A finales de octubre, cuando el frío ya se ha instalado definitivamente en algunas ciudades como Madrid, la idea de poder comer en una terraza al sol malagueño puede parecer una locura. Pero con un poco de suerte, y un corto viaje en AVE, es posible. Nosotros la tuvimos y disfrutamos de un almuerzo en ‘mangas de camisa’ en el restaurante Andrés Maricuchi. Se encuentra en la Playa de Pedregalejos, antiguo barrio de pescadores al Este de la ciudad.
Su especialidad son pescados y mariscos frescos. Y, cómo no, uno de los atractivos de la zona, los espetos. Para los que no sepáis qué son -yo lo descubrí hace pocos años- se trata de pescado clavado (espetado) en un palo y asado a la brasa. Es típico que esta tarea se realice en una barca a pie de playa y, en este caso, enfrente de los comensales.
Lo que vais a ver a continuación son los platos que probamos en Andrés Maricuchi, productos muy frescos y cocinados sin florituras, auténtica cocina malagueña.
Excelente comida, inmejorable ubicación, buena atención y, todo ello, comer espetos frente al mar. ¿Qué más se puede pedir? Los encontrarás en Paseo Marítimo el Pedregal, 14.
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