Referencia mundial en el denominado “muralismo político”, representan la historia del conflicto localizado en Irlanda del Norte. Más conocido como The Troubles, ha causado la muerte a unas 4.000 personas en el último medio siglo. Recorremos los Murales de Belfast.
Desde la década de los 70 se contabilizan cerca de 2.000 murales en las calles de la ciudad de Belfast, epicentro del enfrentamiento político irlandés. Cada bando tiene los suyos, pero también puedes encontrar pinturas que simbolizan otras luchas internacionales.
Una ruta que comienza en Falls Road
Recomendamos comenzar la visita a los Murales de Belfast por Falls Road. Y ver, así, la sede del Sinn Féin o las dos barriadas separadas por un impresionante muro repleto de alambradas y cámaras. Continuar por Shankill Road, la zona unionista. Y terminar en New Lodge Road. Nosotros, al finalizar el trayecto, nos tomamos una pinta en el Boyles Bar, todo un clásico en este distrito.
Desde la “tensa” calma surgida a partir de los acuerdos de 1998, los barrios que acogen esta colección de grafitis son un reclamo turístico impensable en otra época. Algunas de las pintadas más ofensivas fueron borradas recientemente.
Los protagonistas mayoritarios de los murales son históricos integrantes de los dos grupos paramilitares antagónicos (el IRA y la UVF). Además de una considerable representación de víctimas en cada lado.
Aunque se puede llegar a pie desde el centro, existe la opción de montarse en uno de los numerosos taxis cuyo conductor hace las veces de experimentado guía por los Murales de Belfast. Esta alternativa es muy recomendable si todavía os impone este antiguo territorio de guerra.
Sed respetuosos, manteneos neutrales y observad a cada paso qué zona estáis pisando, si la republicana y católica con sus verdes, blancos y naranjas, o la unionista y protestante de blanco y rojo.
Buscad la Madrid Street, adivinad el porqué de su nombre y pensad que en sus aceras se ha derramado más sangre de la que jamás hubieráis imaginado.
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