Fue a finales de diciembre del año 2000 cuando los gemelos Frederik y Gerrit Braun, creadores y actuales directores de Miniatur Wunderland, decidieron que su gran pasión por las miniaturas, los trenes a escala y el modelismo se convirtiera en realidad.
Hoy en día es una de las atracciones turísticas más visitadas de Alemania. Un espacio en el que niños y adultos disfrutan por igual con las ocho secciones de diferentes países recreadas en tres plantas. Y a la que es recomendable dedicar, al menos, 4 o 5 horas para no perderse ningún detalle.
Lugares reales e imaginarios
Esta especie de museo se encuentra en Hamburgo, presente en la colección con algunos de sus monumentos y lugares más emblemáticos, como la catedral, la estación central, el puente Köhlbrand o el Imtech Arena, para cuya reproducción a escala de solo 1:150 por motivos de espacio se emplearon 2.000 horas.
Imtech Arena de Hamburgo
La hamburguesa y canciller alemana, Angela Merkel
Puerto de Bergvik (Escandinavia)
Aunque la mayoría de las representaciones expuestas en Miniatur Wunderland son fruto de la fantasía de sus creadores, hay otras que se han recreado con mucha fidelidad, como la historia de Alemania, muy presente en la primera parte de la colección. Llama especialmente la atención cómo se muestran los cambios sufridos a raíz de la Segunda Guerra Mundial en ciudades como Berlín o la caída del Muro en 1989.
Caída del Muro de Berlín
Son muchos los detalles que se esconden en las maquetas de este pequeño ‘país de las maravillas’, algunos colocados deliberadamente para que haya que fijar la vista al máximo y encontrar alguna de las veinte escenas que en el folleto explicativo señalan como más populares: un cadáver en el río, un laboratorio de drogas, una pareja de amantes (encontramos varias), el esqueleto de un dinosaurio, una familia de pingüinos o la famosa Pippi Calzaslargas.
¡Un cadáver en el río!
Rescatando el coche accidentado
Mientras unos trabajan…
Hay algunos escenarios que destacan por sus enormes dimensiones y funciones interactivas, como la ajetreada estación de tren suiza Porta Alpina, un concierto de DJ Bobo (con música incluida) o el aeropuerto de la imaginaria ciudad de Knuffingen, donde estuvimos un buen rato viendo cómo despegaban y aterrizaban las maquetas de los aviones.
Concierto de DJ Bobo
Urinarios en el concierto de DJ Bobo
Miniatur Wunderland en cifras
-Más de 10 millones de visitantes.
-500.000 horas de trabajo.
-1.300 metros cuadrados.
-215.000 figuras en miniatura.
-930 trenes y 14.450 vagones.
-228.000 árboles.
-Más de 335.000 luces.
-150 botones interactivos.
Precios 2022 Miniatur Wunderland
El precio de la entrada a Miniatur Wunderland es de 20 euros para adultos y 12,50 para niños hasta 16 años. El día que fuimos había una espera de más de 3 horas, así que decidimos comprarlas para la mañana siguiente. Si no quieres llevarte sorpresas, puedes adquirirlas por adelantado en su web -cobran 50 céntimos más por entrada-, donde también puedes consultar los horarios de apertura. Una novedad para 2022 es que han ampliado estos horarios durante los meses de verano y los fines de semana. Y, con ello, una nueva filosofía: cuanto más tarde visites Miniatur Wunderland, más barato te costará. A partir de las 22:00 aplican 10% de descuento que se incrementa hasta el 30% pasadas las 23:30. Una buena oportunidad para ahorrar algo de dinero durante tu escapada a Hamburgo.
Dispone de un pequeño bistró donde es posible hacer una parada para descansar con una buena cerveza alemana o una currywurzt gigante antes de proseguir la visita.
Nuestra tradición de recibir el año nuevo fuera de España nos llevó en esta última ocasión a Hamburgo. Una buena oferta para alojarnos en una de nuestras cadenas hoteleras favoritas, Sofitel, y un vistazo a algunas fotos de la ciudad fue suficiente para decidirnos por esta bella urbe alemana que vio nacer a Angela Dorothea Kasner, más conocida como Angela Merkel, en 1954. Aquí os dejamos algunos sitios que ver en Hamburgo, actividades y tips que no debéis perderos. Así como los precios aproximados (actualizados en 2020) para que calculéis el presupuesto viajero.
Qué ver en Hamburgo
1. Miniatur Wunderland. 12 euros
Miniatur Wunderland es una de las atracciones turísticas que ver en Hamburgo más visitadas del Alemania. Cita obligada para los amantes de las maquetas y los trenes. Ocho secciones de diferentes países recreadas en tres plantas, donde destacan la estación suiza Porta Alpina, un concierto de DJ Bobo (con música incluida) o el aeropuerto de la imaginaria villa de Knuffingen. A los peques de la casa les encantará.
2. Almorzar una frankfurt. 3 euros
En todo el país es fácil encontrar puestos callejeros donde las preparan a la brasa, lo que las hace aún más sabrosas, servidas en un panecillo con ketchup y mostaza. Red or white?
3. Navegar por el lago Binnenalster. 11 euros
Situado en el interior de la ciudad y con una superficie de 18 hectáreas, posee una espectacular fuente en el medio con un chorro de agua que puede alcanzar hasta los 60 metros de altura. En un recorrido de algo más de una hora, es posible contemplar los edificios más representativos que ver en Hamburgo y algunas mansiones con su propio embarcadero que, a buen seguro, os pondrán los dientes largos.
4. Beber cerveza hamburguesa. 2 euros
La Astra se conoce como ‘la cerveza de los marineros’ y es una pilsner de lo más suave con una botella de diseño moderno y original.
5. Comer pescado fresco. Alrededor de 12 euros
Al tratarse de una ciudad portuaria, es fácil encontrar restaurantes especializados en pescado fresco y mariscos para comer en Hamburgo. A orillas del Elba hay infinidad de locales que ofrecen bacalao, besugo o salmón en su carta.
6. Echar un vistazo a la calle Herbertstraße. Gratuito
Ubicada en el barrio más canalla que ver en Hamburgo, Sankt Pauli, y con tan solo 60 metros de longitud. Es conocida como ‘la calle de las putas de Hamburgo’, ya que en ella se exhiben las prostitutas en escaparates, al estilo del Barrio Rojo de Ámsterdam. ¡Ojo! No se permite el paso a mujeres ni a menores de 18 años (esto último sí que lo entiendo).
7. Admirar el ayuntamiento. Gratuito
El edificio más icónico que ver en Hamburgo es de una apabullante belleza. De estilo neorrenacentista, ocupa una superficie de 17.000 m² y tiene 647 habitaciones, seis más que el Palacio de Buckingham. No dejes de entrar al restaurante Parlament, situado en uno de los laterales del ayuntamiento, un impresionante local de 2.900 m².
8. Comprar una pistola. Desde 129 euros
La ley de posesión de armas que rige en Alemania hace posible adquirirlas como si de unos pantalones se tratara. Aunque hay que tener un permiso especial, no deja de ser chocante este tipo de escaparate.
9. Cenar flammkuchen. Alrededor de 8 euros
Su nombre significa ‘cocinado en las llamas’ y data de principios del siglo XX, cuando se ponían pequeños trozos de masa para hacer pan dentro del horno y comprobar de esa manera la temperatura del mismo. Un buen día alguien decidió que, si se les añadía algún ingrediente, se conseguiría un bocado rápido y económico. La receta tradicional lleva nata líquida, cebolla y panceta.
10. Comprarse un auténtico traje de marinero. Desde 29.90 euros
En el puerto, abundan las tiendas donde comprar todo tipo de material, recuerdos y prendas de vestir relacionados con el mundo del mar, como estos divertidos trajes de marinero, gorras, chubasqueros, botas…
11. Patinar sobre hielo. 4,50 euros
Si eres valiente y estás en forma, puedes pasar un rato de lo más divertido en alguna de las pistas de patinaje sobre hielo que se instalan durante el invierno. ¡Ideal si viajas con niños!
12. Degustar una currywurst. 3 euros
El fast food por excelencia alemán. Se trata de una salchicha asada o cocida, cortada en trozos, cubierta de ketchup y curri en polvo, y acompañada por un panecillo. Se sirve en una bandeja de papel para comerla tranquilamente por la calle. El snack de supervivencia ideal para aquellos viajeros que no quieren parar para comer ni rascarse el bolsillo.
13. Conocer el puerto de Hamburgo y sus astilleros desde un barco. 12 euros
Fundado en 1189, es el mayor de Alemania y uno de los más grandes del mundo. Hay compañías que ofrecen cruceros de una hora y media de duración (algunos con comida o cena) y se adentran en la zona de las astilleros, donde se han construido varios de los barcos y yates más importantes del mundo, como el ‘Eclipse’ de Blohm + Voss, propiedad de Román Abramóvich, con un valor de 340 millones de euros. Uno de los imprescindibles que ver en Hamburgo.
14. Tomar un chocolate caliente con ron. 4 euros
Luego dicen de los españoles, pero los alemanes beben… y mucho. Cualquier ocasión es buena para ingerir alcohol y, si hace frío, aún más. En Hamburgo conocimos el chocolate caliente con ron, que entra de maravilla cuando la temperatura exterior es gélida.
15. Cenar auténtica cocina bávara. 10 euros
Una encantadora pareja que conocimos en el mercadillo navideño nos recomendó el restaurante Franziskaner, cuya especialidad es la cocina bávara, con platos tan completos y contundentes como los que veis en las fotos. Aunque lo típico sería regarlos con una buena jarra de cerveza, nosotros preferimos una botella de riesling.
16. Pasear por el barrio más chulo que ver en Hamburgo: Sankt Pauli. Gratuito
El centro de la vida nocturna de la ciudad y donde se ubica la calle Herbertstraße, que os hemos enseñado antes. En uno de sus locales, el Star-Club, comenzó a despegar la carrera musical de The Beatles y tiene hasta su propio museo. En 2014, fue el centro de las enfrentamientos con la policía llevados a cabo en Hamburgo tras una manifestación en contra del desalojo de un centro cultural de izquierda.
17. Entrar en calor con un vino caliente. 3 euros
Si vuestra visita coincide con la época navideña y el chocolate caliente con ron no os ha servido para quitaros el frío, probad con esta bebida a base de vino tinto, ron y azúcar quemada que los germanos ingieren a pares. La verdad es que está deliciosa y poco dulce, pero hay que tener cuidado, ya que se trata de un preparado muy alcohólico. (Se paga un depósito de 2 euros por el vaso de barro, por si te lo quieres llevar de recuerdo, como nosotros).
18. Admirar el edifico de la Filarmónica del Elba. Gratuito
Inaugurado en enero de 2017, forma parte del skyline que ver en Hamburgo. Esta sala de conciertos de la zona portuaria de HafenCity se considera una de las más grandes y acústicamente avanzadas salas de conciertos del mundo.
19. Fischmarkt. Gratuito
Cada domingo por la mañana, junto a la dársena del puerto y de 7 a 9.30 en invierno, es posible comprar pescado, frutas, verduras, flores e, incluso, ropa en el mercado más popular que visitar en Hamburgo.
Al igual que en otras muchas capitales europeas, los candados están de moda, así que, si quieres dar una sorpresa a tu pareja, hazte con un candado y un rotulador permanente. Igual funciona…
¿Os ha parecido interesante este paseo? Es una ciudad muy completa y hay mucho que ver en Hamburgo. Seguro que tú descubres un montón de cosas más cuando la conozcas. Estamos deseando leerlo.
Bautizado en 2016 con el nombre del ex Canciller Federal de Alemania, Helmut Schmidt, el aeropuerto de Hamburgo fue inaugurado en 1911. Se ubica en el distrito Hamburg-Nord (barrio Fuhlsbüttel) al norte. Cuenta con dos terminales y un sector central denominado Airport Plaza, con tiendas, restaurantes y salas de espera.
Tren del aeropuerto de Hamburgo al centro de la ciudad
El aeropuerto de Hamburgo está comunicado con el centro de la ciudad mediante un servicio de trenes que funciona con soltura y de una manera muy sencilla. En apenas media hora de trayecto directo, diez paradas, esta especie de cercanías te dejará en Hauptbahnhof, estación de ferrocarril por la que a diario pasan más de 450.000 viajeros. Esto la convierte en la primera más transitada de Alemania y la segunda de Europa, tras la parisina Gare du Nord.
A la entrada de la estación, perfectamente señalizada por todo el aeropuerto, están las máquinas expendedoras. Selecciona idioma en castellano (si lo necesitas). Su sistema es parecido al del metro de Madrid, ya que se paga según el destino elegido.
Precio: el precio del billete es de 3,40 euros euros por persona (precio 2020). En nuestro caso, las máquinas pedían el importe justo y tuvimos que tirar de tarjeta de crédito.
Frecuencia: la línea 1 de la S-Bahn opera cada 10 minutos en dirección a Blankenese.
Duración del trayecto: 24 minutos desde el aeropuerto de Hamburgo a la estación de trenes.
Puedes ver un plano de la red de metro y cercanías de Hamburgo pinchando aquí para ampliarlo.
Taxi del aeropuerto de Hamburgo al centro de la ciudad
Es una de las formas más sencillas, aunque no la más económica. Viajar del aeropuerto de Hamburgo al centro en taxi te costará unos 30 euros y tardarás entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tráfico.
Ahorrar dinero en tu viaje a Hamburgo
Un consejo para ahorrar dinero en tu viaje a Hamburgo es que adquieras la Hamburg Card para viajar gratis en el transporte público (incluido el S-Bahn S1 desde el aeropuerto). Además, ofrece hasta un 50% de descuento en más de 150 atracciones turísticas. La Hamburg Card está disponible por 10,50 euros por persona y 18,50 para un grupo máximo de cinco personas (precio en 2020).
Tras nuestra primera experiencia con la cadena Sofitel, en la localidad marroquí de Essaouira, no lo pensamos dos veces a la hora de reservar alojamiento para las últimas noches del año en Hamburgo. Ubicado en pleno centro de la ciudad, y con un modernas instalaciones, el Hotel Sofitel Hamburg es un cinco estrellas que invita a no salir de la habitación. A menos que uno busque relajación en su maravilloso spa.
Habitaciones con espectacular diseño
La nuestra, una doble de lujo, tenía un ventanal con vistas al canal de Alsterkanal. Desde él pudimos contemplar el espectáculo de fuegos artificiales minutos después de empezar 2014.
A la mullida y enorme cama exclusiva de los Sofitel, MyBed -que puede adquirirse en su web por 4.300 euros- se suma un cómodo sofá con reposapiés en forma de huevo diseñado por Herman Miller. Lugar ideal para mirar la televisión en una pantalla plana de 42 pulgadas o escuchar la música de nuestro iPhone en el sistema de audio Bose Wave.
En el cuarto de baño, con una gran bañera y ducha de efecto lluvia, aguardan dos suaves albornoces y aromáticos amenities de Lanvin.
Una de las mayores cualidades de esta cadena hotelera es el cuidado que ponen en los detalles. Desde cafetera Nespresso a botella de agua de cortesía o unas esponjosas berlinesas para recibir al año nuevo. La exquisita decoración hace que el minibar esté oculto a modo de armario en la pared. O que un ejemplar de buen vino francés se esconda en un pequeño cajón.
Otro de los puntos fuertes del Hotel Sofitel Hamburg es el desayuno. Siempre dispone de un cocinero para preparar platos calientes al momento: huevos, tortillas, tortitas… Puede decirse que no falta de nada. Gran variedad de zumos y panes, fruta preparada, fiambres, quesos, embutidos, bollería para todos los gustos… Y algunas delicatessen como salmón o yogures artesanales. Nos llamó la atención el buen número de productos biológicos y bajos en calorías con los que cuenta el bufé. ¡Los alemanes saben cuidarse!
Pero si hay algo que enamora del Hotel Sofitel Hamburg es su encantador spa. Con piscina climatizada, sauna, baño turco, baño de contraste para los pies, tumbonas, masajes…
Nos gustó del Hotel Sofitel Hamburg
– El tamaño de la habitación y del baño, 33 metros cuadrados en total.
– Los amenities de Lanvin.
– La conexión wifi gratuita.
– Los platos preparados al momento en el desayuno.
– La fuente con manzanas frescas en recepción, a disposición de los clientes.
– La terraza de verano a orillas del canal y con embarcadero privado.
– La infinita tranquilidad del spa, casi siempre…
No nos gustó
– Que me perdonen los padres y madres, pero enseñar a nadar a una niña chillona en la piscina de un spa no es, definitivamente, buena idea.
El precio de la habitación doble de lujo de este hotel en Hamburgo, desde 240 euros por noche con desayuno y acceso al spa incluidos.
Despedir el año siempre es una buena excusa para conocer nuevas ciudades. En nuestro caso, es ya un clásico viajar en fin de año. Hacia un nuevo destino, con una botella de cava y la vista puesta en un puerto pesquero. Será que somos de secano y nos puede el espíritu marinero. Por este motivo, os vamos a sugerir 5 ciudades portuarias a donde viajar en fin de año.
Ideas para viajar en fin de año
1. Gijón
Cuenta la historia que en las últimas horas de 2009, mientras veíamos el barrio de Cimadevilla desde nuestra habitación, surgió la idea de iniciar esta saga de Nocheviejas viajeras. Nada mejor para viajar en fin de año que adentrarse en alguna de sus innumerables sidrerías. Y probar la famosa fabada y la no menos conocida sidra, asturianas ambas.
2. Budapest
A finales de 2010, días antes de estrenar este blog, viajamos hasta Budapest, parada obligatoria en el curso del Danubio. Desde el Bastión de los Pescadores podrás observar cómo la nieve cubre en esta época del año la capital húngara y cualquiera de sus 7 islas: Astillero, Margarita, Csepel, Palotai-Sziget, Népsziget, Haros-Sziget, y Sziget Molnár.
3. Viajar en fin de año a Londres
Es un hecho cuando menos curioso la posibilidad de llegar a suelo inglés desde algún puerto del Cantábrico, en uno de los numerosos ferris que unen la Península Ibérica con la Pérfida Albión. Una vez desembarcados en territorio inglés es relativamente fácil dirigirse hacia el corazón del Tamesis para tomar las doce uvas, como nosotros en 2011, en pleno Piccadilly Circus, para ser más exactos.
4. Belfast
Después de vivir varias décadas un conflicto de identidad teñido de sangre, la capital de Irlanda del Norte resurge de sus ceniza. Y lo hace para ofrecer al viajero una postal navideña impensable en otra época. Lo pudimos comprobar despidiéndonos del 2012 en Belfast. Y descubriendo, por ejemplo, el mejor fish and chips de esta ciudad. Cuyo puerto albergó la construcción del malogrado Titanic, entre otros honores. Un destino para viajar en fin de año bastante poco conocido.
5. Hamburgo
Cierra esta lista la segunda ciudad más poblada de Alemania. Bañada por el Mar del Norte y con uno de los pocos lagos interiores que existen dentro de un centro urbano. Este destino fue el elegido para viajar en fin de año en 2013. Y lo hicimos navegando por sus canales. Y, también, paseando a orillas del Elba. O comprobando la calidad del pescado que se vende en el mercado de Altona, en Hamburgo.
¿Os gusta viajar en esta época? Estamos deseando que nos recomendéis otras ciudades donde pasar la Nochevieja.
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