No, el Royal Military Tattoo de Edimburgo no se refiere a un tatuaje. En la jerga militar, un tattoo es una actuación musical o exhibición de fuerzas armadas. Este término se remonta al siglo XVII y proviene de la frase holandesa “Doe den tap toe”, algo así como «cerrad los grifos». Entonces, poco antes de las diez de la noche, se emitía un aviso con trompetas para que los dueños de las posadas dejaran de servir cerveza a los soldados. La palabra tattoo proviene exactamente de “tap-too” y “taptoo”.
Visita al Castillo de Edimburgo
La visita al Castillo de Edimburgo en pleno mes de agosto requiere casi de una jornada completa si coincide con el Military Tatoo, uno de los eventos de referencia en todo el Reino Unido. Pero, vayamos por partes. La magnífica fortificación que vigila la capital de Escocia es la principal atracción turística del país y emblema nacional. Construido sobre una colina y rodeado de barrancos, el complejo es uno de mejor conservados de Europa. A pesar del sinfín de asedios, incendios y ataques que ha sufrido.
Este asentamiento militar guarda la historia de todo un país dentro de sus muros. No en vano, una sala acorazada alberga las Joyas de la Corona muy cerca de la Piedra del Destino, un conjunto de símbolos de suma importancia para entender la monarquía británica. Basta decir que si Carlos o su hijo Guillermo hubieran de ser coronados en Londres habría que transportar parte de este tesoro a orillas del Támesis. No fuera a ocurrir que alguna maldición recayera sobre la familia Windsor.
Entradas online para evitar largas colas
Por algo menos de 20 libras (mejor adquiriendo la entrada online que esperar una larga cola en taquillas) los visitantes pueden recorrer un buen número de estancias. También, observar la ciudad desde lo más alto o reflexionar en el memorial por los caídos. Y fotografiar un cementerio de perros o adentrarse en el museo dedicado a las grandes azañas de su ejército. Todos los días, excepto el domingo, cuando el reloj marca la una en punto, escucharéis un solemne cañonazo desde la batería del Castillo de Edimburgo preparada para tal efecto. No os asustéis.
The Royal Edinburgh Military Tattoo
Si estáis en esta ciudad durante agosto y queréis completar vuestra visita al Castillo de Edimburgo con un experiencia única, os recomendamos buscar entrada (con bastante antelación) para The Royal Edinburgh Military Tattoo. Esta concentración de bandas militares convierte la explanada del castillo en un hervidero de tropas engalanadas al ritmo de tambores, trompetas y, por supuesto, gaitas. Veinticinco sesiones de tres horas cada una que arrancan con el ocaso del sol y concluyen con un cielo cubierto de fuegos artificiales.
Su origen se remonta a un toque de queda surgido en el siglo XVIII para que los soldados dejaran de beber y volvieran a sus barracones (tap toe). El Military Tattoo se celebra de forma ininterrumpida desde 1950 hasta nuestros días. Y ha pasado de ser una cita destacada del calendario local a convertirse en un evento de talla mundial con audiencias multitudinarias. Para que os hagáis una idea, el impacto que tiene este evento sobre la economía de Escocia ronda los 80 millones de libras anuales.
Nosotros tuvimos la suerte de ser acreditados para disfrutar de un espectáculo compuesto por cinco bandas británicas. Además, 250 gaiteros, una sección de la caballería jordana, unidades del ejército nepalí, un equipo de motos acrobáticas o la «US Army Europe Band». Una sincronización perfecta que este año servía para homenajear a los héroes de la Batalla de Jutland, recordar el 90 cumpleaños de la reina Isabel y rendir tributo a David Bowie. Toda la información está en la web oficial. ¡Y no dejéis de leer el completísimo artículo de Pat Cuní en su blog Mad About Travel!
Deja una respuesta