Qué ver en Frankfurt, la ciudad alemana del Apfelwein

Terrazas río Frankfurt

Arrasada en la Segunda Guerra Mundial, Frankfurt (o Fráncfort del Meno) ha renacido de sus cenizas para convertirse en el centro financiero de Europa. Ciudad de altísimo nivel adquisitivo, su carga artística y cultural se reflejan a la perfección en casi una cuarentena de museos, galerías de arte e imponentes rascacielos. Se ha ganado el sobrenombre de Mainhattan, juego de palabras que une el nombre en alemán del río Meno (Main) y el barrio de Nueva York. Cuna de Goethe y sede de más de 400 entidades bancarias de todo el mundo, hay mucho que ver en Frankfurt y estas son nuestras recomendaciones.

  1. Römerberg
  2. Maintower o Torre de Meno
  3. Casa de Johann Wolfgang von Goethe
  4. Beber Apfelwein
  5. Orilla de los Museos
  6. Stolpersteine de Frankfurt
  7. Colegiata de San Bartolomé
  8. Bolsa de Frankfurt
  9. Ribera del Meno
  10. Mercado de Kleinmarkthalle

Qué hacer en Frankfurt

1. Pasear por Römerberg

El centro neurálgico de la Ciudad Vieja es una de las atracciones turísticas más importantes que ver en Frankfurt. En ella puede contemplarse un conjunto de seis edificios tradicionales con entramados de madera, conocidos como Oszteile. Fueron construidos en los siglos XV y XVI y forman una de las imágenes más bonitas de toda la ciudad. En Römerberg puedes aprovechar para conocer el Museo Histórico de Frankfurt, dedicado a la historia de la villa, y descubrir la destrucción sufrida por la Segunda Guerra Mundial. En el centro de la plaza se erige la Fuente de la Justicia, que data de 1543.

Römerberg

2. Fotografiar Frankfurt desde la Torre de Meno

La Maintower o Torre de Meno es un imponente rascacielos que visitar en Frankfurt. Con 200 metros de altura y 56 plantas, desde su observatorio contemplarás unas vistas de infarto. En verano, abre de 10:00 a 21:00 de domingo a jueves, y de 10:00 a 23:00, viernes y sábados. En invierno, hasta las 19:00 de domingo a jueves, y hasta las 21:00 en fin de semana.

Vistas Torre de Meno Frankfurt
Vistas desde la Torre de Meno Frankfurt

3. Envidiar la casa donde nació Goethe

Uno de los museos que ver en Frankfurt es el hogar donde nació y vivió uno de los novelistas más geniales. La casa de Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) es una mansión de cuatro plantas donde se puede observar el poder adquisitivo de la familia del autor y a la que se puede acceder previo pago de 7 euros.

En la planta baja se ubicaban cocina y salones sociales. Actualmente, también es la recepción de la casa-museo, donde deberás dejar bolsos y mochilas. Primera planta: salón y sala de música. Segunda planta: dormitorios de los padres, del propio Johann y de su hermana Cornelia. También podrás ver la biblioteca y la sala de estudios, con una enorme librería. Última planta: en ella se exponen documentos originales de la obra de Goethe y algunos de sus primeros poemas de juventud.

Casa de Goethe

4. Beber Apfelwein

Beber Apwelwein (o Ebbelwoi, como lo denominan los locales) es, sin duda, una de las mejores cosas que hacer en Frankfurt. Y si es en las antiguas tabernas de sidra del barrio de Sachsenhausen, aún más. Con un contenido alcohólico entre 5 y 7 grados, este vino de manzana es la bebida exclusiva de algunos establecimientos como el Adolf Wagner, del que hablamos un poco más abajo. Como dato curioso, el Ebbelwei-Expreß es una línea de tranvía que opera fines de semana y días festivos. Su recorrido pasa por la zona denominada Ebbelweiviertel, del barrio de Sachsenhausen. Su precio es de 8 euros y a bordo se sirven Apfelwein y bretzel.

Apfelwein Frankfurt

5. Patear la Orilla de los Museos

La Orilla de los Museos está considerada una de las zonas museísticas más importantes de Alemania y Europa. Y es que en ambas riberas del río Meno se pueden encontrar nada menos que 37 museos, algunos de ellos, de primer nivel. El Museo Judío de Frankfurt, el Alemán del Cine, Etnológico, de Artes Decorativas, Arquitectura, Comunicación… Si dispones de tiempo suficiente, hazte con un pase que permite la entrada a cada uno de ellos. Es válido durante un año y su precio es de 89 euros. Existe una entrada familiar por 150 euros.

6. Sobrecogerse ante los Stolpersteine de Frankfurt

Hace ya más de dos décadas que el artista alemán Gunter Demnig coloca piedras delante de casas donde víctimas del nazismo tuvieron su última residencia voluntaria. En estas pequeñas placas se inscribe el texto «Aquí vivió», junto al nombre, año de nacimiento, año y lugar de deportación e información disponible sobre su destino. Judíos, homosexuales, gitanos, perseguidos políticos… Actualmente, hay cerca de 50.000 placas en más de 1.000 ciudades que no quieren olvidar el exterminio nazi. Algo que ver en Frankfurt con un nudo en el estómago.

Stolpersteine Frankfurt

7. Admirar la Colegiata de San Bartolomé

Divisable desde muchos puntos de la urbe, la principal iglesia que visitar en Frankfurt fue construida entre los siglos XIV y XV. Destruida por el fuego en 1867, fue reconstruida en la década de 1950. Recibe la distinción de Catedral Imperial porque en ella se llevaron a cabo coronaciones de reyes y emperadores desde 1356 hasta 1792. Pero, en realidad, no es una catedral pues no es la sede del obispo. De estilo gótico, la Colegiata de San Bartolomé resulta majestuosa se mire por donde se mire.

Colegiata de San Bartolomé

8. Inmortalizar al toro y al oso de la Bolsa de Frankfurt

La Bolsa de Frankfurt es la más importante de Alemania y la tercera a nivel mundial. En ella se negocian las acciones y fondos de las empresas más importantes del país. A sus puertas pueden contemplarse un toro y un oso, símbolos de las tendencias de mercado: toro (tendencia alcista) y oso (tendencia bajista), animales utilizados por su forma de atacar. Se puede visitar con un tour en inglés que has de reservar con antelación.

Toro y oso Bolsa de Frankfurt

9. Beber una cerveza alemana en alguna terraza de la ribera del Meno

Si el clima acompaña, pocos planes mejores que hacer en Frankfurt que sentarse en alguna de las terrazas a orillas del río Meno con una buena cerveza alemana. Muchas de ellas también ofrecen comida, así que puede ser el sitio ideal para hacer un descanso antes de seguir haciendo turismo por la ciudad.

Terrazas río Meno

10. Curiosear en el mercado de Kleinmarkthalle

Construido entre 1877 y 1879, el histórico mercado cubierto de Kleinmarkthalle es la última de nuestras propuestas que ver en Frankfurt. Ya sea para, simplemente, echar un vistazo, o adquirir productos como típicas salchichas envasadas al vacío, quesos germanos, embutidos o dulces, no te pierdas este curioso lugar. También es posible almorzar en algunos pequeños puestos. Abre de lunes a viernes, de 8 a 18 horas, y sábados, de 8 a 16 horas. Cierra domingos y festivos.

Kleinmarkthalle

Restaurantes en Frankfurt de comida alemana

Restaurant Klosterhof (Weißfrauenstraße, 3)

Inaugurado en 1936, debe su nombre a un cercano convento carmelita. Klosterhof es uno de los restaurantes en Frankfurt con horario ininterrumpido de cocina entre las 12 y las 22 horas. Comida alemana auténtica en un ambiente cálido y con más lugareños que turistas. Su beer garden es fantástico.

Zu den 12 Aposteln (Rosenbergerstrasse, 1)

Zu den 12 Aposteln es uno de los restaurantes en Frankfurt donde cenar en la calle en mesas compartidas es un verdadero placer. Platos típicos alemanes en generosas raciones y cerveza de elaboración propia. Un must.

Arenque Zu den 12 Aposteln

Paulaner am Dom (Domplatz, 6)

Ambiente rústico, camareras vestidas con trajes típicos, comida alemana tradicional y una de las cervezas más famosas del mundo. ¿Alguien da más? Paulaner am Dom es uno de los restaurantes en Frankfurt donde degustar delicias teutonas con una enorme jarra bien fría. Paulaner es la sexta cerveza más vendida en el país, y una de las seis fábricas que la ofrecen para la Oktoberfest.

Adolf Wagner (Schweizer Str., 71)

La casa del Apfelwein y del Wiener Schnitzel se encuentra en pleno barrio de Sachsenhausen desde 1931. Largas mesas de madera, sabrosa comida alemana y un atractivo jardín hacen de Adolf Wagner uno de los restaurantes en Frankfurt absolutamente imprescindibles. Pide una jarra de vino de manzana (o dos) y ¡a disfrutar!

Cómo moverse en transporte público por Frankfurt

El servicio de tranvías es uno de los medios de transporte más antiguos de la metrópolis. Cuenta con 9 líneas y es una forma repleta de encanto de acceder a los diferentes puntos de interés que ver en Frankfurt. Otras formas de moverse son el metro (U-Bahn, con 9 líneas que llegan a 87 estaciones) o el tren (S-Bahn).

Tranvía Frankfurt

Dónde dormir en Frankfurt

Como celebrábamos mi cumpleaños, nos dimos el capricho de reservar una habitación Westin Executive Club en The Westin Grand Frankfurt. Este tipo de estancia incluye acceso al Westin Club Lounge, donde se pueden disfrutar bebidas y snacks durante gran parte del día, además de un exquisito desayuno. También aprovechamos para relajarnos en su exquisito spa.

Cama The Westin Frankfurt
Piscina The Westin Frankfurt

¿Conoces esta interesante ciudad de Alemania? ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Frankfurt?

Niza: playas, cultura y glamur en la capital de la Costa Azul

La séptima ciudad más habitada de Francia es uno de los centros turísticos de la bella Costa Azul. Apenas 30 kilómetros la separan de Italia, cuya influencia culinaria puede apreciarse en algunos de sus platos más típicos. Hoteles de lujo, balnearios, magníficas playas y una marchosa vida nocturna han hecho de ella un destino imprescindible para viajeros de alto nivel adquisitivo. Pero, no te preocupes, hay muchas cosas que ver en Niza sin dejar a cero la cuenta bancaria. Acompáñanos en este paseo.

Qué ver en Niza

1. Paseo de los Ingleses

Lo que a principios del siglo XIX era un camino de piedras con apenas dos metros de anchura, es hoy uno de los principales puntos que ver en Niza. El Promenade des Anglais separa la playa de los edificios de la bahía de los Ángeles y mide 7 kilómetros de longitud. Ideal para recorrer andando o en bicicleta (incluso, con patines) alberga algunos de los más lujosos hoteles de la Costa Azul, como Le Negresco o el Hyatt Regency Nice Palais De La Méditerranée.

Qué ver en Niza: Paseo de los Ingleses

2. Museo Matisse

Dedicado al pintor francés Henri Matisse, reúne una de las colecciones más grandes del mundo. El Musée Matisse fue inaugurado en 1963 y está ubicado en la Villa des Arènes, en el barrio de Cimiez. Abre todos los días, excepto martes. De 10:00 a 17:00 entre el 1 de noviembre y el 1 de abril. Y de 10:00 a 18:00 del 2 de mayo al 31 de octubre. Uno de los lugares imprescindibles que visitar en Niza si eres un amante del arte.

3. Puerto de Niza o Port Lympia

Construido en 1745, fue uno de los principales motores económicos de la ciudad gracias al transporte de mercancías. Al igual que su actividad turística y deportiva, una de las más productivas de la Costa Azul francesa. Pequeñas embarcaciones de pescadores locales contrastan con yates de lujo. Además de los enormes buques de pasajeros allí atracados, pues Niza es una de las paradas más típicas en los numerosos cruceros que recorren el Mediterráneo. Sin duda, un sitio mágico que ver en Niza.

Puerto de Niza o Port Olympia

4. Catedral de San Nicolás

Este templo que visitar en Niza te transportará por unos instantes a Rusia. ¿Por qué? La catedral de San Nicolás es una iglesia ortodoxa rusa y está bajo la jurisdicción del Patriarca de Moscú. Localizada en el bulevar Tzarévitch, fue inaugurada en 1912. Puedes reservar una visita guiada a través de la dirección de correo electrónico que aparece en su web.

Catedral de San Nicolás

5. Mercado de las flores Cours Saleya

El principal mercado que ver en Niza rezuma encanto por los cuatro costados. Se extiende a lo largo de la calle Cours Saleya, desde las 6 de la mañana hasta las 17:30 (domingos, solo hasta las 13:30). Además de flores, recuerdos y artesanía, es posible adquirir alimentos de todo tipo: quesos, embutidos, fruta fresca, dulces, frutos secos… ¡Una delicia para los sentidos!

Qué ver en Niza: Mercado de las flores Cours Saleya

6. Ciudad Vieja de Niza

Difícil encontrar lugares que visitar en Niza con tanto encanto como la Ciudad Vieja. El corazón turístico de la urbe gala es punto de encuentro de los nizardos. Uno de sus enclaves más espectaculares, la Plaza Rosetti, está repleto de cafés y típicos restaurantes con terrazas donde sentarse a ver la vida pasar, copa de vino en mano. La de Rosetti está presidida por la catedral de Santa María y Santa Reparata, patrona de la ciudad.

Ciudad Vieja de Niza

Restaurantes en Niza

La cocina nizarda está muy influenciada por la cercanía de Italia, aunque es mayormente mediterránea. Se dice que los franceses llaman ‘cariñosamente’ caga-blea (caga acelga) a sus compatriotas, ya que uno de los platos típicos es la tortilla de acelgas. Nosotros no la probamos, pero sí estos restaurantes en Niza que bien valen una parada.

Chez Rene Socca (2 Rue Miralheti)

La socca es una de las especialidades culinarias para comer en Niza. Sus ingredientes principales son harina de garbanzos y aceite de oliva, y se prepara en forma de crep. Se come con las manos y, para acompañarla, nada mejor que un vino francés. Cada día se forman largas colas a las puertas de Chez Rene Socca, en la Ciudad Vieja. Se trata de un local que exhibe sus platos en grandes vitrinas. Tú eliges qué quieres y pagas después por todo lo que lleves. Lo habitual es difrutarlo en su terraza exterior. También sirven focaccias, sardinas rebozadas o calabacines rellenos. Y de postre, una suculenta tarta casera de manzanas.

Les Distilleries Idéales (24 Rue de la Préfecture)

Pocos bares que visitar en Niza con tanto encanto como Les Distilleries Idéales. Con casi 20 cervezas de barril, también ofrece cócteles y aperitivos. Frecuentado por lugareños, es perfecto para sentarse en su tranquila terraza. Pide un par de copas de vino, algo de charcuterie o quesos franceses y ¡disfruta!

Qué ver en Niza: Les Distilleries Idéales

Chez Mémère (6 Rue Francis Gallo)

Este negocio familiar ofrece el denominado ‘menú fórmula’. Consiste en un entrante y plato principal o principal y postre por menos de 20 euros. Su marmita de pescados (con salmonetes y mejillones) es para recordar. También dispone de otros menús, a base de tapas vegetarianas o degustación de noquis. Uno de los restaurantes en Niza con más encanto que puedas imaginar.

Chez Mémère, Niza

¿Cuál es el plato típico de Niza?

La ensalada nizarda o salade niçoise

No puedes marcharte sin probar el plato más popular de la zona. Esta fresca ensalada nizarda se compone de tomate, pimiento verde y rojo, alcaparras, huevo duro, aceitunas negras, aceite de oliva y albahaca. A menudo se sirve con atún y anchoas, dependiendo de dónde la pidas. Y sí, está claro que los franceses no han descubierto América con este plato, pero lo encontrarás en la mayoría de restaurantes de Niza.

Ensalada nizarda

¿Te ha gustado este paseo? ¿Nos recomiendas otros lugares que visitar en Niza? ¡Esperamos tus comentarios!

Monsaraz, un coqueto y encantador pueblo del Alentejo portugués

Detalle Monsaraz Portugal

Fue una de las más gratas sorpresas que tuvimos en el Amieira Trip. Este encantador pueblecito de casas blancas y estrechas calles peatonales -solo dos, la Rua Direita y la de Santiago– rezuma paz y tranquilidad entre cal y pizarra. Rodeada por una muralla medieval y baluartes levantados durante la guerra de 1640, cuenta con un castillo que fue mandado edificar por Alfonso III en el siglo XIII. Pero, a pesar de sus pequeñas dimensiones, hay mucho que ver en Monsaraz.

Hasta 1167, estuvo bajo dominio musulmán. Y, tras ser repoblada, pasó a manos de los Caballeros templarios, hasta ser entregada en 1319 a la Orden de Cristo. Desde mediados del XIX forma parte del concejo de Reguengos de Monsaraz. A lo largo de su historia ha sufrido varios asaltos, como el de la artillería inglesa liderada por el Conde de Cambridge tras no recibir el dinero pactado con la Corona de Portugal y haber roto el compromiso de boda entre el lord británico y la hija del Rey. Al ser una de las poblaciones más antiguas del sur, le tocó desempeñar durante siglos un papel clave en el sistema defensivo contra la armada española.

Calles de Monsaraz Portugal
Calles empedradas Monsaraz Portugal
Casas blancas Monsaraz Portugal
Rua de Santiago Monsaraz Portugal

Tras entrar por la Porta da Vila y recorrer unos empinados metros de calzada nos encontramos con la rúa Direita. Desde ahí se abre una luminosa plaza que ver en Monsaraz, Plaça Velha, presidida por la Igreja Matriz. Consagrada a Nossa Señora da Lagoa, data de mediados del siglo XVI. Y fue construida por el maestro de pedrería Pero Gomes. Frente a ella se erige el Pelourinho, una picota del siglo XVIII coronada por una esfera del universo. En la misma plaza contemplamos la antigua iglesia, el hospital de la Misericordia, la capilla de San José y la Oficina de Turismo.

Igreja Matriz Monsaraz Portugal

El que fuera patio de armas de la fortaleza ha sido reconstruido. Y se utiliza como coso taurino al que acuden los forçados de la zona para su espectáculo, uno de los más famosos de Portugal.

Todo el pueblo, a pesar de ser pequeño, da la sensación de ser una fortaleza desde la que podía divisarse con facilidad la llegada del enemigo. De ahí que las vistas desde varios de esos ‘miradores’ resulten espectaculares. Como las de la Torre de Menagem, desde el que en los días claros puede divisarse el Castillo de Mourao. Además del impresionante lago Alqueva, el mayor de agua dulce de Europa, y el valle del Alentejo.

Vistas Torre Menagem Monsaraz Portugal
Vistas Monsaraz Portugal
Vistas campiña Monsaraz Portugal

Azulejos y pinturas costumbristas, bordados, cestas, artículos de cuero y productos artesanales, como mieles, licores, dulces o patés, son algunos de los recuerdos típicos de Monsaraz.

Una de mis compañeras de viaje, la gran Manena Munar y yo, nos enamoramos de las coloridas vajillas y cristalerías, una preciosidad. Hemos prometido volver para darnos el capricho y pasear de nuevo por sus calles para retroceder en el tiempo.

Vajilla portuguesa
Artesania portuguesa
Sillas Portugal

Además de todas estas recomendaciones sobre qué ver en Monsaraz, no te marches sin disfrutar de la espectacular gastronomía de la zona.

100 razones para visitar Bélgica más allá de beber cerveza y comer gofres

Mejillones al curri Chez Bouboule

Hace unos días recibimos un curioso e interesante e-mail desde la Oficina de Turismo de Bélgica invitándonos a participar en un concurso para pasar una semana disfrutando de Bruselas y Valonia. ¡No ha hecho falta pensarlo dos veces! ¿Por qué queremos visitar Bélgica? Aquí van 100 razones:

1. Beber las mejores cervezas del mundo.

2. Comer mejillones con patatas fritas.

Mejillones al curri Chez Bouboule

3. Cenar a las siete…

4. Comprar alguna de las 500 variedades de bombones es un motivo más que suficiente para visitar Bélgica.

5. Pasear por la Grand Place.

6. Admirar el Atomium.

7. Fotografiar el Manneken Pis, una de las mejores cosas que ver en Bruselas.

Manneken Pis Bruselas

8. Visitar la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula.

9. Mirar los escaparates de las ‘Galerías Saint Hubert’.

10. Recorrer las 80 ciudades europeas de la Mini Europe.

11. Conocer a la novia del Manneken, la descarada Jeanneke Pis.

Jeanneke Pis

12. Contemplar las obras del Museo Magritte.

13. Montar en tranvía para descubrir todo lo que hay que ver en Bruselas.

14. Curiosear por el Boulevard Waterloo, considerado el más chic de la capital.

15. Acercarnos al Parlamento Europeo para ver si hay algún VIP.

16. Probar alguna de las 3.000 variedades de cerveza que ofrece Delirium Tremens... Y salir vivitos y coleando. Uno de los imprescindibles si planeas visitar Bélgica.

17. Pillar una buena tortícolis examinando una por una las vidrieras de Notre Dame du Sablon.

18. Quemar la Brussels Card de tanto usarla.

19. Comprobar que la cerveza no solo se bebe, sino que podemos meternos entre pecho y espalda unos carbonnades flamandes.

20. Acompañar el estofado con una ligeras chicons au gratin.

21. Sentarnos en una terraza de la Rue des Bouchers a tomar café.

22. No perdernos el Museo del Cómic.

23. Practicar el poquito francés que sabemos (sin bromas…).

24. Comprobar por qué Bruselas es una de las capitales más verdes de Europa.

25. Visitar el Museo de los Judíos y su colección de arte.

26. Probarnos un vestido vintage en la Rue Antoine Dansaert.

27. Buscar alguna ganga en el Rastro de Los Marolles.

28. Descubrir una de las joyas del Art Nouveau, la Casa Cauchie.

29. Adivinar por qué son tan famosas las coles de Bruselas.

30. Intentar ver cada una de las piezas del Museo del Auto.

31. Sentarnos sobre el césped del Jardín Botánico.

32. ¿El viaje es en agosto? Habrá que tomarse algo en uno de los chiringuitos de Bruxelleslesbain.

33. Pasar el domingo en los Museos Reales de Arte y de Historia.

34. Dar envidia a todos los fans de Tintín tuiteando desde el Museo Hergé.

35. Disfrutar de las vistas desde el Palacio de Justicia.

36. Saludar, si nos cruzamos con ella, a la reina Fabiola, que para algo es española (actualización: falleció en diciembre de 2014).

37. Probar el salchichón de las Ardenas, a ser posible con pan de farro.

38. Buscar sin descanso un Lazarillo de Tormes editado en Bélgica para la colección de Nacho Carnero, un clásico en nuestros viajes.

39. No perder detalle de cómo se elabora el chocolate artesanal en Zaabär.

40. Volver a sentirnos niños en el Museo del Juguete.

41. Fotografiar la cúpula del Sagrado Corazón.

42. Quejarnos de que los ‘Serres de Laeken’, los invernaderos reales, solo abran tres semanas al año (y no cuando nosotros vayamos, precisamente)

43. Ver las casi 40 paredes de diferentes casas decoradas con enormes murales basándose en cómics.

Art street Bruselas

44. Descubrir dónde está la simpática estatua de un perro orinando.

45. Echarnos unos bailes en el Wax Club.

46. Tomar el sol en el Parc du Cinquantenaire.

47. Comprar alguna variedad de los muchos quesos belgas: Passendale, Folies de Béguines, Wynendale

48. Comer un crepe cubierto con cerezas naturales calientes y nata.

49. Tomar una copa en Mappa Mundo.

50. Viajar a Lieja, la quinta ciudad más importante de Bélgica.

Place Saint Lambert Lieja Belgica

51. Descubrir por qué Lieja es denominada la «Atenas del norte». Y ya que estamos allí…

53. Recorrer el Archéoforum, el yacimiento arqueológico más grande de Europa.

54. Conocer la Estación de Lieja-Guillemins, diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava.

55. Hacer una pintoresca foto desde las escaleras de la colina Bueren.

56. Descubrir el original Museo Tchantches, dedicado a la popular marioneta creada en el siglo XIX.

57. Almorzar unas boulets de Liège (albóndigas de Lieja) aderezadas con sirope.

Albondigas de Lieja Brasserie la Roue D’or Bruselas Visitar Bélgica

58. Probar el pékèt (y no emborracharnos con él).

59. Echar un vistazo a la Catedral de Saint Paul, de arquitectura gótica, punto de visita obligada en Lieja.

60. No perdernos el Palacio de los Príncipes-Obispos, una de las mejores atracciones que ver en Bélgica.

61. Conocer los hoteles flotantes de Lieja, barcos con capacidad para 18 personas.

62. Fotografiar alguno de los castillos cerca de Lieja ¡y lamentarnos de no poder vivir en uno!

63. Ver dónde empieza y dónde acaba la carrera ciclista internacional Lieja-Bastogne-Lieja.

64. Tomar el aperitivo regional por excelencia, un Maitrank.

65. Escuchar sonidos de todo tipo en la Maison de la Pataphonie, en Dinant, museo único que visitar en Bélgica y en el mundo.

66. Ya que estamos allí, probar las famosas couques de Dinant (galletas a base de miel).

67. Ver dónde nació en 1841 Adolphe Sax, inventor del saxofón.

La Masion de Monsieur Sax Visitar Bélgica

68. Hacer una parada en la Cervecería Caracole, cerca de Dinant, donde las cubas de cobre se siguen calentando al fuego de leña.

69. Probar una tarte al djote, especialidad típica de Nivelles, en Valonia.

70. Querer tener dinero y permiso para rehabilitar el abandonado Castillo de Noisy. (Actualización: el castillo fue totalmente demolido en octubre de 2017).

71. Olisquear por la mina Hasard Cheratte, cerrada al público y clausurada sin previo aviso en 1977 por ser una de las más peligrosas del mundo.

72. De vuelta a Bruselas, visitar el Museo de los cerveceros belgas y degustar la cerveza que incluye la entrada.

73. Alquilar una bicicleta (y no caernos).

74. Desayunar un apetitoso gofre, sin duda, una de las mejores cosas que hacer en Bélgica.

Gofre Bruselas

75. Jugar una partidita de algo en el Gran Casino de Bruselas.

76. Apuntarnos a ‘La excursión verde’ y envidiar los espacios naturales que no tenemos en Madrid.

77. Darnos una vuelta por el Toutou Bar y flipar viendo cómo animales de cuatro patas saborean una Red Dog, cerveza solo apta para perros, a tres euros la botella.

78. Curiosear en su menú canino, que incluye hamburguesas, arroz o pasta.

79. Admirar -si sigue en pie- la impresionante Catedral de las cervezas, construida con 792.000 botellines.

80. Hacer un ‘petit’ descanso en la Plaza del ‘Petit Sablon’.

81. Degustar unas crujientes croquetas de camarones (promete).

Croquetas de camarones Chez Bouboule Visitar Bélgica

82. Realizar el itinerario ‘El arte en el metro’ y ver cuánta creatividad anda suelta.

83. Visitar el Museo Clockarium, dedicado a accesorios de chimenea fabricados con loza y con una exposición de más de 1.200 relojes de este material.

84. Comer patatas como si no hubiera mañana -hay más de 300 variedades-, como las come de gatte o las Plate de Florenville.

85. Comprar un DVD de ‘Los pitufos’, creados por el dibujante belga Peyo.

86. Visitar el puerto de mar y, de paso, navegar a bordo del Gueuse.

87. Pasar una refrescante tarde en Océade, el parque acuático de Bruselas.

88. Relajarnos en el Spa Cinq Mondes y dejarnos mimar.

89. Ya puestos, nos encantaría desplazarnos hasta Spa, no para bañarnos, sino para ver dónde se disputa el Gran Premio de Bélgica de F1.

90.  Escuchar un concierto de jazz en Sazz n Jazz.

91. Cenar un buen filete de Blanc-bleu, raza vacuna criada solo con heno y productos de granja.

92. Tomarnos un cóctel en la terraza del lujoso Hotel Conrad.

93. Buscar gangas el miércoles por la tarde en el mercado del Châtelain.

94. Pedir un deseo al tocar la estatua de bronce de Charles-Everard (trae buena suerte y, quizás, regreses a visitar Bélgica).

Estatua bronce de Charles-Everard Visitar Bélgica

95. Comprar cremosos pralinés en Wittamer.

96. Disfrutar del mercado de las flores, en martes o domingo.

97. Contemplar los geniales cuadros de El Bosco en el Museo Real de Bellas Artes.

98. Visitar la Casa de Erasmo, ese gran viajero…

99. Comprobar que la película de Jan Bucquoy La Vie Sexuelle des Belges es verídica…

100. Buscar 100 razones más para regresar a Bélgica.

¿Te animas a visitar Bélgica? ¡Seguro que estos motivos te han convencido!

*Post actualizado en 2021

Acantilados de Moher, la atracción turística más visitada de Irlanda

Acantilados de Moher

Considerados como una de las 7 Nuevas Maravillas de la Naturaleza, los acantilados de Moher atrapan al visitante nada más pisarlos. Con una extensión cercana a 8 kilómetros y una altura superior a los 200 metros, estos colosos de la geología provocan un espectáculo sobrecogedor con vistas al Océano Atlántico. Por ello son la atracción turística más visitada de Irlanda.

Acantilados de Moher

Dónde están los acantilados de Moher

Los acantilados de Moher se encuentran en la costa del condado de Clare, a unos 75 kilómetros al sur de Galway. En autobús supone una hora y media de viaje contemplando bellísimas vistas. También puedes hacerlo en coche particular, pero si te toca conducir, te perderás gran parte del paisaje. Y, por supuesto, es posible llegar desde la capital de Irlanda. La distancia de Dublín a los acantilados de Moher es de 286 kilómetros.

Clare Irlanda
Acantilados de Moher Monks Pub

Cómo ir a los acantilados de Moher desde Galway

Hay diferentes tours diarios desde Galway hacia los bellísimos acantilados de MoherCliffs of Moher Day Tour hace un recorrido de lo más interesante, con varias paradas en el camino para conocer esa Irlanda profunda que componen Fanore, los paisajes de The Burren, alguno de sus castillos y el Condado de Clare.

Saliendo del puerto de Galway, descubrimos esa parte de Irlanda tan única, mezcla de costa y campo, castillos y granjas, barcos y vacas.

Condado de Clare Irlanda
Condado de Clare

Consejos para tu visita

La visita a los acantilados de Moher puede hacerse a pie o en ferri. Nosotros preferimos hacerla a través de los senderos que salen del cercano centro de visitantes, a un lado y otro de la Torre O’Brien. Recomendamos ir con calzado apropiado para parajes embarrados y ropa impermeable, ya que la constante lluvia convierte el camino en una senda peligrosa.

Acantilados de Moher Galway

La Torre O’Brien es el punto más alto para admirar los acantilados de Moher. Si el clima no lo impide, está abierta al público por una entrada de 2 euros. Pero las vistas desde cualquier punto son igual de impresionantes.

Los acantilados de Moher también pueden contemplarse desde un barco, pero para ello hay que pasar necesariamente por Doolin. La compañía Doolin2Aran Ferries organiza paseos turísticos en ferri de una hora de duración, con paradas en zonas de interés como la roca Great Raven.

Esta zona de alta protección medioambiental -según la Unesco– da cobijo a miles de aves en sus procesos migratorios, siendo los frailecillos de pico rojo los más fáciles de observar en la época más cálida del año.

No dejéis de ir al centro de visitantes de los acantilados de Moher para entender cómo se formaron y admirar su exposición. También servirá para entrar en calor -el tiempo suele ser muy desagradable- y comer algo en su cafetería.

¡Cuidado con los golpes de viento!

Si vais con niños, no los perdáis de vista. Seguid las instrucciones y no hagáis fotos cuya posición conlleve asomarse demasiado al precipicio. Parece imposible que viváis para contarlo si el viento cambia de repente. Por si fuera poco, os toparéis cada cierta distancia con carteles de la ONG Samaritans, que trabaja para evitar que potenciales suicidas lleven a cabo su fatal decisión de arrojarse al vacío.

Acantilados de Moher Irlanda

Qué ver cerca de los acantilados de Moher

Parada obligada es Doolin, el último pueblo antes de llegar a los acantilados de Moher. Allí recomendamos reponer fuerzas en una taberna que parece sacada de una película de Ken Loach. De nombre Gus O’Connor’s Pub, ofrece un variado menú del que escogimos tartaleta de queso de cabra sobre ensalada y estofado irlandés regado con cerveza Guinness.

Tartaleta de queso de cabra sobre ensalada
Estofado irlandés a la Guinness

¿Has podido visitar esta maravilla de la naturaleza? ¿Te enamoraste de este lugar único en Irlanda?

Dublín en 48 horas. Un intenso paseo por la capital de Irlanda

Estatua de James Joyce Dublin

Ciudad fascinante y muy recomendable para una escapada de fin de semana, hay muchas cosas cosas que ver en Dublín. Al no ser demasiado grande, es fácil de conocerla en 48 o 72 horas. Nosotros la hemos visitado juntos y por separado, lo que supone dos experiencias totalmente diferentes, pero igual de recomendables.

Estatua de James Joyce Dublin

Vayas solo o en pareja, aquí te dejamos 22 ideas que hacer en Dublín para no perder detalle de la capital irlandesa. Y también, el coste de cada una de ellas para que tu presupuesto no se dispare.

Qué hacer en Dublín

1. Desayunar como un lugareño. Alrededor de 5 euros.

La mejor manera de afrontar un día de turismo en cualquier ciudad es un buen desayuno pero, además, el irlandés es uno de los más potentes del mundo: baked beans, beicon, huevos, salchichas, black pudding, tostadas, café o té, zumo… ¡Energía a tope para no perder detalle de todas las cosas que hacer en Dublín!

Desayuno irlandes

2. Saint Patrick’s Cathedral. 8 euros.

Data de 1191, es la catedral más importante que ver en Dublín y la más grande de la iglesia irlandesa. Saint Patrick’s Cathedral se construyó junto a un pozo en el que cuentan que San Patricio bautizaba a los que se convertían del paganismo al cristianismo.

3. Kilmainham Gaol. 8 euros.

Es la atracción turística más dura que ver en Dublín, pero necesaria para conocer la historia del país y el conflicto político que sufrió durante décadas. A Kilmainham Gaol solo se accede mediante una visita guiada en inglés que es aconsejable reservar con antelación. Relatos como el de Joseph Plunkett y Grace Gifford, que contrajeron matrimonio horas antes de que él fuera ejecutado, o la visita al patio donde fueron fusilados algunos de los líderes revolucionarios del 16, no dejan indiferente a nadie.

Kilmainham Gaol Dublin

4. Guinness Storehouse. 15 euros.

Su Gravity Bar, en la séptima planta y con las vistas más espectaculares que ver en Dublín es, sin duda, el mejor lugar del mundo para beber la cerveza negra. Nadie la tira mejor que ellos y está incluida en el precio de la entrada a la Guinness Storehouse. En un recorrido que puede durar unas cuatro horas, descubrirás la historia de la marca, desde su elaboración a distribución pasando por cómo servir la pinta perfecta. ¿Un consejo? Aprovecha para comer en alguno de sus restaurantes, a ser posible, un delicioso Guinness Irish Stew.

Guinness Storehouse
Guinnes Irish stew

5. Old Jameson Distillery. 25 euros.

Los amantes del whisky no pueden perderse la Old Jameson Distillery, donde es posible realizar un tour guiado para conocer al detalle su elaboración, así como prestarse voluntario para una cata. La entrada de esta atracción que ver en Dublín incluye una degustación que, te aconsejamos, no pidas con zumo de arándanos para no ver la cara del camarero…

6. Estatua de Oscar Wilde. Gratuito.

La familia del genial y defenestrado novelista Oscar Wilde vivió hasta 1876 en una residencia de arquitectura georgiana en Merrion Square. Frente a ella y algo escondida, rodeada de algunas de sus frases más célebres, se encuentra la estatua del escritor, lugar de culto que ver en Dublín para amantes de su obra y su figura, como es nuestro caso.

Estatua de Oscar Wilde Dublin

7. Temple Bar Food Market. Gratuito.

Su lema reza “Cada sábado, llueva, granice o brille el sol”. Así que si tu visita coincide en fin de semana, aprovecha para pasear por este mercado y saborear lo mejor de la variada gastronomía que ofrece la ciudad. En Temple Bar Food Market encontrarás desde ostras del Condado de Clare a quesos de ovejas de Galway, además de otras propuestas más exóticas como pasteles croatas o burritos orgánicos. Algo imprescindible que hacer en Dublín si te encuentras allí sábado o domingo.

Temple Bar Food Market

8. Chester Beatty Library. Gratuito.

La Chester Beatty Library es el mejor museo del país y uno de los más importantes del mundo por la exquisita colección de piezas de cuatro continentes que expone. Pertenece al magnate minero, Sir Alfred Chester Beatty y se encuentra en los apacibles jardines del Castillo de Dublín.

9. The Brazen Head

Inaugurado en 1198, The Brazen Head está considerado el pub más antiguo de Irlanda. Conserva el encanto del pasado y por sus mesas han pasado celebridades como Winston Churchill, James Joyce o Michael Collins. Es perfecto para disfrutar una buena pinta (unos 6 euros) o un plato de mejillones al vino blanco (16.50 euros), así como para escuchar música tradicional en vivo. Un must que ver en Dublín.

The Brazen Head Dublin
The Brazed Head

10. Octagon Bar

El The Clarence Hotel es propiedad de Bono y The Edge. Cuenta con uno de los bares más tranquilos de Temple Bar, donde es posible beber un delicioso cóctel (alrededor de 12 euros) en un ambiente relajado. Como su propio nombre indica, tiene forma de octógono y dicen que, de vez en cuando, algún miembro de la banda se deja caer por allí.

Octagon Bar Dublin

11. Estatua de Molly Malone. Gratuito.

Es uno de los símbolos más fotografiados que ver en Dublín y representa a una joven pescadera de exuberante escote que murió en la calle por culpa de unas fiebres. Se encuentra en la calle Grafton.

Estatua de Molly Malone

13. James Joyce Center. 5 euros. 

Visitar el James Joyce Center es un buen plan que hacer en Dublín para los amantes de la obra del novelista más reconocido de la isla. Con curiosos objetos que le pertenecieron, así como recreaciones de estancias de la época y la puerta de entrada a la casa del protagonista de su novela más famosa, ‘Ulises’.

14. Elephant&Castle

¡Una de las mejores cosas que hacer en Dublín! No probar las alitas de pollo picantes de Elephant&Castle, restaurante en Temple Bar, es como ir a París y no ver el Louvre. Seguro que repetirás… (14.95 euros la cesta de la foto).

Alitas de pollo picantes Elephant&Castle Dublin

15. Museo de los Escritores. 7.50 euros.

Aquí se exponen verdaderas joyas, como libros, cartas u objetos personales de James Joyce, Oscar Wilde, Bram Stoker o Samuel Beckett. ¿Un consejo para este museo que visitar en Dublín? Hazte con una audioguía para no perder detalle y no dejes de pasar por su tienda.

16. Galería Nacional. Gratuito.

Con más de 2.500 pinturas y servicio de audioguías sin coste. Destaca por sus pinturas del barroco italiano, maestros holandeses como Rembrandt o españoles como Goya, Velázquez y Picasso.

17. Bewley’s Café

La cafetería más antigua que ver en Dublín es una verdadera institución con una privilegiada ubicación en Grafton Street. No dudes en sentarte a disfrutar de una taza café preparado con mimo o, en su defecto, una pinta de Guinness. La oferta de tartas y pasteles que muestra en sus vitrinas llama la atención hasta de los poco golosos como nosotros.

Bewley’s Café Dublin

18. Ha’penny Bridge. Gratuito.

Hasta 1919 era necesario pagar medio penique para cruzar este puente sobre el río Liffey, de ahí su nombre, además de su curiosa forma, similar al canto de dicha moneda.

Ha’penny Bridge Dublin

19. Stephen’s Green Park. Gratuito.

Uno de los parques que ver en Dublín y uno de sus principales pulmones. Si el tiempo lo permite, es posible sentarse tranquilamente con un buen libro, dar de comer a los patos de su enorme lago o ver cómo el actor Gabriel Byrne pasea a su perro.

20. Trinity College. Gratuito. 

La universidad más antigua de Irlanda y una de las más famosas del mundo fue fundada en 1592 por la reina Isabel I. Ocupa una superficie de 190.000 metros cuadrados. Por sus aulas han pasado alumnos tan ilustres como Wilde, Stoker o Beckett.

21. The Spire. Gratuito.

Con 120 metros de altura, es considerada la escultura más alta del mundo. Construida en acero inoxidable, se encuentra en la calle O´Connell y fue diseñada por un estudio británico, Ian Ritchie Architects Ltd.

The Spire Dublin

22. Temple Bar. Gratuito.

No vamos a contarte nada nuevo sobre la zona más famosa y canalla que ver en Dublín y, con toda probabilidad, en Irlanda. Pubs, restaurantes, músicos callejeros, despedidas de soltero… En resumen, mucho bullicio y diversión asegurada.

¿Dónde dormir en Dublín?

Te recomendamos que te alojes en el centro aunque, como te hemos comentado, Dublín es una urbe pequeña y las distancias no son muy largas. Eso sí, los hoteles son caros, en general. Nosotros hemos probado el Temple Bar Hotel (desde 120 euros la habitación doble con desayuno) y The Clarence Hotel (desde 120 euros la doble en solo alojamiento), pero también hay un buen número de hostels o guest houses más económicos.

The Clarence Hotel Dublin

¿Has visitado la capital de Irlanda? ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Dublín?

*Los precios de este artículo han sido actualizados en 2021.

Galway, un paseo por la ciudad más auténtica de Irlanda

Musica tradicional irlandesa

Galway, en la costa oeste de Irlanda, es una de las ciudades más acogedoras que visitamos durante nuestro viaje. Y una de las que mayor población joven posee, gracias a las dos universidades ubicadas en ella. Atravesada por los ríos Corrib y Friars, y con cerca de 75.000 habitantes, es perfecta para una escapada de un día o fin de semana. Así como para realizar excursiones desde ella a algunos de los puntos más famosos de las isla, como los Acantilados de Moher. Aquí te damos unas pequeñas pistas para descubrirla. Apunta todo lo que hay que ver en Galway.

Rio de Galway Irlanda

Qué hacer en Galway

1. The Spanish Arc. Gratuito

La primera de nuestra recomendaciones sobre qué ver en Galway. Se trata de un resto de la muralla construida entre 1584 y 1588 para proteger a los barcos atracados en el muelle colindante, ahora conocido como The Spanish Parade.

The Spanish Arc Galway
Arco español Galway

2. Museo de Galway. Gratuito

Con vistas al Arco español, es uno de los puntos más recomendables que ver en Galway para descubrir aspectos de la historia de la ciudad. Expone una colección de casi 1.000 objetos, donados por sus habitantes en los últimos 30 años. Entre ellos, pueden encontrarse auténticas joyas. Como la silla en la que el genial John Ford se sentaba durante sus rodajes, entradas de los primeros conciertos ofrecidos por U2 o una estatua de Pádraic Ó Conaire. Fue uno de los escritores irlandeses más prolíficos, nacido en Galway en 1882. Abre de martes a sábado y desde la segunda planta se contempla una espectacular vista de la costa.

Museo de Galway
Pádraic Ó Conaire
La silla de John Ford en el Museo de Galway
La silla de John Ford

3. Recorrer sus iglesias. Gratuito

La catedral católica que ver en Galway es también conocida como Nuestra señora de la Asunción. Por su parte, San Nicolás es la iglesia medieval más grande de Irlanda. Fundada en 1320, está dedicada a San Nicolás de Myra, patrón de los marineros. Es famosa porque en 2002 se celebró en ella la primera boda en el país entre personas de un mismo sexo, aunque posteriormente se prohibió cualquier ceremonia futura de este tipo.

Nuestra señora de la Asunción Galway
Nuestra señora de la Asunción y San Nicolás
St. Nicholas Church
St. Nicholas Church

4. Ir de compras por Shop Street. Depende del crédito de tu tarjeta

La calle más larga y transitada que ver en Galway es Shop Street, lugar perfecto donde comprar un jersey de lana hecho a mano o alguna típica joya celta. En ella se encuentra el Castillo de Lynch, construido en el siglo XVI y en el que actualmente se ubican las oficinas del Allied Irish Banks.

Shop Street Galway

5. Fotografiarse con Oscar Wilde. Gratuito

Una de las fotografías más típicas que hacer en Galway es la que se toma junto a las estatuas de los novelistas Oscar Wilde y el estonio Eduard Vilde. Situadas a la entrada de Shop Street, no se trata del hermano de Wilde, como erróneamente se indica en algunas guías. Una tierna estampa que ver en Galway.

Oscar Wilde Galway

6. Sentarse en alguno de sus verdes parques. Gratuito

Como el de Eyre Square, que en 1965 fue renombrado como ‘Parque Kennedy’ en honor al presidente John F. Kennedy. Este visitó la localidad poco antes de su asesinato. Algo muy relajante que hacer en Galway.

Parque Kennedy Galway
Eyre Square

7. Beber una pinta de Galway Hooker. 4 euros

¡Una de las mejores cosas que hacer en Galway en cualquier momento! No pensar mal, ya que no se trata de nada relacionado con la prostitución. Sino de una cerveza que hace honor al nombre de una competición de barcos de pesca que se celebra desde hace años.

Galway Hooker

8. Escuchar música irlandesa en directo. Lo que cueste tu bebida

Son bastantes los pubs donde al caer la noche puede disfrutarse de música tradicional irlandesa en directo sin ningún coste aparte de la bebida. Sin duda, una de las actividades más encantadoras que hacer en Galway.

Musica tradicional irlandesa

¿Dónde comer en Galway?

Lejos de la idea que tenemos de la pobre gastronomía irlandesa, encontrarás varios restaurantes en Galway donde saborear pescados y mariscos de primera. Como las vieiras a la plancha con morcilla de Mc Donagh’sdonde también preparan el fish&chips más sabroso y legendario de la ciudad-. O la ensalada de langosta de la bahía, en The Seafood Bar Kirwan’s.

Mc Donagh’s
Seared scallops with black pudding
Galway Bay Lobster Salad
Galway Bay Lobster Salad

¿Dónde dormir en Galway?

El Harbour Hotel, al lado del puerto, es perfecto para pasar la noche por alrededor de 90 euros la habitación doble. Y con un excelente desayuno incluido en el precio.

Habitacion Harbour Hotel Galway

¿Conoces esta sorprendente ciudad irlandesa? ¿Nos recomiendas otras cosas que ver en Galway?

Róterdam, 72 horas en la ciudad portuaria de los Países Bajos

Delfshaven Roterdam

Róterdam es uno de esos lugares que rebosa encanto mires donde mires. Con el mayor puerto de Europa, segundo del mundo tras el de Shanghai. Su población supera el medio millón de habitantes. Y sufrió un bombardeo en 1940 que dejó 800 muertos y a más de 80.000 personas sin hogar. La posterior ocupación nazi forma también parte de su historia. Una ciudad cómoda para recorrer a pie en un par de días con la tranquilidad que conlleva el slow travel. A continuación, os contamos qué ver en Róterdam en 72 horas disfrutando de grandes contrastes arquitectónicos y buena gastronomía, sin ningún tipo de estrés.

Delfshaven Roterdam

¿Qué ver en Róterdam?

1. Ayuntamiento

Uno de los pocos edificios que sobrevivió al bombardeo de 1940. De estilo modernista, con influencias románicas, bizantinas y art déco, fue construido en torno a un jardín interior al que se puede acceder. Es sede de la oficina del alcalde de Róterdam.

Ayuntamiento Roterdam

2. Calypso

407 apartamentos de lujo repartidos en 22 plantas en un espectacular edificio de 2012 que, por el diseño de su fachada, da la sensación de estar en movimiento.

Calypso Roterdam

3. Casas Cubo

Diseñadas por Piet Blom entre 1982 y 1984, y también llamadas Blaakse Bos, componen uno de los puntos más originales que ver en Róterdam. El arquitecto giró 45 grados los 42 cubos que las forman y los colocó sobre pilares con forma hexagonal. Todas ellas están habitadas y una de ellas es visitable, previo pago de 3 euros. Y, para aquellos que se aventuren a compartir habitación, el albergue Stayokay ofrece la posibilidad de alojarse en el emblemático edificio.

Casas Cubo Roterdam

4. Coffee shops en Róterdam

Fumar marihuana es legal en Róterdam, aunque solo puede hacerse en los denominados coffee shops. Allí se venden los ‘cigarrillos’ ya preparados o, en su defecto, semillas de última generación para su cultivo ‘privado’.

5. Delfshaven

El barrio más pintoresco que ver en Róterdam enamora a primera vista. Fue el único que no sufrió las consecuencias del bombardeo de 1940 y conserva todo el encanto de las casas típicas holandesas y canales que atraviesan sus calles. La foto de esta lluviosa jornada está sacada desde De Pelgrim, única fábrica de cerveza de Róterdam.

De Pelgrim Roterdam

6. De Rotterdam

Diseñado por Rem Koolhaas en 1998, es uno de los edificios más espectaculares que ver en Róterdam. En su interior, alberga un hotel, además de oficinas, tiendas, restaurantes, espacios para exposiciones y conferencias. Sus tres torres, de 150 metros de altura, 44 plantas y unidas entre sí, forman una ‘ciudad vertical’. Desde su terraza, abierta solo en verano, puede contemplarse una de las más bellas vistas de Róterdam.

Edificio De Rotterdam

7. Edificio Lápiz

Situado junto a las Casas Cubo y frente al Markthal, recibe su nombre por su curiosa forma, que recuerda a un grueso lápiz.

Edificio Lapiz Roterdam

8. Erasmo de Róterdam

Nacido en Róterdam en 1466, fue uno de los representantes del humanismo. Símbolo de la metrópolis, su estatua es la más antigua de Holanda.

Erasmo de Roterdam

9. Estación Central de Róterdam

Recientemente reformada, conserva elementos del antiguo edificio, originario de 1957, como el reloj de la fachada o las letras Centraal Station. Con un volumen superior a los 100.000 usuarios diarios para viajar en tren, metro, tranvía o autobús, es una de las estaciones más importantes de los Países Bajos. En su interior, se encuentra una oficina de información turística. Impresionante, se mire por donde se mire.

Estacion Central de Roterdam

10. Euromast

El mirador más alto de Holanda, Euromast, fue diseñado en 1960 para la exposición mundial de jardinería Floriade. Desde hace algunos años, es reseñable su restaurante con vistas panorámicas, al que se accede mediante un ascensor giratorio.

Euromast Roterdam

11. Hotel New York

La antigua sede de la línea Holland Amerika es hoy un hotel-restaurante. En él se han respetado ambiente de principios del siglo XX y detalles relacionados con la navegación. Perfecto para tomar un café o el té vespertino mientras se contempla el puerto y se imaginan las historias de aquellos que se aventuraban a cruzar el Atlántico en busca del sueño americano.

Hotel New York Roterdam

12. Las Palmas

El antiguo taller de la línea Holland Amerika fue restaurado en 2005. En la actualidad, es sede del Nederlands Fotomuseum, entre otros.

Las Palmas Roterdam

13. Linjbaan

La principal calle de compras de Róterdam fue abierta en 1953, convirtiéndose en la primera rúa comercial y peatonal de Europa. Está totalmente libre de coches, lo que supone una delicia para los amantes del shopping que pueden deambular de tienda en tienda los 7 días de la semana sin miedo a ser atropellados.

Linjbaan Roterdam

14. Maastoren

Sus 164 metros de altura lo convierten en el edificio más alto de Holanda. Su construcción es en una de las más innovadores del mundo, pues posee un sistema de almacenamiento de calor y frío basado en la temperatura del agua del río Mosa.

Maastoren Roterdam

15. Markthal

Uno de los mercados cubiertos más espectaculares del mundo con casi un centenar de puestos de comida, tiendas, restaurantes y supermercado. Lo que hace realmente especial a Markthal es su parte superior, donde se han construido 228 viviendas, muchas de ellas con vistas a su patio central. En su interior, un impresionante mural digital de 11.000 metros cuadrados y 4.500 piezas de aluminio, obra de Arno Coenen e Iris Roskam. Un imprescindible que ver en Róterdam.

Markthal Roterdam

16. Museo Boijmans Van Beuningen

Una de las pinacotecas más antiguas de Holanda. Su nombre hace referencia a los dos personajes que donaron su colección de arte a la ciudad, el jurista Boijmans y el coleccionista Van Beuningen. De sus paredes cuelgan cuadros de Dalí, Rubens, Van Gogh, Tintoretto o El Bosco.

Pintura en el Museo Boijmans Van Beuningen

17. Museo de la Fotografía

Una de las mejores maneras de conocer la historia más reciente de Holanda es visitando este museo donde se exhiben y almacenan tres millones de negativos, diapositivas y grabados. Pone a disposición del visitante un área con instalaciones interactivas en la que sentirse como un auténtico profesional. Como es razonable, solo pueden hacerse fotografías de las zonas comunes.

Museo de la Fotografia Roterdam

18. Puente de Erasmo

El icono de la ciudad, con más de 800 metros de largo, une el norte de Róterdam con la parte sur. Es obra del diseñador Ben van Berkel y se inauguró en 1996.

Puente de Erasmo

19. Puerto marítimo de Róterdam

El puerto más grande de Europa, ubicado en las confluencias de los ríos Mosa y Rin. Es inabarcable a pie, por lo que una de las mejores formas de recorrerlo es a bordo del Spido. Durante 75 minutos, y por unos 14 euros, este crucero permite contemplar uno de los centros neurálgicos de las conexiones marítimas de nuestro continente mientras se disfruta de una copa de merlot.

Puerto maritimo de Roterdam

20. Toren op Zuid

Su fachada se inclina con los cables del puente Erasmo imitando a la torre de Pisa. Mediante 900 bombillas en forma de baldosas, ofrece una especie de noticiario luminoso en el que pueden verse textos e imágenes.

Toren op Zuid

¿Cómo ahorrar en tu visita a Róterdam?

La Rotterdam Welcome Card ofrece descuentos de un mínimo del 25% en más de 50 atracciones, museos y restaurantes. También, viajes ilimitados en la red de tranvía, metro y autobuses de RET durante 1, 2 o 3 días. Muy recomendable si, como a nosotros, te coincide con un clima que invita a todo, menos a caminar.

Dónde comer y beber en Róterdam

Bierhandel De Pijp (Gaffelstraat, 90)

Puede que se trata del lugar más auténtico de todo Róterdam. Aunque su aspecto exterior invita a pasar de largo, su interior enamora desde el primer minuto. Paredes forradas de madera donde reposan cientos de corbatas que los clientes han ido dejando a lo largo de sus más de cien años de andadura, largas mesas corridas y bancos que se comparten con otros comensale. Cocina vista y una carta escueta, pero con interesantes sugerencias como ostras, mejillones rebozados, paté de oca o un apetitoso plato holandés, steewed beef with cabbage and sautéed potatoes, además de una decena de vinos.

Bierhandel De Pijp
Stewed beef with red cabbage and sauteed potatoes

Cafe De Oude Sluis (Havenstraat, 7a)

En la zona antigua, Delfshaven, sobre el pequeño canal que la atraviesa, se localiza este café-taberna donde disfrutar de alguna de las 30 cervezas que ofrece. Merece la pena echar un vistazo al bello edificio en el que se encuentra. Su galería -por desgracia, habilitada para fumadores- da la sensación de estar suspendida sobre el agua. Podéis verlo en la primera foto de este post.

Cafe De Oude Sluis Roterdam

Cocina indonesia

La gastronomía holandesa posee un extenso abanico de platos indonesios, afición que ha perdurado desde el antiguo imperio colonial. Son muchos los restaurantes que hacen guiños a este tipo de cocina asiática en sus cartas y bastante amplio el número de locales especializados solo en ella.

Sopa de pollo y vegetales
Sopa de pollo y vegetales
Fideos con verduras y gambas
Fideos con verduras y gambas

Febo (distintas localizaciones)

Aunque su calidad no sea relevante, Febo es una de las alternativas gastronómicas más curiosas para comer en Róterdam. Febo es una cadena holandesa con más de 60 locales en todo el país. Aquí la comida se extrae directamente de máquinas expendedoras a través de pequeñas ventanas. Detrás de ellas puede verse a los cocineros que se encargan de su preparación y de reponer rápidamente el producto que se consume. Croquetas de pollo o pescado, patatas fritas o, incluso, hamburguesas, lo más demandado.

Febo Roterdam
Croqueta de Febo

Pelgrim Bar (Aelbrechtskolk, 12)

El acogedor bar de la única fábrica de cerveza de Róterdam ofrece una degustación de cervezas artesanas y bocados rápidos en forma de tortilla o sopa del día. Muy recomedables las croquetas de camarones.

Pelgrim Bar Roterdam
Sopa de calabaza, en ‘Pelgrim Bar’
Tortilla Pelgrim Bar Roterdam
Tortilla de queso, en ‘Pelgrim Bar’

Restaurante Fred (Honingerdijk, 263-265)

Fred Mustert es uno de los chefs más reputados de los Países Bajos. Su restaurante homónimo está galardonado con dos Estrellas Michelin. Además de carta, ofrece un único menú degustación de 7 platos, Inspiration, por 159 euros. Un recorrido por los mejores productos de temporada tratados de manera exquisita y servidos por un equipo de profesionales que hacen que la experiencia sea única. Capítulo aparte merece su carro de quesos…

Restaurante Fred Roterdam
Aperitivos en ‘Fred’
Mesa de quesos Fred Roterdam
Mesa de quesos en ‘Fred’

Markthal (Verlengde Nieuwstraat, 3011)

Además de comprar productos frescos, en Markthal es posible comer en varios de sus casi 100 puestos. Desde pequeños snacks en forma de queso o embutido, hasta pizzas y sushi recién preparado, pasando por todo tipo de dulces. También podemos encontrar un puñado de restaurantes donde pedir a la carta, destacando un bar de tapas, una hamburguesería y un japonés.

Mercado Markthal
Donuts

Prachtig (Willemsplein, 77)

Situado en el corazón de Róterdam y con unas bellas vistas a los puentes Erasmo y Willem. Prachtig es el sitio perfecto para disfrutar de café o cerveza antes de coger el Spido que recorre el puerto marítimo. En su carta, ensaladas, sándwiches y hamburguesas. Ofrece una pequeña carta de vinos donde no faltan verdejo o albariño.

Prachtig Roterdam

Dónde dormir en Róterdam

Rotterdam Marriott Hotel

El antiguo Manhattan Hotel está situado frente a la Estación Central, en la Millenium Tower, y dispone de todas las comodidades de un cinco estrellas. Su ubicación del Rotterdam Marriott Hotel es perfecta para recorrer la ciudad a pie o en tranvía, ya que está cerca de las principales atracciones turísticas que ver en Róterdam. La habitación executive con desayuno incluido y acceso a un exclusivo lounge, desde 175 euros/noche.

Habitacion

¿Te ha gustado este paseo por la ciudad holandesa? Si vas a viajar a Róterdam, echa un vistazo a nuestro artículo Cómo ir desde el aeropuerto al centro de Róterdam.

Copenhague, bicicletas y ‘hygge’ en la capital de Dinamarca

Nyhavn Copenhague

Dinamarca era una de nuestras asignaturas pendientes y el pasado mayo tuvimos la suerte de escaparnos durante una semana a su capital. Hoy os contamos todo lo que hay que ver en Copenhague.

Una ciudad para los ciclistas

Lo primero que nos llamó la atención, además de su belleza, fue la limpieza de sus calles. Y el culto al medio de transporte por excelencia de los países nórdicos: la bicicleta. Si el tiempo acompaña, es la manera más recomendable de recorrer la urbe.

Al contrario que en Madrid, por ejemplo, existe un amplio carril bici de 350 kilómetros. Seguro y separado de la carretera, por el que transitar sin miedo a atropellos o estorbar a los coches de turno. Hay semáforos y aparcamientos exclusivos para bicicletas. Y estas tienen prioridad absoluta sobre los automóviles, bastante más escasos que en cualquier otra metrópoli europea.

Bicicletas en la Estación Central de Copenhague
Bicicletas en la Estación Central de Copenhague

Encontrarás cientos de establecimientos en los que alquilarlas por días, por alrededor de 10 euros, o semanas, por unos 50. Una alternativa más barata son las bicicletas públicas, completamente gratis tras depositar como fianza 20 coronas, unos 3 euros. Los recuperarás cuando la dejes en cualquiera de las estaciones repartidas por Copenhague.

Y si eres de los que prefieren pedalear lo justo, únete al movimiento Bycyklen. Su idea es compartir bicicletas eléctricas con otros usuarios por las que únicamente pagarás el tiempo justo que las utilices.

Aunque son muchas las cosas que hacer en Copenhague, aquí te mostramos nuestra pequeña selección:

¿Qué ver en Copenhague?

1. Christiania

Uno de los lugares menos turísticos que ver en Copenhague es también uno de los que más nos gustó. Esta ‘ciudad libre’ existe desde 1971 y resulta perfecta para tomar unas cervezas mientras se escucha música en directo. Con alrededor de 850 residentes que se autoproclaman independientes del Estado danés, se la conoce como ‘distrito verde’, ya que en sus calles está permitida la compra y consumo de drogas blandas

Pusher Street

Pusher Street, traducida como Calle del Vendedor de Estupefacientes, está plagada de pequeños puestos en los que adquirir hachís o marihuana, además de ‘cigarros’ ya preparados. Al no pagar impuestos, el precio de la comida y la bebida es infinitamente más barato que en el resto de Copenhague. Alrededor de 2,50 euros una cerveza, que viene a costar más del doble fuera de las ‘fronteras’ de Christiania. Ah, está prohibido sacar fotos…

Christiania Copenhague
Prohibido sacar fotos en Christiania

2. La Sirenita

Aunque de cerca decepciona un poco, no puedes irte de la capital danesa sin hacer una visita a la sirena más famosa del mundo. La encontrarás en el Parque Langelinie, en la bahía del puerto, mirando lánguidamente al Báltico mientras es fotografiada por cientos de turistas de todo el mundo. Construida en bronce, mide 1,25 metros y pesa 175 kilogramos. En la historia de este monumento que ver en Copenhague hay con varios asaltos vandálicos que incluyen mutilaciones, manchas con pintura e, incluso, ataque con explosivos.

La Sirenita Copenhague
Pincha en la imagen para ver el vídeo

3. Nyhavn

Uno de los barrios más bellos que ver en Copenhague y el lugar perfecto para obtener algunas instantáneas inolvidables. Nyhavn, ‘Puerto Nuevo’, es un paseo marítimo con barcos de madera y zona de ocio repleta de bares y restaurantes. Además de pequeños hoteles de brillantes colores que forman una imagen única. Desde sus aguas, que permitían el acceso directo al mar desde la antigua ciudad, parten algunos de los tours que recorren en barco los diferentes canales. Hans Christian Andersen vivió en el número 20 de Nyhavn. Mientras que en el número 17 residió uno de los primeros tatuadores de la historia.

Nyhavn Copenhague
Postal de cuento desde Nyhavn

4. Museo Carlsberg

La cerveza danesa por autonomasia cuenta con su propio museo en el barrio de Vesterbro. Compra un ticket para el tour guiado por estas instalaciones que ver en Copenhague y déjate sorprender por la historia de J. C. Jacobsen, fundador de la marca, y su hijo, Carl, con el que mantuvo una relación de enemistad durante gran parte de su vida. Fundada en 1847, Carlsberg es una de las más vendidas del mundo. Y, además de elaborar más de 500 birras locales, es responsable de Kronenbourg, Tuborg, Baltika, Belgian Grimbergen y la sidra Somersby. No te pierdas tampoco la degustación de cervezas del Museo Carlsberg para conocer los ingredientes y proceso de algunas variedades que, por desgracia, no se comercializan en España.

Museo Carlsberg Copenhague
Cata de cervezas en el Museo Carlsberg

5. Malmö

Sí, ya sabemos que Malmö está en Suecia, pero a un corto viaje en tren de 25 minutos desde Copenhague, vía el puente Oresund, que une ambos países y se hizo famoso por la serie Broen. Pasea por el barrio de Västra Hammen, uno de los más modernos de la ciudad. Construido en torno al Turning Torso, famoso rascacielos del español Santiago Calatrava y una de las imágenes más reconocibles de la ciudad, es una de las zonas más turísticas de Malmö. Busca mesa en alguno de los restaurantes de la plaza Lilla Torg, que data de 1592, y disfruta de una buena cerveza acompañada de alguna especialidad sueca, como salmón o albóndigas.

Malmo Suecia
La arquitectura de Malmö
Salmon sueco Malmo
Salmón sueco

6. Helsingør

Una excursión en tren hasta esta ciudad danesa considerada la ‘puerta a Suecia’, cuya costa puede divisarse desde varios puntos, merece la pena para visitar el Castillo de Kronborg, que inmortalizara Shakespeare en Hamlet. Compra la entrada más completa, por 19 euros (varías según la temporada del año). Y disfruta de un tour guiado en inglés para recorrer las habitaciones reales, la armería o las oscuras y frías catacumbas. Cuando termines el recorrido, date una vuelta por el centro de la ciudad y su puerto deportivo. Y aprovecha para disfrutar de alguna de las delicias danesas que ofrece el restaurante Kronborg Havbad, con unas espectaculares vistas de la bahía. Y especialidades en su menú como arenques encurtidos, mejillones a la crema o salmón marinado.

Helsingør Dinamarca
El castillo de Hamlet, Kronborg, en Helsingør
Arenques encurtidos
Arenques encurtidos

Restaurantes en Copenhague: dónde comer

1. Meatpacking District in Vesterbro

El barrio de moda que ver en Copenhague y uno de los diez más hipster del mundo es Vesterbro. Un vecindario idílico donde los jóvenes comen pizza y beben cerveza sobre el mullido césped del Sønder Boulevard, padres pasean a sus bebés en bicicleta y lugareños lucen impecables barbas y tatuajes infinitos. Allí se encuentra el Meatpacking District, antiguo mercado de carnes hoy restaurado y convertido en una de las zonas de obligada visita.

Food trucks y restaurantes de moda en Copenhague

Además de un buen puñado de restaurantes en Copenhague, cada fin de semana alberga una zona de food trucks con música DJ. Uno de nuestros favoritos fue War Pigs Brewpub, que, como su propio nombre indica, está especializado en productos del cerdo cocinados a la barbacoa: costillas, salchichas, paleta… También, pecho de ternera, alitas de pollo con apio y salsa de queso azul, realmente adictivas o ensaladas. Y 22 tipos de cerveza elaborada en sus propias instalaciones.

Un must, al igual que las pizzas napolitanas de Mother o los tacos y micheladas de Rosio Sanchez, una de las alumnas aventajadas de René Redzepi, dueño de Noma, en Hija de Sanchez.

War Pigs Copenhague
Comida en ‘War Pigs’
Hija de Sanchez Copenhague
Tacos y micheladas en ‘Hija de Sanchez’

2. Copenhagen Street Food

Sí, el amor a primera vista existe. Y, si eres un enamorado de los food trucks, caerás rendido a los pies de este enorme espacio en la isla de Paper. Varias decenas de puestos sobre ruedas se dan la mano para ofrecer platos indios, surcoreanos, mexicanos, chinos, marroquíes, japoneses, italianos… Todos los preparan al momento a la vista del cliente y cuesta decidirse.

La hamburguesa de pato de Duck It es, sencillamente, espectacular, al igual que las creaciones de Fish and chips. Pilla una jarra de cerveza en MS Brewsky, más económica que por vasos, y siéntate en una de las largas mesas interiores o en la terraza exterior con vistas al río mientras el sol acaricia tu cara. Lo más parecido a estar en el cielo, pero rodeados de los mejores locales para comer en Copenhague.

Copenhagen Street Food
Hamburguesa de pato en Copenhagen Street Market
Copenhagen Street Food
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3. Torvehallerne

Este mercado cubierto, con más de sesenta stands, es el sitio ideal para combinar la compra de productos frescos como carne, pescado o marisco, con otros gourmet como queso, embutido, chocolate o especias. También se puede tomar algún que otro bocado en los puestos de Torvehallerne: sándwiches, sushi, hamburguesas, tacos e, incluso, tapas españolas.

Prueba un típico smørrebrød danés para comer en Copenhague: rebanadas de pan de centeno con manteca sobre el que se colocan ingredientes fríos como gambas, salchichas, huevos, carne y queso. Y, de postre, uno de los típicos mazapanes con forma de cerdo.

Torvehallerne Copenhague
Smørrebrød danés en Torvehallerne

4. Relae

Si te apetece y puedes permitirte un capricho, Relae es uno de los mejores restaurantes en Copenhague. Su manifiesto es que ‘todo se corta hasta el hueso y los únicos marcos son los que cuelgan de las paredes’. Entre el 90 y el 100% de los alimentos con los que trabajan están certificados como orgánicos. Sus panes son 100 por cien ecológicos y los vinos de su carta, naturales. Puedes leer y ver lo que cenamos en este otro post.

Relae Copenhague
Trigo sarraceno, queso de cabra y rábano, en ‘Relae’

5. Manfred’s

El hermano pequeño de Relae se sitúa en la acera de enfrente. Y es un coqueto establecimiento pensado para compartir platos y disfrutar de una extensa carta de vinos naturales, muchos de ellos, por copas. Es otro ejemplo de sostenibilidad entre los restaurantes en Copenhague. Intenta reducir al mínimo el impacto sobre el medioambiente y su informe anual sobre cómo lo hacen debería ser un ejemplo a seguir por los restauradores de medio mundo. A mediodía, Manfred’s ofrece un menú de cinco platos a elección del chef por 40 euros, con propuestas muy verdes y muy, pero que muy sabrosas.

Manfred’s Copenhague

6. Pícnic junto al río

Si el tiempo acompaña, como nos sucedió el pasado mayo, nada puede resultar más apetecible que un pícnic con vistas al canal mientras se contempla el fluido tráfico de barquitos por el río. Compra comida preparada o un par de sándwiches o en un 7-Eleven y relájate. Nosotros nos decantamos por dos woks y una botella de vino de un supermercado cercano y la experiencia fue maravillosa para comer en Copenhague.

Picnic Copenhague
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7. Puestos callejeros de perritos calientes daneses para comer en Copenhague

Aunque, probablemente, no lo asocies a Dinamarca, sus hot dogs están presentes en multitud de puestos callejeros desde hace ochenta años. Son un snack perfecto para la mitad de la mañana o la tarde por algo más de dos euros. ¡Elige tu topping e híncale el diente!

Hot dogs Copenhague
Hot dogs de Copenhague

¿Cómo ir desde el aeropuerto al centro de Copenhague?

El aeropuerto está situado en Kastrup, a menos de 10 kilómetros del corazón de la ciudad. Y perfectamente conectado con la Estación Central desde la Terminal 3. Por metro (unos 5 euros el billete), tren o autobús 5A (2,5 euros, en ambos casos) o taxi (unos 30 euros). Valora antes de elegir tu medio de transporte si merece la pena comprar alguna tarjeta turística, en caso de que tu estancia sea superior a tres días. Y ten en cuenta que las tres terminales aeroportuarias están unidas entre ellas por un servicio gratuito de lanzaderas.

¿Te ha gustado este paseo? ¿Hay algún otro sitio que ver en Copenhague que nos recomiendes para una futura visita? ¡Déjanos tu comentario!

Nápoles, mucho más que ‘pizza’ y ‘sfogliatella’ en el sur de Italia

Castel dell'Ovo Napoles Italia

La tercera ciudad más grande de Italia, por detrás de Roma y Milán, posee un carácter único. Amada y odiada a partes iguales, llena de vida, presume de imponentes monumentos, pintorescos rincones, historia a raudales y una excelente gastronomía con la pizza como buque insignia. Acompáñanos en este ordenado caos por los mejores lugares que ver en Nápoles.

Qué visitar en Nápoles

1. Plaza del Plebiscito

La mayor plaza que ver en Nápoles, con una superficie cercana a los 25.000 m², acoge algunos de los edificios históricos más importantes, como la imponente Basílica de San Francisco de Paula. En ella también podrás admirar tres palacios: Real, de la Prefectura y Salerno.

Plaza del Plebiscito Napoles Italia

2. Spaccanapoli

Se traduciría literalmente como ‘parte-Napóles’ porque antiguamente dividía el centro histórico en norte y sur. Para disfrutar una de las calles más importantes que ver en Nápoles es recomendable llevar contigo una pequeña lista de paradas:

-Basílicas: Santa Clara y Santo Domingo Mayor.

-Palacios: Pinelli, Petrucci, San Gennaro all’Olmo, Tufarelli, Mazziotti, di Sangro di Casacalenda

-Iglesias y capillas: Santa Maria del Presidio, Santa Maria Assunta dei Pignatelli, Sant’Agrippino a Forcella, Gesù Redentore y San Ludovico d’Angiò

En Spaccanapoli también merecen un alto en el camino la Casa Professa dei Padri Gesuiti y el Complejo de Santa Maria dello Splendore.

3. Galería Humberto I

Construida entre 1887 y 1890, es una de las fotos más típicas que hacer en Nápoles. La Galería Humberto I es la más popular de Italia junto con la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán. Aunque algunos de sus locales están cerrados actualmente, merece una visita por lo espectacular de su arquitectura.

Galería Humberto I Napoles Italia

4. Catedral de Nápoles

Más conocida como Duomo, es el principal edificio religioso que visitar en Nápoles. La Catedral Metropolitana de Santa María de la Asunción fue edificada entre 1299 y 1314, y aunque no resulta especialmente llamativa por fuera, en su interior se ‘esconde’ la Capilla del Tesoro. De estilo barroco, en ella luce la estatua del santo patrón de la villa, San Jenaro.

Catedral de Napoles Italia

5. Castel dell’Ovo

El Castillo del Huevo debe su nombre a una vieja leyenda. Cuenta que Virgilio escondió un huevo mágico bajo sus cimientos y que, si este llegara a romperse, la ciudad sufriría una enorme catástrofe. Construido en 1128 junto a la costa, esta fortificación que ver en Nápoles ha servido como elemento defensivo, cárcel o residencia real. Actualmente, se utiliza como centro de eventos y exposiciones.

Castel dell'Ovo Napoles Italia

6. Castel Nuovo

Conocido entre los lugareños como Maschio Angioino, este castillo medieval es otra de las atracciones que ver en Nápoles. Su exterior conserva cinco torreones unidos y está rodeado por un gran foso. En su interior puede contemplarse la Capella Palatina, pequeña iglesia que aún conserva algunos de sus frescos originales.

Castel Nuovo Napoles Italia

7. Via San Gregorio Armeno

¿Quién no ha oído hablar de los famosos belenes de Nápoles? Localizada en pleno centro histórico, San Gregorio Armeno reune a los mejores artesanos en este curioso arte navideño. Las figuritas se exponen durante todo el año, junto a otras más modernas que representan a políticos, deportistas y otros famosos.

Via San Gregorio Armeno Napoles Italia

8. Quartieri Spagnoli

A pesar de su mala fama en el pasado, el barrio español de Nápoles es un sitio bastante tranquilo (al menos, durante el día, cuando lo visitamos). Surgió en el siglo XVI con el objetivo de dar cobijo a los militares españoles destinados a controlar posibles revueltas. En él encontrarás algunas de las imágenes más típicas que ver en Nápoles: estrechas y empinadas calles, motoristas sin casco, ropa tendida entre edificios y altares en cada esquina. Muchos de ellos, dedicados a su ‘dios’: Maradona.

Quartieri Spagnoli Napoles Italia

9. Via Partenope

Una de las que calles más elegantes que visitar en Nápoles te brindará, además, impresionantes vistas del mar a lo largo de todo el paseo. En Via Partenope se ubican algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad, como el Royal Continental o el Eurostars Hotel Excelsior. A lo largo del recorrido, nada mejor que una parada para reponer fuerzas en alguna de sus pizzerías o trattorias mientras contemplas el Mediterráneo y el Vesubio en primera línea.

Via Partenope Napoles Italia

La gastronomía de Nápoles

Ya seas de dulce o salado, la gastronomía napolitana es apta para todos los gustos. Y, también, para todos los bolsillos. Marcada por su situación geográfica, en ella abundan pescados y mariscos frescos, además de verduras y frutas. Y, por supuesto, pasta. La estrella es, sin duda, la pizza napolitana, elaborada siempre en horno de leña. Aunque encontrarás más variedades en algunas de las mejores pizzerías de Nápoles, los lugareños creen firmemente que solo hay dos tipos: margarita y marinera (no, no lleva ningún tipo de pescado y lo explicamos un poco más abajo).

¿Qué comer en Nápoles?

Babà napolitano

Este dulce, muy dulce, está presente en la mayoría de pastelerías y restaurantes de Nápoles. Encontrarás la versión clásica de la foto, además de otras con crema, chocolate, nata, fresas, limón, Nutella… Elaborado al horno, su ligera masa está bañada en limoncello, así que, mejor, no se lo deis a probar a los niños… La Pasticceria Capparelli, en Via Dei Tribunali, 327, es uno de los mejores sitios para probar el babà napolitano.

Babà napolitano Italia

Sfogliatella

Otro de los dulces tradicionales que comer en Nápoles debe su nombre a la hojas de hojaldre (pasta sfoglia) utilizadas en su preparación. Aunque se suele rellenar con pasta de queso ricotta, otras variantes son mermelada, nata montada, crema de chocolate o chantillí. El origen de los sfogliatelle se remonta al siglo XVIII, cuando se creó en el Monasterio de Santa Rosa, en la Costa Amalfitana. Los de Sfogliate e Sfogliatelle, Via San Gregorio Armeno, 24, son para ponerles un altar.

Sfogliatella Napoles Italia

Spaghetti alle vongole

Este delicioso plato de pasta que comer en Nápoles tiene almejas como ingrediente principal. Además, un sofrito de ajo y aceite de oliva, vino blanco y tomate natural. La sencillez más exquisita que uno pueda imaginar.

Spaghetti alle vongole Napoles Italia

Pizza frita napolitana

Además de las pizzas que veréis a continuación, la variedad frita es típica para comer en Nápoles. Podría decirse que la pizza fritta napoletana es similar a una empanada, pero rellena de diferentes ingredientes, dependiendo de la variedad: ricotta, ciccioli, pimiento, albahaca… Aunque puede parecer un bocado grasiento, si está bien cocinado, resulta realmente ligero.

Dónde comer en Nápoles

Pizzeria Di Matteo (Via dei Tribunali, 94)

Abierta en 1936, es para muchos la mejor pizzería de Nápoles. Siempre con locales entre su clientela -lo que es buena señal- cuenta con varios pisos, facilitando que la cola formada a las horas punta se mueva con bastante rapidez. La pizza de Di Matteo es sublime, sin más. Bill Clinton dio buena cuenta de ello durante su visita con motivo de la cumbre del G7.

Pizza en Pizzeria Di Matteo Napoles Italia

L’Antica Pizzeria da Michele (Via Cesare Sersale 1/3)

Si hay una pizzería en Nápoles que deba su fama a Hollywood, esa es L’Antica Pizzeria da Michele. En ella, Julia Roberts zampaba esta delicia italiana en la película ‘Comer, beber, amar’. Es por ello que cada día se forman larguísimas colas -puede llegar a haber más de 50 personas esperando- a las puertas del establecimiento. Si, como a nosotros, te puede la curiosidad, intenta hacer una comida tardía. Yo fui más allá de las cuatro de la tarde y encontré mi sitio. La pizza, tan buena como en otros muchos restaurantes de Nápoles. Aunque aquí solo encontrarás dos variedades: margherita (tomate, mozzarella, aceite, queso y albahaca) y marinara (tomate, ajo, orégano y aceite). ¿Los precios de L’Antica Pizzeria da Michele? Entre 4 y 5 euros por pizza (precio 2019).

Pizza en L'Antica Pizzeria da Michele Napoles Italia

Mattozzi Ristorante (Via Pietro Colletta, 25)

Para nosotros, fue el gran descubrimiento entre los restaurantes de Nápoles. Situado justo enfrente de Pizzeria da Michele, entramos porque la cola del establecimiento del que os hablábamos antes era infinita. Mattozzi es un negocio familiar regentado por un matrimonio de mediana edad. Ella, a los mandos de la cocina. Y él, de la sala. Aquí no encontrarás pizza, pero sí auténticos platos de pasta italiana: spaghetti alle vongole, spaghetti frutti di mare, spaghetti alla carbonara, fettuccine alla bolognese, gnocchi alla sorrentina, penne all’arrabbiata, pappardelle all’ischitana… También, otras delicias como risottos: al funghi, allo champagne o all’ortolana. Repetimos tres días por calidad, precio y ambiente nada turístico. ¡Ojo! Al buscar la información para este post, hemos descubierto que hay varios establecimientos con el mismo nombre. Buscad el de Via Pietro Colletta, 25.

Spaguetti carbonara en Mattozzi Ristorante Napoles Italia

Pupella (Via Partenope, 12)

Sin duda, lo mejor de esta trattoria para comer en Nápoles son sus vistas al mar. En la carta, antipasti, pizzas, platos de pasta y pescados a la parrilla.

Plato de pasta en Pupella Napoles Italia
Restaurante Pupella Napoles Italia

¿Te ha gustado este paseo? Hambre, seguro, seguro, que te ha dado. ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Nápoles?

Évora, ciudad medieval de calles empedradas en el corazón del Alentejo

Rua do Cano Evora Portugal

Situada a 120 kilómetros de Lisboa, es una de las ciudades más bonitas de Portugal y la más popular de la zona del Alentejo. Desde antes de entrar en ella, a una considerable distancia, puede contemplarse el símbolo de la villa, su acueducto romano. Pero hay mucho que ver en Évora. Acompáñanos en este paseo.

Qué ver en Évora

1. Acueducto de Água de Prata

El Acueducto da agua da Prata es uno de los mejores conservados junto al de Segovia. Y, también, la primera parada de nuestras recomendaciones sobre qué ver en Évora. En este caso, su construcción en ladrillo recubierto con una capa de yeso le proporciona una gran finura. Además, se adentra durante varios centenares de metros en la ciudad. Algunas de las casas de la zona están construidas bajo los arcos del mismo, lo que ofrece una imagen única y pintoresca.

Acueducto de Água de Prata
Acueducto de Água de Prata

2. Templo romano de Évora

La siguiente parada la realizamos en el templo romano de la villa, conocido como el Templo de Diana, y uno de los símbolos más fotografiados que ver en Évora. A pesar de que, actualmente, solo lo sostienen trece columnas que han sobrevivivo a los años y la erosión, merece la pena contemplarlo. Mi compañero de viaje, Jesús, da muchos más datos en su blog.

Templo de Diana Portugal

3. Catedral de Évora

Otro de los monumentos más importantes que ver en Évora es su catedral, o Basílica Sé Catedral de Nossa Senhora da Assunção. Está emplazada en el centro histórico y a medio camino entre el gótico y el románico. Su fachada principal, cubierta con granito rosa, recuerda levemente a la de Salamanca, aunque sus dimensiones son menores. La entrada conjunta para verla junto al claustro cuesta 2.50 euros, 1.50 si se quiere visitar sola.

Catedral de Evora Portugal

4. Calles de suelos empedrados

Recorrer sus empinadas calles es una de las mejores cosas que hacer en Évora, una delicia para el paseante. Paredes blancas y suelos empedrados en un ambiente silencioso que en cierto modo consigue trasladarte a otra época.

Calles blancas de Evora Portugal

5. Capilla de los Huesos, no apta para todos

Uno de los puntos que ver en Évora que más llamó nuestra atención fue la Capilla de los Huesos, situada junto a la iglesia de San Francisco. Su característica principal es que sus paredes están construidas con huesos y cráneos humanos. Tal y como nos explicó nuestra guía, se debe a que en la última reconstrucción que se hizo en el templo tras el terremoto de Lisboa y su posterior incendio, se encontró un cementerio y al no saber qué hacer con los restos, se les ocurrió utilizarlos para revestir su interior.

A la entrada de la misma puede leerse esta inscripción: Nós ossos que aqui estamos pelos vossos esperamos (Nosotros huesos que aquí estamos por los vuestros esperamos). Escalofriante.

Capilla de los Huesos Evora Portugal

6. Plaza de Giraldo

Terminamos nuestra ruta sobre lugares de interés que ver en Évora en la Praça do Giraldo. En ella destaca su enorme fuente de mármol blanco, del siglo XVI, que durante muchos años aprovisionó de agua a los evorenses. Rinde homenaje a Geraldo Geraldes, personaje legendario de la historia de Portugal. Aquí se encuentra la Oficina de Turismo.

Plaza de Giraldo Evora Portugal

7. Café Arcada

El Café Arcada es uno de los más antiguos de la ciudad, perfecto para comer un sándwich o comprar dulces típicos: pastéis de nata, bolas de berlim o exquisitas queiijadas. ¡Imposible resistirse!

Pasteles Evora Portugal

La industria del corcho en Évora

Otro de los encantos añadidos que ver en Évora son las tiendas de recuerdos, de las que cabe destacar todo tipo de objetos realizados con corcho. Desde zapatos, bolsos, paraguas o sombreros hasta vinagreras o figuras para el belén navideño. De hecho, la producción de este material es uno de los motores económicos de la zona.

Bolsos de corcho Evora Portugal
Articulos de corcho Evora Portugal
Aceiteras corcho Evora Portugal

¿Conoces este bellísima localidad del Alentejo? ¿Nos recomiendas otras cosas que hacer en Évora?

Marsella, villa de pescadores en la Provenza francesa

Vallon des Auffes Marsella Francia

Es la segunda ciudad más poblada de Francia, por detrás de París. Su privilegiada situación, a orillas del Mediterráneo, destaca entre sus grandes atractivos. Colorida y llena de vida, con buen clima gran parte del año, es una escapada más que recomendable para un fin de semana. Por ello, te proponemos las mejores cosas que hacer en Marsella.

Qué ver en Marsella

1. Puerto Viejo de Marsella

El Puerto Viejo, también llamado Vieux Port, es uno de los lugares con más encanto que ver en Marsella. Su frenética actividad contrasta con los turistas que pasean relajadamente por su orilla o descansan en alguna de las terrazas de restaurantes colindantes. Flanqueado por dos fuertes, el de Saint Nicolas y el de Saint Jean, desde él se admira una las mejores perspectivas de la Basílica de Notre-Dame de la Garde, erigida en lo alto de la colina. Como curiosidad, el ferri que cruza de un lado a otro los 206 metros del Vieux Port es la línea marítima comercial más pequeña del mundo.

Puerto Viejo de Marsella Francia

2. Fort Saint-Jean

El Fuerte de San Juan es otro de los monumentos que visitar en Marsella. Conectado con la antigua ciudad portuaria a través de una pasarela -parte del MuCEM- ofrece unas vistas inigualables del Puerto Viejo. Construida en 1660 por Luis XIV, esta torre de vigilancia era visible a 20 kilómetros, facilitando así la actividad de los barcos comerciales. A lo largo de su historia ha sido, además, prisión estatal y depósito de municiones durante la Segunda Guerra Mundial.

Fort Saint-Jean Marsella Francia

3. Catedral de Marsella o La Major

Construida en estilo bizantino, es una de las iglesias más grandes de Francia. La Catedral de Sainte-Marie-Majeure presume de unas dimensiones similares a las de la Basílica de San Pedro de Roma, que permiten acoger a 3.000 personas. Uno de los iconos que ver en Marsella fue la única catedral construida en el país durante el siglo XIX.

Catedral de Marsella Francia

4. Notre-Dame de la Garde

Imponente. Ese sería el adjetivo para definir a la basílica de Notre-Dame de la Garde. Este monumento que visitar en Marsella está situado a una altitud de 150 metros. Aunque se puede llegar en autobús urbano, subir a pie no deja de tener su encanto, aunque te arrepientas a mitad de camino… Su campanario alcanza una altura de 41 metros. Y la estatua dorada de María que la corona mide 11,20 metros de largo, pesa cerca de diez mil kilos y necesita ser ‘bañada’ con 500 gramos de oro cada cuarto de siglo. Desde Notre-Dame de la Garde se divisan las vistas más impresionantes que ver en Marsella.

Notre-Dame de la Garde Marsella Francia

5. MuCEM

Inaugurado en 2013, coincidiendo con la capitalidad europea de la ciudad, es el museo más importante que ver en Marsella. El Museo de las civilizaciones de Europa y del Mediterráneo se creó para el estudio y conservación del patrimonio antropológico europeo y mediterráneo. Con su iluminación nocturna resulta realmente espectacular. El precio de la entrada es de 11 euros.

MuCEM Marsella Francia

6. Le Panier

Conocido como ‘de los artistas’, es el barrio más antiguo que ver en Marsella. Y también uno de los más concurridos. Sus (muy) empinados callejones conservan una esencia única que recuerda a la época en que era mayoritariamente habitado por marineros y pescadores. El ‘pequeño Montmartre marsellés’ está repleto de tiendas de artesanía, encantadores bistrós y restaurantes con terraza.

Le Panier Marsella Francia

7. La Corniche Kennedy

Debe su nombre al entonces recién asesinado presidente de los Estados Unidos y da comienzo en la Playa de Les Catalans. Con 3 kilómetros de longitud, podrás admirar una panorámica única, con el Mediterráneo como protagonista central y las islas de Friuli como invitadas especiales. A lo largo de la Corniche Kennedy encontrarás varios establecimientos que ofrecen vistas (y precios) de escándalo, así como garitos de moda donde lucir palmito en alguna de sus tumbonas.

La Corniche Kennedy Marsella Francia

8. Parc Longchamp

Uno de los parques más bellos que visitar en Marsella presume de ocho hectáreas de espacios verdes. Dentro de él, el Palais Longchamp luce esplendoroso mientras alberga los museos de Bellas Artes e Historia Natural. El Parque de Longchamp está catalogado por el Ministerio de Cultura francés como uno de los Jardines Notables del país.

Parc Longchamp Marsella Francia

9. Vallon des Auffes

Hemos dejado para el final nuestro favorito. Para nosotros, el lugar más pintoresco que ver en Marsella. Algo alejado del centro y, por tanto, de las hordas de turistas, el Vallon des Auffes rezuma encanto por los cuatro costados. Intenta ir la mediodía para admirar las vistas y sentarte en la terraza de alguno de sus restaurantes tradicionales. Mientras, sueña con vivir en una de sus cabañas de colores con un pointu (barco típico) a la puerta, listo para salir a pescar.

Vallon des Auffes Marsella Francia

Restaurantes en Marsella

Dependiendo de tu presupuesto, encontrarás restaurantes en Marsella de todo tipo. Desde comida rápida a pizzerías, pasando por acogedores bistrós o establecimientos de lujo. A la hora de la comida, aprovecha para buscar el plate du jour (plato del día) o los menús fórmula, que no suelen irse de precio. Como buena ciudad portuaria, la oferta de pescados y mariscos frescos es magnífica. Y recuerda que te encuentras en Francia, uno de los países donde mejor se come. Así que pasa de fast food y, si puedes, ráscate un poco el bolsillo.

Les Pieds Sous La Table (63 rue Sainte)

Lo encontramos por casualidad al lado del apartamento donde nos alojamos. Y acertamos de pleno. Ofrece dos menús: entrante+principal o principal+postre por 22 euros. O entrante+principal+postre por 26 euros. Las especialidades se muestran en una pizarra que la camarera enseña a los clientes. Echa un vistazo a las sugerentes propuestas: steak tartar, ensalada de ahumados, tartar de salmón, atún a la parrilla. Voilà!

Steak tartar Les Pieds Sous La Table Marsella Francia
Atún Les Pieds Sous La Table Marsella Francia

Pizzeria Chez Jeannot (129 rue du Vallon des Auffes)

¿Una pizzería para comer en Marsella? Cuando fuimos a Vallon des Auffes todas las terrazas estaban repletas. Así que nos animamos con este italiano-francés. Pizzeria Chez Jeannot es un bonito local para probar mejillones a la provenzal o auténticas pizzas (nunca fallan). El precio es de unos 20 euros por cabeza.

Mejillones a la provenzal Pizzeria Chez Jeannot Marsella Francia
Pizzeria Chez Jeannot Marsella Francia

L’Espigoulier (204 quai du Port)

Lo encontramos paseando por el puerto. Anunciaba especialidades provenzales, y a por ellas que fuimos. Probamos una original fritura de pescados y aïoli marseillais, verduras y mariscos al vapor con huevo cocido y una salsa parecida a nuestro alioli.

L'Espigoulier Marsella Francia
Aïoli marseillais Marsella Francia

¿Cuál es el plato típico de Marsella?

La bouillabaisse o sopa bullabesa es la especialidad de la ciudad. Este guiso marinero se elabora con pescados de roca como salmonete, rape o congrio. Se sirve acompañada de picastostes frotados con ajo y salsa rouille (a base de aceite de oliva, pan, ajo y pimentón) que se puede echar en la propia sopa o untar sobre el pan. Suele llevar patatas cocidas. Aunque no es muy fotogénica, resulta deliciosa.

Bouillabaisse Marsella Francia

¿Dónde dormir en Marsella?

Aunque las primera noches nos alojamos en un apartamento cerca del Puerto Viejo, un pequeño incidente nos hizo quedarnos unas horas más en Marsella. Y es que perdimos el autobús con el que teníamos pensado regresar a Niza, el último de ese día… Así que buscamos hoteles cerca de la Estación de San Carlos y encontramos el Aparthotel Adagio Access Marseille Saint Charles. Un sitio muy correcto para descansar por menos de 60 euros.

Aparthotel Adagio Access Marseille Saint Charles Marsella Francia

¿Te ha gustado este paseo con sabor a mar? ¿Nos recomiendas otros lugares que ver en Marsella?

Ámsterdam, ciudad liberal y capital de los ‘coffee shops’

Canales de Amsterdam

Su arquitectura, canales, limpieza y estilo de vida la hacen tan diferente del resto del mundo que, automáticamente, deseas comprarte una bicicleta y echarte a la calle, a descubrir cada rincón. Pero, ¿qué ver en Ámsterdam en una escapada de 3 o 4 días? Acompáñanos en este paseo por una de las ciudades más liberales del planeta.

Qué ver en Ámsterdam

1. Mercado de Flores

Fundado en 1862, el de Bloemen es el mercado de flores más famoso que visitar en Ámsterdam. En él podrás comprar la flor más típica de los Países Bajos, el tulipán, en todos los colores que imagines. También, semillas de otras plantas y artículos de jardinería.

Mercado de las flores Amsterdam

2. Rijksmuseum

Además del impresionante edificio que lo alberga, el atractivo del Rijksmuseum se encuentra en las 22 pinturas de Rembrandt que cuelgan de sus paredes. La ronda de noche o El árbol de Jesé son dos de las joyas de este museo que ver en Ámsterdam. Pero, también, alberga obras de casi todos los grandes maestros neerlandeses de los siglos XV al XVII. Está abierto a diario de 9:00 a 17:00. El precio de la entrada es de 19 euros. Ah, la cafetería del Rijksmuseum es perfecta para un bocado rápido.

Rijksmuseum
Johannes Vermeer, The Milkmaid, c. 1660. © Rijksmuseum, Amsterdam

3. Van Gogh Museum

Uno de los museos más visitados del mundo es otro de los imprescindibles que ver en Ámsterdam. La visita con audioguía -para conocer los secretos mejor guardados de la vida del genial artista- es más que recomendable por 5 euros más. El acceso al Van Gogh Museum tiene un precio de 19 euros.

Van Gogh Museum
Vincent van Gogh, The Bedroom, c. 1888. © Van Gogh Museum, Amsterdam

4. Casa de Ana Frank

Aunque se trata de una de las visitas más duras que hacer en Ámsterdam, es necesaria para conocer la historia de Ana Frank. En 1942, esta adolescente judía tuvo que esconderse de los nazis junto a su familia durante la ocupación de los Países Bajos. Fue descubierta dos años después, muriendo en el campo de concentración de Bergen-Belsen en 1945.

A todos nos ha conmovido su libro. Pero ver en primera persona el lugar donde transcurre te pone un nudo en la garganta. La Casa de Ana Frank es una atracción muy visitada, por lo que te aconsejamos que reserves tus entradas con mucha antelacion, semanas o, incluso, meses. No olvides que está prohibido tomar fotos.

Casa de Ana Frank
Bookcase, entrance Secret Annex © Anne Frank House / Photographer: Cris Toala Olivares

5. Vondelpark

Con 47 hectáreas, es el parque más grande que visitar en Ámsterdam. Si el tiempo acompaña, puedes comer al aire libre o tomar algo en una de sus terrazas. Se extiende a lo largo de cerca de 470.000 metros cuadrados y recibe a más de 10 millones de personas al año.

Vondelpark Amsterdam

6. Plaza Dam

El centro neurálgico de la capital es, también, la plaza más importante que visitar en Ámsterdam. En la Plaza Dam se alza el Monumento Nacional, homenaje a los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial. Y, también, el Palacio Real.

7. Jordaan

Aunque antiguamente se trataba de un barrio obrero, actualmente, Jordaan es una de las zonas más caras de la ciudad. En ella encontrarás modernos restaurantes, boutiques de diseño y algunos de los canales más bonitos que ver en Ámsterdam.

Jordaan Amsterdam

8. Moco Museum

Este museo independiente que ver en Ámsterdam exhibe arte moderno y contemporáneo. Si este tipo de obras no va contigo, como es nuestro caso, al menos merece la pena para admirar algunas de las creaciones más icónicas del genial Banksy. El Moco Museum abre de domingo a jueves, de 10:00 a 19:00. Y viernes y sábado, de 10:00 a 21:00. El precio es de 19,50 euros.

Banksy Moco Museum

9. Barrio Rojo de Ámsterdam

Es, sin duda, una de las zonas más polémicas que ver en Ámsterdam. Y, probablemente, en Europa. En el Barrio Rojo, las mujeres exhiben sus cuerpos en escaparates. Se fija un precio y quien lo desea pasa a un pequeño habitáculo donde disfrutará de 15 o 20 minutos de placer, a pie de calle, con la única privacidad de unas cortinas… Aunque esto puede parecer una locura, has de saber que Ámsterdam es una de las trece ciudades holandesas donde existe la prostitución. Es legal desde 1911 y las trabajadoras del sexo alquilan el escaparate en el que trabajan, pagando impuestos como cualquier otra empleada holandesa. Recuerda que está prohibido hacer fotos.

10. Crucero por los canales de Ámsterdam

Su fama ha traspasado fronteras. Y un crucero por sus históricos canales es una de las mejores cosas que hacer en Ámsterdam. Existen diferentes companías y modalidades para todos los gustos: con degustación de queso y vino, con pizza y cerveza, con cena a la luz de las velas e, incluso, un crucero con barra libre de tortitas. Sí, has leído bien.

Canales de Amsterdam

11. Heineken Experience

A pesar de haber sido totalmente remodelada, esta antigua fábrica mantiene su encanto original. Durante la visita guiada a la Heineken Experience, podrás contemplar las enormes y antiguas calderas donde se elaboraba la cerveza. A lo largo de 90 minutos, también conocerás la historia de la marca. Y para rematar, dos Heineken bien frías en su animado bar.

Heinekene Experience Amsterdam

Coffee shops en Ámsterdam

Ser una de las ciudades más permisivas del mundo hace posible entrar en uno de los llamados coffee shop como quien va a la frutería y decide qué tipo de manzanas comprar… Pero, en este caso, el menú se basa en drogas legales en los Países Bajos. Existen más de 160 coffee shops en Ámsterdam, siendo turistas un 23% de su clientela. Más de millón y medio de visitantes por año han hecho que sea un negocio que reporta mucho dinero a las arcas públicas.

Puedes comprar diferentes mezclas o porros de marihuana pura ya preparados. Es posible fumarlos en el propio local, pero, paradojas de la vida, en ellos solo sirven refrescos, zumos o cafés. Está prohibida la venta de alcohol en los cofeee shops de Ámsterdam. También puedes encontrar tés, pipas de agua o magdalenas, galletas y pastelitos elaborados a base de cannabis.

I Weed Amsterdam

Comer en Ámsterdam

No podemos destacar nada en especial de la comida típica de Ámsterdam, salvo la cerveza, por supuesto. Aun así, hay restaurantes donde merece la pena hacer una parada.

Pesca

Como si de un mercado se tratara, Pesca ha apostado por mostrar su propio producto antes de ser cocinado. Al entrar a este restaurante de Ámsterdam, encontrarás un típico mostrador de pescadería. Allí se exponen ostras, almejas, cangrejos, salmones, rapes, calamares, gambas o lubinas. Tú decides qué quieres y la forma en que se cocine. Minutos después, llegará a tu mesa para degustar el mejor sabor del mar.

Ostras Pesca Restaurant Amsterdam
Ostras
Cangrejo Pesca Restaurant Amsterdam
Cangrejo de caparazón blando

Bistro Bij Ons

En pleno barrio de Jordaan, Prinsengracht 287, se encuentra uno de los bistrós más encantadores para comer en Ámsterdam. El Bistro Bij Ons está especializado en comida neerlandesa y, también, sirve desayunos. Abierto ininterrumpidamente de 11 de la mañana a 12 de la noche, su cocina cierra a las 22:00. ¿Una recomendación? Mejillones fritos con cebollas, vino blanco y curri amarillo. O, si prefieres carne, su jugoso filete holandés con patatas y ensalada, dicen, el más famoso de Ámsterdam.

Mejillones Bistro Bij Ons Amsterdam
Mejillones fritos
Filete holandes Bistro Bij Ons Amsterdam
Filete holandés

Frens Haringhandel

Visitar Ámsterdam y no probar el arenque ahumado sería todo un sacrilegio. El de Frens Haringhandel se sirve con cebolla picada y pepinillo en vinagre. Por 3 euros, es una de las mejores opciones para comer en Ámsterdam un bocado rápido. Al lado hay una pequeña zona con bancos donde te puedes sentar. También lo sirven en forma de sándwich, dentro de un bollo de perrito caliente.

Frens Haringhandel

Jacketz

Nunca las patatas al horno rellenas tuvieron tanto éxito como en este restaurante de Ámsterdam. Jacketz ofrece varios tipos: chile con carne, pulled pork en salsa de whisky, salmón, curri verde picante, estofado de carne o pescado, vegetales de temporada… Elige tu topping, una salsa, ¡y listo!

Jacketz

Cafe Orloff

Otro de esos restaurantes en Ámsterdam para un bocado rápido y sin muchas complicaciones. En su carta, aperitivos, sándwiches, pizzas o ensaladas.

Cafe Orloff

Febo

La cadena de establecimientos Febo ofrece comida rápida en distribuidores automáticos a precios muy económicos. Croquetas, hamburguesas y patatas fritas son su especialidad. Merece la pena hacer un alto en el camino para reponer fuerzas.

Febo Amsterdam

Foodhallen Amsterdam

Inaugurado en 2014 en una antigua estación de tranvía, Foodhallen es uno de los sitios de moda para comer en Ámsterdam. Con 22 puestos, es difícil que no encuentres algo que se adapte a tus gustos. Pollo frito, tacos, sushi, comida vegetariana, pizzas, pitas, hamburguesas, tapas y hasta un Jabugo Bar… O, como en nuestro, bocadillos vietnamitas.

Foodhallen Amsterdam

SkyLounge Amsterdam

La mejor panorámica que ver en Ámsterdam las encontrarás en la azotea del DoubleTree by Hilton. Su SkyLounge está abierto de 11 de la mañana a 10 de la noche. Y es el sitio perfecto para disfrutar de una copa de vino o un cóctel mientras fotografías el skyline.

SkyLounge Amsterdam

Comida de Surinam

Surinam es una antigua colonia holandesa situada en América del Sur. Aunque se independizó de Países Bajos en 1975, su legado sigue presente en diferentes aspectos, como el gastronómico. Roopram Roti es una cadena de establecimientos donde degustar lo mejor de la cocina surinamesa. Rijst doks, estofado de pato con curri y arroz, o bara kip, bocadillo de pollo al curri, son buena muestra de ello.

Roopram Roti Asmterdam
Estofado de pato con curri y arroz
Roopram Roti Asmterdam
Bara kip

Puestos de comida callejera

Como cualquier otra gran ciudad europea, es habitual encontrar puestos de comida callejera a las puertas de las principales atracciones que ver en Ámsterdam. Si tienes prisa entre museo y museo, un perrito caliente recién preparado puede ser una opción buena y barata.

Hot dog Amsterdam

Winkel 43, la mejor tarta de manzana de Ámsterdam

¿Pueden formarse largar colas para comer en Ámsterdam la que dicen es ‘mejor tarta de manzana’? Sí, se puede. Intenta que tu visita a Winkel 43 no coincida con el fin de semana y saborea cada bocado de esta delicia.

Tarta manzana Winkel 43 Amsterdam

Un par de consejos para tu viaje a Ámsterdam

Amsterdam city card

1. No dudes en adquirir la I amsterdam City Card. Con ella, puedes entrar en casi 40 museos y otras actracciones que ver en Ámsterdam. Ofrece ventajas como evitar la larguísima espera para acceder al Museo Van Gogh o descuentos en diferentes tiendas o cafés. ¡Ojo! La visita a la Casa de Anne Frank no está incluida.

2. Si vas a la Heineken Experience, compra la entrada Rock the City. Además de la visita guiada, incluye una paseo en barca por los canales de Ámsterdam y acceso a the A’DAM Lookout. El precio es de 35 euros.

Dónde dormir en Ámsterdam

Grand Hotel Amrâth Amsterdam

El Grand Hotel Amrâth Amsterdam está situado a un tiro de piedra de la Estación Central. Ofrece junior suites de ensueño con vistas al canal: cama de dos metros con dosel, minibar y wifi gratuitos, amenities de Lanvin, cafetera Nespresso… Además, puedes relajarte en su Wellness Center, con piscina climatizada, jacuzzi, baño turco… ¡¡Una maravilla!!

Grand Hotel Amrâth Amsterdam
© Grand Hotel Amrâth Amsterdam

*Este artículo ha sido actualizado en 2020 y todas las fotografías son de Pasean2, a excepción de las correctamente acreditadas.

Bolonia: 24 deliciosas horas en la capital de Emilia-Romaña

De camino al Gran Premio de San Marino de Moto GP pudimos aprovechar 24 horas en Bolonia. La bella ciudad del noroeste de Italia es capital de la región de Emilia-Romaña. De fácil manejo y cortas distancias, es un destino ideal para estudiantes con beca Erasmus, jóvenes con ganas de marcha o blogueros ligeros de equipaje, como nosotros. Descubre, a continuación, qué ver en Bolonia.

Qué ver y hacer en Bolonia

1. Piazza Maggiore de Bologna (Plaza Mayor de Bolonia)

Denominada “Piazza Grande” por los lugareños, conserva un aspecto casi idéntico al que tenía en el siglo XV. El centro neurálgico de la ciudad italiana alberga algunos de los edificios más importantes que ver en Bolonia: Basílica de San Petronio, Palacio del Rey Enzo, Palacio Comunal o Palacio del Podestà. Sentarse en la terraza de alguno de sus cafés es una verdadera delicia.

Plaza Mayor de Bolonia

2. Basílica de San Petronio

Dedicada al santo de igual nombre, la basílica de San Petronio es la iglesia más relevante que ver en Bolonia. Sus imponentes dimensiones (132 metros de largo, 60 de ancho y una cúpula de 45 metros) hacen de ella el quinto templo más grande del mundo. Aunque el inicio de su construcción se remonta a 1390, los trabajos se alargaron durante siglos.

Basílica de San Petronio Bolonia Italia

3. Torres de los Asinelli y Garisenda

A pesar de que en la antigüedad llegó a haber casi un centenar de torres, erigidas como símbolo de poder e instrumento defensivo, solo 21 siguen en pie en la actualidad. Las Torres de los Asinelli y Garisenda son dos de los símbolos que ver en Bolonia.

Torre Asinelli Bolonia Italia

4. Los pórticos de Bolonia 

Uno de los elementos arquitectónicos más característicos que ver en Bolonia, pues se extienden a lo largo de casi 40 kilómetros. Construidos para poder transitar tanto con sol como con lluvia, te acompañarán en la mayor parte de tus paseos.

5. Il Quadrilatero

Uno de los lugares más bonitos que ver en Bolonia, en el centro histórico junto a la Plaza Mayor, es un entramado de estrechas calles empedradas repleto de encanto. El «Cuadrilátero» es una bulliciosa zona con tradición artesanal, mercantil y comercial que se remonta a la Edad Media. Muchas de sus tiendas se han transmitido de generación en generación y venden la misma categoría de productos, conservando arquitectura y mobiliario históricos.

Quadrilatero Bolonia

6. Comprar productos típicos en Bolonia

Si, como a nosotros, te gusta comprar productos locales, te perderás entre escaparates que exponen mortadelas, quesos, pasta, vinos italianos, panes, embutidos u olorosos encurtidos. Si facturas maleta, aprovecha para meter en ella una de las delicatessen más típicas de la zona de Emilia-Romaña: el cotizado aceto balsámico di Modena IGP.

Aceto balsamico di Modena

7. Mercato delle Erbe

Si también eres fan de los mercados, como nosotros, has de saber que el delle Erbe es el mercado cubierto más grande del centro histórico. Poco frecuentado por turistas, te encontrarás como pez en el agua entre verduras, frutas, quesos, vino y fiambres. Además, cuenta con pequeños puestos donde degustar las mejores delicias italianas. El Mercato delle Erbe, reabierto en 1949, es otro de los lugares imprescindibles que visitar en Bolonia.

Mercato delle Erbe Bolonia

8. Otros monumentos que ver en Bolonia

La lista de monumentos que ver en Bolonia se puede hacer interminable. Otros edificios exuberantes son las antiguas sedes de Los Bancos o Los Notarios, Teatro Comunale, Pinacoteca Nacional o el Real Colegio de España. También, templos como la de Basílica de San Francisco (en la foto inferior), arcos, palazzos, villas, museos, colecciones, teatros… Y un sinfín de referencias que obligan al viajero a preparar con tiempo su ruta artística si no quiere acabar como Stendhal en la vecina Florencia.

Basílica de San Francisco Bolonia Italia

9. Qué hacer en Bolonia si te gustan las compras

No hace falta que lo digamos, pero las compras no suelen estar entre nuestros objetivos viajeros. A no ser que se nos rompan las botas, echemos en falta algo más de abrigo o nos ‘mole’ alguna gorra, camiseta o recuerdo similar. Sin embargo, pudimos comprobar que Bolonia es un paraíso para los adictos al consumo. Su artería central está plagada de tiendas especializadas en moda italiana, zapatos a medida, alta cosmética, cuero, joyas y otros complementos fáciles de encontrar y nada baratos a la hora de pagar.

Tienda curiosa en Bolonia

10. Saborear la gastronomía de Bolonia

En este apartado nos hemos sentido muy cómodos, ya que las 24 horas en Bolonia pueden arrancar en una de sus coquetas pastelerías a ritmo de cannolis y ristrettos (deliciosos). Continuar entre los puestos de carnes, pescados, frutas y verduras que se amontonan en los aledaños de la Piazza Maggiore (sorprendente). Recuperar fuerzas en osterias como dell’Orsa (imprescindible) y adentrarse en la Via Zamboni para beber en la calle o sentarse en alguna terraza. No os perdáis dos de los platos más típicos que comer en Bolonia: ragú a la boloñesa y tortellini in brodo. Este último os sorprenderá, ya que estamos acostumbrados a comer los tortellini con salsa y aquí se sirven en forma de sopa. Y, si eres goloso, aprovecha para hincarle el diente a algunos de los postres más típicos de Italia, como la panna cotta (zona del Piamonte) o los cannoli (Sicilia).

Ragu a la boloñesa
Ragú a la boloñesa
Tortellini in brodo
Tortellini in brodo
Cannoli
Panna cotta
Panna Cotta

Cómo llegar al centro de Bolonia desde el aeropuerto

Aterrizamos en el Aeropuerto Marconi, una de las bases más importantes para compañías low cost en el sur de Europa. Está ubicado a unos 10 kilómetros del centro, donde llegamos sin mayores problemas en el Aerobus de la línea TPER por unos 6 euros. Si sois tres o cuatro personas, quizá os convenga hacer el trayecto en taxi por menos de 20 euros. Y empezar a disfrutar de todo lo que hay que ver en Bolonia.

Miconos, la isla con más marcha de Grecia y paraíso del turismo gay

Playa de Miconos

¿Pensando en una escapada a una de las islas más visitadas del mundo? Si no sabes qué ver en Miconos, sigue leyendo.

Con menos de 10.000 habitantes, -de las más pequeñas entre las Cíclicas-, es también una de las más turísticas de Grecia. Su alocada vida nocturna, cita de turismo gay de alto nivel adquisitivo, la ha convertido en uno de los lugares de moda cada verano para miles de personas en busca de sol, playas -alguna nudista- y fiesta. También acoge a turistas despistadas como yo, que tuve la suerte de visitarla en mi periplo por este fascinante país hace años.

Qué ver en Miconos

1. Calle Matogianni

La calle Matogianni está considerada la más cara del Mar Egeo, y es el sitio que ver en Miconos si eres un amante de las compras. Arteria principal de la isla, en ella encontrarás ropa de grandes firmas, complementos y joyas, no aptas para todos los bolsillos.

Calle Matogianni

2. Barrio de Castro

Situado en la zona alta, fue en el barrio de Castro donde los venecianos construyeron un castillo del que apenas quedan restos. En su parte baja se encuentra la zona más pintoresca que ver en Miconos, la denominada Pequeña Venecia.

3. Pequeña Venecia

Su verdadero nombre es Alefkandra, pero fue bautizada así porque, al igual que en Venecia, sus casas están construidas sobre el agua. Las viviendas que se asoman al mar (muchas reconvertidas en tabernas y bares de copas) son construcciones del siglo XVIII, cuando surgió en la isla la clase burguesa gracias al auge del comercio marítimo. Repleta de encanto mires donde mires, es imposible no enamorarse de la Pequeña Venecia.

Pequeña Venecia

4. Iglesia de Paraportiani

Esta bella iglesia que ver en Miconos es una de las más antiguas de Grecia y, sin duda, la más importante y fotografiada de las más de 400 repartidas por la isla. Se encuentra en Castro y se terminó de construir en el siglo XVII.

Iglesia de Paraportiani Miconos

5. Los molinos de Miconos

Famosa por sus molinos -hace viento más de 200 días al año-, aún conserva siete de la veintena que hubo hasta principios del siglo pasado. Una de las estampas más típicas que ver en Miconos. Ideal para subir a tu perfil de Instagram.

Molinos de Miconos

6. Centro de Miconos

Ciudad pintoresca donde las haya, su zona centro destaca por la belleza y magia de sus callejuelas estrechas y laberínticas. En ellas es muy sencillo perderse. Blancas casas de puertas azules, balcones decorados con cientos de coloridas flores y pavimento de losas oscuras componen una de las escenas más típicas que ver en Miconos. La proximidad de las viviendas -en algunas es posible tocar la de al lado con tan solo estirar el brazo-, es para protegerlas del viento y del calor. Y en una época no muy lejana, también de los piratas.

Tienda de Miconos

7. Puerto de Miconos

En el puerto pequeño podrás fotografiar los barcos pesqueros de los lugareños, entremezclados con yates de lujo de famosos que cada verano se dan cita en la ‘isla de la fiesta’. Desde allí salen embarcaciones que pueden llevarte a Delos y otros diferentes puntos. En el puerto también se concentran algunos de los mejores restaurantes de la isla, con impresionantes vistas al mar.

8. Los pelícanos de Miconos

El pelícano Petros era la mascota de la localidad hasta su fallecimiento en 1985. Tras vivir más de 30 años en Miconos, su muerte supuso tal impacto que se declaró luto oficial. Algún tiempo más tarde, Jackie Kennedy Onassis regaló a la población su segundo pelícano, de nombre Irene. Y años después, el zoo de Hamburgo donó otro ejemplar al que bautizaron Petrus, en honor al primero. Convertidos en todo un símbolo que ver en Miconos, es fácil que encuentres estas aves durante tus paseos, dispuestas a posar como si de modelos se tratase. A mí me dan pánico, así que siempre que los veía, corría hacia el lado contrario…

© Karma Group

9. Kastro’s Restaurant

Seguro que lo has visto cientos de veces en Instagram. Su increíble localización, casi al borde del mar, lo convierten en uno de los más cotizados. Aunque antiguamente era un bar de cócteles, hoy es un restaurante con precios inflados donde sentarse a ver la vida pasar. Algo que hacer en Miconos, sin lugar a dudas.

Kastro's Restaurant

Cómo llegar a Miconos desde Atenas

El puerto -yo llegué en barco desde Atenas-, está bastante alejado. Hay que coger un autobús que hace diferentes paradas y cuesta un par de euros. Mi conductor no hablaba inglés y no me bajé en la correcta porque no sabía dónde quedaba mi alojamiento. Caminar por Miconos maleta en mano bajo un sol de justicia no es muy recomendable. A la vuelta cogí un taxi, que me costó unos 15 euros.

Dónde dormir en Miconos

Dormí en la Pensión Vouniotis (50 euros la habitación individual sin desayuno). El gran ‘pero’ es que se encuentra a 600 metros de la ciudad y para llegar no hay más remedio que caminar por carretera. Volver de noche fue toda una aventura, os lo aseguro.

Pension Vouniotis Miconos

Como no había servicio de desayuno, lo hice en una típica cafetería, antes de tomar el ferri a Naxos. Plato con queso, jamón y tomate, café, bollería y zumo de naranja natural, 9 euros. Olvídate de viajar a Miconos si eres de la ‘Cofradía del puño cerrado’…

Desayuno griego

¿Qué comer en Miconos?

Lejos de tostarme en una playa, copa en mano, para mí el verdadero placer en Miconos fue sentarme a cenar (eso sí, a las siete de la tarde) en una terraza contemplando el atardecer en el Mediterráneo y los barcos pesqueros. Tsaziki, pulpo a la brasa y musaca, regados con una jarra de Retsina, me hicieron sentir en el séptimo cielo. Pero hay muchas más delicias que comer en Grecia.

Pulpo a la parrilla Grecia

¿Te han gustado estos lugares que ver en Miconos? ¿Nos recomiendas otros para el futuro?

Santorini, la isla griega de los atardeceres más fotografiados

Caldera de Santorini

Santorini fue otra de las paradas de nuestro periplo por Grecia. Tras la tranquila y apacible Naxos, encontramos una isla mucho más turística y cara -aunque no tanto como Miconos-. Pero con una belleza y singularidad únicas. Su capital, Thira, se asoma a un precipicio conocido como la Caldera, por la que navegan decenas de cruceros esperando para desembarcar a miles de pasajeros. Descubre, a continuación, qué ver en Santorini.

Santorini

Qué ver en Santorini

Su paisaje lo constituyen las características y únicas casitas blancas. Resulta impresionante el contraste con la roca casi negra, iglesias ortodoxas de cúpula azul y lujosas joyerías delante de las que pasean los sufridos burros que comunican el puerto con la ciudad. Y que conviene contratar si no se quieren subir a pie los más de cien escalones que los unen (agotador).

Casas blancas Santorini
Santorini
Calles de Santorini

Playas de Santorini

Otro de los grandes alicientes que ver en Santorini son sus playas. Aunque no somos muy aficionados a ellas, puedes coger un autobús que en pocos minutos te deja en la de Perissa, tercer pueblo más grande de la isla. Con arena negra y una enorme roca que surge del agua llamada Vouno Mesa.

Perissa

Hay un pequeño barco que une Perissa con Kamari, otra playa de arena blanda negra con cinco kilómetros de largo. Y famosa por la posibilidad de realizar todo tipo de deportes acuáticos. El trayecto, de unos 20 minutos, es ideal para admirar la belleza de la erosión del Mar Egeo sobre la piedra.

Kamari

El famoso atardecer de Oia

Si hay algo que ver en Santorini es su atardecer, uno de los más famosos del mundo. Cada tarde, cientos de personas se reúnen en Oia, uno de los lugares más solicitados para contemplarlo. Acude con tiempo porque no dura más de 10 minutos y los mejores enclaves están muy, pero que muy solicitados.

Atardecer Oia Santorini

Restaurantes en Santorini, dónde comer

La gastronomía de Santorini, como la de toda Grecia, es puramente mediterránea. Y abundante en pescado y marisco fresco. Además de platos populares como musaca, souvlaki, dolmades o gyros. Precisamente, fue allí donde probé el mejor gyros de todo el viaje, en un pequeño local llamado Obelix (de pollo y en pan de pita).

Gyros Obelix Santorini

Comimos en una encantadora taberna llamada Stani, romántica e ideal. La descubrí en mi primer viaje a Grecia. Y desde ella se divisa el volcán y la magnífica puesta de sol de Santorini.

Los precios de uno de los restaurantes en Santorini más bonitos son bastante moderados. En su carta, especialidades griegas a cada cual más apetitosa, como mejillones o calamares rellenos.

Mejillones Santorini
Calamar relleno Santorini

Otro de los restaurantes en Santorini con unas vistas de infarto es Niki. Ubicados en Agiou Mina, es el sitio ideal para saborear tzatziki, ensalada griega y musaca. No olvides regarlo con uno de los vinos que se producen en la propia Santorini. ¡Sorprendentes!

Ensalada griega Restaurante Niki Santorini
Musaca Restaurante Niki Santorini
Vino de Santorini

Cómo llegar a Santorini

La primera vez, fui en ferri desde Naxos y, después, cogí un autobús para subir a la ciudad. Salen del mismo puerto a los pocos minutos de la llegada de los barcos.

Con Jota, volamos desde Naxos, en un vuelo directo con Ryanair.

Ferri Santorini

Dónde alojarse en Santorini

El Plastiras Rooms, situado a 600 metros del centro de Fira, ofrece habitaciones con balcón privado, además de piscina y wifi gratuito. Los precios rondan los 60 euros por noche sin desayuno (por 6 euros puedes tomar uno tan suculento como el de la foto de abajo en muchos restaurantes en Santorini).

Desayuno Santorini

Cuando regresé con Jota nos dimos el capricho de dormir en uno de los apartamentos con vistas al mar y La Caldera.

Apartamento acantilado Santorini

Excursiones desde Santorini

Una de las excursiones más recomendables en Santorini es la que incluye una visita al volcán, baño en los Hot Springs (una especie de barros calientes), Thirassia y Oia, para ver su famoso atardecer.

Nea Kameni Grecia

¿Has visitado alguna vez Grecia? ¿Te parece que Santorini es una isla repleta de belleza?

Hamburgo, la urbe desconocida y genuina de Alemania

Puerto de Hamburgo

Nuestra tradición de recibir el año nuevo fuera de España nos llevó en esta última ocasión a Hamburgo. Una buena oferta para alojarnos en una de nuestras cadenas hoteleras favoritas, Sofitel, y un vistazo a algunas fotos de la ciudad fue suficiente para decidirnos por esta bella urbe alemana que vio nacer a Angela Dorothea Kasner, más conocida como Angela Merkel, en 1954. Aquí os dejamos algunos sitios que ver en Hamburgo, actividades y tips que no debéis perderos. Así como los precios aproximados (actualizados en 2020) para que calculéis el presupuesto viajero.

Qué ver en Hamburgo

1. Miniatur Wunderland. 12 euros

Miniatur Wunderland es una de las atracciones turísticas que ver en Hamburgo más visitadas del Alemania. Cita obligada para los amantes de las maquetas y los trenes. Ocho secciones de diferentes países recreadas en tres plantas, donde destacan la estación suiza Porta Alpina, un concierto de DJ Bobo (con música incluida) o el aeropuerto de la imaginaria villa de Knuffingen. A los peques de la casa les encantará.

Miniatur Wunderland

2. Almorzar una frankfurt. 3 euros

En todo el país es fácil encontrar puestos callejeros donde las preparan a la brasa, lo que las hace aún más sabrosas, servidas en un panecillo con ketchup y mostaza. Red or white?

Frankfurt
Salchichas

3. Navegar por el lago Binnenalster. 11 euros

Situado en el interior de la ciudad y con una superficie de 18 hectáreas, posee una espectacular fuente en el medio con un chorro de agua que puede alcanzar hasta los 60 metros de altura. En un recorrido de algo más de una hora, es posible contemplar los edificios más representativos que ver en Hamburgo y algunas mansiones con su propio embarcadero que,  a buen seguro, os pondrán los dientes largos.

Lago Binnenalster

4. Beber cerveza hamburguesa. 2 euros

La Astra se conoce como ‘la cerveza de los marineros’ y es una pilsner de lo más suave con una botella de diseño moderno y original.

Cerveza Alpha

5. Comer pescado fresco. Alrededor de 12 euros

Al tratarse de una ciudad portuaria, es fácil encontrar restaurantes especializados en pescado fresco y mariscos para comer en Hamburgo. A orillas del Elba hay infinidad de locales que ofrecen bacalao, besugo o salmón en su carta.

6. Echar un vistazo a la calle Herbertstraße. Gratuito

Ubicada en el barrio más canalla que ver en Hamburgo, Sankt Pauli, y con tan solo 60 metros de longitud. Es conocida como ‘la calle de las putas de Hamburgo’, ya que en ella se exhiben las prostitutas en escaparates, al estilo del Barrio Rojo de Ámsterdam. ¡Ojo! No se permite el paso a mujeres ni a menores de 18 años (esto último sí que lo entiendo).

Calle Herbertstraße Hamburgo

7. Admirar el ayuntamiento. Gratuito

El edificio más icónico que ver en Hamburgo es de una apabullante belleza. De estilo neorrenacentista, ocupa una superficie de 17.000 m² y tiene 647 habitaciones, seis más que el Palacio de Buckingham. No dejes de entrar al restaurante Parlament, situado en uno de los laterales del ayuntamiento, un impresionante local de 2.900 m².

Ayuntamiento de Hamburgo

8. Comprar una pistola. Desde 129 euros

La ley de posesión de armas que rige en Alemania hace posible adquirirlas como si de unos pantalones se tratara. Aunque hay que tener un permiso especial, no deja de ser chocante este tipo de escaparate.

Pistolas en Hamburgo

9. Cenar flammkuchen. Alrededor de 8 euros

Su nombre significa ‘cocinado en las llamas’ y data de principios del siglo XX, cuando se ponían pequeños trozos de masa para hacer pan dentro del horno y comprobar de esa manera la temperatura del mismo. Un buen día alguien decidió que, si se les añadía algún ingrediente, se conseguiría un bocado rápido y económico. La receta tradicional lleva nata líquida, cebolla y panceta.

Flammkuchen

10. Comprarse un auténtico traje de marinero. Desde 29.90 euros

En el puerto, abundan las tiendas donde comprar todo tipo de material, recuerdos y prendas de vestir relacionados con el mundo del mar, como estos divertidos trajes de marinero, gorras, chubasqueros, botas…

Trajes de marinero

11. Patinar sobre hielo. 4,50 euros

Si eres valiente y estás en forma, puedes pasar un rato de lo más divertido en alguna de las pistas de patinaje sobre hielo que se instalan durante el invierno. ¡Ideal si viajas con niños!

Pista de patinaje Hamburgo

12. Degustar una currywurst. 3 euros

El fast food por excelencia alemán. Se trata de una salchicha asada o cocida, cortada en trozos, cubierta de ketchup y curri en polvo, y acompañada por un panecillo. Se sirve en una bandeja de papel para comerla tranquilamente por la calle. El snack de supervivencia ideal para aquellos viajeros que no quieren parar para comer ni rascarse el bolsillo.

Currywurst

13. Conocer el puerto de Hamburgo y sus astilleros desde un barco. 12 euros

Fundado en 1189, es el mayor de Alemania y uno de los más grandes del mundo. Hay compañías que ofrecen cruceros de una hora y media de duración (algunos con comida o cena) y se adentran en la zona de las astilleros, donde se han construido varios de los barcos y yates más importantes del mundo, como el ‘Eclipse’ de  Blohm + Voss, propiedad de Román Abramóvich, con un valor de 340 millones de euros. Uno de los imprescindibles que ver en Hamburgo.

Puerto de Hamburgo

14. Tomar un chocolate caliente con ron. 4 euros

Luego dicen de los españoles, pero los alemanes beben… y mucho. Cualquier ocasión es buena para ingerir alcohol y, si hace frío, aún más. En Hamburgo conocimos el chocolate caliente con ron, que entra de maravilla cuando la temperatura exterior es gélida.

15. Cenar auténtica cocina bávara. 10 euros

Una encantadora pareja que conocimos en el mercadillo navideño nos recomendó el restaurante Franziskaner, cuya especialidad es la cocina bávara, con platos tan completos y contundentes como los que veis en las fotos. Aunque lo típico sería regarlos con una buena jarra de cerveza, nosotros preferimos una botella de riesling.

Plato tipico bavaro
Plato tipico de Bavaria

16. Pasear por el barrio más chulo que ver en Hamburgo: Sankt Pauli. Gratuito

El centro de la vida nocturna de la ciudad y donde se ubica la calle Herbertstraße, que os hemos enseñado antes. En uno de sus locales, el Star-Club, comenzó a despegar la carrera musical de The Beatles y tiene hasta su propio museo. En 2014, fue el centro de las enfrentamientos con la policía llevados a cabo en Hamburgo tras una manifestación en contra del desalojo de un centro cultural de izquierda.

Sankt Pauli Hamburgo
Hamburgo

17. Entrar en calor con un vino caliente. 3 euros

Si vuestra visita coincide con la época navideña y el chocolate caliente con ron no os ha servido para quitaros el frío, probad con esta bebida a base de vino tinto, ron y azúcar quemada que los germanos ingieren a pares. La verdad es que está deliciosa y poco dulce, pero hay que tener cuidado, ya que se trata de un preparado muy alcohólico. (Se paga un depósito de 2 euros por el vaso de barro, por si te lo quieres llevar de recuerdo, como nosotros).

Vino caliente Hamburgo
Vino caliente

18. Admirar el edifico de la Filarmónica del Elba. Gratuito

Inaugurado en enero de 2017, forma parte del skyline que ver en Hamburgo. Esta sala de conciertos de la zona portuaria de HafenCity se considera una de las más grandes y acústicamente avanzadas salas de conciertos del mundo.

19. Fischmarkt. Gratuito

Cada domingo por la mañana, junto a la dársena del puerto y de 7 a 9.30 en invierno, es posible comprar pescado, frutas, verduras, flores e, incluso, ropa en el mercado más popular que visitar en Hamburgo.

Fischmarkt-Hamburgo
© Guiadealemania.com

20. Sellar vuestro amor en Hamburgo. Gratuito

Al igual que en otras muchas capitales europeas, los candados están de moda, así que, si quieres dar una sorpresa a tu pareja, hazte con un candado y un rotulador permanente. Igual funciona…

Canal de Hamburgo

¿Os ha parecido interesante este paseo? Es una ciudad muy completa y hay mucho que ver en Hamburgo. Seguro que tú descubres un montón de cosas más cuando la conozcas. Estamos deseando leerlo.

Florencia, cuna de la arquitectura y el arte en Italia

Ponte Vecchio

Florencia está considerada una de las cunas mundiales del arte y la arquitectura. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982, y es una de las ciudades más bellas del Mediterráneo. Situada a escasa distancia de Roma en tren, tan solo una hora y media, es perfecta para conocer en un fin de semana o 72 horas, ya que puede recorrerse a pie con facilidad. Aquí te damos algunos tips sobre qué ver en Florencia y los precios de cada uno de ellos (actualizados en 2020) para que calcules tu presupuesto.

Qué visitar en Florencia

1. Ponte Vecchio. Gratuito

Su nombre significa Puente Viejo y es el puente construido totalmente en piedra más antiguo de Europa. Una orden expresa de Hitler hizo que no fuera destruido durante la Segunda Guerra Mundial y fue citado por Dante en su novela más famosa, La Divina Comedia. Otro lugar que ver en Florencia donde los enamorados han comenzado a dejar candados…

Ponte Vecchio

2. Puerta del Paraíso. Gratuita

Obra del escultor y orfebre italiano Lorenzo Ghibert, se tardaron 27 años en construir y otros 27 en restaurar la Puerta del Paraíso. Sus descomunales dimensiones son 5,20 metros de altura, 3,10 de ancho y 11 centímetros de grosor, con un peso total de 8 toneladas, y representa cinco escenas del Antiguo Testamento. El original se exhibe dentro de una vitrina en el Museo dell’Opera del Duomo para evitar que la humedad vuelva a dañarla. Por 10 euros puede comprarse una entrada conjunta que incluye, además de dicho museo, catedral, cúpula, baptisterio, campanile y cripta.

Puerta del Paraíso

3. Mercado Central. Gratuito

Construido por Giuseppe Mengoni en el siglo XIX, es el mercado más importante que ver en Florencia y uno de los más antiguos de Europa. Situado frente a la Piazza del Mercato Centrale, entre la Vias dell’Ariento, Sant’Antonino y Panicale, el Mercado Central es cita ineludible para cualquier amante de la gastronomía. El lugar perfecto para comprar tomates secos, pasta, quesos o vinos de la Toscana.

Mercado Central Florencia

4. Museo Casa de Dante. 8 euros

Más que un museo sobre el autor y su genial obra, el Museo Casa de Dante traza un recorrido por la historia de la ciudad tomando como referencia las andanzas del escritor. Totalmente prescindible.

Museo Casa de Dante

5. Un Bloody Mary con vistas. 8 euros

No te quedes con las ganas y siéntate en algunas de las terrazas con vistas al Duomo. Aunque los precios a menudo resultan excesivos, piensa cuántas veces en la vida tendrás oportunidad de hacerlo.

Duomo Florencia

6. Galleria degli Uffizi. 20 euros del 1 de marzo al 30 de octubre. 12 euros del 1 de noviembre al 28 de febrero.

Una de las atracciones turísticas más importantes que ver en Florencia. En el interior de la Galleria degli Uffizi se encuentran algunas de las obras más antiguas y famosas del mundo, como el Nacimiento de Venus, de Boticelli. En temporada alta y fines de semana, las esperas para acceder pueden llegar a ser de varias horas, por lo que te aconsejamos reservar las entradas a través de su web.

7. El David de Miguel Ángel. 12 euros

Con 5,17 metros de altura y casi 6 toneladas de peso, el David es una de las obras maestras del Renacimiento realizada por Miguel Ángel, uno de los artistas italianos más grandes de todos los tiempos. Para evitar más de una hora de espera, os aconsejamos comprar las entradas por Internet, lo que os dará acceso inmediato. Una vez allí también existe la posibilidad de contratar un fast ticket, por unos 25 euros, que os permitirá saltaros la cola.

El David de Miguel Angel Florencia

8. Vistas desde el Duomo de Santa Maria del Fiore. 8 euros

La catedral, consagrada a Santa María del Fiore, data del siglo XIV, y es famosa por su enorme cúpula, con 45 metros de diámetro y 100 de altura. Fue diseñada por Brunelleschi y desde sus terrazas panorámicas pueden contemplarse las vistas más espectaculares que ver en Florencia.

Vistas Duomo Florencia

9. Palazzo Vecchio. 10 euros

Sede del ayuntamiento y famoso por su alto campanario. Fue lugar elegido por Hannibal Lecter para deshacerse de una de sus víctimas en la -terriblemente mala- secuela de El silencio de los corderos.

Palazzo Vecchio Florencia

10. Beber vino de la Toscana. Desde 15 euros la botella

No hacerlo sería tan grave como no probar un buen tinto en La Rioja, ya que en la zona hay 29 Denominazioni di origine controllata (DOC) y 7 Denominazioni di origine controllata e garantita (DOCG). ¡Larga vida al vino de la Toscana!

Vino Toscana

11.  Ir de compras. Según el crédito de tu tarjeta

Los italianos son apasionados por la moda, por lo que las grandes firmas mundiales están presentes en la Via dei Tornabuoni y sus alrededores. La capital también es famosa por sus joyas trabajadas a mano, como las que se exponen en los escaparates de las joyerías del Ponte Vecchio.

Compras Florencia

¿Cómo ahorrar en Florencia?

La Firenze Card cuesta 85 euros (precio 2021) y permite la entrada durante 72 horas -con acceso preferente y sin esperar cola- a más de 50 museos y monumentos que ver en Florencia. Entre ellos se incluyen algunos de los que os hemos comentado anteriormente, como la Galleria degli Uffizi o la dell’Accademia. También es válida para todos los autobuses urbanos y tranvías. Puedes comprarla a través de este enlace y, con cada tarjeta, un menor de 18 años de cualquier país de la Unión Europea y perteneciente a la familia del adulto tiene acceso gratuito.

Firenze Card

¿Dónde comer en Florencia?

Los restaurantes y pequeñas trattorias se cuentan a decenas en la capital toscana, además de locales de pizza al taglio o paninis para un bocado rápido. Huye de los establecimientos más típicos y busca lugares apartados de la zona monumental, donde suele haber más encanto y mejores precios.

Coco Lezzone

A nosotros nos enamoró Coco Lezzone, 25-30 euros/persona, una taberna auténtica en pleno centro. Mesas corridas y manteles de cuadros en la que si tienes suerte puedes cenar al lado de alguno de los muchos famosos que han visitado el local y cuyas fotos decoran sus paredes.

Zuppe tipiche Fiorentini Coco Lezzone Florencia
Zuppe tipiche Fiorentini

Trattoria da Benvenuto

Está ubicada en el número 16 de la Via della Mosca, una tranquila calle a un par de minutos de la florentina Piazza della Signoria. La Trattoria da Benvenuto es un pequeño restaurante familiar especializado en comida toscana. En su carta ofrece un puñado de entrantes típicos de la zona, además de pescados, carnes a la parrilla y platos de pasta. Efectivamente no hay pizza.

Carpaccio Trattoria da Benvenuto Florencia
Carpaccio con virutas de parmesano

¿Qué comer en Florencia?

Pocos platos hay más florentinos que el famoso bistecca alla fiorentina, ideal para los comensales más carnívoros ya que se sirve casi crudo, hervido en su propia sangre. O la trippa alla fiorentina, callos con salsa de tomate que también pueden comerse en bocadillo. Otras comidas típicas son pappa al pomodoro (potaje elaborado con tomate y pan), crostini ai fegatini (tostadas con paté de hígado), ribollita (sopa con pan, verduras y legumbres) o carabaccia (sopa de cebolla). Y, cómo no, un buen plato de pasta fresca es siempre apuesta segura para comer en Florencia.

Bistecca alla fiorentina
Bistecca alla fiorentina
Trippa alla fiorentina
Trippa alla fiorentina
Gnocchi al pomodoro
Gnocchi al pomodoro

Pizza a la leña. Desde 6 euros

Para comer en Florencia hay pizzerías a cada paso. Pero asegúrate de entrar en una que las prepare en horno de leña para darles ese sabor que las hace tan especiales. Las de Malatesta, muy cerca de la estación de tren, son un must y puedes ver cómo las elaboran delante de ti.

Pizza al horno de leña
Pizza al horno de leña

Helados. Desde 5 euros

Los de Heladería Vivoli, la más antigua de la ciudad, son para muchos los mejores de toda Italia. Artesanos y con una gran variedad de sabores, son perfectos para continuar nuestro paseo en un caluroso día.

Helados Florencia
Helados artesanales

Dulces italianos. Desde 1 euro

A buen seguro, una visita a Florencia aumentará tus niveles de azúcar. Además de los indispensables tiramisús o panna cottas, no dejes de probar los bongos, parecidos a nuestros profiteroles. O una ración de castagnaccio, dulce de castaña, también conocido como migliaccio (morcilla) en algunas partes de Toscana.

Dulces Florencia
Dulces italianos

¿Dónde dormir en Florencia?

El alojamiento es bastante caro en toda Italia. Al igual que hicimos en Roma y otras grandes urbes, elegimos un apartamento para descansar. Se encontraba situado en el centro histórico, a escasos metros del Duomo. Y contaba con dormitorio, amplio baño y salón-cocina-comedor, además de un acogedor patio trasero. ¿El precio? 110 euros por noche.

Apartamento Florencia
Apartamento

Seguro que tú conoces otros rincones con encanto que ver en Florencia, restaurantes u hoteles que nos puedas recomendar. ¡No seas tímido!

Un paseo por el Trastevere, el barrio con más encanto de Roma

Trastevere Roma

El Trastevere es, sin lugar a dudas, el barrio más encantador de Roma. Quien lo visita desea regresar para pasear por sus calles adoquinadas y disfrutar en alguna de las coquetas terrazas con manteles de cuadros que lo caracterizan. A mí me gustó tanto en mi primera visita que fue el lugar elegido para alojarnos durante nuestra estancia.

Trastevere Roma terraza

Recibe su nombre por el cercano río Tiber (‘tras el Tíber’ es su traducción). Es el lugar ideal para poder moverse con facilidad por la Ciudad Eterna y visitar sus principales monumentos y atracciones turísticas. Vaticano, Piazza di Espagna, Fontana di Trevi, Piazza Navona, Mercato Campo di Fiori… Ninguno está a más de 40 minutos caminando.

Trastevere Roma
Trastevere callejuela Roma

La Piazza di Santa María in Trastevere, en la que se ubica la antiquísima Basílica de Santa María, es el centro neurálgico del barrio y su enorme fuente es punto de encuentro o descanso. En la zona hay otras iglesias más modestas, tiendas de ropa y complementos, típicas trattorias, bares de copas… No le falta de nada, pero si algo le hace seductor por encima de los demás es que en él pueden contemplarse escenas cotidianas que parecen sacadas de un par de siglos atrás.

Piazza di Santa María in Trastevere Roma

Restaurantes en el Trastevere

La propuesta de restaurantes en el Trastevere es, probablemente, la más interesante de Roma. Y la que ofrece mayor abanico de precios. Desde 2 euros, puedes disfrutar del fast food por excelencia de Italia, pizza al taglio.

Pizza al taglio y paninis

Nosotros nos enamoramos de Da li Cochi a Trastevere, un local justo enfrente de nuestro apartamento. Riquísimos bocadillos (paninis) en pan recién horneado e ingredientes de lo más apetecibles: alcachofas, setas, berenjenas o bresaola (ternera curada). Un detalle curioso para los futboleros, todos los paninis llevan el nombre de alguno de los jugadores del A.S. Roma. Por cierto, al dueño no le hace gracia que le pregunten por la labor de Luis Enrique al frente del equipo…

Paninis Da li Cochi a Trastevere Roma
Da li Cochi a Trastevere Roma

Las mejores pizzas del Trastevere por menos de 10 euros

A tan sólo unos pasos de Da li Cochi, en el número 45 de Vicolo del Bologna, podéis encontrar la que para muchos es la mejor pizza de Roma. Esta opinión es tan dividida como sucede al proclamar las mejores hamburguesas de Nueva York. La verdad es que las del Dar Poeta son para el recuerdo y rondan los 10 euros. Dispone de una encantadora terraza que suele estar abarrotada.

Pizza Dar Poeta Roma

Restaurantes en el Trastevere con auténtica comida italiana

Nosotros probamos dos restaurantes en el Trastevere que nos habían recomendado. Y ambos nos encantaron. Nos quedamos con estas delicias: carpaccio de pulpo, servido con rúcula y limón. Delicado, suave y sabroso. En Popi Popi, número 45 de la Via delle Fratte di Trastevere, 45.

Carpaccio de pulpo Popi Popi Roma

Y trippa a la romana, en Alle Fratte di Trastevere, Via delle Fratte di Trastevere, 49.

Trippa a la romana Popi Popi Roma

De postre, un gelato

No dejéis de disfrutar del barrio helado en mano. Una de las heladerías con mejor relación calidad-precio es Fior di Luna, en Via della Lungaretta, 96. Sabores de plátano, melocotón, chocolate amargo con naranja, piñones, o, cómo no, Nutella.

Gelato Trastevere Roma

Aunque no los catamos, vimos varios locales cuya oferta consiste en el llamado ‘Aperitivo italiano’, un bufet libre a base de pasta, ensaladas, arroces, pollo o fruta, más un cóctel, Spritz o Mojito, por 10 euros/persona. Muy interesante y con mucho éxito entre los lugareños. Para los que no sepáis qué es un Spritz, consiste en cava o vino espumoso, Aperol y un golpe de soda. ¡Muy refrescante!

Calles del Trastevere

¿Os ha gustado este paseo por el Trastevere? ¿Os parece el barrio más chulo de Roma?

Lago Alqueva o la magia de navegar en el Alentejo portugués

Alquiler de barcos Amieira Marina Portugal

¿Qué te parecería un pequeño crucero por el mayor lago de agua dulce de Europa? ¿Y si te decimos que tú serás el capitán? Muy cerca de la frontera española, en la provincia portuguesa de Évora, se encuentra el Lago Alqueva. Con 250 kilómetros cuadrados, se extiende a lo largo de 83 kilómetros de largo y 1.160 de perímetro, en pleno Alentejo.

Allí se encuentra Amieira Marina, primer proyecto naútico de la zona que ofrece el alquiler de las llamadas casas-barco. Así como el mantenimiento y aparcamiento de las mismas, restauración con servicios de bar y restaurante panorámico con terraza, y tienda.

Alquiler de barcos Amieira Marina Portugal Lago Alqueva

Alquiler de barcos en el Lago Alqueva con capacidad entre cuatro y doce personas

Los barcos, con capacidad entre cuatro y doce personas, cuentan con todo lo necesario para que te sientas como en casa. Dormitorios, aseo independiente y salón-comedor con cocina equipada. También, una pequeña terraza desde la que contemplar el horizonte o tirar la caña para pescar la cena.

Aquí podéis ver el que fue nuestro hogar durante dos días en el Lago Alqueva. Se trata del de mayor capacidad de todos los barcos de alquiler que ofrece Amiera Marina.

La cocina, con nevera, horno, frigorífico y placa de gas. Dispone de vajilla, cubertería y todo lo necesario para preparar comidas y cenas.

Barco Lago Alqueva Portugal Lago Alqueva

El salón-comedor cuenta, además, con una pequeña televisión.

Alquiler barcos Lago Alqueva Portugal

Los dormitorios son muy confortables y las camas, bastante cómodas.

Dormitorios Amieira Marina Portugal Lago Alqueva
Cama Amieira Marina Lago Alqueva

El baño es, quizás, la zona más compleja si nunca has estado en una embarcación de estas características. El espacio es bastante reducido y supone un ‘todo en uno’: aseo y ducha.

Baño Amieira Marina Lago Alqueva

Son muchas las actividades que Amieira Marina ofrece a sus clientes. Como pesca o alquiler de canoas, kayaks y bicicletas, que pueden transportarse cómodamente en el barco. Y suponen una sencilla manera de acercarse hasta los pueblos donde decidamos amarrar.

Instalaciones Amieira Marina

Te estarás preguntando, ¿cómo pilotar un barco sin licencia? Los de Amieira Marina no la requieren. Asistirás a una clase teórica y otra práctica donde te enseñarán lo necesario para navegar por el lago sin problemas. Te aseguro que los asistentes a este singular blogtrip lo conseguimos.

Clase practica Amieira Marina

Todas las embarcaciones disponen de un sónar y un GPS que te facilitarán el desplazamiento por el Lago Alqueva. La ruta a seguir está en tus manos. ¿A qué estás esperando para descubrir el marinero que llevas dentro?

Si no te hemos convencido te invitamos a ver este genial vídeo de nuestro compañero de viaje, el gran Jesús, de Fotonazos.

¿Conoces el Lago Alqueva? ¿Te atreverías a conducir un barco como el nuestro?

Qué ver en Viena: diccionario para pasear por la ciudad de Sissi

En esta entrada, trataremos de resumir la infinidad de lugares que ver en Viena, antigua capital del Imperio austrohúngaro. A partir de este diccionario básico, mostramos una selección de sugerencias que hemos recopilado tras nuestra reciente visita a una de las ciudades más bellas de Europa.

Pasear por Viena es pararse en cada esquina para capturar la mejor instantánea, sin pensar que puede ser una de las urbes europeas más fotografiadas por hordas de turistas capaces de parar el tráfico o colapsar una acera. Amplias avenidas franqueadas por imponentes fachadas en el casco histórico contrastan con antiguos barrios como el judío. Este hoy da paso a edificaciones más modernas e igualmente dignas de aparecer en cualquier listado de lugares que ver en Viena.

Qué ver en Viena

1. Palacio Belvedere

Este conjunto palaciego, concebido para celebrar majestuosas fiestas, esconde en la actualidad tesoros de gran valor pictórico como “El Beso”, obra cumbre de Gustav Klimt. Ubicado en Prinz-Eugen-Strasse 27, nos toparemos con dos edificios de la época imperial que ver en Viena. Unidos por enormes jardines, albergan arte barroco, medieval y una galería con los mejores cuadros de las diferentes escuelas austriacas entre los siglos XIX y XX.

Palacio Belvedere Viena

2. Catedral de Viena

Denominada de San Esteban, se ubica en la plaza del mismo nombre y no tiene pérdida. Por fuera impresiona al más despistado y, por dentro, calma el espíritu de los atormentados. Imprescindible acceder a ella hasta la parte de visita gratuita o, si se quiere pagar, a través de alguno de los recorridos guiados disponibles. Cuenta la historia, en placa bien visible, que Mozart fue nombrado director musical de este recinto que ver en Viena poco antes de su muerte.

Catedral de Viena

3. Pastelería Demel

Como ya os hemos contado en una anterior entrada, es parada obligatoria que hacer en Viena para golosos. Entre las estanterías de Pastelería Demel se puede encontrar una amplia variedad de postres imperiales, recuerdo de aquella época de esplendor donde la repostería vienesa alcanzó cotas de fama internacional. No dejes de probar la Tarta Sacher o Sachertorte, una de las más famosas en el mundo. Está formada por dos capas de bizcocho de chocolate, una de mermelada de albaricoque entre ellas y todo ello cubierto por chocolate negro. Deliciosa.

Pastelería Demel Viena

4. Escuela Ecuestre

Más conocida como Königlich-Andalusische Reitschule, hace mención a la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre convertida hoy en la academia de equitación más antigua del mundo. Sus instalaciones se encuentran muy cerca de los aposentos reales y ofrece espectáculos abiertos al público para ver cómo bailan jinetes y caballos, descendientes estos últimos de equinos españoles, árabes y bereberes.

Los entrenamientos de la mañana son bastante más baratos y accesibles que las sesiones diarias, aunque preparaos para soportar una mezcla olfativa de lujosos salones sobre auténticas caballerizas.

Escuela Ecuestre Viena

5. Iglesia de San Francisco

Hay unas cuantas iglesias que ver en Viena a lo largo y ancho del mapa urbano. Destaca por su fotogenia la de San Francisco, en un vértice de Mexikoplatz o Plaza de México. Se localiza en el distrito de Leopoldstadt, a orillas del Danubio y pegada a la Reichsbrücke, una de las arterias más largas de la ciudad.

Iglesia de San Francisco Viena

6. Karlsplatz

La plaza que preside la Kalrskirche o Iglesia de San Carlos Borromeo, en el centro de una inmensa explanada de agua, convierte esta ubicación en uno de los puntos de encuentro más concurridos que ver en Viena. Ofrece, además, un interesante calendario de eventos.

Karlsplatz Viena

7. Leopold Museum

Inaugurado a principios de este siglo, el Leopold Museum muestra el legado del matrimonio Leopold, formado por Rudolf y Elisabeth. Alberga una importante colección de Egon Schiele, pintor expresionista austríaco. Junto a otros cuadros de Gustav Klimt, convierten a este museo en uno de los más visitados que visitar en Viena.

Leopold Museum

8. Museos Imperiales

Si quieres sentir en tu propia piel cómo vivían los emperadores, no dudes en adentrarte en los museos del Palacio Hofburg, cuartel general de los Habsburgo. Las tres atracciones que ver en Viena están abiertas al público. Y son los Apartamentos Imperiales, el Museo de Sissi y la Colección de Plata.

Museos Imperiales Viena

9. Niños Cantores de Viena

Tendrás que conseguir tu entrada con antelación acercándote al MuTh, recinto junto al palacio Augarten donde se forman, conviven y cantan estos jóvenes sopranos y mezzosopranos. No pienses que este espectáculo que ver en Viena se relaciona con los orígenes religiosos del coro pues te llevarás una grata sorpresa como en mi caso. Fascinante.

Niños Cantores de Viena

10. Ópera de Viena

Probablemente, el principal reclamo que visitar en Viena. Ubicada en el número 2 de Opernring, fue inaugurada en mayo de 1869 con la obra Don Giovanni, de Mozart. Desde entonces, se han representado multitud de libretos casi a diario. Lohengrin, de Wagner; Aida, de Verdi, o  ‘la novena de Beethoven’ son algunos ejemplos. Noventa minutos antes de cada sesión se puede conseguir una de las 500 entradas más baratas, eso sí, de pie para no dormirse con esta música «celestial».

Ópera de Viena

11. Prater de Viena

Dicen que este parque de atracciones que ver en Viena, enclavado en el distrito número 2, fue el primero de la historia en abrirse. Su imponente noria ya aparecía en algunas escenas de El Tercer Hombre, película protagonizada por Orson Welles y considerada obra culmen del cine. Es muy recomendable subir hasta lo más alto para obtener unas magníficas vistas de esta parte de la ciudad.

Prater Viena

12. Ruinas de Viena

Viena se levanta sobre un asentamiento celta que, siglos más tarde, sería ocupado por la guarnición romana de Vidonbona, hasta que en el siglo V fue convertida en ruinas por causa de las invasiones bárbaras. Dinastías germanas como la Babenberg o los Habsburgo gobernaron la ciudad, que fue deseada por los turcos allá por 1683, año en el que comienza su renacimiento para convertirse en el corazón del Imperio astrohúngaro a lo largo del XVIII.

Ruinas Viena

13. Monumento a los Héroes del Ejército Rojo

El Monumento a los Héroes del Ejército Rojo que ver en Viena recuerda a los miles de soldados soviéticos que cayeron en las inmediaciones durante la Segunda Guerra Mundial. El conjunto se encuentra al aire libre y su acceso es totalmente gratuito. Llama la atención el contraste que provoca esta plaza respecto a los edificios que la rodean, muy cerca del mencionado Belvedere.

Monumento a los Héroes del Ejército Rojo Viena

Viena y la música

Mozart

De Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, nacido en Salzburgo un 27 de enero de 1756 y fallecido en Viena un 5 de diciembre de 1791, más conocido como Wolfrang Amadeus Mozart, poco más se puede decir que no venga ya en la Wikipedia. En nuestro caso, tuvimos la oportunidad de escuchar su ‘Réquiem’ en la ya citada Kalrskirche o Iglesia de San Carlos Borromeo de Karlsplatz.

Wolfrang Amadeus Mozart

Quinta Sinfonía de Beethoven

Compuesta por Ludwig van Beethoven en los primeros años del siglo XIX, fue estrenada en el Theater an der Wien de la capital austriaca allá por 1808. Sus asistentes, cuentan las crónicas de la época, disfrutaron durante cuatro horas del concierto que dirigió el propio compositor, todo un lujo.

Quinta Sinfonía
Pincha para escuchar la Quinta Sinfonía

Sissi Emperatriz y Viena

Emperatriz de Austria, icono del país y referencia fundamental para entender el devenir de Europa en la segunda mitad del siglo XIX. Ya hemos contado que uno de los tres Museos Imperiales del Palacio Hofburg que ver en Viena está dedicado a su figura, por lo que su visita es más que obligada.

Isabel de Baviera, nombre original, era muniquesa de nacimiento, princesa desde la cuna y joven esposa del emperador Francisco José. Calificada por algunos como bella, rebelde y culta, así como de trágica por otros. Perdió a dos de sus hijos en fatales circunstancias y murió debido a las heridas que le causó un anarquista italiano a orillas del Lago Lemán.

Sissi Emperatriz

Gastronomía de Viena

Viena es una ciudad fantástica para disfrutar de lo que denominamos ‘Turismo Gastronómico’: exprimir al máximo la oferta cultural del destino y hacer de cada alto en el camino un descubrimiento culinario. En una anterior recopilación, os proponíamos un recorrido personalizado en función de un amplio abanico de establecimientos para probar lo mejor de su cocina y productos.

Plachutta Viena

Alojamiento en Viena

Fleming’s Deluxe Hotel

Ocupando los números 10 y 12 de la empinada Josefstädter Straße de Viena se encuentra este céntrico establecimiento hotelero. Muy bien conectado con las líneas de metro y tranvía, es perfecto para ir andando a la Ópera o al Parlamento, dos imprescindibles que ver en Viena.

Tiendas que ver en Viena

Viena posee unos magníficos escaparates que invitan a entrar en cualquiera de sus tiendas más por curiosidad que otra cosa. Ropa, zapatos, joyas, bicicletas, libros, discos, peluches, antigüedades y un largo etcétera de variedades comerciales en cada calle, lo que da una idea del poder adquisitivo que existe a este lado de la Unión Europea.

Tiendas de Viena
Jugueteria Viena

¿Os ha gustado este paseo? ¿Nos recomendáis otras cosas que hacer en Viena?

Albi, la ciudad natal de Toulouse-Lautrec y los ‘cassoulet’

A tan solo 45 minutos de Toulouse y Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2010, Albi es una de las ciudades más visitadas de la región de Mediodía-Pirineos. Con poco más de 51.000 habitantes y situada a orillas del río Tarn, es perfecta para pasar una jornada de lo más completa disfrutando de sus estrechas calles, casas medievales y exquisita gastronomía, donde destaca el guiso local, cassoulet, elaborado con alubias blancas y distintas partes de carne o pescado. Descubre con nosotros qué ver en Albi.

La mejor manera de conocer cualquier ciudad es patearla hasta que te duelan los pies y, sin duda, Albi invita a ello. Su imponente conjunto arquitectónico de piedra y ladrillo, sus impolutas rúas y pintorescas fachadas obligan a fotografiar pequeños detalles que enamoran al visitante.

Albi Francia

Qué ver en Albi

1. Catedral de Santa Cecilia

Una joya del gótico meridional, con una bella decoración interior, y uno de los símbolos que ver en Albi. Fueron necesarios dos siglos para su construcción, de 1282 a 1392, y hoy en día es una de las catedrales más visitadas de Francia. En su interior acoge un un órgano clásico galo de 1736 y una serie de pinturas murales.

Catedral de Santa Cecilia Albi Francia

2. Puente Viejo

Con 150 m de largo, fue construido en piedra a mediados del siglo XI. Durante la Edad Media contaba con capilla, puente levadizo y una torre-puerta fortificada. Sobre sus pilares se alzaban viviendas entre los siglos XIV y XVIII, pero fueron demolidas tras una crecida del río en 1766.

3. Museo Toulouse-Lautrec

El palacio de la Berbie, antigua residencia episcopal, alberga el museo Toulouse-Lautrec, donde se exponen numerosas obras del artista local. El precio de la entrada es de 10 euros (precio 2021), siendo gratuito para menores de 13 años.

Museo Toulouse-Lautrec Albi Francia

4. Jardines del palacio de la Berbie

No te pierdas los románticos jardines del palacio de la Berbie, catalogado como Monumento histórico de Francia desde 1862, con unos bellísimos setos de diferentes formas y tamaños, y una de las mejores panorámicas que ver en Albi.

Museo Toulouse-Lautrec Albi Francia

5. Casa natal de Toulouse-Lautrec

Situada en la calle homónima, no puede visitarse, pero seguro que sentirás una pequeña emoción si eres admirador de la obra del genial pintor francés, autor de cuadros tan míticos como En el Moulin de la Galette, Retrato de Vincent van Gogh o La toilette.

Albi

6. Centro histórico de Albi

El centro histórico de Albi, con imponentes edificios de ladrillo rojo que dan testimonio de su vasta historia, se extiende por el conjunto episcopal junto a la catedral y el Palacio de la Berbie. Dedica unas horas a pasear por sus calles, descansar en una terraza y disfrutar del slow travel en su máxima expresión. 

Centro historico Albi Francia

7. Barrio de Castelnau

Este ‘barrio nuevo’ data de los siglos XII y XIII. Sus estrechas calles y casas medievales con entramados de madera son de gran encanto. La Rue des Prêtres es ideal para fotografiar la catedral de Santa Cecilia en su máximo esplendor.

Albi Francia 2

¿Dónde comer en Albi?

Íbamos buscando comida típica de esta zona de Francia. En Le Lautrec, en el número 13-15 de la Rue Henri de Toulouse Lautrec, justo enfrente de la casa natal que acabamos de mostraros, acertamos de pleno. Su cocina casera está elaborada con productos frescos locales certificados: foie gras de granjas occitanas, corderos de Assac, terneras de Tarn, quesos de Lacaune

Dispone de varios menús: 1 plato, por 20 euros; 2 platos, por 30 euros, y 3 platos, por 38 euros, con algunas de las recetas más populares de la cocina de Albi, elaborados con mucho mimo. Nos animamos con el último de ellos y probamos ensalada albigense, con salchicha y albóndigas fritas de cerdo de Lacaune, morcilla y rábano con fetche (hígado de cerdo salteado en vinagre caramelizado); rissole (una especie de pequeña croqueta) con Armagnac y ciruelas sobre una cama de cebollas caramelizadas; cassoulet de bacalao con ajo rosa y azafrán y cassoulet con pierna de pato cocinada a baja temperatura, almorta de Cestayrols, cerdo Apalhat y ajo rosa. Para acompañar, elegimos unos de los excelentes vinos tintos de la zona de Gaillac, donde se producen más de 20 millones de botellas al año.

Rissole con Armagnac y ciruelas Le Lautrec Albi Francia
Rissole con Armagnac y ciruelas, en ‘Le Lautrec’
Ensalada albigense Le Lautrec Albi Francia
Ensalada albigense, en ‘Le Lautrec’
Cassoulet de bacalao con ajo rosa y azafrán Le Lautrec Albi Francia
Cassoulet de bacalao con ajo rosa y azafrán, en ‘Le Lautrec’
Cassoulet con pierna de pato cocinado a baja temperatura Le Lautrec Albi Francia
Cassoulet con pierna de pato cocinado a baja temperatura, en ‘Le Lautrec’
Vino Gaillac Francia
Gaillac, en ‘Le Lautrec’

¿Cómo llegar a Albi en tren desde Toulouse?

Apenas una hora es lo que dura el trayecto desde la estación Toulouse Matabiau hasta Albi, en cualquiera de los modernos trenes franceses, y por unos 30 euros ida y vuelta.

Tren Touluse Albi Francia

¿Conoces esta bella localidad gala? ¿Nos recomiendas otras cosas que ver y hacer en Albi? Esperamos tus comentarios.

Viajar por Escocia hasta las Highlands desde Inverness, una ruta 10

Highlands Escocia

Después de nuestro reciente viaje a Escocia os hemos explicado cómo pasear por Edimburgo sin desfallecer en el intento, detallado algunas curiosidades del «Military Tatoo», aconsejado cuatro escapadas desde la capital o pistas gastronómicas que os pueden resultar de utilidad si visitáis este destino. La tercera entrega, esta que nos ocupa, la presentamos como un sencillo cuaderno de viaje que esperamos os inspire a la hora de recorrer las Tierras Altas (Highlands) de Escocia desde Inverness. «Una increíble mezcla de cultura, historia, naturaleza y paisaje sin igual», en palabras de la Oficina de Turismo Nacional, cuya web os recomendamos chequear.

Highlands Escocia

Adentrarse por este territorio, conocido popularmente como The Scottish Highlands, es casi una obligación para blogueros como nosotros, familias, parejas, mochileros o sibaritas. Lo más habitual es hacerlo por carretera (a la izquierda, siempre) desde Glasgow, Stirling, Dundee o Aberdeen, principales ciudades del país. 

Nosotros tuvimos la oportunidad de recorrerlas en una confortable furgoneta con guía español gracias al buen hacer de la agencia Escocia Turismo, cuyos servicios podéis contratar previamente y así aseguraros la mejor de las experiencias. A continuación, os vamos a resumir cuatro jornadas tan intensas como inolvidables.

Día 1. Edimburgo – Lago Ness – Inverness

Salimos de la capital escocesa a primera hora de la mañana con Moisés al volante, un amable cordobés enamorado de esta tierra que no paró de responder a todas nuestras preguntas y contarnos un montón de historias y curiosidades. Primera parada de avituallamiento en Kilmahog antes de divisar la majestuosidad del Lago Ness y tratar de comprender la leyenda del monstruo, una posibilidad científica según el convincente argumento del mencionado y bien documentado conductor. Llegada a Inverness, capital de las Highlands, para alojarnos en St Ann’s House, un Bed & Breakfast de primer nivel.

Lago Ness Highlands Escocia
Entre el barco y el castillo se puede observar al monstruo
St Anns House Inverness Highlands Escocia
St. Ann’s House, nuestro alojamiento en Inverness
Inverness Escocia
La capital de las Highlands y desembocadura del Ness

Día 2. Excursión a Wester Ross

La segunda sorpresa de nuestra escapada nos la dió JR García, otro español que ha sabido captar el espíritu de Escocia para trasladarlo con toda su pureza a viajeros que confían en él. Nosotros lo hicimos y quedamos encantados. Montados en su espacioso monovolumen vimos salmones en las Cascadas de Rogie, ubicadas en plena Reserva de la Biosfera. También, playas, lagos, bases militares, los Jardines de Inverewe, el pueblo marinero de Shieldaig, saltos de agua en Measach o balnearios victorianos como el de Strathpeffer, con sus inquietantes esculturas, magistralmente talladas en troncos de árboles abandonados.

Wester Ross Highlands Escocia
Salmones que remontan ríos
Highlands Escocia
Abajo vimos focas, arriba aviones de combate
Jardines Inverewe Highlands Escocia
Los Jardines de Inverewe, imprescindibles

Día 3. Paseo por Inverness

Después de otro exquisito desayuno en St Ann’s House, quedamos con Ángela para que nos enseñara lo mejor que ver en Inverness. La Catedral de San Andrés, la belleza del río Ness con sus pequeñas islas, una acogedora librería, el cementerio, un mercado cubierto y el museo de esta milenaria localidad. Por nuestra cuenta tuvimos tiempo de coger un tren y acercarnos a Forres para visitar allí la destilería Benromach, degustación de whisky incluida. De vuelta a la urbe, nos quedamos con ganas de probar el té de las cinco en The Royal Highland Hotel.

Cementerio Inverness
Tumbas de varios siglos a la espera de la eternidad
Libreria Leakeys Inverness Escocia
La librería Leakey’s, un templo de la lectura
Benromach Destillery Highlands Escocia
Primero, visita y, luego, cata de whisky

Día 4. Isla de Skye

Pocos saben que el trayecto por carretera entre Inverness y Portree se puede hacer por el paso de Glenelg en el último ferri de giro manual que funciona en Escocia, conocido popularmente como Glenachulish. Dejando atrás una naturaleza exhuberante y unas huellas geológicas únicas en el planeta, llegamos a Portree, centro neurálgico de la isla y antiguo puerto de pescadores. Para reponer fuerzas y, de paso, chuparnos los dedos, pedimos mejillones y cigalas en The Isles Inn, establecimiento emblemático. El camino de vuelta nos llevó hasta el Castillo de Eilean Donan, el más cinematográfico del Reino Unido.

Ferri a Skye Highlands Escocia
Un ferry giratorio para llegar a Skye
Portree Isla de Skye Escocia
Portree, amor a primera vista
Marisco en Portree Isla de Skye Escocia
Cigalas, en Portree
Eilean Donan Highlands Escocia
Eilean Donan, un castillo de leyenda

¿Dónde comer en Inverness?

Pasamos cuatro noches en Inverness y, aunque hicimos casi todas las comidas fuera coincidiendo con las excursiones, sí pudimos cenar tranquilamente en la ciudad y almorzar el último día. La variedad de pubs y restaurantes es bastante amplia y para todos los gustos y bolsillos en esta zona de las Highlands.

The Mustard Seed

Ingredientes puramente escoceses en The Mustard Seed, uno de los restaurantes más trendy de Inverness, con menú que varía semanalmente, así como una buena selección de vinos y whiskies. Precio medio por persona: 40 euros. Nuestro preferido y al que volveríamos en cualquier momento.

Merluza con noodles en salsa agridulce The Mustard Seed Inverness Escocia
Merluza con noodles en salsa agridulce, en ‘The Mustard Seed’
Venado con pure de patatas The Mustard Seed Inverness Escocia
Venado con puré de patatas, en ‘The Mustard Seed’

Black Isle

Cerveza orgánica y pizzas elaboradas con productos ecológicos y cocidas al horno de leña no puede sonar mejor. El precio en Black Isle, apto para todos los bolsillos. Y en la azotea, una pequeña terraza para saborear tu cena, un must, sin duda.

Pizza Black Isle Inverness Escocia
Pizzas orgánicas, en ‘The Black Isle’
Cerveza organica Black Isle Inverness Escocia
Cerveza orgánica en ‘Black Isle’

27 Number

Pub y restaurante con sándwiches, hamburguesas, ensaladas, patatas asadas y algunos platos fuera de carta. Precio medio en 27 Number: 20 euros por persona.

Mejillones 27 Number Inverness Escocia
Los mejillones son un clásico aquí

Auctioneers

Un local indicado para ver partidos de fútbol y otros deportes en pleno centro de Inverness. Lo encontramos la primera noche, cansados para buscar algo más interesante. En Auctioneers tienen de todo lo que uno pueda imaginar, lo que no suele ser bueno: hamburguesas, sándwiches, pasta, platos orientales y mexicanos, filetes, fish and chips… Precio medio: 15 euros por persona. Nosotros cogimos el menú de dos ‘rump steaks’ con una botella de vino por 22 libras (unos 25 euros).

Entrecot Auctioneers Inverness Escocia

Hoteles en Inverness

En plena temporada de verano es complicado encontrar alojamiento en esta zona de Escocia. Hay pocos hoteles y la mayoría de habitaciones alcanza cifras astronómicas, así que decidimos que ya era hora de probar un B&B, Bed and Breakfast, tan extendidos en esta parte de Europa.

St. Ann’s House

Tras mucho buscar alojamiento en las Highlands, nos decantamos por St. Ann’s House, que con mucho mimo regentan Bob y su mujer, Mary Ann. Nuestra impoluta habitación disponía de una confortable cama de matrimonio, escritorio, baño completo con plato de ducha, hervidor de agua con té y café soluble, agua y galletas de cortesía.

Otros pequeños detalles, como wifi y aparcamiento gratuitos. Brandy y Oporto en el salón común o unos exquisitos amenities que ya quisieran muchos hoteles dicen mucho de una pareja que se desvive por sus huéspedes. El precio por noche en agosto es de unos 110 euros.

Habitacion St. Anns House Inverness

Pero si hay algo que enamora en St. Ann’s House son sus desayunos caseros recién preparados y servidos en una pequeña sala con vistas al jardín. Cada noche encontrarás en tu habitación un formulario para dejar en ‘recepción’ con tu elección para la mañana siguiente. Desayuno inglés completo, huevos (revueltos, fritos o pasados por agua), tortilla al gusto o el típico haggis. Además, hay un pequeño bufet con bollería, quesos, fiambres y embutidos, tartas, fruta fresca, zumos, mermeladas… Mirad las fotos y juzgad vosotros mismos.

Desayuno St. Anns House Inverness
Energía para comenzar la jornada
Tortilla St. Anns House Inverness
Tortilla completa para empezar el día
Haggis St. Anns House Inverness
Haggis, la delicia escocesa por excelencia

¿Os ha gustado este completo paseo por las Highlands escocesas? ¡Nosotros estamos deseando volver!