obras maestras del Renacimiento realizada por Miguel Ángel, uno de los artistas italianos más grandes de todos los tiempos. Para evitar más de una hora de espera, os aconsejamos comprar las entradas por Internet, lo que os dará acceso inmediato. Una vez allí también existe la posibilidad de contratar un fast ticket, por unos 25 euros, que os permitirá saltaros la cola.

El David de Miguel Angel Florencia

8. Vistas desde el Duomo de Santa Maria del Fiore. 8 euros

La catedral, consagrada a Santa María del Fiore, data del siglo XIV, y es famosa por su enorme cúpula, con 45 metros de diámetro y 100 de altura. Fue diseñada por Brunelleschi y desde sus terrazas panorámicas pueden contemplarse las vistas más espectaculares que ver en Florencia.

Vistas Duomo Florencia

9. Palazzo Vecchio. 10 euros

Sede del ayuntamiento y famoso por su alto campanario. Fue lugar elegido por Hannibal Lecter para deshacerse de una de sus víctimas en la -terriblemente mala- secuela de El silencio de los corderos.

Palazzo Vecchio Florencia

10. Beber vino de la Toscana. Desde 15 euros la botella

No hacerlo sería tan grave como no probar un buen tinto en La Rioja, ya que en la zona hay 29 Denominazioni di origine controllata (DOC) y 7 Denominazioni di origine controllata e garantita (DOCG). ¡Larga vida al vino de la Toscana!

Vino Toscana

11.  Ir de compras. Según el crédito de tu tarjeta

Los italianos son apasionados por la moda, por lo que las grandes firmas mundiales están presentes en la Via dei Tornabuoni y sus alrededores. La capital también es famosa por sus joyas trabajadas a mano, como las que se exponen en los escaparates de las joyerías del Ponte Vecchio.

Compras Florencia

¿Cómo ahorrar en Florencia?

La Firenze Card cuesta 85 euros (precio 2021) y permite la entrada durante 72 horas -con acceso preferente y sin esperar cola- a más de 50 museos y monumentos que ver en Florencia. Entre ellos se incluyen algunos de los que os hemos comentado anteriormente, como la Galleria degli Uffizi o la dell’Accademia. También es válida para todos los autobuses urbanos y tranvías. Puedes comprarla a través de este enlace y, con cada tarjeta, un menor de 18 años de cualquier país de la Unión Europea y perteneciente a la familia del adulto tiene acceso gratuito.

Firenze Card

¿Dónde comer en Florencia?

Los restaurantes y pequeñas trattorias se cuentan a decenas en la capital toscana, además de locales de pizza al taglio o paninis para un bocado rápido. Huye de los establecimientos más típicos y busca lugares apartados de la zona monumental, donde suele haber más encanto y mejores precios.

Coco Lezzone

A nosotros nos enamoró Coco Lezzone, 25-30 euros/persona, una taberna auténtica en pleno centro. Mesas corridas y manteles de cuadros en la que si tienes suerte puedes cenar al lado de alguno de los muchos famosos que han visitado el local y cuyas fotos decoran sus paredes.

Zuppe tipiche Fiorentini Coco Lezzone Florencia
Zuppe tipiche Fiorentini

Trattoria da Benvenuto

Está ubicada en el número 16 de la Via della Mosca, una tranquila calle a un par de minutos de la florentina Piazza della Signoria. La Trattoria da Benvenuto es un pequeño restaurante familiar especializado en comida toscana. En su carta ofrece un puñado de entrantes típicos de la zona, además de pescados, carnes a la parrilla y platos de pasta. Efectivamente no hay pizza.

Carpaccio Trattoria da Benvenuto Florencia
Carpaccio con virutas de parmesano

¿Qué comer en Florencia?

Pocos platos hay más florentinos que el famoso bistecca alla fiorentina, ideal para los comensales más carnívoros ya que se sirve casi crudo, hervido en su propia sangre. O la trippa alla fiorentina, callos con salsa de tomate que también pueden comerse en bocadillo. Otras comidas típicas son pappa al pomodoro (potaje elaborado con tomate y pan), crostini ai fegatini (tostadas con paté de hígado), ribollita (sopa con pan, verduras y legumbres) o carabaccia (sopa de cebolla). Y, cómo no, un buen plato de pasta fresca es siempre apuesta segura para comer en Florencia.

Bistecca alla fiorentina
Bistecca alla fiorentina
Trippa alla fiorentina
Trippa alla fiorentina
Gnocchi al pomodoro
Gnocchi al pomodoro

Pizza a la leña. Desde 6 euros

Para comer en Florencia hay pizzerías a cada paso. Pero asegúrate de entrar en una que las prepare en horno de leña para darles ese sabor que las hace tan especiales. Las de Malatesta, muy cerca de la estación de tren, son un must y puedes ver cómo las elaboran delante de ti.

Pizza al horno de leña
Pizza al horno de leña

Helados. Desde 5 euros

Los de Heladería Vivoli, la más antigua de la ciudad, son para muchos los mejores de toda Italia. Artesanos y con una gran variedad de sabores, son perfectos para continuar nuestro paseo en un caluroso día.

Helados Florencia
Helados artesanales

Dulces italianos. Desde 1 euro

A buen seguro, una visita a Florencia aumentará tus niveles de azúcar. Además de los indispensables tiramisús o panna cottas, no dejes de probar los bongos, parecidos a nuestros profiteroles. O una ración de castagnaccio, dulce de castaña, también conocido como migliaccio (morcilla) en algunas partes de Toscana.

Dulces Florencia
Dulces italianos

¿Dónde dormir en Florencia?

El alojamiento es bastante caro en toda Italia. Al igual que hicimos en Roma y otras grandes urbes, elegimos un apartamento para descansar. Se encontraba situado en el centro histórico, a escasos metros del Duomo. Y contaba con dormitorio, amplio baño y salón-cocina-comedor, además de un acogedor patio trasero. ¿El precio? 110 euros por noche.

Apartamento Florencia
Apartamento

Seguro que tú conoces otros rincones con encanto que ver en Florencia, restaurantes u hoteles que nos puedas recomendar. ¡No seas tímido!

Dotonbori, un paseo por la calle más turística del barrio de Namba, en Osaka

Restaurante especializado en takoyaki

Dotonbori es el nombre de la calle principal del barrio de Namba, en Osaka, una de las más transitadas de la ciudad y, sin duda, la que más vida desprende por el número de restaurantes, tiendas, pachinkos y karaokes que acoge. Además de la cantidad de turistas y visitantes que la frecuentan a cualquier hora del día y de la noche. Su historia se remonta a 1692, época en la que llegó a acoger hasta once teatros, inexistentes a fecha de hoy. Es el sitio ideal para acudir a disfrutar de la gastronomía japonesa y sus restaurantes temáticos: gyozas, makis, carne, pez globo, pescado, cangrejo…

Restaurante especializado en gyozas Dotonbori
Restaurante especializado en gyozas
Restaurante especializado en takoyaki
Restaurante especializado en takoyaki
Peces globo
Peces globo, muy… frescos

Uno de los símbolos indiscutibles de Dotonbori es la noria de la tienda Don Quijote, que se fotografía sin problema desde Ebisu-bashi. Se trata de una cadena especializada en descuentos donde puede encontrarse casi de todo, desde bolsos de segunda mano de marcas de lujo a tintes de pelo o estrambóticos disfraces para celebrar Halloween, así como alimentos y la mayoría de bebidas alcohólicas. Hay tiendas por todo Japón y merece una visita, al igual que otras especializadas en productos de belleza, droguería y farmacia, con auténticas rarezas.

Don Quijote Dotonbori
La famosa noria de la tienda Don Quijote

Nuestra primera noche en Osaka tuvimos la suerte de desvirtualizar a Flapy. Para quienes no le conozcáis, David Esteban es un madrileño que lleva ocho años afincado en Japón y escribe uno de los blogs más influyentes sobre la cultura nipona, sus gentes y curiosidades.

Cena a base de kushikatsu

Fue él quien eligió el sitio para cenar, un restaurante especializado en kushikatsu, unas deliciosas brochetas de vegetales, carne, pollo, queso o marisco empanadas, que resultan adictivas. Creo que probamos una de cada… Se sumergen en una especie de salsa agridulce, sólo una vez para no ‘contaminarla’ y añadiendo más sobre la brocheta, si se desea, con una hoja de col. Podéis ver el set completo más abajo.

Restaurante kushikatsu Osaka
Entrada al restaurante de kushikatsu
Pinchos de kushikatsu
Pinchos de kushikatsu
Kushikatsu de queso, tomate, berenjena y queso
Kushikatsu de queso, tomate, berenjena y queso

Barbacoa en Dotonbori

Es complicado decantarse por un restaurante en Dotonbori, ya que hay uno a cada paso y todos resultan igual de apetecibles. A nosotros nos sedujo al día siguiente uno con barbacoas individuales. ¿Por qué? Porque la preparabas tú mismo y el aspecto de la carne era de lo más seductor. Ofrecen varios menús, todos ellos con una tiernísima ternera, desde 7 a 21 euros por persona.

Barbacoa en Dotonbori
Entrada al restaurante-barbacoa
Carne barbacoa en Dotonbori
Carne ligeramente adobada
Barbacoa japonesa Dotonbori
¡Al fuego!
Barbacoa japonesa Osaka
El set completo

Los adictivos takoyaki

Otra de las comidas más típicas de Osaka es el takoyaki, unas bolas de harina de maíz rellenas de trozos de pulpo y cubiertas con salsa especial, mayonesa japonesa, jengibre y atún seco en escamas. Es muy fácil encontrar puestos callejeros donde lo preparan delante de los clientes con palillos, mucho arte y paciencia (como podéis ver en el vídeo). Nosotros lo probamos en Shin Osaka y es más que recomendable. Además, lo sirven en recipientes especiales para degustar en la calle, en el shinkansen o llevar a casa.

Puesto de takoyaki en Dotonbori
Puesto de takoyaki en Dotonbori
Takoyaki en Shin Osaka
Takoyaki en Shin Osaka

Pero, sin duda, cuando más encanto tiene Dotonbori es de noche. Si sois fans de los luminosos, como nosotros, os enamorará a primera vista y reconoceréis enseguida los famosos carteles de Glico y Asahi. No olvidéis haceros la típica foto con la pierna izquierda doblada.

Carteles Glico Osaka
Glico Osaka

Y como algo curioso, daros un paseo hasta el final de la calle, cruzando la avenida, para ver de primera mano los denominados ‘hoteles del amor’ y su oferta de habitaciones por horas.

Filadelfia, la ciudad de los museos y el ‘Philly cheesesteak’

Filadelfia

Philadelphia fue la tercera parada de nuestro viaje a la Costa Este de Estados Unidos. Con millón y medio de habitantes, es la quinta ciudad más grande del país y un gran centro cultural y artístico. Aunque solo estuvimos 48 horas, si organizas bien tu tiempo, puede dar mucho de sí. A pesar de tratarse de una gran urbe, los museos y atracciones más importantes se aúnan en el denominado Museum District o Parkway, que puede recorrerse a pie. A continuación, te mostramos 10 lugares que ver en Filadelfia.

Qué hacer en Filadelfia

1. Alucinar con la celda de Al Capone

En la inquietante Eastern State Penitentiary, una de las cárceles más famosas del mundo y en la que el mafioso vivió durante 8 meses con bastante lujo. Conocida como Park Avenue, estaba decorada con alfombras, escritorio, aparato de radio, sillón… Nada que ver con las ‘habitaciones’ del resto de presos con los que ni siquiera comía, ya que su propio chef cocinaba lo que al gánster le apeteciera cada día. Un lugar muy curioso que ver en Filadelfia.

Celda de Al Capone Filadelfia

2. Hacerse una foto a lo Rocky Balboa

E intentar subir corriendo las famosas escaleras de la película (y no morir en el intento). Ten en cuenta que son muchas y si no eres un auténtico runner puedes acabar con la lengua fuera, como le sucedió a Jota. Sé cuidadoso también con los vendedores de camisetas de la película, que aprovecharán para ofrecerse a fotografiarte con la estatua y pedirte después un par de dólares a cambio.

Rocky Balboa Filadelfia
Escaleras de Rocky Filadelfia

3. Visitar el Museo de Arte de Filadelfia

Ya que has subido la escaleras, no dejes de entrar al Philadelphia Museum of Art, uno de los más grandes de Estados Unidos, que abrió sus puertas en 1877. Esta pinacoteca que ver en Filadelfia alberga más de 227.000 piezas -algunas, hasta con 2.000 años de antigüedad- entre pinturas, esculturas, fotografías, textiles… Destacan la ‘Piedad’, del Greco, obras de Picasso y Degas, o los ‘Doce girasoles’ de Van Gogh.

Museo de Arte de Filadelfia

4. Admirar la Barnes Foundation

Y quedarte con la boca abierta ante una de las colecciones privadas más imponentes del mundo. Con 3.000 piezas que incluyen 181 Renoirs -más que ninguna otra del planeta-, 69 Cézannes y 60 Matisse, además de Picassos o Monets. Nacida en 1922 gracias a la fortuna del doctor Albert Barnes, está considerada como el conjunto impresionista más importante de Estados Unidos. La Barnes Foundation es, sin duda, el museo más impresionante que ver en Filadelfia.

Barnes Foundation (Filadelfia)

5. Comer un Philly cheesesteak

El bocado más famoso de la ciudad, una especie de sándwich relleno de tiras de carne de ternera y queso fundido. Además de otros ingredientes a elección del cliente, como lechuga, tomate o pimientos. Inventado hacia 1930, es realmente jugoso, calórico -y pringoso-.

Philly cheesesteak

6. Curiosear por Reading Terminal Market

Situado entre las calles 12 y Arch, Reading Terminal Market es el mercado más importante que ver en Filadelfia y en 2012 celebró sus 120 años de vida. Ofrece la oportunidad de comprar tanto productos frescos como platos para llevar o almorzar en su pequeño food hall, con puestos de comida italiana, china e incluso griega, además del famoso Philly cheesesteak.

Philly cheesesteak

7. Pasear entre las estatuas del Museo Rodin

Fue inaugurado en 1929 gracias a la colección de Jules Mastbaum, un filántropo local que comenzó a comprar las obras del autor francés con la intención de fundar una galería en su honor. Entre otras, pueden contemplarse una de las veinte versiones de El Pensador, Las Puertas del Infierno, Los Burgueses de Calais o una copia de El Beso. Sí, aunque no te lo creas, la obra más famosa de Rodin es algo que ver en Filadelfia.

Museo Rodin Filadelfia

8. Recorrer la ciudad en un bus turístico

Aunque somos partidarios de conocer nuestros destinos a pie, si tu tiempo es limitado, como fue nuestro caso, una de las mejores opciones es subirte a un autobús para no perder detalle. The Big Bus Company la recorre de cabo a rabo con guías en diferentes idiomas y posibilidad de bajar en la mayoría de lugares de interés que visitar en Filadelfia por 25 dólares el pase de un día.

9. Fotografiar la Liberty Bell

Uno de los grandes símbolos de la independencia y la abolición de la esclavitud en el país es algo que ver en Filadelfia sin falta. Su toque más famoso tuvo lugar el 8 de julio de 1776, cuando se convocó a los ciudadanos de Filadelfia para la lectura de la Declaración de la Independencia.

Liberty Bell Filadelfia

10. Pasear por el Center City Mural Mile

Hay más de 3.600 murales que ver en Filadelfia. Consecuencia del Proyecto de Arte Mural, que pretende rehabilitar a grafiteros ‘problemáticos’ y emplea a casi 40 que se dedicaban anteriormente a pintar las paredes sin pensar que un día podría convertirse en su modo de vida. Existe un tour de 90 minutos para contemplar los que componen el denominado Center City Mural Mile, ideal para los amantes del arte callejero.

Center City Mural Mile Filadelfia

Dónde dormir en Filadelfia

Si buscas hotel para alojarte en el centro de Filadelfia, te recomendamos The Windsor Suites, desde 90 euros por noche y con habitaciones de auténtico lujo. Cuenta con una piscina en la azotea, perfecta para un chapuzón en pleno verano.

Habitacion The Windsor Suites Filadelfia

¿Te ha gustado este paseo? ¿Nos recomiendas otros lugares que visitar en Filadelfia?

Un paseo por el Trastevere, el barrio con más encanto de Roma

Trastevere Roma

El Trastevere es, sin lugar a dudas, el barrio más encantador de Roma. Quien lo visita desea regresar para pasear por sus calles adoquinadas y disfrutar en alguna de las coquetas terrazas con manteles de cuadros que lo caracterizan. A mí me gustó tanto en mi primera visita que fue el lugar elegido para alojarnos durante nuestra estancia.

Trastevere Roma terraza

Recibe su nombre por el cercano río Tiber (‘tras el Tíber’ es su traducción). Es el lugar ideal para poder moverse con facilidad por la Ciudad Eterna y visitar sus principales monumentos y atracciones turísticas. Vaticano, Piazza di Espagna, Fontana di Trevi, Piazza Navona, Mercato Campo di Fiori… Ninguno está a más de 40 minutos caminando.

Trastevere Roma
Trastevere callejuela Roma

La Piazza di Santa María in Trastevere, en la que se ubica la antiquísima Basílica de Santa María, es el centro neurálgico del barrio y su enorme fuente es punto de encuentro o descanso. En la zona hay otras iglesias más modestas, tiendas de ropa y complementos, típicas trattorias, bares de copas… No le falta de nada, pero si algo le hace seductor por encima de los demás es que en él pueden contemplarse escenas cotidianas que parecen sacadas de un par de siglos atrás.

Piazza di Santa María in Trastevere Roma

Restaurantes en el Trastevere

La propuesta de restaurantes en el Trastevere es, probablemente, la más interesante de Roma. Y la que ofrece mayor abanico de precios. Desde 2 euros, puedes disfrutar del fast food por excelencia de Italia, pizza al taglio.

Pizza al taglio y paninis

Nosotros nos enamoramos de Da li Cochi a Trastevere, un local justo enfrente de nuestro apartamento. Riquísimos bocadillos (paninis) en pan recién horneado e ingredientes de lo más apetecibles: alcachofas, setas, berenjenas o bresaola (ternera curada). Un detalle curioso para los futboleros, todos los paninis llevan el nombre de alguno de los jugadores del A.S. Roma. Por cierto, al dueño no le hace gracia que le pregunten por la labor de Luis Enrique al frente del equipo…

Paninis Da li Cochi a Trastevere Roma
Da li Cochi a Trastevere Roma

Las mejores pizzas del Trastevere por menos de 10 euros

A tan sólo unos pasos de Da li Cochi, en el número 45 de Vicolo del Bologna, podéis encontrar la que para muchos es la mejor pizza de Roma. Esta opinión es tan dividida como sucede al proclamar las mejores hamburguesas de Nueva York. La verdad es que las del Dar Poeta son para el recuerdo y rondan los 10 euros. Dispone de una encantadora terraza que suele estar abarrotada.

Pizza Dar Poeta Roma

Restaurantes en el Trastevere con auténtica comida italiana

Nosotros probamos dos restaurantes en el Trastevere que nos habían recomendado. Y ambos nos encantaron. Nos quedamos con estas delicias: carpaccio de pulpo, servido con rúcula y limón. Delicado, suave y sabroso. En Popi Popi, número 45 de la Via delle Fratte di Trastevere, 45.

Carpaccio de pulpo Popi Popi Roma

Y trippa a la romana, en Alle Fratte di Trastevere, Via delle Fratte di Trastevere, 49.

Trippa a la romana Popi Popi Roma

De postre, un gelato

No dejéis de disfrutar del barrio helado en mano. Una de las heladerías con mejor relación calidad-precio es Fior di Luna, en Via della Lungaretta, 96. Sabores de plátano, melocotón, chocolate amargo con naranja, piñones, o, cómo no, Nutella.

Gelato Trastevere Roma

Aunque no los catamos, vimos varios locales cuya oferta consiste en el llamado ‘Aperitivo italiano’, un bufet libre a base de pasta, ensaladas, arroces, pollo o fruta, más un cóctel, Spritz o Mojito, por 10 euros/persona. Muy interesante y con mucho éxito entre los lugareños. Para los que no sepáis qué es un Spritz, consiste en cava o vino espumoso, Aperol y un golpe de soda. ¡Muy refrescante!

Calles del Trastevere

¿Os ha gustado este paseo por el Trastevere? ¿Os parece el barrio más chulo de Roma?

3 excursiones desde Madrid en coche o transporte público

La capital de España es mucho más que museos, palacios, restaurantes y tiendas. La comunidad presume de bellos pueblos llenos de historia, y parajes con encanto donde desconectar de ruido, polución y estrés diario. Te llevamos en coche a estas tres excursiones desde Madrid: Chinchón, Becerril de la Sierra y el Puerto de Cotos.

Becerril de la Sierra

A 50 kilómetros de Madrid, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Becerril es la primera de estas excursiones desde Madrid en coche. Rodeado por algunos de los picos más altos de la comunidad, por lo que goza de un clima característico y gran riqueza natural, es hábitat ideal para multitud de animales y especies vegetales. Si te gusta el senderismo, son varias las rutas propuestas y con no demasiada dificultad que se pueden realizar desde Becerril de la Sierra. El área recreativa Alto del Hilo, con pinos, reptiles y una amplia variedad de aves, o el mirador del Cerro del Hilo, al que se puede acceder caminando desde la presa del Embalse de Navacerrada, son dos de sus imprescindibles.

Embalse de Navacerrada by Wikipedia

¿Dónde comer en Becerril de la Sierra?

Aunque pueda parecer mentira, en Becerril de la Sierra es posible comer uno de los mejores arroces caldosos con bogavante de todo Madrid. En Las Terrazas de Becerril lo preparan desde hace más de 50 años y nunca defrauda. ¡Y servido en cazuela de barro!

Arroz con bogavante en Las Terrazas de Becerril Becerril de la Sierra Madrid

Chinchón

A 44 kilómetros de la capital, Chinchón es una de las mejores excursiones en coche desde Madrid. Su Plaza Mayor está catalogada como una de las más bellas del mundo y es el lugar más concurrido de la localidad, con multitud de restaurantes y bares, así como tiendas donde comprar algunas de las delicias de la zona: anís, aceite, ajos, espárragos trigueros o tomates. Declarada la 4ª Maravilla de la Comunidad de Madrid en 2008, ha sido utilizada como recinto taurino o corral de comedias, y fue visitada en 1502 por Juana la Loca y Felipe el Hermoso.

Plaza Mayor de Chinchón Madrid

¿Dónde comer en Chinchón?

Aunque la Plaza Mayor está llena de bares y restaurantes, muchos de ellos con espectaculares vistas al coso, si os apetece algo contundente y muy original, os recomendamos el Parador de Chinchón. Hay dos espacios: el restaurante y El Bodegón, un encantador espacio donde, entre octubre y abril, es posible degustar el Cocido Completo de Taba. Esta antigua receta de unos monjes agustinos del siglo XVII consiste en albondiguillas de pan con cocido de ‘antesdeayer’, torreznillo tradicional frito en sartén y variantes de Campo Real, aceitunas aliñadas y pepinillos; sopa de fideos y pan con hierbabuena; garbanzos pedrosillanos, col, cardillos, judías verdes, nabos, patatas, cangrejo de río, morcillo, jamón, chorizo, tocino ‘entreverado’, gallina, cuello de ganso y hueso de taba. Y, por si te quedas con hambre, bartolillos y pestiños, de postre. Todo ello regado con vinos del año de la Comunidad de Madrid y por tan solo 28 euros.

Cocido en el Parador de Chinchón Madrid

Puerto de Cotos

El Puerto de Cotos, última de estas tres excursiones desde Madrid, separa la provincia con Segovia, y se sitúa en la Sierra de Guadarrama, a 1.830 metros de altitud. Famoso porque en él se asentó un destacamento republicano durante la Guerra civil española, hoy es un destino muy popular entre los amantes del trekking y el esquí, dada su cercanía a la estación de Navacerrada.

Becerril de la Sierra

¿Dónde comer en Puerto de Cotos?

Aunque está muy cerca de Cercedilla, donde hay una gran variedad de bares y restaurantes, el único establecimiento en Puerto de Cotos es Venta Marcelino. En su cocina tradicional utilizan alimentos de la zona y es la parada perfecta para reponer fuerzas si te has adentrado en el cercano Parque de Guadarrama. Dispone de carta y varios menús. El de 35 euros, con judiones de La Granja, chuletón de ternera y postre, es más que recomendable si eres ‘de buen comer’.

Judiones de la Granja en Venta Marcelino Puerto de Cotos Madrid

¿Y a ti? ¿También te gusta realizar excursiones desde Madrid en coche para descubrir las joyas ocultas a pocos kilómetros de la gran ciudad?

Qué ver en Vietnam: recorrido de sur a norte en tres semanas

En este artículo resumiremos nuestro reciente viaje a Vietnam para que toméis nota si estáis pensando en este país como próximo destino o, simplemente, os pica la curiosidad. Vaya por delante que esta escapada de 21 días se puede hacer en modo mochilero, de lujo, con la familia, en pareja, solo, con amigos, en equipo, etcétera. Por lo que, desde el tipo de transporte elegido hasta la ubicación del alojamiento, pasando por la propia selección gastronómica, pueden condicionar no solo el presupuesto, también la forma de disfrutar cada jornada de este viaje a Vietnam.


Viaje a Vietnam de 21 días

Día 1. Madrid – Dubái

Esta es una buena opción si buscáis un hotel dentro de la propia terminal. Os habréis pegado una paliza de casi ocho horas de vuelo y os quedarán otras tantas hasta vuestro destino en territorio vietnamita. El aeropuerto de Dubái es uno de los más modernos del mundo. Si preferís esperar sentados, podéis hacerlo sin problema. Hay suficientes enchufes para el móvil, fuentes de agua, algún sofá y servicios más o menos limpios. Nosotros nos quedamos en el Dubai Airport Hotel con traslado desde la pista y chapuzón en la piscina.

Calles y gentes de Saigón

Días 2, 3, 4 y 5. Dubái – Ho Chi Minh

Nos referiremos siempre a esta ciudad como Saigón, nombre más romántico que el actual en honor al poeta, político, militar y líder espiritual.

Dos recomendaciones nada más empezar este viaje a Vietnam: buscad una señal wifi y descargaros Grab, app que os permitirá pedir un conductor en las grandes urbes con total garantía y fiabilidad. La segunda es que activéis con antelación vuestra tarjeta WeSwap y así obtendréis, en determinados cajeros, fajos de dongs, la divisa nacional. A continuación, nuestras principales sugerencias:

Alojamiento en Ho Chi Minh

En esta primera parada la oferta de establecimientos es muy grande. Vietnam, en general, y Saigón, en particular, emergen con fuerza en el sector turístico. Podréis optar a hoteles de cinco estrellas, otros más básicos, pero bien situados, o concurridos albergues. También, como hicimos osotros, reservando el apartamento TeeUp Home. Se ubica en un condominio perfectamente equipado con personal de seguridad y piscina exterior, en una manzana repleta de locales para irse familiarizando con la gastronomía del lugar.

Catedral de Ho Chi Minh

Turismo en Ho Chi Minh

La antigua capital colonial de Vietnam se divide en una veintena de distritos donde se concentra una población que supera los 10 millones de habitantes. Por ejemplo, el nº 1 es el que más vida nocturna ofrece al turista. El 3 combina un sinfín de puestos a pie de calle con varias pagodas. El 4, con escondidos restaurantes y ambiente genuino junto al río. El 5 o barrio chino. El nº 7, más moderno, o la zona de moda entre los expatriados, Phu Nhuan.

Mercado de Ho Chi Minh

Gastronomía de Ho Chi Minh

La proliferación de mercados en la ciudad de Ho Chi Minh nos permitió una toma de contacto más directa con los productos de la región. En este sentido, sugerimos perderse sin mirar el reloj en el más antiguo de estos recintos, conocido como Binh Tay,  también en Ba Hoa (en Tan Binh) o en Ben Thanh (distrito nº 1). En este último os sugerimos comer en el diminuto Nam Giao. Añadimos dos ideas más, los contundentes crepes de Banh Xeo 46A o los bocatas vietnamitas del nocturno Banh mi 362.

Oficina Central de Correos de Ho Chi Minh

Museos de Ho Chi Minh y más

El primer paseo desembocó en una visita al Museo de la Guerra de Vietnam para comprender las causas y consecuencias de un conflicto reciente en nuestra memoria. Del mismo modo, sin datos en el móvil, pero activando la brújula de Google Maps, llegamos a la Oficina Central de Correos. Fue diseñada por Gustave Eiffel a finales del siglo XIX como ejemplo de la influencia francesa en parte de la arquitectura local.  Sugerimos otras dos visitas imprescindibles, la sede del Ayuntamiento y el Palacio de la Reunificación.


Puente del Dragón de Da Nang

Días 6, 7 y 8 del viaje a Vietnam. Saigón – Da Nang – Hoi An

Pese a existir una red de autobuses más o menos decente y líneas ferroviarias, decidimos volar hasta el aeropuerto de Da Nang para llegar luego por carretera a la bella Hoi An. De la primera urbe sobresale el impresionante Puente del Dragón y la cercana hilera de puestos de comida, perfectos para cenar ya que el calor del día solo invita a desplazarse, si hay tiempo y ganas de patear, hasta las míticas playas de Non Nuoc y My Khee Beach.

Respecto a qué ver y hacer en Hoi An os resumimos:

Alojamiento en Hoi An

Llega el momento de felicitar a Marta, la editora de Pasean2.com, quien os saluda en la imagen inferior. Por organizar cada una de las jornadas de este viaje a Vietnam durante meses y elegir establecimientos como el TNT Villa de Hoi An. Este hotel es perfecto para desconectar del caos urbano, amanecer con buenos desayunos y atardecer bajo el agua o sobre en la tumbona con una cerveza Tiger, en botella y casi helada a ser posible. Queremos ratificar la profesionalidad del equipo que nos atendió y el servicio que ofrecen de conductor desde y hasta el aeropuerto.

TNT Villa de Hoi An

Turismo en Hoi An

Posiblemente, Hoi An es la localidad más amable para pasear de todas las de esta viaje a Vietnam. Por algo la Unesco no dudó en declararla Patrimonio de la Humanidad con el fin de proteger los tesoros arquitectónicos que esconde en cada esquina. Destacan tres casas milenarias (Phung Hung, Quan Thang y Tan Ky), el Puente Japonés y la Sala de Asambleas. Imprescindible acercarse al atardecer hasta el mercado nocturno para curiosear entre una infinidad de puestos.

Calles de Hoi An

Gastronomía de Hoi An

Influidos por el agotador calor de Vietnam, apenas tuvimos fuerzas para buscar lugares emblemáticos. Por este motivo, priorizamos locales con grandes ventiladores antes que pararnos a analizar extensos menús bajo un sol de justicia. Eso sí, por la noche y como hemos dicho antes, el mercado nocturno de Hoi Ann es ideal para cenar entre el bullicio. Nosotros repetimos en Red Guecko, restaurante familiar con platos típicos como sopa cao lầu o white rose, pequeñas flores de harina de arroz rellenas de gambas. Nos os perdáis tampoco el caótico mercado matutino de carnes y pescados, no apto para todos los estómagos.

Puente de Hoi An

Días 9, 10, 11 y 12. Da Nang – Hanói – Bahía de Halong

Salimos de Hoi An hacia el aeropuerto de Danang para hacer noche en Hanói (más adelante, os daremos más detalles), madrugar y desplazarnos en furgoneta hasta el embarcadero principal de la Bahía de Halong. Allí nos esperaba la tripulación de Era Cruises, compañía de cruceros que opera en esta laberíntica extensión de islotes localizada en el golfo de Tonkín, muy cerca de la frontera con China, y catalogada como una de las Siete Maravillas planetarias.

Camarote

A lo largo de tres días y dos noches disfrutamos de todas las comodidades que os podáis imaginar, empezando por diferentes embarcaciones puestas a nuestra disposición (una más pequeña para trayectos rápidos, la mediana en navegación poco profunda y la grande o buque principal). Durante la estancia estuvimos alojados en un camarote superior, con terraza propia, bañera con vistas y cama monumental, estancia formidable en uno de los recorridos más bellos que hemos conocido.

Era Cruises Halong

Qué excursiones se hacen en la Bahía de Halong

Entre las actividades programadas cada día, destacamos una excursión en barca de madera que nos adentró en cinematográficas cuevas. Así como una segunda a Cat Ba, isla más grande de las más de 300 que componen este archipiélago de Vietnam. Aunque es difícil encontrarlos, aquí sobrevive la última comunidad de monos con cabeza blanca o langures. También pudimos practicar kayak por primera vez en nuestra vida y con total seguridad gracias a los atentos marineros que nos acompañaban.

Bahia de Halong

Cómo es la cocina de un crucero por la Bahía de Halong

Desayunos infinitos, comidas temáticas y cenas de autor con una amplia variedad de postres, vinos o licores (no incluidos en el precio) y todo sin salir de este maravilloso crucero. Otros detalles interesantes son las clases de cocina vietnamita que recibimos en la cubierta del barco y la posibilidad de elegir menús veganos o vegetarianos.


Días 13, 14, 15 y 16 del viaje a Vietnam. Hanói – Valle de Sapa

Seguimos nuestro viaje a Vietnam y cambiamos costa por montañas para adentrarnos en la provincia de Lao Cai, en el corazón del Valle de Sapa. Esta región norteña está alejada de los principales recorridos turísticos y se puede llegar en tren, bus o transporte privado, como hicimos nosotros. La zona es ideal para hacer senderismo y facilmente reconocible por las terrazas de arroz que abundan en este escarpado terreno.

Hotel en el valle de Sapa

Otro verdadero acierto fue la elección de una habitación con amplio balcón en el Boutique Sapa Hotel & Spa. No solo por las magníficas instalaciones del sitio, también por la amabilidad de su joven personal para hacernos sentir en las nubes. Desayuno reconfortante, tratamientos de salud, cóctel de bienvenida, billar inglés, vistas panorámicas, hora del té, piscina casi infinita, tours personalizados, comidas y cenas gourmet

Recorrer Sapa

Sapa está experimentando una importante transformación. Ha pasado de ser centro neurálgico de remotas rutas a convertirse en polo de atracción turística. Y de ello dan fe la próxima apertura de importantes hoteles, entre ellos, un Sofitel de cinco estrellas. Hasta que llegue ese momento todavía encontraréis la esencia de estos parajes únicos donde aún sobrevive un puñado de minorías étnicas. Por último, proponeros dos fáciles paseos, uno desde el ayuntamiento hasta el mercado nuevo y otro de bajada a la aldea de Cat Cat.

Valle de Sapa

Turismo en Sapa y alrededores

Aunque son muchas las alternativas, nosotros optamos por una más cómoda, pero no exenta de sorpresas. De buena mañana cogimos el pequeño tranvía que veis más abajo en el centro del pueblo. Este nos llevaría en pocos minutos hasta el teleférico de tres cables sin escalas más largo del mundo, con una visión en altura tan brutal como mareante. Y así, setenta escalones de piedra más y un último funicular para alcanzar los 3.142 metros de altitud en Fansipan, el techo de Indochina y la sensación de haber tocado el cielo.


Días 17, 18 y 19.- Hanói

Llegamos al último tramo de este maravilloso viaje a Vietnam con etapa final en Hanói, capital del país y ciudad del dragón, según cuenta la leyenda. Vaya por delante que las recomendaciones iniciales para solicitar conductor a través de la aplicación móvil y la de conseguir dongs en cajeros con la mencionada tarjeta siguen vigentes. Menos problemas, más seguridad. A continuación, nuestro resumen y casi despedida de este artículo:

Hoteles en Hanói

Las noches previas a los desplazamientos a la Bahía de Halong y al Valle de Sapa recalamos en La Storia Hotel. Este pequeño establecimiento, en pleno Old Quarter, está casi pegado al Bia Hoisitio muy auténtico para cenar (las cervezas las traen de una cercana taberna). Para la estancia más larga elegimos un apartamento con vistas en Water Mark (Lac Long Quan), dotado de piscina, gimnasio y portero. Aunque no nos alojamos, pudimos rememorar viejas historias de espías desde el bar del Hilton, mítico hotel que se erige junto a la Ópera.

Hotel Hilton Hanoi

Visitas imprescindibles en Hanói

A primera vista puede parecer otro inmenso océano de tráfico, así que para caminar más o menos tranquilos os proponemos bordear el céntrico lago Hoan Kiem y ver el ambiente tan genuino que se respira en cada tramo. Si, por el contrario, ya le habéis perdido el miedo a las motos, lo mejor es adentrarse en las calles repartidas por gremios del Barrio Antiguo (Old Quarter) para descubrir escenas de otra época, comer en cualquier puesto o comprar todo tipo de recuerdos si no los encontrásteis en los mercados de Dong Xuan, Hang Da y Hom.

 Hanoi

Restaurantes en Hanói

Dejarse llevar por el instinto es la mejor manera de practicar esa modalidad de turismo gastronómico que tanto nos gusta. Hanói guarda en cada barrio lugares fantásticos para degustar su amplia variedad de platos. En este apartado destacamos el restaurante Bun Cha Huong Lien (en el número 24 de Lê Văn Hưu). Es el local que escogió Anthony Bourdain para picar algo con el presidente Barack Obama, de visita en la capital. Merece la pena también la curiosa modalidad de carne a la barbacoa que sirven en Xuan Xuan (en el 47 de Ma May Street).

Algunos museos y más en Hanói

Nosotros entramos en el Museo de la Prisión Central para reflexionar sobre la trágica represión sufrida en Vietnam por varias generaciones a lo largo del siglo XX. Durante las últimas horas en Hanói pudimos acercarnos al Mausoleo de Ho Chi Minh, pero ya estaba cerrado. Esa visita y otra al Templo de la Literatura quedan pendientes para la próxima aventura por estas tierras en las que tenemos tanto por descubrir.

Museo de la Prisión Central de Hanoi

Días 20 y 21 Hanói – Hong Kong

Antes de regresar a Madrid vía Dubái decidimos que podía ser interesante hacer una escala de dos noches en Hong Kong. Como el vuelo desde Hanói es relativamente corto no dudamos en reservar una habitación en el Intercontinental Grand Standford Hotel.

Nuestra idea era recorrer al máximo esta megalópolis, pero la confortabilidad del alojamiento y el asfixiante calor nos impidieron darlo todo en esta penúltima parada. Aún tuvimos tiempo de comer en Tim Ho Wan, restaurante con estrella Michelín más barato del mundo. Y a patear Mong Kok, uno de los barrios más densamente poblados del planeta. Pendiente nos queda cruzar la bahía en ferri, subir a The Peak, salir por Lang Kwai Fong…

¿Te ha gustado este viaje a Vietnam? ¿Conoces este bellísimo país asiático? ¡Esperamos tus comentarios!

Lago Alqueva o la magia de navegar en el Alentejo portugués

Alquiler de barcos Amieira Marina Portugal

¿Qué te parecería un pequeño crucero por el mayor lago de agua dulce de Europa? ¿Y si te decimos que tú serás el capitán? Muy cerca de la frontera española, en la provincia portuguesa de Évora, se encuentra el Lago Alqueva. Con 250 kilómetros cuadrados, se extiende a lo largo de 83 kilómetros de largo y 1.160 de perímetro, en pleno Alentejo.

Allí se encuentra Amieira Marina, primer proyecto naútico de la zona que ofrece el alquiler de las llamadas casas-barco. Así como el mantenimiento y aparcamiento de las mismas, restauración con servicios de bar y restaurante panorámico con terraza, y tienda.

Alquiler de barcos Amieira Marina Portugal Lago Alqueva

Alquiler de barcos en el Lago Alqueva con capacidad entre cuatro y doce personas

Los barcos, con capacidad entre cuatro y doce personas, cuentan con todo lo necesario para que te sientas como en casa. Dormitorios, aseo independiente y salón-comedor con cocina equipada. También, una pequeña terraza desde la que contemplar el horizonte o tirar la caña para pescar la cena.

Aquí podéis ver el que fue nuestro hogar durante dos días en el Lago Alqueva. Se trata del de mayor capacidad de todos los barcos de alquiler que ofrece Amiera Marina.

La cocina, con nevera, horno, frigorífico y placa de gas. Dispone de vajilla, cubertería y todo lo necesario para preparar comidas y cenas.

Barco Lago Alqueva Portugal Lago Alqueva

El salón-comedor cuenta, además, con una pequeña televisión.

Alquiler barcos Lago Alqueva Portugal

Los dormitorios son muy confortables y las camas, bastante cómodas.

Dormitorios Amieira Marina Portugal Lago Alqueva
Cama Amieira Marina Lago Alqueva

El baño es, quizás, la zona más compleja si nunca has estado en una embarcación de estas características. El espacio es bastante reducido y supone un ‘todo en uno’: aseo y ducha.

Baño Amieira Marina Lago Alqueva

Son muchas las actividades que Amieira Marina ofrece a sus clientes. Como pesca o alquiler de canoas, kayaks y bicicletas, que pueden transportarse cómodamente en el barco. Y suponen una sencilla manera de acercarse hasta los pueblos donde decidamos amarrar.

Instalaciones Amieira Marina

Te estarás preguntando, ¿cómo pilotar un barco sin licencia? Los de Amieira Marina no la requieren. Asistirás a una clase teórica y otra práctica donde te enseñarán lo necesario para navegar por el lago sin problemas. Te aseguro que los asistentes a este singular blogtrip lo conseguimos.

Clase practica Amieira Marina

Todas las embarcaciones disponen de un sónar y un GPS que te facilitarán el desplazamiento por el Lago Alqueva. La ruta a seguir está en tus manos. ¿A qué estás esperando para descubrir el marinero que llevas dentro?

Si no te hemos convencido te invitamos a ver este genial vídeo de nuestro compañero de viaje, el gran Jesús, de Fotonazos.

¿Conoces el Lago Alqueva? ¿Te atreverías a conducir un barco como el nuestro?

Qué hacer una semana en Oahu, isla principal de Hawái

Atardecer en North Shore Hawai

Hace unos meses tuvimos la oportunidad de visitar Oahu, una de las 8 islas principales que conforman el archipiélago de Hawái. Su centro neurálgico (Honolulu) es también la capital administrativa del estado. Despegamos desde San Francisco y volamos durante unas 6 horas sobre el Océano Pacifico. El vuelo con Hawaiian Airlines es de unos 400 dólares (precio para una persona, ida y vuelta).

Los principales motivos que nos empujaron a realizar este viaje fueron varios. Por un lado, la curiosidad que suponía adentrarnos en un nuevo y exótico continente (Oceanía). Y del otro, comprobar la hospitalidad de esta gente a través de dos familias: los Hansen, con quienes intercambiamos casa, y los Machida, amigos japoneses destinados en esta parte del territorio estadounidense.

Estatua del rey Kamehameha Oahu Hawai
Estatua del rey Kamehameha en la sede de las oficinas de ‘Hawai 5.0’

Sobre la historia de Hawái se ha escrito mucho y no seremos nosotros quienes se extiendan con más de lo mismo, pero sí nos gustaría introducir dos curiosidades. La primera tiene que ver con el origen volcánico del mencionado archipiélago. Es el más alejado del continente de todo el planeta, siendo posiblemente un pájaro perdido con una semilla en su pico el artífice del entorno natural que ahora conocemos.

La segunda hace referencia a la primera expedición española que en 1542, liderada por Ruy López de Villalobos, desembarcó en estas costas. Antes de regresar, dibujó en un mapa secreto la ruta marítima que, por motivos desconocidos, descubrió el navegante inglés James Cook dos siglos más tarde. Todo lo demás es de sobra conocido, pero si quieres ampliar más detalles puedes hacerlo en webs especializadas.

Día 1: la llegada

Aterrizamos un lunes de agosto en el Aeropuerto de Internacional de Honolulu. La aproximación desde el aire a esta mítica bahía ofrece una fantástica visión de un terreno que combina a la perfección playa y montaña como pocos lugares en el mundo. Fue nuestro anfitrión quien nos recogió en la puerta de la terminal para llevarnos a su casa de invitados cerca de las ruinas de Kaniakapupu, en plena reserva forestal. Con todo el día por delante, decidimos comer nuestro primer poke en un chiringuito junto a la estatua de Duke Kahanamoku. Después, un refresco en la terraza del Moana Hotel y regreso en Uber a nuestra morada.

Waikiki desde el aire

Día 2: Honolulu

El martes nos reencontrarnos con nuestra amiga Mariko en el restaurante Bubba Gump de Waikiki para ponernos al corriente. Además, avanzar detalles de nuestra estancia y resolver dudas básicas como la de elegir supermercado (Foodland se llamaba el nuestro, por cierto). The Bus es la línea de transporte municipal para moverse por la ciudad y en la que llegamos con total normalidad a Chinatown. Este curioso distrito surgido a finales del XVIII hoy se extiende por 15 manzanas de viejos almacenes, escondidos restaurantes y un sinfín de tiendas. Terminamos la jornada paseando por el cercano puerto hasta que una tormenta de verano nos obligó a recluirnos en una terraza a base de mai tais.

Aloha Tower Honolulu Hawai

Día 3: Pearl Harbor

Si os gusta la Historia con mayúsculas y sentís predilección por la Segunda Guerra Mundial, durante esta semana en Oahu tenéis una parada obligatoria en Pearl Harbor. Se trata de la base marítima de los Estados Unidos que Japón atacó por aire en 1941 y que años después sería excusa perfecta para masacrar con armamento nuclear las ciudades niponas de Hiroshima y Nagasaki. Una lancha de la armada os llevará hasta el monumento al USS Arizona, lugar sagrado en esta isla y sumergido para siempre. Para quitarnos parte de la tristeza que se respira en estos sitios, decidimos que nuestro tercer día concluyera en la playa del mítico Hotel Hilton acompañados con un par de cervezas y música en directo para ver el atardecer.

USS Arizona Pearl Harborr Hawai

Día 4: tour en helicóptero

La editora jefa de este weblog decidió con mucha antelación la realización de una actividad no recomendada para gente asustadiza: recorrer los rincones de Oahu en helicóptero. Si el día señalado no pudimos despegar por unas condiciones climatológicas adversas, fue nuestro primer jueves en Hawái el escogido para un vuelo de casi dos horas, con un piloto excepcional y toda la isla a nuestros pies. Despegamos a media mañana del hangar de Makani Kai Air, previa instrucción de seguridad y listos para volar en dirección sur, este, norte y centro. Sencillamente inolvidable y apto para todo tipo de bolsillos (200 euros por persona) si antes uno se dedica a buscar y comparar precios u ofertas.

Tour Helicoptero Hawai

Día 5: en busca del Faro Makapuu

Unas horas antes de mudarnos al extremo sureste de Oahu, invitados por la familia Machida, desayunamos dim sums en un establecimiento muy típico de Honolulu. Ya en la nueva ubicación y casi sin tiempo para deshacer las maletas, uno de los vecinos, profesor de surf, nos ofreció gratis nuestra primera clase sobre la tabla en una de las playas que se localizan cerca del Faro Makapuu, centro estratégico de la Costa de Barlovento (The Windward Coast). Aunque quien les escribe no duró ni 10 segundos cabalgando una ola para niños, bien puede decir que, al menos, lo intentó.

The Windward Coast Hawai

Día 6: excursión hasta North Shore

Nunca antes había visto un partido de La Roja nada más amanecer. Por eso, la victoria frente a Italia fue el aliciente perfecto para montarnos en la furgoneta de Kenji e irnos con toda la familia de excursión hasta North Shore. La meca surfera de Hawái y sede de una de las pruebas míticas del Campeonato del Mundo es un sitio sin igual. Previamente, nos detuvimos en las playas de Waimanalo (de fina arena, ideal para tumbarse debajo de una palmera) y en Sandy Beach (más conocida como ‘la Rompe Cuellos’). Una vez que llegamos al destino elegido en Haleiwa, optamos por acercarnos a la Bahía de las Tortugas para hacernos unas fotos con un atardecer en el horizonte, uno de los más bellos de Oahu.

Atardecer en North Oahu Shore Hawai

Día 7: buceando en Hanauma

Tras varios intentos de acceder a Hanauma Bay tuvimos la suerte de conocer una de las reservas naturales más importantes del Océano Pacífico. Cada visitante está obligado a pasarse por el centro de interpretación anexo y así conocer las diferentes especies marinas que nos encontraríamos más tarde practicando esnórquel a las órdenes de Ryuichi y Komari. Aunque no vimos ni ballenas ni tiburones en unas aguas donde se sumergían a la vez cientos de turistas como nosotros, pudimos vislumbrar al menos una decena de peces tan distintos como coloridos.

Hanauma Bay Oahu Hawai

Día 8: una visita al Palacio Real

Concluido el periplo por la zona este de la isla volvimos a nuestra primera ubicación para descansar de tantos kilómetros en la carretera, cosa extraña en nosotros que no tenemos ni carnet de conducir. En este último tramo de nuestro paseo por Oahu todavía pudimos visitar el Palacio Real de Honolulu, quizás el único que existe en territorio de los Estados Unidos. Construido hacia 1870, el Iolani Palace fue residencia de los reyes Kamehameha y Kalākaua e, incluso, de ilustres visitantes como el escritor escocés Robert Louis Stevenson, de paso por la isla en dirección a Samoa. Una nota para los fans de ‘Hawai 5.0’: justo enfrente del palacio se encuentra la estatua del rey Kamehameha, sede ficticia de las oficinas de McGarrett y cía.

Palacio Real de Honolulu Oahu Hawai

¿Te ha gustado este paseo de una semana en Oahu? ¿Quieres conocer la gastronomía típica de Hawái? Lo contamos en este suculento artículo.