La informal y divertida propuesta de Albert Adrià en el barrio del Poble Sec está basada en tapas creativas en un entorno se asemeja a un circo. “La magia está en comer en pequeños bocados”, dice el cocinero catalán de cuyo proyecto, Restaurante Tickets Barcelona, os hablamos a continuación.
¿Cómo conseguir mesa en Restaurante Tickets Barcelona?
La cita para cenar era a las siete y media de la tarde. Sí, un poco pronto para nosotros. Pero se trataba de la única hora libre para la que pudimos reservar una mesa tres meses antes en Restaurante Tickets Barcelona. ¿El truco? Apostarme frente al ordenador a las 00.00 varias noches seguidas hasta que hubo suerte. Habrá a quien le parezca ridículo, pero mereció la pena. Y es que el restaurante de los hermanos Albert y Ferrán Adrià se ha convertido en el sitio de moda en la Ciudad Condal.
Como si de las atracciones de un circo se tratara, el local, cálido, colorido y luminoso, Restaurante Tickets Barcelona se divide en varias partes. El Garaje, La Estrella -donde se tira cerveza Estrella Damn elaborada con la receta original de 1876-, El Camarote de los Hermanos Marx, La Parrilla, La Dulce… De hecho, en la puerta nos recibe un portero con la típica chaquetilla de un animador circense.
¡Tomen asiento que el espectáculo va a comenzar! En nuestra mesa, que se nos quedaría un poco pequeña, nos espera una vajilla de Sargadelos, con su característico color azul cobalto.
La carta está dividida en Snacks, Picoteo, Ibéricos Joselito, Ostras, Xuxis, Tapitas del mar y de la tierra, y Postres y Golosinas. Además de las ‘sugerencias de la semana’. Cuesta decidirse en Restaurante Tickets Barcelona entre más de cincuenta propuestas, a cada cual más apetitosa.
No pueden faltar como aperitivo las olivas de Tickets, esferificaciones de gordal que explotan en la boca mezclando sabores de aceitunas, aceite de oliva, encurtidos… Sencillamente sublimes.
El jamón de toro son delicadas láminas de ventresca de atún pintadas con grasa de jamón ibérico. Y rematadas con almendra picada, que se sirven acompañadas de bastones de pan. Se comen con las pinzas que os hemos enseñado más arriba. Se deshacen en la boca y resultan deliciosamente efímeras.
Los mini airbags rellenos de queso manchego, con espuma de queso y laminas de panceta. Adornados con caviar de aceite de avellana, se presentan sobre un plato especial que tiene huequecitos cubiertos de escamas de sal para apoyarlos. Este bocado se trata de uno de los más típicos de la cocina de El Bulli, un pan crujiente que contiene ‘aire’ dentro, ya que en realidad está hueco.
Seguimos con uno de los platos más espectaculares de la noche, tartar de tomate con láminas de pan, de rojo intenso y sabor a tomate de verdad. Que decides comer a cucharadas en vez de colocarlo sobre el finísimo pan que lo acompaña. El tomate se pica a cuchillo, como el típico steak tartar, y se aliña con alcaparras, mostaza, germinados y vino Sangre de Toro.
Una de las recomendaciones de la semana era caballa macerada con guiso de senderuelas, que nos dejó un poco fríos.
Los xuxis, pequeños y deliciosos bocados
Es el turno de los xuxis, pequeños bocados completamente diferentes. Probamos los cinco que había en la carta: semillas de tomate y anchoa, salmón marinado con miel trufada y yogur, mollete de papada -la hamburguesa de Restaurante Tickets Barcelona, con un toque de mostaza y para devorar diez seguidas-, canapé de pollo a’last -que se sirve sobre una base de piel crujiente- y ravioli líquido de queso gaditano Payoyo, una joya que hay que meterse en la boca de una sola vez, ya que explota en ella dejando un inmenso sabor a este queso de oveja, considerado uno de los mejores de España.
Nos quedaban todavía dos platos fuertes por probar. El primero de ellos era atadillos de calamar con vinagreta de su tinta, con sésamo y huevas de bacalao, una pequeña obra maestra que nos encantó.
Las patatas confitadas en aceite de oliva con jugo de costilla de cerdo y jamón fue el único plato que nos dejó indiferentes. Aunque estaba rico, en especial por el toque gelatinoso de las patatas, nos recordó a una simple ración de lacón con grelos.
Postres con mucha guasa en Restaurante Tickets Barcelona
Pedimos una de las golosinas, cornete de mango con su sorbete y piel de lima. Como su propio nombre indica, el cucurucho está también hecho con esta fruta. Es, en realidad, una lámina de mango caramelizada y enrollada sobre sí misma hasta secarse. Lo mejor es que lo prepara el ‘chico de los helados’, que se planta delante de tu mesa con el carrito -previos sonidos de timbre por toda la sala para abrirse paso-. Y lo hace al momento, adornándolo con ralladura de lima recién hecha. Refrescante y divertido.
A pesar de lo poco golosos que somos y de estar ya bastante llenos, pedimos una roca volcánica de chocolate blanco y sésamo negro. Nos recordó al carbón dulce que nos dejaban de niños los Reyes Magos. Presentado sobre un trozo de piedra, fue la guinda perfecta para esta pastel que nos estaba dando pena terminar.
Acompañamos esta maravillosa cena con un par de botellas de Juvé y Camps, uno de nuestros favoritos.
¿En resumen? Creemos que Restaurante Tickets Barcelona es el nuevo concepto de la tapa en nuestro país. Olvídate de las típicas bravas y la tortilla de patatas de toda la vida. Ha nacido un nuevo concepto, ha nacido la tapa del siglo XXI. Y nos encanta… ¿A que ya estás deseando que lleguen las doce de la noche para reservar tu mesa?
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